Con los distintos ajustes de reglas que ha hecho la NFL en los últimos años, con el propósito de disminuir lesiones graves y también de favorecer a las ofensivas, hay un aspecto del juego que ha decaído progresivamente, debido a estos cambios. Hace un par de años, la liga decidió adelantar cinco yardas la posición del kickoff, desde la yarda 30 a la actual yarda 35, con el objetivo de prevenir grandes colisiones que suelen o solían darse entre los jugadores, en este tipo de jugadas.
¿Qué ha pasado desde entonces? De tener 23 kickoffs regresados a touchdown en 2010, sólo han habido 24 patadas de salida devueltas a las diagonales desde entonces, considerando integramente las temporadas 2011, 2012 y las casi cinco jornadas que lleva la actual campaña. En 2010, Baltimore Ravens tuvo el mayor porcentaje de touchbacks con 46. El año pasado, Tampa Bay Buccaneers encabezó ese listado con un 67% y en lo que va de este 2013, Carolina Panthers registra un 89% de sus patadas sin regreso.
Evidentemente, en los últimos dos años bajó notoriamente la cantidad de kickoffs retornados (por eso, se agradecen las jugadas de Trindon Holliday) y subieron las ofensivas que inician en su yarda 20. ¿Se cuida la integridad de los jugadores? seguro que sí, lo que es destacable. Pero a cambio, se está perdiendo una de las acciones más espectaculares para ver en un partido de fútbol americano y a su vez, una de esas jugadas capaces de cambiar el curso de un encuentro.
Hace no más de quince años, jugadores como Brian Mitchell, Dante Hall y Devin Hester causaban enorme impacto gracias a sus retornos de kickoffs, muchos de ellos culminando en la zona de anotación. Incluso, retrocediendo un poco más en el tiempo: cuando Green Bay Packers ganó el Super Bowl XXXI, el jugador más valioso de aquella final fue Desmond Howard, cuya gran intervención fue... un kickoff retornado a touchdown, para asegurar el triunfo.
La semana pasada, el ex entrenador de cuadros especiales, Mike Westhoff, publicó una columna en Sports Illustrated (la cual puedes revisar acá) en la que argumentaba que estas nuevas reglas están haciendo quedar obsoletos los equipos especiales, debido a que ya no influyen como antes en los partidos. Incluso, cuenta que ya no se practican tanto las coberturas de patadas y esto, podría afectar a los coaches de cuadros especiales, si quieren aspirar a convertirse en entrenadores en jefe. A considerar: John Harbaugh, head coach de Baltimore Ravens, tiene pasado como coordinador de special teams en Philadelphia Eagles.
Eso sí, en el mismo artículo, Westhoff sugiere una interesante idea para que los kickoffs recuperen la relevancia que tenían: básicamente, patear el balón desde la yarda 25, manteniendo las mismas diez yardas de distancia entre los equipos, con el detalle que en esa primera línea, el equipo que le corresponda regresar la patada debiera alinear ocho jugadores y atrás, otros tres jugadores en posiciones libres. Según Westhoff, eso ayudaría a reducir los touchbacks y en teoría, no causaría grandes colisiones, que tanto evitan los altos mandos de la liga en estos días. A la larga, la NFL es un espectáculo deportivo y como tal, hay que conservarlo.
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