Posteriormente y con todo el ímpetu a su favor, los Steelers anotaron en sus próximas dos ofensivas (consumiendo casi 10 minutos de juego) y acabaron ganando el partido. En un juego cerrado, de visitante, ante un rival complejo y con lluvia, no resulta muy necesario sacar jugadas de fantasía. Más aún, si se está defendiendo una ventaja. En esos casos, siempre se sugiere jugar más a la segura. No se trata de no arriesgar, sino que saber cuando y cómo hacerlo.
Si de jugadas cambiantes se trata, en el duelo de Ohio entre Cincinatti Bengals y Cleveland Browns si que las hubo. Los Browns acabaron el primer cuarto con ventaja de 13-0, luego de una intercepción devuelta a touchdown de parte de Joe Haden. Los visitantes ganaban y en Paul Brown Stadium se respiraba una sensación de incomodidad, la cual desapareció antes de llegar al intermedio. Los Bengals ya habían revertido el marcador con dos pases anotadores de Andy Dalton y prácticamente, aseguraron el triunfo en el segundo cuarto.
Primero, con un despeje bloqueado y devuelto a las diagonales por Tony Dye, y después, con un balón suelto de Chris Ogbonnaya fue recuperado y convertido en seis puntos, por Vontaze Burfict. Con sólo algunas acciones, el equipo bengalí dio vuelta un escenario muy desfavorable y se afianza en lo más alto de su división, mientras que Cleveland se desmoraliza producto de las mismas secuencias. Claro, además no ayuda mucho tener de quarterback a Jason Campbell.

Donde no hubo dudas fue en el despeje que efectuaron los Niners, a casi 1:40 de finalizar el tiempo reglamentario. Darren Sproles pidió recepción libre, pero al atrapar el balón fue golpeado por Kassim Osgood. Error mental clamoroso que costó 15 yardas y con ello, algo más de facilidad para que los Saints movieran el balón 47 yardas, hasta el gol de campo de Garrett Hartley que aseguró el triunfo para los locales. Resulta increíble que en un equipo con pretensiones de campeonato se cometan errores por desconocimiento u olvido de reglas y/o desconcentraciones.
Aunque si consideramos que el entrenador en jefe de San Francisco es Jim Harbaugh, quien malgastó sus dos desafíos de jugada en la primera mitad, los errores son más entendibles. Pero de esas calamidades, mejor hablamos en otro episodio.
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