Peyton Manning lo aplicaba en sus años con los Indianapolis Colts, ya sea para correr jugadas en serie o bien para provocar infracciones a las defensivas contrarias (más de 11 jugadores en la cancha) y lo continúa haciendo ahora en los Denver Broncos, siendo uno de los seis equipos que ejecutó más de 10% de sus jugadas sin huddle en el 2012.

Durante la temporada pasada, los Green Bay Packers y los Baltimore Ravens agregaron esta alternativa a sus playbooks e incrementaron su eficiencia. En jugadas con reunión previa, los Packers promediaron 5.49 yardas por jugada y los Ravens, 5.12. En cambio, cuando empleaban las series sin reunión, los Packers promediaron 6.24 yardas por jugada y los Ravens, 6.90.
Es decir, el No Huddle lo aplicaron y les sirvió para mejorar su producción ofensiva. Al igual que los Patriots, se trata de equipos con quarterbacks de altísimas condiciones (Aaron Rodgers en Green Bay, Joe Flacco en Baltimore) y con corredores y receptores veloces, capaces de completar jugadas rápidas o de estirar la cancha con jugadas de mayor ganancia, dependiendo cual sea la situación.
La idea del No Huddle Offense consiste en tener, de partida, un personal indicado para ejecutar jugadas en serie, con el que se puedan emplear formaciones abiertas de cuatro o cinco receptores y, al mismo tiempo, no permitir a la defensa contraria hacer sustituciones, para así crear duelos favorables y sacar el mayor provecho posible.
Hasta acá, se han visto equipos que emplean la ofensiva sin reunión, pero solo por algunos tramos de los partidos, nunca como un modus operandi y no sería sorpresa ver este año a más conjuntos integrando dicha variable a sus esquemas. Pero hay un equipo y, particularmente un nuevo entrenador, que planea hacer de esta opción como la prioritaria.

La gran interrogante con los Eagles no pasa por las ideas de Kelly, sino que si realmente tienen o no los jugadores indicados para ejecutar las jugadas en serie. Desean Jackson y Lesean McCoy parecen ser adecuados, pero la línea ofensiva y algunas decisiones que toma su mariscal de campo, Michael Vick, son las principales dudas que invitan a cuestionar el eventual éxito que podría tener el No Huddle en Philly.
Se estima que las "Águilas" podrían correr, al menos, 80 jugadas por partido en la temporada que está por iniciar. Los Patriots, en 2012, promediaron 74.4 jugadas ofensivas y la media de toda la liga fue 64.2. Se recomienda ajustar los cinturones, porque el esquema de Chip Kelly podría impactar a toda velocidad.
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