domingo, 31 de julio de 2011

Historias de Mudanzas (Tercera parte)

En la National Hockey League también se han producido casos de franquicias de han cambiado de nombre y/o de ciudad. Aunque, varios de estos cambios se produjeron a principios de la década de los '90, por influencia de la llegada de Wayne Gretzky a Los Angeles, o bien, como parte del plan que tenía la liga por entonces de expandirse a territorios donde el hockey no era popular.

Durante aquella época se dieron cambios de equipos desde ciudades con clima frío o con tradición de hockey, a localidades más calidas, como ocurrió en 1993 con los Minnesota North Stars, el cual tenía mucha popularidad desde su fundación en 1967, pese a perder las dos finales que habían disputado en su historia. Como ha ocurrido en la mayoría de estos casos, problemas financieros y un descenso en la asistencia de público al estadio forzaron el traslado a Texas, aunque la liga prometió darle a Minnesota una nueva franquicia en el futuro (Minnesota Wild, fundados en 2000).

Canadá sufrió la partida de dos pintorescas franquicias a territorios más calidades. Los Quebec Nordiques, pese a sus buenos resultados, padeció de problemas financieros y además, el hecho de estar siempre por debajo de los Montreal Canadiens, en cuanto a popularidad, y estar en un mercado deportivo pequeño, terminaron siendo los detonantes para su mudanza a Denver, en 1995, para tomar el nombre de Colorado Avalanche. Estando en Mile High, han ganado dos veces la Copa Stanley, una de ellas en su primera temporada. Aparte de clasificar a playoffs como campeón divisional en 9 campañas consecutivas.

En esos años, los problemas económicos también afectaron a los Winnipeg Jets, que derivaron en dos cosas: La partida de muchos de sus jugadores a otros equipos y luego, en 1996, el traslado definitvo a Arizona, para tener la actual denominación de Phoenix Coyotes. Siguen sin Copas ganadas en su historia. Aunque, bien vale una aclaración: A partir de este año, los Winnipeg Jets volverán a la liga, tomando el lugar de los Atlanta Thrashers, quienes estuvieron arrastrando problemas económicos y deportivos en los últimos cuatro años.

martes, 26 de julio de 2011

Historias de Mudanzas (Segunda parte)

En el artículo anterior, presenté algunos casos de equipos de la NFL que, por diversas causas, han cambiado de ciudad o nombre durante su existencia. Eso es algo que también se da o se ha dado en los otros tres principales deportes estadounidenses.

La NBA tiene historias interesantes y curiosas en cuanto a cambios de ésta índole, como las que daré a conocer en las siguientes líneas.

El origen de los Lakers

Contrario a lo que algunos pudieran creer, los Lakers no siempre fueron de Los Angeles. Es más, sus origenes se remontan a 1946, cuando en Detroit se fundan los Gems, equipo que estuvo una sola temporada en la vieja NBL, antes de pasar a Minnesota para tomar el nombre de Lakers, cuyo fundamento es tan sencillo, como que en esa localidad hay muchos lagos (Lakers = Laguneros).

Los Minneapolis Lakers pasaron a ser la primera dinastía del baloncesto profesional estadounidense, ganando cinco campeonatos en las primeras seis temporadas de la NBA, con el pivot George Mikan como máximo exponente. Estuvieron en Minneapolis hasta 1960, año en el que se trasladaron al sur de California, pasando a ser Los Angeles Lakers. Y fue recién ahí, cuando empezaron a jugar con sus ya clásicos uniformes amarillos y púrpuras, dejando atrás el viejo azul y blanco.

Sonicos saboteados

Desde 1967, la ciudad de Seattle gozaba de contar con una franquicia de NBA, teniendo mucha afinidad con la afición y produjendo muchas temporadas positivas, con tres apariciones en las finales, siendo campeón en 1979.

Todo aquello comenzó a terminar desde 2006, cuando el comisionado David Stern manifestó que la ciudad de Oklahoma City (que por entonces, recibía partidos de los Hornets) tenía las condiciones como para alojar una propia franquicia. Ese mismo año, un grupo de inversores (encabezados por Clay Bennett) compró a los Seattle SuperSonics, aunque con la promesa inicial de buscar nuevo estadio en la misma ciudad.

Dos años después, se rumoreaba que Bennett no tenía intenciones de mantener el equipo en Seattle y por lo mismo, el conflicto pasó a los tribunales federales, donde se acordó dejar el nombre y los colores en la ciudad, pero la franquicia irremediablemente se trasladaba a OKC, para ser conocidos actualmente como Oklahoma City Thunder. Económicamente, fue un buen cambio, pero pasar de un nombre y uniforme pintoresco a uno más "random", en verdad, se notó. Y no fue algo positivo, en su momento.

Reales y Reyes

Desde su fundación en 1945, la franquicia actualmente conocida como Sacramento Kings ha pasado, literalmente, de costa a costa. Sus inicios fueron como Rochester Royals (donde ganaron su único título en 1951), para luego mudarse a Cincinnati y más adelante, a Kansas City donde tomaron la denominación de Kings, en 1975.

Diez años más tarde, hicieron su último cambio, trasladandose a la capital de California. Les tomó más de una década poder armar un equipo competitivo (Jason Williams, Chris Webber y Vlade Divac iniciaron dicha etapa), pero siempre se han caracterizado por tener una valiosa base de aficionados, a tal punto, que este año influenciaron a que los hermanos Maloof -dueños del equipo- frenaran el supuesto cambio que iban a hacer a Anaheim.

Ahí se ve cuando el valor de un equipo o de un grupo de seguidores se extiende más allá del simple hecho de ganar o perder partidos.

jueves, 21 de julio de 2011

Historias de Mudanzas (Primera parte)

A diferencia de los clubes de fútbol, los cuales se mantienen en una ciudad o área específica a lo largo del tiempo, los equipos profesionales estadounidenses llevan la denominación de franquicias. ¿Cuál es la gran diferencia? Es que estas últimas son marcas que, además de tener como propósito el éxito deportivo, también cuenta con la finalidad de producir bienes económicos, lo que abre la posibilidad para que el o los dueños puedan venderla o mudarla de una ciudad a otra, si se estima conveniente.

Son muchos los casos de equipos que por A, B o C motivo, se han cambiado de ciudad y/o de nombre, como ha ocurrido en la NFL. A continuación, se presentarán tres de aquellas decisiones que en su momento, resultaron controversiales.

Cardinals: Tan antiguos como cambiantes

La franquicia más antigua del fútbol americano profesional (fundada en 1898) ha tenido 9 cambios totales, entre nombre y traslados de ciudad. Originalmente conocidos como Morgan Athletic Club, al año después de su inserción, pasaron a ser Racine Normals, denominación que duró hasta 1901, cuando tomaron definitivamente su actual apodo.

Con la aparición de los Bears, en 1920, coincidiendo con su segunda temporada en la liga, debieron cambiar el nombre de Racine a Chicago Cardinals. Ahí, consiguieron sus únicos dos títulos (1925 y 1947) antes de mudarse a St. Louis en 1960. Desde entonces, comenzaron años de sequía ganadora con esporádicas apariciones en playoffs, situación que se mantenía en 1988 cuando el equipo hizo su último traslado, esta vez, al oeste norteamericano.

Durante seis temporadas fueron Phoenix Cardinals, pero en 1994 tomaron su actual denominación como Arizona Cardinals para así "darle una mayor identificación con el estado", según lo manifestado, en entonces, por el dueño Josh Bidwill. Desde que se encuentran en Arizona, solo han tenido 3 apariciones en postemporada, con 5 triunfos y 3 derrotas, una de ellas, en el Super Bowl XLIII ante los Pittsburgh Steelers.

Los originales Browns

Desde su fundación, en 1946, Cleveland Browns -cuyo nombre no es por el color, sino que por su primer entrenador, Paul Brown- se estableció rápidamente como un equipo altamente competitivo, ganando 8 campeonatos en sus primeros 19 años de existencia (4 en la AAFC y 4 en la NFL). A partir de entonces, siguieron cosechando temporadas con registro ganador y apareciendo en playoffs, al mismo tiempo en que se la afición que asistía al viejo Cleveland Municipal Stadium era muy fiel, a tal punto, que había un sector conocido como The Dog Pound (La Perrera).

Todo eso comenzó a acabar, y de forma muy abrupta, en 1995, cuando el dueño Art Modell anunció el traspaso de la franquicia a Baltimore, lo que supuso en un momento, un menor apoyo comercial y una revuelta popular en contra de aquella decisión, algo que se vio reflejado en el último partido como local en esa temporada, donde la gente se llevó pedazos de tablones como "recuerdo".

Finalmente, se produjo el traspaso a Baltimore (actuales Ravens), pero la herencia del equipo se quedó legalmente en Cleveland durante los tres años en que se trabajó para la construcción del "nuevo" equipo, el cual se integró en 1999.

Cuando las derrotas realmente afectan

Los Houston Oilers fueron uno de los equipos fundadores de la vieja AFL, en 1960, siendo campeón en sus dos primeras temporadas. Con el paso del tiempo, la franquicia logró consolidarse deportiva y popularmente, gozando de muchos años con registros ganadores, ya siendo parte de la NFL, teniendo como principales referentes -aunque en distintas etapas- al corredor Earl Campbell y el mariscal de campo Warren Moon, éste último, adquirido desde la liga canadiense de fútbol americano.

Todo se mantenía en relativo orden hasta que en 1994, se produjo un colapso dentro de la franquicia. Moon había sido transferido a los Minnesota Vikings, el equipo ganó solo dos partidos en aquel año y con ello, se necesitaba una renovación de jugadores. Ya en 1995, el dueño Bud Adams se refería a una posible mudanza a Nashville, una vez finalizara el contrato con el Astrodome.

Adams solicitó dinero a la ciudad de Houston para construir un nuevo estadio, el cual nunca fue concedido, debido a que era mucho dinero y también, a que la gente estaba perdiendo interés en los Oilers, cosa que se vió manifestada en 1996, cuando el promedio de asistencia al estadio bajó de 60 mil espectadores a unos deprimentes 20 mil. Con ello, no se pudo conseguir dinero suficiente para el nuevo recinto, lo que terminó gatillando la mudanza desde Texas a Tennesse, donde mantuvieron el nombre de Oilers por dos años más, hasta finalmente pasar a llamarse Titans, nombre que mantienen hasta la actualidad.