lunes, 3 de noviembre de 2014

La pizarra Patriota

Más allá del duelo particular de Tom Brady y Peyton Manning, los New England Patriots no solo se impusieron ante los Denver Broncos (43-21), sino que hicieron sentir su localía y además, causaron estragos en las tres facetas del juego. Estas son las principales causas para comprender este triunfo de los Pats, que los sitúa en lo más alto de la conferencia americana, después de nueve jornadas.

La defensiva de los Patriots consistió básicamente en formaciones 4-2-5, donde regularmente presionaban con no más de cuatro jugadores (o cinco, en contadas ocasiones), dejando a sus esquineros y profundos cubriendo todas las opciones de pases largos. El detalle estuvo en la forma en como presionaban al mariscal de Denver: hubo ciertas rotaciones entre jugadores de línea y linebackers, quienes intercambiaban roles de presión y cobertura. Cuando Jamie Collins o Donta Hightower atacaban por el centro, Rob Ninkovich o Akeem Ayers retrocedían para cubrir ese espacio que dejaban los apoyadores. De hecho, la primera intercepción de Manning fue lanzada a la zona que fue a cubrir Ninkovich y que, en apariencia, Peyton no vio. Y cuando Ninkovich y Ayers se lanzaban a presionar, Collins o Hightower retrocedían para defender el pase.


El motivo principal por el que emplearon esa estrategia fue para limitar la producción de los Broncos en rutas cruzadas, donde jugadores como Wes Welker o Emmanuel Sanders suelen ser muy eficientes. Con Sanders no resultó (151 yardas en 10 recepciones), pero sí con Welker quien nunca fue factor y encima, facilitó la segunda intercepción de la tarde al no poder atrapar el balón y en el intento, le cayó de rebote a Brandon Browner. Otra causa por la que dio resultados esta estrategia fue porque forzaron a que Peyton Manning tuviera que tomar más tiempo de costumbre para lanzar el ovoide. Muchas veces, no encontraba a su primera opción y debía buscar otras alternativas. Manning estuvo relativamente inquieto y se notó. Es útil ignorar las 438 yardas con las que terminó, ya que 259 de ellas las cosechó en la segunda mitad, cuando los Patriots habían sacado un margen superior a los 20 puntos.

En ofensiva, el equipo de New England aplicó formaciones con cuatro receptores y otras con doble ala cerrada. Fue llamativo ver lo productivo que fueron las jugadas de play action, siendo que los Pats corren poco y con irregulares resultados. Cada finta que hacía Brady representaba, al menos, un segundo más para ver toda la cancha y encontrar a un compañero desmarcado. Los secundarios de los Broncos cubrían la profundidad de la cancha, pero el centro fue explotado por el #12, quien completó pases de toda especie con Rob Gronkowski y Julian Edelman, quienes combinados sumaron 194 yardas en 18 recepciones, con un touchdown cada uno. Gronkowski saca ventaja por su tamaño y elasticidad para atrapar el balón, tal como se vio en una recepción a una mano que completó en el último cuarto, mientras que Edelman cumple una función similar a la que realizaba Welker, cuando jugaba en los Pats. El blitz neutralizado por la línea ofensiva + la precisión de Brady para encontrar el espacio en fracción de segundo, acabó dejando en ridículo a la defensiva de Denver, que llegaba a este juego como la sexta mejor de la liga.


Edelman no solo fue importante en ofensiva sino que lo fue mucho más en cuadros especiales, protagonizando una de las jugadas cruciales del partido. Con 8:34 por jugar en el segundo cuarto, Britton Colquitt hizo un (accidentado) despeje, que tomó Edelman en de su yarda 16, eligió la banda derecha para correr y siguiendo tres bloqueos generados dentro las diez primeras yardas, llevó el balón hasta el otro lado de la cancha para su segunda anotación del juego. Grandes jugadas de special teams suelen marcar los partidos y esta, produjo un quiebre a favor de los Patriots, quienes sacaron ventaja de 20-7 y tomaron control absoluto del duelo.

La localía siempre es aprovechada por los Patriots, quienes en temporada regular no pierden desde septiembre del 2012, y se conjunta con el plan diseñado por Bill Belichick y sus coordinadores. Esto les da una sensación de seguridad cuando juegan en Gillette Stadium, sin importar si enfrente tenían a uno de los mejores equipos de la NFL, como los Broncos. La estrategia llevada brillantemente al terreno de juego, razón poderosa por la que New England continúa siendo un equipo contendiente, mientras Belichick y Brady sigan vigentes.

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