por Claudio Jorquera
Twitter: @chonet
Este lunes 29, a las 20 horas
de Chile, comienza la disputa de uno de los torneos más antiguos que tenga el
deporte de Norteamérica, la Copa Stanley.
La final de la liga de hockey sobre hielo, la NHL, comenzó a disputarse en Canadá en la última década del siglo
XIX, gracias al ímpetu del Gobernador de Canadá en ese entonces, Frederick Stanley. El objetivo,
entregar el trofeo al mejor equipo amateur de Canadá, el cual debía grabar su
nombre en la Copa, la cual nunca es propiedad del ganador, sino que debe ser
entregada año a año al nuevo monarca. En la Copa se van registrando los
jugadores y técnicos campeones, por lo que el trofeo ha ido aumentando su
tamaño con el paso del tiempo. Pero eso no podía continuar. Actualmente, cada piso de la Copa permite ingresar 13 campeones. Para mantener el tamaño, el
agregado de un nuevo piso obliga a eliminar el más antiguo. Esos pisos
desechados por el paso del tiempo, son almacenados en el Salón de la Fama del Hockey.
Stanley nunca pudo entregar la
Copa, ya que debió regresar a Inglaterra debido al final de su mandato en
América. Año a año, un equipo debía desafiar al campeón. Si bien la copa está
plenamente relacionada con la NHL en la actualidad, durante sus primeros años
fue repartida entre diferentes ligas amateurs y semiprofesionales de Canada. En
1917 fue fundada la NHL, que reemplazó a la suspendida NHA y comenzó a
disputar el campeonato del mejor del
mundo contra la Pacific Coast Hockey Association, la cual ya estaba
incorporando equipos de Estados Unidos, como Portland y Seattle.
Incluso, en 1922 el torneo se
disputó entre 3 ligas, dada la incorporación de la WCHL (Western Canada Hockey
League). En 1924 desapareció la PCHA y en 1926, la rebautizada WHL sufrió la
misma suerte, por lo que en 1927 la Stanley Cup pasó a disputarse entre los
equipos de la NHL, que en ese momento contaba con 10 conjuntos, cuatro de Canadá,
siendo los Ottawa Senators los primeros campeones en este formato. Unos
Senators que son una franquicia diferente a la actual.
La NHL contó con un máximo de 10
equipos hasta 1942, donde se redujo a seis, los cuales eran conocidos como
The
Original Six. Los seis originales eran los Detroit Red Wings, Toronto
Maple Leafs, Boston Bruins, Montreal Canadiens, Chicago Blackhawks y los New York Rangers, quienes se repartieron los títulos de la Stanley Cup hasta la
temporada 1967-68, cuando se produjo la primera oleada de expansión, subiendo
de 6 a 12 equipos.
Ahora la NHL cuenta con 31
franquicias (sumando la participación de Las
Vegas Golden Knights, que debutarán en la próxima temporada) y son los Montreal Canadiens los
máximos ganadores, con 24 títulos (22 como miembro de la NHL), secundado por
los Toronto Maple Leafs con 13 y
los Detroit Red Wings, con 11
conquistas.
En 2017, la final
contará con un debutante absoluto en esta instancia, los Nashville Predators. Y como sorpresa absoluta. El equipo del estado
de Tennessee fue el último clasificado a Playoffs, representando a la Conferencia
Oeste con 94 puntos, a quince de los primeros sembrados, Chicago Blackhawks. Y el equipo de la ciudad del viento
fue el primero en sufrir los embates del conjunto sureño en la postemporada,
inclinándose rápidamente por un resultado final de 0-4. Una barrida que
empezó con dos partidos con el arco en cero. Chicago demoró 141 minutos en anotar el primer
gol a los Predators, en el segundo período del tercer partido, que terminaría perdiendo en overtime. En el cuarto partido, los Hawks fueron barridos en el
tercer período, perdiendo finalmente por 4-1. 10 goles de ventaja obtuvo
Nashville en la serie, con un global de 13-3.
En la segunda ronda,
Nashville debía enfrentar a los St.
Louis Blues, quienes habían obtenido el tercer lugar en la División
Central. Una serie muy cerrada en los marcadores (cuatro de los seis partidos se
definieron por un gol), pero que siempre tuvo el control de Nashville, que iba
aumentando su confianza, gracias a la gran eficiencia del portero finés Pekka Rinne y su contundente primera
línea ofensiva, conformada por Filip
Forsberg, Ryan Johansen y Viktor Arvidsson, quienes acumulan 13 goles y 25 asistencias en los
Playoffs. 4-2 fue el resultado final de la serie a favor del equipo amarillo y
blanco.
En la final de conferencia, los rivales fueron los campeones de la División Pacífico, Anaheim Ducks, permanentes animadores de los playoffs en esta década. Estos equipos ya tenían un historial previo en
2016, donde los Predators se quedaron con la serie de primera ronda. Difícil
enfrentamiento en el papel, ya que los Ducks tenían la mejor defensa de la conferencia, aunque no se había visto tan bien en la postemporada. Los Ducks,
al igual que los Predators, barrieron a sus rivales en primera ronda (los Calgary Flames), pero llegaron al
máximo de siete partidos frente a los Edmonton
Oilers, uno de los cuales remontó de forma épica, con tres goles en 181
segundos en el último período para forzar el overtime y ganarlo. La serie
Predators - Ducks fue golpe a golpe hasta el cuarto partido. En el quinto juego vino el quiebre, perdían 0-1 a la mitad del tercer período, pero tres goles
seguidos les permitieron quedarse con el partido. La serie se acabó en el
Bridgestone Arena, Luego de un 2-0 en el primer período, los Ducks batallaron
para ponerse 3-3 casi en la mitad del último período. Colton
Sissons casi finiquitó el partido con el 4-3, a seis minutos del final. La
necesidad obligó a los Ducks a dejar su portería vacía para intentar remontar,
pero dos goles postreros cerraron una goleada de 6-3 para los locales, que
celebraban su primer viaje a la Stanley Cup.
Por el lado de la Conferencia
Este, los campeones vigentes, Pittsburgh
Penguins, buscan lograr una hazaña que no se consigue desde 1998, cuando el
gran coach Scotty Bowman (quien
también logró una Stanley para los Penguins en 1992) logró un bicampeonato
para los Detroit Red Wings, aquel
fabuloso equipo con el Russian Five, compuesto por los
atacantes Igor Larionov, Vyacheslav Kozlov y Sergei Fedorov. mientras que en defensa, las
estrellas eran Vladimir Konstantinov and Viacheslav Fetisov, cerrando la
formación de ese dominante equipo, que también tenía en su plantel a otras grandes
estrellas como el fantástico defensor sueco Nicklas Lidstrom y el eficiente portero
canadiense Chris Osgood.
Los Penguins cuentan con el mejor
jugador de la liga, el canadiense Sidney Crosby y un plantel lleno de estrellas
que han formado gracias a la agencia libre, pero fundamentalmente a la buena
gestión de sus prospectos en sus equipos de divisiones menores, en particular a
los que han jugado en su filial de AHL, los Wilkes-Barre/Scranton Penguins,
un equipo de una pequeña ciudad del estado de Pennsylvania. Evidentemente, son
los grandes favoritos para alzarse con la Copa.
Pero el camino no ha
sido fácil para Pittsburgh. Hace 18 meses el equipo estaba viviendo una fuerte
crisis deportiva. Un equipo fuera de zona de playoffs, con refuerzos que no
funcionaban, terminaron con la salida del coach Mike Johnston, quién fue
reemplazado por Mike Sullivan, un ex jugador de la NHL que solo tenía dos años de
experiencia como entrenador en jefe, con los Boston Bruins hace 10 años. El
cambio fue un bálsamo de alivio para la franquicia. Una racha impresionante de
partidos, un cambio de arquero clave y el rescate de las grandes estrellas le
permitió quedarse con la Copa Stanley de 2016. Es curiosa la historia de los
Penguins en playoffs. tres de sus cuatro títulos vinieron luego de cambios de entrenador durante la
temporada y las cuatro copas conseguidas, fueron ganadas en partidos fuera de casa.
En esta temporada, los Penguins obtuvieron
el segundo mejor récord de la liga con 111 puntos, siete menos que los campeones
del Este en temporada regular, los Washington Capitals. En primera ronda, se enfrentaron a los Columbus Blue Jackets, un complicado
equipo que sólo quedó a tres puntos de los Pens. A pesar lo contundente que se ve
un 3-0 en la serie, los partidos fueron bastante parejos en el trámite. El
renacido portero Marc-André Fleury fue la gran figura, acumulando 103 salvadas
de gol en esos tres primeros duelos. A pesar de la derrota en Columbus, el equipo de Pittsburgh cerró la serie en casa con un triunfo de 5-2, con el delantero Bryan
Rust como gran figura, anotando dos goles. Fleury estuvo nuevamente soberbio,
salvando 49 de los 50 tiros al arco que recibió en ese partido.
En semifinales, un
viejo conocido. Un equipo ávido por ganar la Copa, los Washington Capitals,
comandados por su gran figura Alexander Ovechkin, drafteado en 2004 (un año
antes que Sidney Crosby). Los
Penguins se impusieron de forma muy clara en los dos primeros duelos en
condición de visitante y parecía que la serie se acabaría muy rápidamente.
Pero el punto de inflexión se
produjo en el tercer partido. El referente Crosby saldría por lesión durante
el desarrollo del primer período, partido que terminarían perdiendo en overtime, luego de un notable esfuerzo de Malkin y Schultz en los últimos dos minutos del tercer período. Crosby se ausentó en el cuarto partido, pero eso no
impidió que la serie se pusiera 3-1 para los Pens. Sería el último partido de
gran nivel para este equipo hasta la serie final. El retorno de Crosby no fue
fácil y Washington igualó la serie 3-3. En el séptimo duelo, un partido
perfecto de Fleury permitió la blanqueada por 2-0.
En la final de conferencia, un equipo de perfil totalmente diferente, los Ottawa Senators. El
equipo de la capital de Canadá se destaca por un juego defensivo, muchas veces
criticado por lo aburrido. Pero allí estaba, luego de despachar por 4-2 a sus
rivales previos, Boston Bruins y New York Rangers. Y los Penguins, que ya venían en baja,
lograron apenas ganar uno de los tres primeros partidos de la serie,
marcando apenas tres goles en total y siendo totalmente vapuleados en el tercer
duelo. El 0-4 de Ottawa en los primeros 13 minutos del primer período significó
la otra vuelta de tuerca de Mike
Sullivan, con la salida de Marc-André Fleury por el muy joven Matt Murray. El
talentoso portero cerró el arco al rival y fue muy importante para el éxito
final en la serie. Después de la catástrofe, el juego cuatro fue totalmente opuesto.
Un 3-0 inicial para los Penguins fue maquillado por dos goles finales de los
Senators. El quinto, una verdadera paliza. Un 7-0 para los Penguins que hizo
delirar al a veces muy frío PPG Paints Arena y que parecía hundir
definitivamente al equipo canadiense. Pero luego de un 0-1 inicial, Ottawa se
quedó con el sexto duelo, que forzaba a un todo o nada en Pittsburgh.
El séptimo juego fue dramático. Los Penguins esutvieron arriba en todo momento, por juego y marcador. Pero los
Senators se las arreglaban para empatar. El partido tuvo que extenderse hasta
un segundo overtime, gracias a la actuación colosal del portero Craig Anderson, el mismo que fue
vapuleado 7-0 en el día de su cumpleaños, pero que en el partido decisivo salvó
un verdadero bombardeo de los locales. Finalmente,
la gloriosa defensa de Ottawa cayó con un formidable tiro a media distancia de Chris Kunitz, a pase de Crosby. 85
minutos se necesitaron para cerrar la serie.
Pittsburgh vs Nashville. Han
pasado casi 19 años, la NHL ha visto pasar 17 temporadas (debemos recordar
que la temporada 2004-05 no tuvo campeón debido a una huelga de jugadores) y
no hemos tenido campeones seguidos. 11 de los 30 equipos de la liga se han
repartido los campeonatos en ese lapso, siendo Chicago el máximo ganador con tres Copas
Stanley, obtenidas en 2010, 2013 y 2015. ¿Logrará Pittsburgh un bicampeonato
histórico para este siglo? ¿Tendremos una nueva cenicienta en los deportes?
Lo sabremos en el mes de junio.
Claudio Jorquera es columnista invitado en Gringo Sports. Es uno de los responsables de NFL Chile, siendo columnista y conductor del podcast de aquel sitio. Además, contribuye para Spanish Bowl.
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