En la antesala, se hablaba del duelo entre New Orleans Saints y New England Patriots como el más atractivo de la sexta jornada de la NFL. Y la verdad, es que así fue. Interesantes planes de juego, anotaciones y emociones hasta el final, en un duelo donde los Saints estaban poniendo en juego su invicto en casa de los Patriots.
Los locales controlaron el tiempo de posesión por buena parte de la primera mitad, aplicando su ofensiva sin reunión con el propósito de impedir sustituciones en la defensiva de los Saints. New England, con el no huddle, mezclaba pases cortos de Tom Brady con acarreos de Steven Ridley (autor de los dos primeros touchdowns de los Pats) y LeGarrette Blount. De esa forma, el equipo dirigido por Bill Belichick se fue al intermedio con ventaja de 17-7.
Para la segunda mitad, el entrenador en jefe de los "Santos", Sean Payton, hizo ajustes y Drew Brees comenzó a sacar pases más rápidos con Darren Sproles, Ben Watson y Kenny Stills. Esto, debido al excelente trabajo que ejercía la defensiva de los Patriots cubriendo a Jimmy Graham, quien acabó el partido sin recepciones. Aqib Talib, hasta la lesión que sufrió en el tercer cuarto, estuvo literalmente pegado a Graham en cada jugada. Y si no era Talib quien cubría al tight end de New Orleans, había un esquema zonal bien ejecutado por jugadores como Devin McCourty, Jerod Mayo, entre otros.
Las emociones más grandes se concentraron en los cinco minutos finales del juego. Con 3:30 por jugar, y en situación de 3° down y 20 yardas por avanzar, Brees lanzó una perfecta espiral que cayó directo a las manos de Stills quien, a pesar de estar bien cubierto, no titubeó y completó la jugada de 34 yardas. New Orleans tomaba la delantera y con un posterior gol de campo convertido por Garrett Hartley y, más aún, con una intercepción de Keenan Lewis, todo parecía que iban a mantener su invicto.
Pero, a Tom Brady le quedaba una última oportunidad. Con 1:13 por jugar y sin tiempos por pedir, el quarterback de los Patriots demostró porqué es uno de los mejores de toda la historia. En la última serie, Brady completó cinco de siete envíos (un 4° down mediante), y el último fue el que valió por el triunfo, con un pase de 17 yardas al novato Kenbrell Thompkins. En poco más de un minuto, Brady llevó el balón 70 yardas hasta las diagonales para darle el triunfo al conjunto de New England, siendo además el 39° drive ganador que consigue en su carrera.
Cabe indicar que, hasta la última serie, los Saints habían logrado un destacable cometido en la defensiva, alternando distintos tipos de carga, en ocasiones usando a linebackers y en otras, usando a secundarios. Así, pudieron capturar a Brady en cinco ocasiones y golpearlo en otras siete. Pero, en la última serie, sólo dejaron a cuatro jugadores para presionar, mientras que el resto se fue a cubrir los pases. La cara del coordinador defensivo, Rob Ryan, reflejaba el sentir de todo equipo de New Orleans al finalizar el juego.
Los Saints pierden su invicto, pero igualmente continúan en el comando de la división sur de la NFC, con registro de 5-1. Misma marca ostentan los Patriots, quienes están la cima del este de la AFC. En la próxima jornada, New Orleans tendrá fecha libre, mientras que New England visitará a los New York Jets, a quienes ya vencieron el pasado 12 de septiembre.
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