Por un lado, en el duelo que protagonizarán St. Louis Blues y Los Angeles Kings, tenemos a Brian Elliott y Johnathan Quick. Ambos registraron una blanqueada en sus respectivas series de primera ronda y mantuvieron a los oponentes con relativa escasez anotadora (Elliot, 1.37 goles en contra y Quick, 1, 59). El caso de Quick es aún más llamativo, considerando que los Kings son octavo clasificado y consiguieron tres de sus cuatro triunfos ante los Vancouver Canucks en hielo canadiense.

Rinne contuvo el 94.4% de los remates que realizaron los Detroit Red Wings, mientras que Smith estuvo en un nivel similar (95%), aunque con el gran detalle que protagonizó una espectacular blanqueada en el último duelo de su serie en Chicago (atajó los 39 tiros que enfrentó), donde terminaron asegurando la clasificación.
Aunque cueste creerlo, en el hockey sobre hielo, deporte esencialmente de acciones rápidas donde no pareciera haber estructuras de juego, sí puede haber algo de defensa, más aún si hay arqueros con calidad digna de playoffs.