lunes, 12 de enero de 2015

Rumbo a Arizona (II)

Una vez más se confirmó que la ronda divisional representa el mejor fin de semana de los playoffs en la NFL. Y el saldo que nos dejó esta serie de partidos fue el siguiente: un épico duelo en Foxboro, un triunfo con autoridad de los campeones defensores, un desenlace controvertido en Lambeau Field y por último, la sorpresa de la jornada por cortesía de los Colts, el único visitante que pudo ganar en esta fase y de paso, sacando de carrera a Peyton Manning. ¿Habrá sido el final de una era?. Seguramente, lo sabremos pronto. Por ahora, tenemos a los cuatro aspirantes al Super Bowl XLIX y así fue como se desarrolló la segunda etapa de las eliminatorias por el título.

Carácter ganador: los New England Patriots debieron venir de atrás, no solo una sino que dos veces, frente a los Baltimore Ravens quienes tomaron ventaja de 14 puntos en el primer y tercer cuarto. Para la remontada, los Pats recurrieron prácticamente a lo más profundo de su libro de jugadas, sacando trick plays como el pase de touchdown, de 51 yardas, lanzado por Julian Edelman (otrora mariscal de campo en la Universidad de Kent State) a Danny Amendola, en el tercer cuarto logrando el empate 28-28, y ordenando jugadas con cuatro linieros ofensivos y un corredor no elegible, como lo hicieron en un par de ocasiones durante la segunda mitad, algo legal puesto que Shane Vereen se reportó ante los jueces en tal condición.

Tom Brady logró su remontada más grande en partidos de playoffs y como tantas veces en su carrera, se echó el equipo a sus hombros, encabezando las jugadas ofensivas de New England. Explotó los espacios que dejaban los Ravens cuando se lanzaban a presionarlo, así como completó otros pases cortos que sirvieron para prolongar las series. Gronkowski fue factor en el centro de la cancha y en la zona de anotación, Amendola y Edelman lucieron por su velocidad, Lafell atrapó el pase del touchdown ganador y Hoomanawanui, un habitual bloqueador, apareció como una confiable opción.

La tropa dirigida por Bill Belichick debió hacer un enorme esfuerzo para vencer a unos Ravens que comenzaron muy sólidos, pero conforme se fue apretando el partido comenzaron a cometer algunos fallos. En la primera mitad habían balanceado muy bien sus jugadas, teniendo a Justin Forsett (129 yardas en 24 acarreos) como protagonista, pero en la parte final del juego abandonaron las corridas, priorizando los pases. Empatados a 28, decidieron lanzar tres veces dentro de la yarda 10 de New England y solo anotaron un gol de campo. Y en su siguiente posesión, estando abajo por cuatro, lanzaron en siete de sus nueve jugadas, y teniendo casi 1:50 disponibles, Joe Flacco lanzó su segunda intercepción del partido, que acabó costando la eliminación. New England buscó distintas formas dentro de su estilo, mientras que Baltimore confundió el camino en el momento clave.

Los campeones están vigentes: por segundo año consecutivo los Seattle Seahawks jugarán la final de conferencia y en este momento lucen como el equipo agresivo y dominante que hace poco menos de un año arrolló a los Denver Broncos en el Super Bowl XLVIII. Su unidad defensiva se distingue por tacklear bien y por sobre todo, con mucha violencia. Poco a poco van cansando a su rival de turno hasta dar el golpe de knockout en el cuarto final y así fue como derrotaron a los Carolina Panthers en la noche del sábado. Si bien Cam Newton y compañía fueron capaces de mover el balón y anotar 10 puntos en la primera mitad, al final fueron presa de la intensidad de los defensivos de Seattle y también de sus propios errores. Newton cometió tres perdidas de balón, una de ellas devueltas a las diagonales por Kam Chancellor quien demostró todo su atleticismo durante el partido (¡Ese gol de campo bloqueado era legal!).

Estos fueron los registros pasadores de Russell Wilson en el partido: 15/22 pases completos, 268 yardas, 3 touchdowns, 0 intercepciones y 149.2 de rating. El mariscal de Seattle es móvil, sabe correr y en especial, sabe jugar la read option. Pero la razón por la que que será un jugador muy durable en la NFL, es por sus cualidades como pocket passer. Este año ha crecido en dicha faceta, evolucionando en su lectura de las defensivas rivales y en el toque de sus envíos. Aún sigue en crecimiento y no hay que olvidar que tiene menos de tres años de trayectoria, donde ha ganado cinco de los seis partidos de playoffs que ha jugado.

Drama y controversia: respecto a la jugada de Dez Bryant, en el último cuarto del juego entre Dallas Cowboys y Green Bay Packers, aquí va textualmente la regla 8, sección 1, artículo 3, ítem 1, de acuerdo al libro de reglamento de la liga: "Si un jugador va al suelo en el acto de atrapar un pase (con o sin contacto de parte de un oponente) debe mantener el control del balón en el proceso después de hacer contacto con el suelo, ya sea en el campo de juego o en la zona de anotación. Si pierde control del balón y este toca el suelo antes que recupere el control, el pase es declarado incompleto. Si recupera el control antes que el balón haya tocado el suelo, el pase es declarado completo".

Con la regla a disposición y con lo visto en aquella jugada en 4° down, que le hubiese dado un 1° down en la yarda 1, cabe indicar que el juez principal Gene Steratore interpretó correctamente el reglamento, tras la revisión televisiva que pidió el coach de Green Bay Mike McCarthy, ya que si bien Bryant atrapó el balón, al momento de caer al suelo no completó todo el proceso de la jugada ya que cuando pretendió estirar el avance, el balón tocó por un instante el suelo y ese es el motivo por el que fue declarado pase incompleto. La jugada fue bien marcada, pero la regla en sí resulta ambigua, ya que en casos como este no basta solamente con tener posesión del balón, tal como ocurrió con Calvin Johnson el 12 de septiembre de 2010, cuando no le validaron un touchdown por este mismo reglamento, el cual se enfatizó a partir de entonces.

Ahora, esta jugada por muy trascendental que haya sido, no puede ser considerada como principal factor del resultado final, favorable a los Packers. Los jueces no tuvieron la culpa que Aaron Rodgers comandara tres brillantes ofensivas en la segunda mitad, dos que culminaron en el endzone (recepciones de los novatos Davante Adams y Richard Rodgers) y la última, en la que completó dos complejos pases en 3° down para consumir el tiempo restante en el partido. La lesión en la pantorrilla izquierda de Rodgers parece ser muy seria, puesto que tuvo problemas para desplazarse en casi todo el partido, pero sus linieros brindaron protección necesaria para que pudiera completar sus pases. Al final, registró 24/35 pases completos, 316 yardas y 3 touchdowns.

Defensivamente, los Packers sufrieron toda la tarde con Demarco Murray, quien les corrió 123 yardas en el partido, pero en la segunda mitad ajustaron sus coberturas de pase, forzando a que Tony Romo se quedara demasiado tiempo con el ovoide, dando tiempo a que llegaran capturas de Nick Perry y Julius Peppers, quien forzó un balón suelto crucial en el tercer cuarto. Es hora de reconocer la influencia del experimentado Peppers en esta defensiva. Y también es necesario destacar que Green Bay cerrará este curso invicto como local: nueve triunfos en nueve partidos.

Cambio generacional: la semana anterior había mencionado que los Indianapolis Colts solo necesitaron hacer lo suficiente para derrotar a los Cincinnati Bengals. En esta ocasión, sus rivales eran los Denver Broncos, un rival de mayor categoría y encima, jugando de visitantes. No solo se aplicaron, sino que pasaron la prueba ejecutando una brillante estrategia, que implicaron algunas series de larga duración (acabaron el juego con 34:01 de posesión), con un relativo balance entre pases y acarreos, a pesar que Daniel Herron no es precisamente un corredor muy sólido. Andrew Luck gozó de muy buena protección y pudo leer los espacios que dejaban los Broncos en sus coberturas zonales, encontrando a T.Y. Hilton y Coby Fleener en jugadas de largo avance. Luck, desde su ingreso a la liga en 2012, se perfila a grandes pasos como uno de los mariscales de elite para el futuro, tomando el lugar que por mucho tiempo le perteneció a Peyton Manning en Indy.

Manning estaba del otro lado y a esta altura, parece que ya está en las postrimerías de su carrera. Ha perdido fuerza en sus pases, su coordinación con los pies ya no es tan prolija y eso se refleja en una notoria caída en su efectividad. Ayer, apenas superó las 200 yardas y tuvo secuencias en las que falló hasta siete pases consecutivos, unos mal lanzados y otros, que no fueron completados debido a la sólida cobertura de los secundarios de los Colts, en particular de Vontae Davis. A sus 38 años, con su evidente baja y dependiendo de los posibles cambios de jugadores y/o entrenadores que puedan efectuar los Broncos dentro de los próximos meses, no sería descabellado creer que su 13° derrota en playoffs haya sido también el final de la ilustre carrera de Peyton.

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