jueves, 23 de noviembre de 2017

Disciplina vikinga


por Miguel Meléndez
Twitter: @journalistmike

Una ofensiva que ejecuta las jugadas tal como son dictadas y que reparte el balón equitativamente, una defensa física y bien preparada, capaz de presionar y neutralizar cualquier amenaza que se les ponga enfrente y un entrenador que impone su sello, a tal punto de tener un conjunto que comete pocas infracciones. Todo eso reúnen los Minnesota Vikings, un equipo que ha tenido que adaptarse a diversas lesiones que han sufrido. Aún así, han encontrado la solución a cada problema y así es como rinden de forma consistente.

La temporada comenzó con un resonante triunfo sobre los New Orleans Saints, donde impresionó Sam Bradford quien era el quarterback titular de este equipo. En ese mismo partido, Bradford sufrió una lesión en una de sus rodillas, la que le impidió seguir compitiendo. Case Keenum lo relevó en la segunda semana y desde entonces, se ha mantenido como titular. Le tomó tiempo y un par de derrotas entre medio, pero finalmente se adaptó al sistema de juego, ejecutando correctamente sus pases, algunos de rápido desarrollo y otros, mediante fintas con sus corredores. No brilla ni mucho menos podría ser comparable a los pasadores de élite, pero cumple con su tarea y silenciosamente figura dentro de los diez pasadores más precisos del torneo, con un 65.7% de pases completos.

Keenum, además, se beneficia de una línea que ha mejorado ostensiblemente este año, después de haber permitido 38 capturas en 2016. En diez partidos jugados en el presente curso, Keenum es el mariscal titular menos capturado de toda la liga, con apenas cinco. Claramente, tiene tiempo para lanzar y ha encontrado en Adam Thielen su blanco predilecto en los pases. Thielen combina velocidad, buen recorrido de rutas y capacidad para hacer jugadas de alto impacto. Sin ir más lejos, liquidó el partido del domingo pasado frente a los L.A. Rams con una jugada de 65 yardas, la más larga del equipo en todo el año.

Esta ofensiva tiene balance debido a la forma en como reparten las jugadas por tierra con sus dos corredores. Después de la lesión de Dalvin Cook, quien era el líder en yardas después de cuatro partidos, el peso de los acarreos se repartió de forma equitativa entre Jerick McKinnon y Latavius Murray, quienes ayudan a darle estabilidad a la ofensiva de los Vikings, sumando yardas que ayudan a prolongar las series y en el caso de McKinnon, funcionando también como opción para pases cortos o rutas de escape. De hecho, en el más reciente juego, Murray corrió 15 veces y McKinnon 14, y sumaron en total 143 yardas terrestres con un par de touchdowns, ambos por cuenta de Latavius. El complemento justo y necesario para un correcto juego de pases.

Quizás, lo más impresionante de este equipo está en su defensiva, con un cuarteto de linieros que cubre espacios y colapsa el pocket, además de un grupo de linebackers que juega de forma muy física pero a la vez, con mucha inteligencia y un bloque secundario que puede seguir paso a paso a los receptores rivales, como también puede tacklear con mucha fuerza. Desde que Mike Zimmer asumió como entrenador en jefe de los Vikings en 2014, la defensa fue el punto principal a mejorar y así es como en la actualidad, este conjunto figura dentro de los cinco mejores en cuanto a yardas (290.5) y puntos permitidos (17.2).

En seis de sus ocho victorias, esta defensiva ha dejado a sus rivales en menos de 300 yardas totales y en siete ocasiones, han permitido menos de 20 puntos. Lo que realizaron el domingo pasado frente a los Rams, el equipo con mejor ofensiva de la liga, fue extraordinario. En jugadas de pase, se enfocaron en cubrir los costados para limitar el desplazamiento de Jared Goff, al punto de forzarlo a lanzar varios pases malos y cuando los Rams quisieron correr, los linebackers Anthony Barr y Erick Kendricks estaban muy enfocados en cubrir sus zonas, con tal de no permitir ningún avance de Todd Gurley, quien terminó con apenas 37 yardas.

El equipo de Los Angeles anotó en su primera ofensiva, pero después no pudo anotar más. Por casi 55 minutos, la ofensiva que promediaba casi 34 puntos por partido, no pudo pasar de las siete unidades frente a unos Vikings que ajustaron y dominaron en la línea de golpeo, llegando a capturar a Goff en dos ocasiones además de presionarlo otras tantas veces más. A través de la temporada, la presión con los linieros ha sido una característica de este equipo y en ello, han sido claves Everson Griffen y Danielle Hunter, autores de 15 de las 27 capturas registradas por el conjunto (10.0 y 5.0, respectivamente).

Todo esto se ha logrado jugando con mucha intensidad, pero a su vez con mucha inteligencia. En este momento, los Vikings son el equipo con la cuarta menor cantidad de castigos en toda la liga, con 58. Disciplina es otro de los aspectos fundamentales en la metodología de Zimmer y así ha sido no solo en este, sino que en los años más recientes. Es raro ver a este equipo cometiendo castigos defensivos en 3° down que cuestan en 1° down para el rival y tampoco cometen demasiados holdings, algo totalmente meritorio.

Un equipo bien armado y ante todo, muy serio. Estos Minnesota Vikings son capaces de incomodar hasta la más productiva de las ofensivas y cada semana lucen más sólidos. Si los playoffs comenzaran hoy, entrarían como campeones divisionales y con la segunda mejor marca de su conferencia, con ocho victorias en diez partidos. Por cierto, el Super Bowl LII será en su estadio y nunca en la historia un equipo ha jugado un Super Bowl en su cancha. Quien sabe, ellos podrían ser los primeros.

Miguel Meléndez es el creador y responsable de Gringo Sports. Desde 2011 escribe artículos sobre los principales deportes norteamericanos. Además, es conductor y comentarista en el podcast de NFL Chile.

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