lunes, 28 de enero de 2013

HarBowl

Cuando John y Jim Harbaugh se enfrentaron por primera vez como entrenadores en un partido oficial de la NFL, el 24 de noviembre de 2011, marcaron un hecho inédito, ya que nunca antes en 92 años de historia se habían enfrentado dos coaches hermanos. A poco más de un año de aquel suceso, volverán a encontrarse, pero ahora en el Super Bowl, el más grande de los escenarios que pueda ofrecer el fútbol americano. Y sí, también será un caso inaudito.

Todo parte en las raíces. Su padre, Jack, fue un entrenador con más de 40 años de trayectoria en el nivel universitario, destacándose en Western Michigan y Western Kentucky, ganando el 55% de sus partidos como coach en jefe (117 triunfos) y obteniendo tres títulos de conferencia. Por ahí, se puede comenzar a entender el paso que llevan los hermanos como entrenadores.

La forma en como sus equipos, Baltimore Ravens y San Francisco 49ers, superaron las finales de conferencia fue tan similar, que hasta parecía estar establecida por un guión. Remontando desventajas en la segunda mitad y dejando a sus rivales en cero en esos terceros y cuartos períodos. Un reflejo del carácter que imponen los Harbaugh en sus conjuntos, altamente estrictos y totalmente comprometidos para ganar.

Parecen muy similares, pero han recorrido caminos distintos. John fue back defensivo en la Universidad de Miami y desde los 22 años de edad se dedicó a ser entrenador, pasando por cinco universidades, pero nunca llegando al puesto de head coach. En 1998 llegó a la NFL, donde pasó diez temporadas en el staff de entrenadores de Philadelphia Eagles, hasta que en 2008 los Ravens le ofrecieron su primera oportunidad para ser coach en jefe.

Desde entonces, los "Cuervos" sólo han tenido temporadas con rendimiento ganador y nunca han faltado a la postemporada, ganando al menos un partido de playoffs desde que John los dirige. En estos últimos cinco años, Baltimore ha ganado ocho de doce duelos en rondas finales. Llegar al Super Bowl era el paso que necesitaban.

Por su parte, Jim tuvo una carrera más duradera como jugador, siendo elegido por Chicago Bears en la primera ronda del draft de 1987. Fue quarterback en la NFL por 15 años, teniendo su mejor etapa con Indianapolis Colts, equipo con el que llegó a una final de conferencia, en 1995.

En 2004, comenzó su periplo como head coach. A diferencia de su hermano mayor, no tuvo que pasar por un largo camino para tener su primera chance. En la universidad de San Diego State, los llevó a lo más alto de su liga, ganando 29 de 35 partidos en los tres años que estuvo ahí. Luego, pasó a Stanford, donde tuvo a Andrew Luck -quien debutó esta temporada en la NFL- y, en su último año, ganó el Orange Bowl.

Desde la campaña pasada, dirige a San Francisco y ha tenido el mérito de devolverle el hábito triunfador a la franquicia, después de años de mediocridad con coaches como Mike Nolan o Mike Singletary. El año anterior, perdieron en prórroga la final de conferencia. Hace poco más de una semana, lograron pasar esa etapa y ya, en su segundo año, tiene a los Niners a una victoria de un posible sexto trofeo Lombardi.

Similares por su hermandad, distintos por su recorrido en el football. Lo bueno, para ellos, es que sea cual sea el resultado de este domingo, en el Super Bowl XLVII, el anillo de campeón quedará en la casa de los Harbaugh. En familia.

lunes, 21 de enero de 2013

Cuidado con la 'pistol'

Cada cierto tiempo emergen nuevas tendencias ofensivas en la NFL que, en un principio, causan sorpresa. Un ejemplo relativamente reciente fue la formación "wildcat", que implementaron los Miami Dolphins en 2008 y la estrenaron en un partido en que vapulearon a los New England Patriots. Semanas después, los rivales ya habían encontrado la forma de detener esas jugadas y la "wildcat" se ve de manera muy ocasional en algunos conjuntos.

Esta temporada, y con la aparición de nuevos mariscales de campo, algunos equipos empezaron a agregar variantes propias del College Football en sus esquemas. Una, es la "read option", donde el QB elige si darle el balón al corredor o quedárselo y acarrearlo por cuenta propia. La otra y, la más novedosa, es la ofensiva "pistol", la cual podría considerarse como un híbrido entre la formación escopeta y la de un sólo corredor. La diferencia, es que el corredor se alinea detrás del quarterback o, en su defecto, en la misma línea que el pasador.

Hay dos equipos que la han usado con frecuencia en la actual campaña: Washington Redskins y San Francisco 49ers, uno de los participantes del próximo Super Bowl. El factor común en ambos cuadros pasa por los atributos de sus mariscales: jóvenes, atléticos, corredores, potencia y precisión para lanzar y, en especial, lectura de juego.

Esta última cualidad es fundamental en el desarrollo y éxito de la ofensiva "pistol", dado a que al igual que en la "read option", el QB tiene que reconocer la ubicación de los defensivos, en especial de los linebackers y/o safeties que acechan a la línea de golpeo para una posibilidad de carga. Ante tal situación, el mariscal debe decidir en fracción de segundo si aplicar la jugada establecida o cambiar en plena marcha.

El caso de los 49ers es interesante, ya que durante los primeros dos meses y medio de temporada aplicaban este esquema como algo muy alternativo, casi como jugada de truco, debido a que Colin Kaepernick era el reserva del por entonces quarterback titular, Alex Smith. Pero, el uso de la "pistol" comenzó a incrementar desde que el coach, Jim Harbaugh, decidió darle la titularidad a Kaepernick.

La efectividad de esta formación en San Francisco se fundamenta en que "Kap", además de correr, tiene mucha puntería y fuerza para pasar el ovoide, lo que generó otra dimensión en el ataque Niner. En los playoffs, la "pistol" les ha funcionado en sus dos encuentros y con distintas variantes. Contra los Green Bay Packers, Kaepernick explotó las sucesivas cargas de linebackers y coberturas uno a uno, completando varios pases largos y, sobre todo, corriendo a placer con el balón. Sólo por tierra, sumó 181 yardas, 56 de ellas fueron en el touchdown que sirvió para darle la ventaja a los 49ers, en el tercer período.

En la final de la conferencia nacional, los Atlanta Falcons cuidaron más las zonas del campo y previnieron cualquier posibilidad de escape de Kaepernick. ¿Qué decidieron hacer los Niners? emplear la formación "pistol" en varias de sus jugadas, pero con el detalle que muchas de las fintas terminaban en acarreos de Frank Gore y Lamichael James, aprovechando que los apoyadores ubicados cerca de la línea de golpeo se enfocaban, primordialmente, en el "7" de San Francisco.

"Kap" no causó estragos por tierra, pero se encargó de manejar cada serie y lo hizo con una efectividad propia de un gran mariscal: ante los Falcons, completó 16 de 21 pases con 233 yardas, 1 touchdown y rating de 127.7. En lugar de correr, Colin puso el balón en los sectores que dejaban descubiertos los linebackers y secundarios de Atlanta. Vernon Davis fue un gran beneficiado de aquello, puesto que superó la centena de yardas en recepciones.

Dicen que este tipo de ofensivas poco convencionales no duran mucho en la NFL, debido a que los entrenadores logran limitar su productividad con el tiempo, pero por lo pronto, los San Francisco 49ers regresan al Super Bowl luego de 18 años, empleando una innovadora alternativa como parte de su playbook de ataque. Dean Pees, coordinador defensivo de los Baltimore Ravens, tendrá un interesante desafío para tratar de contener la "pistol", el próximo 3 de febrero en New Orleans.

viernes, 18 de enero de 2013

Repaso: Heat 99, Lakers 90

Desde el primer cuarto, el Miami Heat estableció una agresiva defensa, en particular, presionando a quien llevara la pelota. Así fue como lograron forzarle 20 pérdidas de balón a los Lakers, transformándolas en 23 unidades a su favor. Ahí, en parte, se justifica el 48% de conversiones y que, además, los 68 de sus 99 puntos en la zona pintada.

Otro aspecto defensivo destacable del Heat fue la rotación que hacía cada jugador, provocando muchos tiros forzados. El más claro ejemplo de aquello fue el marcaje sobre Kobe Bryant, quien a pesar de mantener a su equipo peleando hasta el final, convirtió 8 de 25 lanzamientos (22 puntos).

La gran figura del encuentro fue Lebron James, el cual se encargó de demostrar porqué es el mejor basquetbolista en la actualidad. Anota en grandes cantidades, debido a que comúnmente toma buenos tiros y, además, parece entender cada vez mejor el juego, manejando los tiempos y la situación en la cancha. Literalmente, llenó la ficha estadística en el duelo de anoche: 39 puntos (17 de 25 canastas), 7 rebotes, 8 asistencias, 3 robos y 1 tapa.

En la ofensiva de Miami también sobresalió Dwyane Wade, con 27 tantos. Algunas de sus conversiones llegaron en momentos importantes, como por ejemplo, el doble que le dio la ventaja 92-90, a poco más de dos minutos para el cierre. Aparte, el entendimiento que tiene con James es increíble, sobre todo en jugadas de contra ataque.

Por su parte, los Lakers volvieron a mostrar problemas defensivos. Continuamente les atacaban en la pintura, a pesar de dominar en los rebotes (42 a 35). Dwight Howard registró una nueva doble decena, con 13 puntos y 16 rebotes, pero volvió a tener una paupérrima efectividad en tiros libres, encestando 5 de 13. El "Hack-a-Howard" sigue causando efecto.

Pau Gasol regresó a la alineación "lagunera", aunque entró al partido desde la banca. En 25 minutos, anotó 14 puntos, varios de ellos, jugando cerca del aro, donde mejor se desempeña el español y no lejos, como sigue insistiendo el entrenador, Mike D'Antoni.

Miami tiene uno de los mejores rendimientos en la NBA (26-12), a pesar de ganar varios partidos sin jugar a toda su capacidad, lo que también significa que ya han consolidado una base. La intensidad que tuvieron en el juego de anoche, seguramente, la preferirían reservar para más adelante. En tanto, los Lakers necesitan entregar un esfuerzo máximo en cada encuentro, ya que aún no pueden corrigen errores colectivos. Eso les podría pesar en una posible clasificación a playoffs.

jueves, 17 de enero de 2013

NHL al día

Luego de casi cuatro meses de lockout, finalmente los propietarios de la liga y la asociación de jugadores llegaron a un nuevo convenio laboral, dando fin al segundo cierre patronal en la NHL, en menos de una década.

Como parte del nuevo acuerdo, el tope salarial quedará establecido en alrededor de 64 millones de dólares, prácticamente en el medio de lo que proponían las partes. Además, los contratos de los jugadores no podrán ser superiores a ocho años y los equipos que no clasifiquen a playoffs tendrán posibilidades de tener la primera elección en el draft, similar a como ocurre en el baloncesto de NBA.

El fin de semana pasado se dio a conocer el calendario de partidos de temporada regular, que constará de sólo 48 partidos por equipo, en lugar de los tradicionales 82. La nueva campaña iniciará este sábado con 12 partidos, uno de ellos, será el que enfrente al campeón defensor, Los Angeles Kings, con Chicago Blackhawks. Otros duelos destacados de ese mismo día serán New York Rangers frente a Boston Bruins, Toronto Maple Leafs con Montreal Canadiens y New Jersey Devils ante New York Islanders.

Debido a lo reducida que será la etapa regular, este año no habrá Winter Classic, que ya había sido cancelado previamente, ni tampoco All Star Game, el cual iba a desarrollarse en Columbus. La última jornada se disputará el 27 de abril, para luego dar paso a los playoffs, que no tendrán cambios en su formato, y por último, la definición por la Copa Stanley a mediados de junio.

lunes, 14 de enero de 2013

Apuntes de NFL (14 de enero)

Los encuentros celebrados el fin de semana confirmaron que la ronda divisional es la que, generalmente, presenta los mejores partidos en la postemporada de la NFL. Se anotó como nunca antes en esta etapa, unos sufrieron para ganar, otros se quedaron en la orilla y, en un hecho poco común en la liga, se repetirán tres de los cuatro finalistas del año anterior. Sin más preámbulos, un repaso a lo más destacado de las semifinales de conferencia.

Motivación adicional: Pocos días antes de iniciar los playoffs, Ray Lewis anunció que se retirará una vez concluida la participación de los Baltimore Ravens en la presente campaña. Aparentemente, eso impulsó a que el equipo "púrpura" elevara su nivel de juego, tras haber tambaleado para ingresar a las rondas finales. Si bien, en el duelo ante los Denver Broncos, permitieron casi 300 yardas y tres pases de touchdown por parte de Peyton Manning, la unidad defensiva pudo hacer jugadas en momentos oportunos, como fueron las dos intercepciones, una devuelta a las diagonales por Corey Graham y la otra en tiempo extra que derivó en el gol de campo ganador, concretado por Justin Tucker. Con ello, Lewis aseguró jugar al menos un partido más y con ese ímpetu visitarán Gillete Stadium para enfrentar a los Patriots, el mismo escenario en el que quedaron tendidos hace poco menos de un año.

"Kap" lo hace ver fácil: A pesar de haber regalado un "pick six" en el inicio del juego, Colin Kaepernick sorprendió gratamente en su primera titularidad en playoffs, con los San Francisco 49ers. Completó pases cortos y largos, resolvió en situaciones de tercer down y lo más impresionante, fue ver la facilidad con la que ejecutaba las jugadas de "option". Hizo caer con sus fintas a los defensivos de los Green Bay Packers, una y otra vez, a tal punto que logró dos anotaciones por vía terrestre. La segunda, de 56 yardas, para romper el empate en el tercer cuarto y así, consolidar el triunfo de los Niners, quienes van a su segunda final de conferencia seguida. Para entender más el impacto del quarterback surgido de Nevada, registró 263 yardas en pases y 181 en acarreos, con cuatro touchdowns en total. Parece que el coach, Jim Harbaugh, tenía razón cuando decidió darle la titularidad hace menos de dos meses.

Halcones cardíacos: Los Atlanta Falcons dominaban durante los primeros tres cuartos del duelo ante los Seattle Seahawks y parecían encaminarse tranquilamente rumbo a la siguiente ronda. Pero, en el último cuarto, los "marinos" siguieron insistiendo y lograron revertir el marcador, para ponerse 28-27 a 30 segundos del final. Los visitantes amenazaban con sacar un juego casi perdido y con un mariscal como Russell Wilson que actuaba con una tranquilidad inusual en un novato. Se percibían los nervios en Georgia Dome, pero Matt Ryan fue capaz de quitarse su maldición de postemporada (sin triunfos hasta este partido) y, tal como hizo en algunos juegos de temporada regular, mostró temple y precisión para conducir a los Falcons hasta la victoria, con un gol de campo convertido por Matt Bryant. Finalmente, Atlanta ganó un partido de playoffs con Ryan, lo que da una sensación de alivio previo a una inédita final de conferencia en su estadio.

No Huddle Patriots: Cuando una ofensiva entra en ritmo, es muy difícil contenerla y es mucho más complicada, si quien la encabeza es un futuro Hall of Famer como Tom Brady. Los New England Patriots establecieron su ataque sin reunión y minimizaron cualquier posibilidad de acecho por parte de los defensivos de los Houston Texans, quienes apenas derribaron una vez a Brady y no pudieron desviar un sólo pase. Cinco touchdowns logrados con envíos rápidos del #12 de los Pats y con una cantidad de corridas necesaria para dar balance. Stevan Ridley y Shane Vereen, autores de cuatro anotaciones, cooperan de forma silenciosa pero muy eficiente. El conjunto dirigido por Bill Belichick vuelve al juego por el campeonato de la AFC y, al igual que el año pasado, serán locales. Tal vez, esta sea su oportunidad para un posible cuarto trofeo.

¿Sabías Qué?

- Con la derrota del sábado, Peyton Manning acumula cuatro caídas en igual cantidad de partidos de playoffs disputados con temperaturas bajo cero. Además, el mariscal de campo de Denver Broncos tiene registro de 9-11 en rondas finales.

- Baltimore Ravens y Denver Broncos protagonizaron el primer duelo de playoffs definido en dos períodos extras desde 2003. En aquella ocasión, Carolina Panthers venció a St. Louis Rams, en la ronda divisional de la NFC.

- Colin Kaepernick estableció una nueva marca de yardas corridas por un quarterback en un partido oficial (temporada regular y/o playoffs), con las 181 que totalizó el sábado ante Green Bay Packers. El récord pertenecía a Michael Vick, con 173.

- Luego del triunfo obtenido el domingo, Tom Brady se convirtió en el quarterback con más juegos ganados en postemporada, con 17. Se encontraba igualado con Joe Montana, quien ganó 16 en su carrera, incluyendo cuatro victorias en el Super Bowl.

- Los 276 puntos anotados en los cuatro partidos divisionales, representan la mayor marca de puntos que se hayan convertido en dicha ronda, superando por 44 unidades el récord que se había establecido hace un par de años.

jueves, 10 de enero de 2013

En pocas palabras

- Se anunció la venta de la franquicia de Sacramento Kings por parte de sus dueños, los hermanos Maloof. Lo bueno del caso, es que los nuevos inversores reubicarían el equipo en Seattle. Volverían los Sonics.
- Ojo con Golden State Warriors. Quintos en el oeste y dentro de los nueve equipos que promedian 100+ puntos por partido. Comienza a dar frutos el proyecto con Mark Jackson como entrenador.
- Dwight Howard ha intentado 329 tiros libres en la temporada (sólo James Harden ha lanzado más), pero convierte apenas el 50.8%. Mientras siga fallando, los rivales seguirán aplicando el "Hack-a-Howard".
- Los Lakers están fuera de playoffs (récord 15-20) y su defensa hace aguas. Permiten 101.7 unidades por partido, la quinta mayor cantidad en la competición. Mike D'Antoni sigue descuidando esa parte.
- Pareciera no tener tanta atención este año, pero Lebron James, aparte de estar convirtiendo 54% de sus tiros al aro, ha superado los 20 puntos en cada partido de esta campaña. Es el mejor en la actualidad.
- Cosas de temporada regular. Los Wizards tienen el peor registro de la liga (5-28), pero dos de sus cinco triunfos fueron ante el Heat y el Thunder. Ni más ni menos.
- Cuando parecía que estaban consolidando el equipo, los Timberwolves pierden por lesión a Kevin Love, quien estaría fuera por al menos ocho semanas. Sensible ausencia.
- Boston Celtics tiene problemas de toda especie para ganar partidos. Existen varias causas, pero hay una que puede explicar mucho: son el peor equipo reboteador de la liga (38.7 por juego).
- Aunque parezca mentira, Russell Westbrook tiene el quinto mejor promedio de asistencias por juego (8.7). Eso sí, encesta 41.4% de sus tiros, el porcentaje más bajo de su carrera.
- José Calderón es figura en un equipo perdedor como los Raptors y lo hace con el tercer mejor índice de asistencias por cada 48 minutos (13.2). Se rumorea que podría ser cambiado, y con justa razón. El español merece ir a un mejor lugar.

martes, 8 de enero de 2013

Dinastía carmesí

Anoche, en Miami, se enfrentaban Notre Dame y Alabama por el título nacional del fútbol americano universitario. En la antesala, parecía ser un duelo de fuerzas parejas. El primero contra el segundo, el invicto frente al campeón defensor, dos férreas defensivas y, en particular, dos universidades con gran tradición en el deporte de las tackleadas.

Eso era en la teoría. En la práctica, Alabama dejó en claro quien era el mejor equipo desde el inicio del partido. Una imponente línea ofensiva, con tres jugadores de categoría "All American", dictó sus condiciones en el scrimmage, abriendo toda clase de espacios para los acarreos. Eddie Lacy y T.J. Yeldon se dieron un festín contra la que había sido la mejor unidad defensiva de todo el certamen.

El Crimson Tide se fue al intermedio con ventaja de 28-0, y de los cuatro touchdowns que habían marcado, tres surgieron por conducto de sus corredores. Lacy acabó el juego con 140 yardas acarreadas y dos anotaciones, una por tierra y otra por aire. Mientras que Yeldon no se quedó atrás y agregó 108 yardas terrestres y un TD, por la misma vía.

El dominio de sus cinco frontales ofensivos fue tan notorio, que hicieron ver débiles a los defensivos de Notre Dame, incluyendo a su linebacker estrella, Manti Te'o, quien no pudo superar bloqueos y falló tackleos de manera insospechada.

El cansancio de los defensivos de los Fighting Irish, además de la prematura ventaja que obtuvo Alabama, hizo que el duelo terminara siendo muy desigual, algo que se vio reflejado en el marcador (42-14), como en otros apartados. ¿Qué tal el tiempo de posesión? el Tide dominó en esa faceta, controlando el ovoide por 38 minutos, casi dos tercios de partido.

De esa forma, Alabama defendió con éxito el campeonato obtenido en la temporada pasada y, de paso, ganó su tercer título en los últimos cuatro años. En tanto, su entrenador, Nick Saban ganó por cuarta vez en su carrera el National Championship, situándose ahora a dos de los conseguidos por Paul "Bear" Bryant.

Bloqueos, corridas, defensa y fundamentos bien aplicados. Ahí radica la clave del éxito del Crimson Tide. Parecen conceptos obvios, pero no están demás recordarlos en una época en la que el fútbol americano, tanto universitario como profesional, se ha volcado al juego de pases, formaciones abiertas y quarterbacks movedizos. Eso resalta aún más lo hecho por Alabama, que vuelve a reinar en el College Football.