viernes, 28 de junio de 2013

Hawk' Power

A lo largo de la temporada, y más aún en los playoffs, Chicago Blackhawks demostró ser el conjunto más sólido en toda la NHL. Aquella solidez la ratificaron en la definición por la Copa Stanley frente a Boston Bruins, en una serie que, en todo caso, no fue sencilla.

Después de los primeros cuatro partidos, Blackhawks y Bruins habían repartido dos triunfos cada uno y, de esos cuatro duelos, tres concluyeron en muerte súbita. Mención especial para el juego inaugural, que acabó gracias al gol convertido por Andrew Shaw, en el tercer período de prórroga y cuando era pasada la medianoche en Chicago. ¿Y qué tal el cuarto partido? igualados 5-5 tras el tiempo reglamentario, fue Brent Seabrook quien marcó la diferencia en un momento clave para los dirigidos por Joel Quenneville, ya que debían nivelar la serie y jugando como visitantes.

En el quinto juego, apareció Patrick Kane. La principal figura ofensiva de Chicago convirtió dos de los tres goles con los que su equipo tomó ventaja en la serie y quedó a una victoria del título. Kane terminó la postemporada con 9 goles y 10 asistencias, encabezando a su escuadra en puntos, con 19. Grandes motivos para ser eventualmente premiado con el trofeo Conn Smythe, el cual es otorgado al mejor jugador de las etapas finales.

De vuelta en Boston, los Bruins debían ganar para llevar la final al séptimo encuentro y con ello, mantener sus aspiraciones. Todo parecía encaminarse perfectamente para ellos, al estar 2-1 arriba en el marcador, a menos de un minuto y medio para finalizar el partido, y con Chicago jugando con seis atacantes para intentar el empate. La presión ofensiva de los Hawks, una de sus grandes virtudes colectivas, dio resultado en un momento apremiante. Brian Bickell marcó el gol de la paridad, a 1:16 del epílogo. "Nos vamos a otra prórroga", pensaron muchos... menos los 'halcones', que 17 segundos más tarde completaron la remontada por cortesía de Dave Bolland.

Surreal. Mientras los Bruins trataban de meterse nuevamente en el duelo, los Blackhawks liquidaron el juego, para adjudicarse el cuarto triunfo de la serie y así, la Copa Stanley. La segunda que logran en las últimas cuatro temporadas y la quinta en toda su historia.

Abrieron la temporada sumando puntos en sus primeros 24 partidos (21 victorias y 3 empates, récord de la NHL), aseguraron su presencia en los playoffs con el mayor puntaje en toda la competición (77 unidades), y en su camino al campeonato, eliminaron a Minnesota Wild (4-1); Detroit Red Wings (4-3, revirtiendo un 1-3); Los Angeles Kings (4-1) y por último, a unos Boston Bruins que los pusieron en aprietos con su defensiva, la cual acabaron derribando.

A falta de éxitos de equipos como los Bulls, los Bears y para qué decir de los Cubs, son los Blackhawks quienes sacan la cara por la ciudad de Chicago y vuelven a levantar el trofeo de Lord Stanley.

viernes, 21 de junio de 2013

Heat Repeat

El cinematográfico desenlace que tuvo el sexto juego de las finales de NBA, los cinco puntos de diferencia a menos de 30 segundos del final del tiempo reglamentario, el milagroso triple de Ray Allen que llevó el duelo a la prórroga que concluyó con el triunfo de Miami Heat y el empate en la serie frente a San Antonio Spurs, dejó la mesa servida para un séptimo partido que presentó tanto suspenso como el que se jugó en la noche del martes.

En el historial de séptimos juegos en finales, el equipo anfitrión había ganado en 14 de 17 ocasiones previas y bajo el actual formato, los locales ganaron en las cuatro oportunidades que se generó dicha instancia. Es decir, la estadística favorecía al Heat y se encargaron de confirmarlo en la cancha, aunque no fue algo sencillo.

Los primeros minutos fueron de muchos nervios, propios de un duelo decisivo, con diversas pérdidas de balón en ambos conjuntos, pero lentamente fueron llegando las anotaciones. Los Spurs imponían presencia con Tim Duncan (24 puntos-12 rebotes) y Kawhi Leonard (19 puntos-16 rebotes), y en menor medida con Emanuel Ginóbili (18 puntos) y Tony Parker (10 puntos, 3 de 12 conversiones), quienes se apagaron conforme fue avanzando el encuentro.

El equipo dirigido por Erik Spoelstra nunca perdió pisada y a medida en que sus grandes valuartes, Lebron James y Dwyane Wade, entraban en ritmo, era Shane Battier quien emergía como factor sorpresa. Ahogado en su propia irregularidad durante gran parte de los playoffs, Battier resurgió y brindó un fundamental apoyo extra en ofensiva con sus seis triples encestados -sobre ocho intentados- para totalizar 18 puntos.

Esos largos disparos sirvieron de complemento a lo que produjeron James y Wade. En el caso de Lebron,
confirmó su condición de mejor jugador en la actualidad y lo hizo rompiendo la estrategia defensiva utilizada por los Spurs a lo largo de la serie, concediendo -por defecto- toda clase de tiros a larga distancia, con tal que no se metiera cerca del aro. El oriundo de Akron, que eventualmente fue galardonado como el jugador más valioso de la serie, los hizo pagar caro. De sus 12 canastas convertidas, cinco valieron por tres puntos y sus 37 unidades representaron su mayor cantidad en esta postemporada.

Mientras que Wade aparentemente no sintió dolor por sus recientes lesiones, jugando con la soltura que lo caracterizaba en sus primeros años, cuando era la principal figura de Miami, tomando lanzamientos en cómoda posición, ya sea atacando en la pintura o a media distancia. Sus 23 puntos y 10 rebotes comprobaron su calidad en esta clase de desafíos.

Los Spurs nunca dejaron de batallar, a pesar de los continuos fallos de algunos de sus jugadores (¿qué tal ese 1 de 12 de Danny Green?) y la intensa defensiva de los locales que, en varias secuencias, los forzaban a tomar tiros incómodos (acabaron encestando 38% de sus intentos). Cuando parecía que el Heat se escapaba, los texanos contestaban, como ocurrió con el triple de Leonard que acortó la diferencia a dos puntos, con dos minutos por jugar en el partido.

Después del sexto encuentro, Ginóbili declaró sentirse "devastado" por la forma en que perdieron aquel juego. Al parecer, el argentino sintió realmente ese impacto. Si bien no tuvo un mal desempeño, sus ocho pérdidas de balón (cuatro en el último período) le terminaron costando, así como el tiro de gancho que no pudo concretar Duncan, que pudo significar el empate, a 48 segundos de la conclusión del tiempo regular.

De todas formas, no tienen porqué avergonzarse. Por primera vez en su historia, el equipo de San Antonio perdió una final (había ganado en sus cuatro apariciones previas) pero lo hizo batallando con sus mejores armas y jugando un baloncesto limpio. Los dirigidos por Gregg Popovich merecen una ovación, como gran conjunto que son.

Y desde luego, el reconocimiento al campeón. El equipo que más partidos ganó en temporada regular, que llegó a tener una racha de 27 victorias consecutivas, que continúa en plena evolución colectiva y que ratifica su acierto en la conformación del actual plantel con James y Wade como principales referentes, al sumar tres finales en igual cantidad de temporadas y dos campeonatos.

Miami Heat defendió con éxito su título obtenido hace exactamente un año y, por la impresión que dejan, no parecen estar conformes. ¿Tricampeonato? ¿Dominar la presente década? De ellos depende.

domingo, 9 de junio de 2013

Todo nivelado

Al cabo de los dos primeros encuentros de las Finales 2013 de la NBA, Miami Heat y San Antonio Spurs repartieron un triunfo cada uno. El equipo tejano supo liquidar en el cierre del primer juego y el campeón defensor ajustó para empatar la serie, en el segundo partido. Aquí, algunas claves en lo que va de esta eliminatoria.

En el duelo inaugural, los Spurs insistieron en llevar ofensivas basadas en diversas cortinas, con el propósito de encontrar lanzamientos de larga distancia. Les resultó en un principio, pero en el tercer cuarto cayeron en una sequía triplera, fallando cuatro de cinco intentos, luego de haber encestado cinco en la primera mitad. El mayor ajuste llegó en el último cuarto, donde ejecutaron jugadas mucho más metódicas, llevando el balón más cerca del aro y de manera prolija (nueve canastas acertadas y cero balones perdidos en el último cuarto). Fundamentales Tim Duncan con su doble decena (20 puntos y 14 rebotes), Danny Green con cuatro triples convertidos y en especial, Tony Parker quien anotó 10 de sus 21 unidades en el cuarto final, incluyendo la canasta que aseguró el triunfo, desprendiéndose del balón con 0.1 en el reloj de tiro, y con la marca de Lebron James.

Para el segundo juego, el Heat intensificó su presión defensiva, provocando muchos pases desviados (17 balones perdidos de San Antonio) y en ofensiva, Lebron James, quien sólo ha encestado 14 de 33 intentos al aro, se ha encargado de distribuir y crear situaciones para sus compañeros. Sus asistencias (10 en el primer partido y 8 en el segundo) fueron aprovechadas al máximo por Mario Chalmers, Ray Allen y Mike Miller, autores de 8 de los 10 triples encestados por Miami en el encuentro de este domingo. Esos aciertos fueron esenciales para crear una brecha que se extendió hasta por 21 puntos, más que suficiente para garantizar la victoria y el empate en la serie.

La diferencia entre el primer y segundo partido estuvo en que, en el primero, los jugadores de San Antonio cubrían los accesos a la zona pintada, haciendo rotaciones adecuadas que incluían ocasionales dobles marcas sobre James. Por defecto, dejaron a Dwyane Wade y Chris Bosh en posición para tomar dobles largos y/o triples. El 0 de 4 de Bosh en tiros de tres puntos fue una clara muestra de la efectividad en el plan defensivo de Gregg Popovich.

Mientras que en el segundo encuentro, los jugadores de Miami pudieron rotar el balón de mejor manera y las jugadas de adentro hacia afuera resultaban fluidas. De hecho, los triples fueron ejecutados por tiradores con auténticas cualidades tripleras.

Será interesante ver qué ajustes vendrán para el martes, cuando se dispute el tercer partido (el primero de tres consecutivos en Texas). Los Spurs necesitarán reducir las pérdidas y no abandonar marcas, por muy contenido que puedan tener a James jugando relativamente lejos del aro. El Heat, seguramente insistirá con presión defensiva que derive en puntos de contra ataque, aquellos que llegaron en el segundo juego.

Desde que las Finales adoptaron el actual formato 2-3-2, en 1985, sólo seis equipos pudieron ganar los tres partidos "medios" de la serie. Tres de ellos lo hicieron jugando en casa (Detroit Pistons en 2004, Miami Heat en 2006 y 2012) y los otros tres lo hicieron como visitante (Detroit Pistons en 1990, Chicago Bulls en 1991 y Los Angeles Lakers en 2001). ¿Serán capaces Spurs o Heat de ganar tres seguidos o la serie se define en South Florida? Eso está por verse.