En verdad, tienen una debilidad y una importante: su armador titular, Russell Westbrook. Posiblemente, sea uno de los jugadores más llamativos en la actualidad, se entiende muy bien en la cancha con la gran figura

Este problema se percibe particularmente en dos situaciones: cuando hay que definir partidos en minutos finales o de plano, cuando OKC pierde. En ese tipo de escenarios, Westbrook tiende a confundirse y por lo general, saca tiros forzados o en pleno intento al aro, cambia de decisión, arriesgando una pérdida de posesión.
Por lo mismo, no sorprende ver a Westbrook como el jugador con el cuarto mayor promedio de pérdidas por partido, con 3.7, así como tampoco extraña ver que en las derrotas del Thunder, lance más de lo que pasa el balón.
De hecho, es cosa de ver los tres partidos de esta semana. El lunes, contra Memphis, encestó apenas 5 de 16 tiros (19 puntos) y perdió 5 balones; el miércoles, en Miami, convirtió 9 de 26 (28 puntos) y dio sólo 2 asistencias y esta noche, en Indiana, repartió 9 asistencias y tomó 11 rebotes, pero encestó 7 de 23 (21 puntos).
Y a lo largo de la temporada, éste es el balance: En las derrotas del Thunder, Westbrook promedia 21 lanzamientos a la canasta, tres más que en las victorias, y 4.4 asistencias, casi una y media menos que en los triunfos.
Por cosas como ésta, y pensando en la postemporada, es bueno que el Thunder haya adquirido a un jugador experimentado como Derek Fisher. Quizás así, Westbrook podría entender como distribuir mejor el balón y podría pasar a ser un escolta disfrazado de Point Guard -lo que demuestra ser ahora- a un armador puramente tal.
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