jueves, 28 de septiembre de 2017

Días vertiginosos


por Miguel Meléndez
Twitter: @journalistmike

Mientras se está jugando la temporada de la NFL, todo marcha de forma fluida. Los partidos y todo lo que rodea a los mismos genera un alto flujo informativo que mantiene bien ocupada a la prensa especializada y a todos los fanáticos siguiendo las diversas alternativas. Pero llega un momento en que ese ritmo se acelera más de lo pensado, pasando a un estado de vértigo. La última semana en la liga estuvo muy movida, por hechos footballísticos y extra deportivos (estos se han tomado casi toda la atención). Los finales cerrados que hubo en algunos de los partidos del domingo se mezclaron con las manifestaciones anti-racistas de muchos jugadores en las respectivas ceremonias del himno estadounidense. Toda esa avalancha de comentarios en redes sociales se confundieron con las dos definiciones en prórroga que hubo en la tercera jornada, en Chicago y en Green Bay.

Parece como si en los últimos días todo se hubiese acelerado aún más en la liga, tal como pasó con algunos corredores que fueron protagonistas en el último fin de semana. Kareem Hunt en tres partidos ha causado estragos. Es ligero, rápido, interpreta bien las jugadas y apenas explota un espacio corre sin parar hasta la anotación. En los tres partidos que ha jugado superó las 100 yardas y en cada uno de ellos tuvo un touchdown de 50+ yardas. En la visita de los Kansas City Chiefs a los L.A. Chargers, Hunt mató el partido en los minutos finales con una escapada de 76 yardas. Jugada de cutback, lectura precisa del bloqueo, campo abierto después de las 10 yardas y chao. Kareem ya es una pieza importante de la ofensiva de los Chiefs que continúa creciendo y variando en cuanto a su repertorio de jugadas. El equipo de Kansas City es uno de dos invictos en el torneo (los otros: Atlanta Falcons), juega buen football y el novato Hunt ha sido fundamental en este prematuro éxito.

Todd Gurley parece estar determinado a mejorar después de su irregular desempeño del 2016. Así lo demostró en el juego de sus L.A. Rams en casa de los San Francisco 49ers. Siendo el jugador que lleva el peso de las corridas, como bien lo explica Stefano Prieto en su crónica publicada en NFL Chile, Gurley enfrenta a sus oponentes, no teme en dar y recibir castigo, impone su fuerza, le agrega mucha velocidad y así fue como totalizó 113 yardas en 28 acarreos con dos touchdowns por tierra. Y para coronar una noche redonda, también atrapó un pase de Jared Goff que convirtió en otros siete puntos. Es cierto que a los Rams les faltan muchas cosas que mejorar, pero ya es evidente que muestran matices diferentes a los exhibidos en su pobre campaña anterior. Gurley es un beneficiado del cambio de estrategia ofensiva y lo retribuye sumando yardas, consolidando así un respetable juego de carrera del equipo de Los Angeles.

Otro que está acelerando mucho es Jordan Howard. En su segundo año con los Chicago Bears ya se está haciendo notar como un confiable corredor, que no realiza muchos cortes pero que sí lleva el balón con mucha determinación, como supo hacerlo en el reciente partido frente a los Pittsburgh Steelers. Desde el primer cuarto y hasta la última jugada del encuentro se dedicó a machacar oponentes con su fortaleza física y poco a poco fue sumando yardas que le daban 1°s downs a los Bears y con ello, más opciones de anotar para su equipo. Acabó con 138 yardas en 23 acarreos con dos touchdowns, el segundo fue para liquidar el pleito en tiempo adicional. Se cargó a la izquierda, siguió un bloqueo y tan solo le quedó llegar a las diagonales, mediante una jugada de 19 yardas. Mientras sigue corriendo, Howard evoluciona en Chicago y ya es catalogado como uno de los elementos claves de su conjunto.

Hunt, Gurley y Howard corren a tal punto que el solo verlos genera vértigo, el cual se hizo aún mayor mezclando con los desafortunados dichos de Donald Trump. La misma competencia con aquel conflicto extradeportivo ha generado mucha atención, tanto así que hace un par de días fui contactado el diario Pulso, con el propósito de dar a conocer diversos puntos de vista sobre la NFL además del impacto que generó la vigente polémica con Trump. En la edición publicada el 26 de septiembre aparecen varios datos e impresiones que compartí, como por ejemplo el venidero encuentro entre los Green Bay Packers y los Chicago Bears con el que comenzará la cuarta jornada. La crónica completa la pueden revisar en este enlace.

Ahí no apareció completamente mi comentario sobre el conflicto NFL/Trump. De igual manera, quise dar mi impresión al ser consultado. Sabiendo que es un tema muy complejo y que cuesta mucho comprenderlo integralmente, considerando que uno observa esas cosas a varios kilómetros de distancia, esto fue lo que dije:

"Este conflicto no tiene precedente alguno, al menos en la historia reciente de la liga. Para ponerlo en contexto: todo esto se originó el año pasado cuando Colin Kaepernick -jugador afroamericano- comenzó a poner rodilla en el suelo durante el himno estadounidense, en señal de protesta contra todos los actos racistas que existen en Estados Unidos. Con el tiempo, más jugadores se sumaron a esa causa y las recientes declaraciones de Trump llevaron el problema a un peligroso extremo. Fue impactante ver cómo en los partidos del domingo, jugadores, entrenadores y hasta algunos dueños se unieron para rechazar los dichos de Trump. Eso habla mucho de los mismos protagonistas, quienes no callaron ante tal situación, sino todo lo contrario. Además, el hecho que el comisionado Roger Goodell se expresara públicamente a favor de los jugadores deja de manifiesto que la NFL es muy potente, no solo en lo deportivo sino también a nivel de organización".

Revisando nuevamente mi opinión entregada en ese cuestionario, me doy cuenta que ese conflicto, tan solo observándolo a la distancia, ha agitado mucho los ánimos en todo el ámbito deportivo. Claramente, estos sucesos han acelerado la marcha en los recientes días en la NFL, tanto como la velocidad que imprimen los jovenes corredores que se están tomando las canchas en la actual competición.


Miguel Meléndez es el creador y responsable de Gringo Sports. Desde 2011 escribe artículos sobre los principales deportes norteamericanos. Además, es comentarista en el podcast de NFL Chile.

jueves, 21 de septiembre de 2017

La fiebre naranja


por Miguel Meléndez
Twitter: @journalistmike

En Denver, ha sido la defensa la que ha cargado con el peso colectivo de los Broncos en los últimos dos años. Así fue como se adjudicaron el Super Bowl 50 y gracias a esa unidad, se mantuvieron en la contienda durante la temporada pasada mientras la ofensiva experimentaba dificultades debido al ingreso de Trevor Siemian. En este comienzo de campaña en la NFL, los Broncos mantienen su agresividad para jugar defensa, pero lo más llamativo ha estado en la ofensiva. Criterio, inteligencia y talento. Todo conjugado en un mariscal que ya tiene un año completo de experiencia más un grupo de corredores y receptores que vuelven a brillar en un sistema que muestra interesantes matices.

En cuanto a jugadores, este conjunto no ha cambiado mucho en ofensiva. Siemian fue ratificado como el quarterback titular, C.J. Anderson continúa siendo el corredor principal, mientras que Demayrius Thomas y Emmanuel Sanders, quienes supieron destacarse en su momento con Peyton Manning, siguen siendo las principales armas aéreas. En el triunfo del domingo pasado frente a los Dallas Cowboys (42-17), llamó la atención ver la variedad de formaciones ofensivas que exhibían los Broncos en sus jugadas, desde diseños clásicos para correr, como de formaciones con solo un corredor, esparciendo receptores por toda la cancha y poniendo a Siemian a realizar maniobras del tipo play-action y hasta un bootleg, como ocurrió en su cuarto pase de touchdown, el cual completó con Virgil Green durante el tercer cuarto, en una serie que se prolongó por más de siete minutos y donde convirtieron cinco terceras oportunidades, una de ellas fue aquella jugada de anotación.

Dentro de las jugadas de pase de los Broncos, hay muchas que consisten en envíos cortos ya sea lanzados al mismo punto donde se planta el receptor para iniciar la jugada o bien en una trayectoria inferior a 10 yardas, con el objetivo que el receptor, al atrapar el pase, logre espacio y/o siga bloqueos pertinentes para conseguir una mayor ganancia. Thomas y Sanders se desenvuelven muy bien en ese rol, suelen ser muy confiables en todo tipo de rutas, desarrollándolas con mucha inteligencia y siendo capaces de estirar la cancha mediante las YAC's (Yards After Catch o Yardas Después de la Atrapada). En el juego del domingo, Demayrius y Emmanuel sumaron 12 recepciones combinadas (seis cada uno) con 133 yardas y dos touchdowns, ambos por cuenta de Sanders.

Anderson también contribuye mucho en ese rol, tal como lo demostró en el touchdown que anotó en el segundo cuarto, donde recibió un pase corto que transformó en una jugada de 16 yardas, abriéndose camino y dejando atrás a toda la oposición vaquera. Sus cualidades de receptor las complementa muy bien con su rol de corredor, donde suele ganar muchas yardas haciendo cambios de dirección una vez que cruza la línea de scrimmage y sigue el bloqueo correspondiente. C.J. sumó 118 yardas en 25 acarreos con una anotación en el juego del domingo y hay que decir que fue un beneficiado de la alta eficiencia aérea del equipo de Denver. Hubo un momento que los defensivos de Dallas estaban muy pendientes de los pases y ahí apareció el #22 para atacar. En buenas condiciones, es el socio ideal para Siemian en el backfield, sobre todo como ruta de escape.

En cuanto a la defensa, los Broncos han de ser uno de los conjuntos más difíciles para enfrentar en toda la competición. El crucigrama que plantean es bien complejo. Por las cualidades de sus jugadores, el esquema 3-4 es el indicado para ellos. Cruces en la línea, pass-rushers jugando mano a mano con los tackles y rápidos movimientos generan una oportuna cobertura de los espacios que obliga a los rivales a tener que forzar pases de manera constante. El domingo limitaron a Ezekiel Elliott a tan solo 8 yardas corridas (su peor producción desde que llegó a la NFL) e incomodaron a Dak Prescott dentro del bolsillo. El resultado de esa presión: dos capturas, ambas por obra de Von Miller y dos pases interceptados, el primero por Chris Harris Jr. y el segundo por Aqib Talib, el cual convirtió en un pick six de 103 yardas.

A propósito de Harris Jr. y Talib: impacta ver como ambos esquineros tienen las cualidades y las agallas para jugar uno contra uno frente a cualquier receptor que se les ponga enfrente. Tienen la velocidad para seguir rivales y tienen el instinto para anticipar la lectura del mariscal y de esa forma, buscar alguna intercepción. La jugada de Talib fue una prueba de aquello. Este tipo de coberturas se dan porque Chris y Aqib pueden hacerlo y también por los estragos que causan sus siete frontales. Un peligroso complemento.

Los Broncos finalizaron el 2016 con balance de 9-7, lejos de los puestos de clasificación a los playoffs. Sus problemas ofensivos fueron en parte la causa de ese mediocre resultado final. Sin embargo, con un año de experiencia Siemian parece tener más aplomo dentro de la cancha e interpreta las indicaciones de su nuevo entrenador, Vance Joseph y su coordinador ofensivo, Mike McCoy, con mucha más seguridad, intentando reducir cualquier chance de cometer errores. Esto, combinado con una defensiva dominante hace de este conjunto en uno con mucho potencial para este año y desde ya, se puede catalogar a Denver como un equipo que puede competir seriamente con los Kansas City Chiefs y los Oakland Raiders dentro de la división oeste de la conferencia americana.

Peyton Manning ya no está en Denver y su imagen puede seguir apreciándose solo en comerciales, pero al parecer su presencia sigue viva en Mile High. De otra forma no se podrían entender los "Omaha!" que exclama Siemian previo a ejecutar algunas de sus jugadas. Signos de un legado que precedió a este nuevo ciclo.

Miguel Meléndez es el creador y responsable de Gringo Sports. Desde 2011 escribe artículos sobre los principales deportes norteamericanos. Además, es comentarista en el podcast de NFL Chile.

jueves, 14 de septiembre de 2017

Sorpresas y decepciones


por Miguel Meléndez
Twitter: @journalistmike

Es obvio que esto tiene un toque de exageración, debido a que son reacciones después de un solo partido. Pero de todas formas, aquí presento a tres equipos que impresionaron y a otros tres que defraudaron en la primera jornada de competición en la NFL.

Sorpresa: ofensiva de Kansas City Chiefs

Variedad en formaciones, un corredor novato que impacta rápidamente y un pasador que arriesga y supera las 300 yardas. Sí, esos fueron los Chiefs del pasado jueves donde lograron imponerse en casa de los campeones Patriots. Fue un triunfo que se construyó de a poco, primero con jugadas de corto avance con las que se metieron en el partido y luego, en la segunda mitad, Alex Smith soltó el brazo como pocas veces lo hace y conectó pases largos, de los cuales dos acabaron en las diagonales - Tyreek Hill, 75 yardas; Kareem Hunt, 78 yardas; ambos en el último cuarto. Mención aparte para Hunt: en su estreno oficial no titubeó y fue factor en el desempeño ofensivo de los Kansas City Chiefs, con 246 yardas totales y 3 touchdowns. Una válida opción para correr por fuera de los tackles y también para jugar como receptor. Puede ser un razonable recambio para el lesionado Spencer Ware.

Decepción: defensiva de New England Patriots

Así como los Chiefs fueron moviendo el balón en ese partido, los jugadores defensivos de los Patriots se fueron quedando sin reacción, concediendo yardas en casi todas las acciones y permitiendo tres anotaciones en el último cuarto que terminaron sentenciando el partido. Se nota que Stephon Gilmore aún no está totalmente adaptado al equipo, puesto que falló en varias coberturas y se vio descoordinado con Devin McCourty, permitiendo mucha ganancia adversaria en jugadas de pase. Los Chiefs vieron esas fallas perimetrales y los quemaron continuamente durante la segunda mitad. En total, la defensa de New England permitió 537 yardas y 42 puntos, más del doble de puntos que permitía en promedio este equipo durante todo el año pasado.

Sorpresa: defensiva de Green Bay Packers

La unidad coordinada por Dom Capers pareció estar muy bien preparada para el partido frente a los Seattle Seahawks. Durante todo el juego estuvieron mandando diversos esquemas de presión, primero para crear ventaja sobre los linieros ofensivos de Seattle y luego, para incomodar a Russell Wilson. El objetivo se logró: Wilson estuvo maniatado dentro del bolsillo, fue capturado tres veces, en otras siete fue golpeado y para peor, tuvo que forzar varios pases, sobre todo en situaciones de 3° down. El jugador clave de los Packers fue Mike Daniels. Bastó solo con su enorme presencia (en sentido literal: pesa 132 kilos) para colapsar el centro de la línea de scrimmage, ganó varios duelos uno contra uno y generó la jugada que marcó el partido, cuando en el tercer cuarto capturó a Wilson y en el acto, forzó un balón suelto que recuperó el equipo de Green Bay. En la siguiente jugada, Ty Montgomery anotó y los Packers tomaron la ventaja en el marcador, la cual mantendrían hasta el final. Daniels fue el pilar de una defensa que se comportó a la altura de la circunstancia.

Decepción: defensiva de Houston Texans

De acuerdo a lo visto en el año pasado y en la reciente pretemporada, no era descabellado pensar que la ofensiva de los Texans iba a producir poco, pero con lo que nadie contaba, era con que la defensa de este equipo fuera a rendir tan mal en su primer partido. Este conjunto, que estuvo dentro de los diez mejores en cuanto a yardas y puntos permitidos en 2016, no fue capaz de contener a los Jacksonville Jaguars. Nunca pudieron presionar a Blake Bortles, no fueron capaces de frenar a un novato -Leonard Fournette- que les corrió 100 yardas y les anotó un touchdown en 4° & Goal y encima no pudieron hacer un solo robo de balón. El resultado: 15 puntos en contra -los otros 14 fueron obra de la defensa de los Jags- y una dura derrota en casa por 22 puntos de diferencia. Aún con J.J. Watt de vuelta en la alineación no pudieron hacer nada y les tocará un partido de visita en la próxima jornada. Más de alguno ya habrá visto el botón de pánico.

Sorpresa: ofensiva de Minnesota Vikings

Llegó a asombrar el nivel de precisión que tuvo Sam Bradford en el triunfo de los Vikings frente a los Saints. Sus linieros le dieron protección necesaria y Sam aprovechó completando 27/32 pases, varios de ellos lanzados con una perfecta espiral. Stephon Diggs y Adam Thielen fueron los mayores beneficiados de los pases de Bradford, realizando grandes atrapadas con las que el equipo de Minnesota logró anotar en tres ocasiones y así tomar una buena ventaja en el marcador, durante el tercer cuarto. Mucho ojo también con Dalvin Cook. En su primer partido como profesional, corrió 127 yardas, mostrando mucha velocidad y decisión cuando atacaba los espacios que abrían los linieros. El espacio otorgado por estos últimos fue clave en el desarrollo ofensivo del conjunto vikingo y eso fue algo que faltó durante el año pasado. Ahí podría estar un potencial factor para lograr más victorias.

Decepción: todo el equipo de Indianapolis Colts

Este equipo parece ir de mal en peor y ya están perfilados para terminar dentro de los cinco peores de la competición en este año. Scott Tolzien regaló dos intercepciones, las dos fueron devueltas a touchdown. Permitieron 46 puntos a unos L.A. Rams que promediaban menos de 15 el año pasado y como si fuera poco, después del partido, Chuck Pagano le dio todo el crédito del resultado a sus rivales, que según él eran... los 49ers. Si el entrenador tiene ese enfoque, ¿qué se puede esperar de todo el equipo? Y lo peor, es que si vuelve Andrew Luck el panorama no cambiaría mucho. Tiempos complicados en Indy.

Miguel Meléndez es el creador y responsable de Gringo Sports. Desde 2011 escribe artículos sobre los principales deportes norteamericanos. Además, es comentarista en el podcast de NFL Chile.

jueves, 7 de septiembre de 2017

The Quest for the Sixth


por Miguel Meléndez
Twitter: @journalistmike

Un nuevo año, un nuevo campeonato y la ambición es la misma para los New England Patriots. Un año más con Bill Belichick, un año más con Tom Brady -quien a sus 40 no muestra señal alguna de vejez- y un año más bajo un núcleo que inspira confianza y actitud ganadora. Como si fuera poco, vuelve Rob Gronkowski a la alineación, además de haber añadido nuevas piezas ofensivas mediante la agencia libre. Brandin Cooks, Dwayne Allen y Phillip Dorsett son buenos receptores quienes bajo la dirección de Belichick y Josh McDaniels podrían aumentar su potencial y así suplir la sensible baja de Julian Edelman, quien por un golpe en su rodilla derecha se perderá todo el torneo, que comienza con el enfrentamiento entre los Patriots y los Chiefs este jueves por la noche.

Lograron el quinto campeonato en un Super Bowl LI histórico, donde levantaron un déficit de 25 puntos en contra. El legado patriota está lejos de terminarse. Al contrario, la idea es ir por un título más. A priori, en este comienzo de temporada en la NFL, los Patriots lucen como el conjunto más sólido de toda la competición. Dentro de la Conferencia Americana hay buenos equipos, pero que se ven lejanos al nivel de los Pats. Están los Pittsburgh Steelers y los Oakland Raiders, equipos con extraordinarias ofensivas pero con cuestionables defensivas. Darán mucha pelea este año y pondrán el balón por los aires gracias al talento del veterano Ben Roethlisberger y el ascendente Derek Carr, pero queda la duda si podrán ser capaces de ganar partidos complicados en los que requieran de jugadas defensivas.

Por otra parte, se encuentran los Houston Texans y los Denver Broncos, que vendrían siendo lo opuesto de los dos equipos antes mencionados. Estos son conjuntos con defensivas bien armadas, dominantes, que presionan y golpean mucho, pero que carecen de ofensivas que les otorguen el balance necesario. Houston prescindió de Brock Osweiler, quien regresó a Denver, y por ahora presenta a Tom Savage como su quarterback titular, pero en el fondo todos anticipan que en algún momento sea el novato Deshaun Watson quien tome las riendas de esa unidad. El equipo de Denver mantiene a Trevor Siemian como su mariscal de campo titular. Está mejorando, pero se sabe que requiere de un buen juego terrestre para poder subsistir. Habría que mencionar también a los Kansas City Chiefs, un equipo con una defensa agresiva que pese a conceder muchas yardas, es capaz de robar muchos balones gracias a su talentoso grupo de esquineros y safeties. La duda recae en la ofensiva, donde Alex Smith no es más que un correcto pasador quien bajo presión y cuando se necesitan de pases largos, suele diluirse. Veremos si el otrora #1 del Draft mejora esa faceta.

¿Y qué tal en la Conferencia Nacional? los Atlanta Falcons mantienen intacto a casi todo el conjunto que estuvo a punto de coronarse hace siete meses. El proyecto de Dan Quinn ya tiene una forma definida y aún puede seguir creciendo. Hay un par de dudas previo a comenzar la temporada: la primera, cómo podría afectar la salida de Kyle Shanahan, quien era el coordinador de esta magnifica ofensiva, y la segunda, si habrá afectado en la psiquis del equipo el haber malogrado una ventaja de 25 puntos en el Super Bowl, en la manera de encarar esta nueva campaña. De lo que estamos seguros, es que con Matt Ryan, Julio Jones y Devonta Freeman, hay espectáculo garantizado.

Un equipo con muy buena pinta: Seattle Seahawks. En lo que jugó de pretemporada, Russell Wilson se vio muy preciso moviéndose dentro del pocket, una mejoría que ya se venía notando desde el año pasado. En defensa, siguen siendo una unidad temible manteniendo a sus principales figuras, como Richard Sherman, Kam Chancellor y Earl Thomas. Encima, suman mayor presencia en su línea con la reciente llegada de Sheldon Richardson, mediante un traspaso hecho con los New York Jets. Sheldon y Michael Bennett bien pudieran ser una fuerte pareja de tackles. La única duda está en el puesto de corredor: ni Thomas Rawls, ni C.J. Prosise, ni el fichado Eddie Lacy han mostrado lo suficiente como para llevar el peso de las jugadas por tierra. A ver cómo madura ese trío de running backs.

Mientras Aaron Rodgers siga siendo el quarterback de los Green Bay Packers, estos seguirán siendo un equipo de categoría Top 10 y hasta Top 5. El # 12 dice que siente mucho más saludable que cuando tenía 20 años y que se ve jugando tranquilamente hasta los 40. Rodgers viene de tener un año con más de 40 touchdowns, vuelven todos sus grandes receptores y a ellos se suma Martellus Bennett, un sólido y confiable ala cerrada que le puede dar una interesante alternativa en las jugadas de pase. La interrogante, como viene siendo en los últimos años, recae en la defensa. ¿Podrá dar el ancho en esta temporada? por lo menos buscaron secundarios en el Draft.

Las opciones de los Dallas Cowboys en este torneo pueden verse muy condicionadas por la suspensión de seis partidos que tendrá que cumplir Ezekiel Elliott, la cual hará efecto desde la segunda jornada. Zeke fue gestor de 1.653 yardas acarreadas y 15 touchdowns por la misma vía durante el 2016, causó un enorme impacto en su año de novato y fue una de las estrellas ofensivas del conjunto vaquero. Elliott no podrá jugar casi media temporada por indisciplina, algo que ha caracterizado a este equipo en los recientes años. Y por lo general, los equipos campeones no suelen contar con sujetos indisciplinados.

Como cada año, la National Football League presenta un puñado de equipos interesantes para seguir por diversas causas, a su vez en que hay escuadras que buscar mejorar deficiencias y mientras muchos equipos pretenden establecerse y consolidarse, los Patriots seguirán mejorando dentro de su propia metodología y creando nuevas alternativas que les permitan, una vez más, aspirar a lo más alto de la liga. Ahora, por un sexto trofeo Lombardi.

Miguel Meléndez es el creador y responsable de Gringo Sports. Desde 2011 escribe artículos sobre los principales deportes norteamericanos. Además, es comentarista en el podcast de NFL Chile.