jueves, 30 de octubre de 2014

Una noche Gigante

En el deporte norteamericano, los séptimos juegos de una serie siempre son especiales. Se define quien gana la llave y al mismo tiempo, quien queda fuera. Pero si se trata de una serie por el título, no es más que la definición del campeón de la liga. Todo en un partido. De eso se trataba el séptimo juego de la Serie Mundial, disputado anoche en el Kauffman Stadium de Kansas City, donde los Royals habían logrado igualar la serie y con ello, forzar el encuentro decisivo. Y encima, con una estadística a su favor: los últimos nueve Game 7 habían sido ganados por equipos locales.

En apariencia, todo a favor del representante de la Liga Americana y todo en contra del conjunto de la Nacional, San Francisco Giants, que en su historia tenía récord de 0-4 en séptimos juegos del clásico de otoño. Ese patrón parecía estar dándose en el comienzo del juego, donde los Royals anotaron dos carreras en el segundo inning, nivelando el marcador y obligando a que los Giants cambiaran a su pitcher abridor, Tim Hudson, quien no alcanzó a completar dos entradas y fue relevado por Jeremy Affeldt.


La situación en el montículo se tranquilizó un poco más para los visitantes y luego, en el cuarto inning, anotaron su tercera carrera, la cual acabó siendo decisiva en el duelo, gracias a un batazo de Michael Morse que impulsó a Pablo Sandoval hasta el home. El venezolano, quien había inaugurado el marcador en el segundo episodio, fue por lejos el mejor jugador ofensivo de San Francisco, al conectar hit en sus tres turnos al bat, junto con las dos carreras mencionadas y con ello, completó una muy productiva postemporada, promediando .366 al bat. con 26 hits y 12 carreras anotadas.

El equipo californiano tomó la ventaja en la pizarra y en una sabia decisión, decidieron darle el turno de lanzar a Madison Bumgarner, quien pitcheó exitosamente en el primer y quinto juego de la serie -ambos ganados por los Giants- , permitiendo apenas una carrera en 16 innings, además de haber ponchado a 13 bateadores rivales. Claramente, Bumgarner entró como el último relevo anoche con la misión de asegurar el triunfo para los visitantes y no solo lo consiguió, sino que además lo hizo dominando a casi todos sus oponentes.


Completó cinco entradas en las que no permitió carreras y apenas le batearon dos hits (uno de ellos, en el noveno inning). Ponchó a cuatro rivales y retiró a 14 bateadores consecutivos. Un nivel de excelencia propio de los grandes pitchers y si consideramos los dos títulos anteriores de los Giants, Bumgarner ha salido victorioso en los cinco partidos que jugó, promediando 0.25 carreras permitidas. Y tomando en cuenta solo esta postemporada, permitió apenas 6 carreras en 52.2 innings lanzados. Es decir, una media de 1.03 carreras en contra. Sólo Burt Hooton (0.82 en 1981) y John Smoltz (0.95 en 1996) aceptaron menos carreras en una serie de playoffs, en la historia de las Grandes Ligas.

Tres títulos en cinco años y ocho en toda su historia. Los San Francisco Giants están escribiendo una parte importante de su historia en esta década y lo han hecho, principalmente, con buen pitcheo. Como fueron Tim Lincecum en 2010 y Matt Cain en 2012, ahora es Madison Bumgarner quien sobresale en el montículo, con actuaciones que fueron merecedoras de su premio como MVP de la Serie Mundial y con una técnica de lanzamiento que le dio una personalidad intimidante y a la vez, gigante, como bien se llama este equipo y como fue el triunfo de anoche que les valió regresar a lo más alto de todo el béisbol.

miércoles, 29 de octubre de 2014

NBA Retro: los originales Hornets

A fines de los años 80, la NBA vivía una época de expansión en cuanto a la cantidad de equipos, uno de los proyectos concretados bajo David Stern como comisionado. Y dentro de esa expansión, los Charlotte Hornets fueron uno de esos nuevos equipos que se integraron a la liga en 1988. Desde sus orígenes captaron la atención de muchos, ya sea por su singular nombre, por su mascota Hugo the Hornet, por el color de sus uniformes y también por jugadores como Tyrone Bogues, quien fue parte de los Hornets durante las primeras nueve temporadas de la franquicia.

Muggsy, recordado hasta el día de hoy por ser el jugador más bajo de la historia de la liga (1.60 metros), era pequeño y bien escurridizo. Nunca fue un gran anotador, pero sí llegó a tener varias temporadas con promedios de 8 a 10 asistencias, justo en la época en que comenzaba a crecer el equipo de Charlotte, cuando lograron reclutar grandes talentos universitarios como Alonzo Mourning y Larry Johnson, y así, se ganaron un respetable espacio dentro del Este, llegando a tener sus primeras apariciones en playoffs.

A finales de los 90s, los Hornets se consolidaban como uno de los equipos protagonistas, aunque ya eran otros los que figuraban en el plantel. Glen Rice, David Wesley y Vlade Divac, quien llegó de los Lakers a cambio de "un tal" Kobe Bryant -elegido en el draft-, encabezaron el equipo hasta 1999, cuando el equipo entró en su última etapa en Charlotte. Posteriormente, llegaron Baron Davis, Jamal Mashburn y P.J. Brown, quienes lideraron al equipo entre 2000 y 2002. En esas tres últimas campañas en el norte de Carolina, clasificaron a la postemporada, logrando llegar a las semifinales de conferencia en dos oportunidades. Y como si fuera poco, Davis siendo la máxima figura de los Hornets tuvo su primera nominación al Juego de Estrellas.

Pero misteriosamente, el público que acompañó mucho al equipo durante los 90s, aparentemente había perdido interés en los Hornets, por lo que la asistencia al Charlotte Coliseum bajó notoriamente, llegando a tener el peor aforo de toda la liga en el curso 2001/2002. Poderosa razón para trasladarse a New Orleans, donde reside actualmente aquella franquicia y ahora continúa bajo la denominación de New Orleans Pelicans. En 2004, nació un nuevo equipo en Charlotte que hasta hace algunos meses era conocido como Bobcats, aunque a partir de esta nueva temporada, serán los nuevos Hornets.

Y como en su momento, Mourning, Johnson, Rice, Bogues y Davis fueron figuras, ahora Kemba Walker, Lance Stephenson y Al Jefferson lideran esta renovada versión de las "abejitas" y con Michael Jordan como propietario de la franquicia. A ver si en Charlotte se recupera el encanto que llegó a generar el baloncesto en los tiempos del pequeño Muggsy.

lunes, 27 de octubre de 2014

Apuntes de NFL (27 de octubre)

La liga está llegando al punto medio de temporada. Si bien, hay equipos como Denver y Dallas que encabezan sus conferencias, en lo que va de este año no se ven conjuntos realmente dominantes. Por ejemplo, los Colts en una semana dejan en cero a los Bengals y en la siguiente reciben más de 600 yardas y 51 puntos de los Steelers. Los Packers venían de cuatro triunfos consecutivos, pero sufrieron una serie de hechos desafortunados en New Orleans y acabaron perdiendo inapelablemente ante los Saints. Al menos, Indy y Green Bay van con registros ganadores a diferencia de otros como Chicago y los Jets, quienes además de perder, tienen serios problemas internos y en especial, con sus respectivos mariscales. La singular jungla de la NFL que ya casi completa ocho semanas de competición y en las siguientes líneas, algunos sucesos destacados en los juegos de ayer.


Angry Cardinals: hace tres semanas, consignaba en este mismo espacio que si los Arizona Cardinals deseaban perfilarse como un equipo contendiente, necesitaban tener disponible a su mariscal titular, Carson Palmer, y eso se notó en el triunfo de ayer ante los Philadelphia Eagles. Sus dos pases de touchdown fueron precisos y directos a las manos de sus receptores, Larry Fitzgerald y John Brown. Pero el éxito de los pájaros rojos no se justifica sólo en tener al veterano quarterback, sino que también pasa por contar con una defensiva agresiva y especialmente disciplinada. La agresividad necesaria para haber presionado a Nick Foles hasta con ocho jugadores, obligándolo a forzar algunos pases, como los dos que interceptó Antonio Cromartie. En las últimas dos jugadas se pudo notar la disciplina de parte de los esquineros para cubrir personalmente a los receptores e impedir que atraparan el balón, además de no cometer infracciones. Así es como Arizona llegará a noviembre como puntero divisional.

Errores básicos: el 13-9 final del duelo entre Seattle Seahawks y Carolina Panthers nos indica que fue un partido marcado por las buenas defensivas de ambos equipos, algo relativamente cierto. Aunque también se debió a la falta de eficiencia de los dos quarterbacks, en especial de Cam Newton, cuyos dos balones perdidos se originaron por errores suyos. El primero, en una jugada de option, nunca se decidió entre darle el balón a Darrin Reaves o quedárselo para lanzar. El resultado fue un balón suelto recuperado por los Hawks. Y el segundo, fue un pase tirado bajo presión, corriendo a su costado débil y casi cayéndose. Una intercepción muy evitable, si es que Newton hubiese hecho algo más lógico. Esos errores les costaron a los Panthers su cuarta derrota de la temporada, aunque tienen fortuna de estar en una división floja, pues a pesar de su récord (3-4-1), igualmente comandan su grupo.

Un arma dorada: ante la lesión de Calvin Johnson, ha comenzado a sobresalir la figura de Golden Tate en las jugadas de pase de los Detroit Lions. No es tan alto como Megatron, pero es igualmente confiable en toda clase de rutas, en particular las más largas. Así quedó demostrado en el partido jugado en Wembley, donde atrapó un pase de 59 yardas enviado por Matthew Sttaford, el cual terminó en las diagonales. Ese fue el primer touchdown en la remontada de los Lions, quienes de estar abajo 0-21 en el intermedio, acabaron ganando 22-21 ante los Atlanta Falcons. Otro ejemplo para entender el impacto de este receptor fichado en la agencia libre: en cuatro de los últimos cinco partidos, ha superado las 100 yardas y previo a esa racha, sólo había tenido tres partidos de 100 o más yardas en recepciones en su carrera. Quizás lo estén extrañando en Seattle.

Top Five:

1. Denver Broncos (6-1). Mucho ojo con su defensiva. Entre Von Miller y Demarcus Ware acumulan 16 derribos de quarterback.
2. Dallas Cowboys (6-1). La mejor línea ofensiva y el mejor ataque terrestre de la liga, encabezado por Demarco Murray, quien se acerca a las mil yardas.
3. Arizona Cardinals (6-1). Su defensiva es la tercera mejor contra los acarreos (77.9 yardas por partido) y la quinta en puntos permitidos (19.9).
4. New England Patriots (6-2). Desde el descalabro en Kansas City, han hilvanado cuatro triunfos y en la racha, Tom Brady ha lanzado 14 touchdowns y ninguna intercepción.
5. Detroit Lions (6-2). Sus últimas dos victorias han sido mediante remontadas y sin Megatron. Llegarán a noviembre en lo alto de su división.

¿Sabías Qué?

- Con sus 522 yardas registradas ayer, el quarterback de los Pittsburgh Steelers, Ben Roethlisberger se convirtió en el primer jugador de la historia en sumar dos partidos de 500 yardas. El anterior, fue el 20 de diciembre de 2009, cuando registró 509 frente a los Green Bay Packers.

- Además, Roethlisberger igualó la cuarta mejor marca de yardas de pase en un partido (Boomer Esiason: 522 en noviembre de 1996, jugando por Arizona). El récord sigue siendo las 554 de Norm Van Brocklin, registradas en septiembre de 1951.

- Luego del triunfo de ayer frente a los Chicago Bears, ya son 13 victorias consecutivas frente a equipos de la división norte de la NFC para los New England Patriots.

- El duelo de anoche entre los Green Bay Packers y los New Orleans Saints fue el tercero de la historia de la NFL que terminó sin despejes, aunque fue el primero que además de no tener despejes, tampoco tuvo retornos de kickoff.

lunes, 20 de octubre de 2014

De récords y triquiñuelas


Anoche, Peyton Manning alcanzó una de las marcas más trascendentales para un quarterback. Con sus cuatro pases de touchdown en el triunfo de Denver Broncos sobre San Francisco 49ers, Manning alcanzó las 510 anotaciones por aire, superando la marca de 508 de Brett Favre y apoderándose así del récord histórico. No debiera sorprender, debido a lo extensa y productiva que ha sido la trayectoria de Peyton en la NFL y no debiera sorprender tampoco que 179 de aquellos pases fueron con Marvin Harrison (112) y Reggie Wayne (67). Gran parte del ciclo de Manning en Indianapolis Colts fue con ellos como sus principales receptores. El nivel de entendimiento que había de parte del #18 con ellos llegó a alcanzar la perfección, sacando jugadas casi de memoria y ejecutando ofensivas no huddle, en una época en que esa estrategia no era tan usual.

Lo que sí impresiona es ver la vigencia de Manning a sus 38 años de edad. No hay que olvidar que no jugó durante todo un año (2011) debido a una cirugía en el cuello y desde que se integró a los Broncos, en 2012, ha mantenido si es no que no ha perfeccionado en su nivel de excelencia. Su estado físico y mental, combinado con un gran reparto de corredores/receptores y una sólida línea ofensiva, lo mantiene como un mariscal muy vigente. 510 touchdowns y contando, y considerando su ritmo productivo, quizás podría extender en varias decenas ese récord. ¿Quién dijo 550? ¿Alguien ya piensa en los 600?

Aparte de Harrison y Wayne, es llamativo encontrar dos actuales jugadores de Denver dentro de las máximas conexiones anotadoras con Manning, tomando en cuenta el tiempo relativamente corto que lleva en Mile High. Aquí, los 10 jugadores que más touchdowns han recibido del oriundo de New Orleans.

Historia de NFL / Pases de touchdown de Peyton Manning

112 Marvin Harrison
  67 Reggie Wayne
  44 Dallas Clark
  31 Marcus Pollard
  28 Demayrius Thomas
  24 Erick Decker
  21 Julius Thomas
  20 Brandon Stokley
  15 Austin Collie
  11 Edgerrin James

Las jugadas de truco, como el término lo dice, son enviadas en contadas ocasiones a lo largo de la temporada. Por su creatividad y su alto riesgo, pueden causar grandes resultados como podrían generar una catástrofe. Jeff Fisher arriesgó ayer, y en grande, en el triunfo de St. Louis Rams frente a sus rivales divisionales, Seattle Seahawks. No solo sacó una, sino que ordenó dos jugadas especiales que acabaron siendo decisivas. En el segundo cuarto, estando arriba 14-3 en el marcador, Tavon Austin se alineó para recibir el despeje. Austin se cargó a su izquierda e hizo toda la secuencia previa a atrapar el balón, atrayendo a la mayoría de los jugadores de Seattle quienes fueron en su dirección, cuando en verdad, el ovoide iba hacia el lado opuesto donde Stedman Bailey, quien se había alineado en apariencia para bloquear, corrió hasta su propia yarda 10 y tomó el balón, siguió dos bloqueos y con el camino a su disposición, completó una carrera de 90 yardas hasta el touchdown. Dos jugadores en posición de tomar el balón, algo muy poco visto en la NFL y cuyo poco uso fue bien aprovechado por los Rams y para sorpresa de todos los Hawks.


Más tarde, con menos de tres minutos para terminar el juego, los Rams tenían una 4ta y 8 en su propia yarda 18. Formación típica de despeje, el balón fue centrado a John Hekker quien en vez de patear, lanzó el ovoide a Benjamin Cunningham, completando una jugada de 18 yardas. Descabellado y muy arriesgado, pero con cierto grado de lógica: Hekker tiene pasado como quarterback de nivel colegial y además, en septiembre de 2012, tiró un pase anotador a Danny Amendola con que los Rams vencieron a Seattle. Aparte, en esta jugada especial, Cunningham hizo un cruce con Bailey, dejando a Benjamin aislado y en posición para atrapar el pase. Nada como preparar una jugada para sorprender al rival y con ello, liquidar el juego. Y en este caso, dejando a los campeones en serios problemas: los Seahawks no perdían dos partidos consecutivos desde las jornadas 7 y 8 de la temporada 2012 y al cabo de seis encuentros en el presente curso, solo han ganado tres.

lunes, 13 de octubre de 2014

Lo valorable y lo curioso

Después de perder en la semana inaugural, los Dallas Cowboys han ganado cinco partidos consecutivos. Y de esas cinco victorias, la de ayer en casa de los Seattle Seahawks debe ser la más valiosa. Era la prueba más dura que enfrentaba Dallas en lo que va de curso, el partido en el que podían comprobar qué tan lejos podrían apuntar este año. Los Cowboys no solo ganaron, sino que lo hicieron sin perder la concentración (esos 2 balones perdidos del tercer cuarto pudieron costar caro). Además, siguieron la receta que habían aplicado los San Diego Chargers cuando enfrentaron a los vigentes campeones en la segunda fecha: control del balón, ofensivas largas finalizadas en anotaciones. Aunque los Vaqueros lo hicieron a su estilo, con un sólido trabajo de sus linieros quienes dominaron en las trincheras, abriendo paso a Demarco Murray quien volvió a superar la centena terrestre (115 yardas en 29 acarreos, 1 touchdown).

El poderío de la línea también está beneficiando a Tony Romo. En el juego de ayer, el quarterback tuvo tiempo para leer las coberturas defensivas e identificar los puntos favorables. Romo sacó provecho de la elasticidad de Dez Bryant Y Terrance Williams, quienes completaron atrapadas con un alto grado de dificultad. Después del primer partido, donde Romo regaló 3 intercepciones, sólo ha lanzado dos intercepciones a cambio de diez touchdowns. Antes de proclamar a Dallas como aspirante al Super Bowl, habría que esperar y ver como continúa creciendo este conjunto. Más aún si consideramos que todavía tienen pendientes sus duelos divisionales frente a los New York Giants (jornadas 7 y 12) y los Philadelphia Eagles (jornadas 13 y 15).

Siempre se ha dicho que entre las cualidades que distinguen a los grandes quarterbacks de la NFL del resto están los game winning drives. Esas ofensivas en las que el mariscal de campo puede llevar a su equipo a la victoria, tal como lo hizo ayer Aaron Rodgers en el triunfo de los Green Bay Packers ante los Miami Dolphins. Con 2:04 por jugar, Rodgers tomó el balón desde la yarda 40 de su territorio y lo llevó hasta las diagonales mediante 11 jugadas. La marcha tuvo diversas complejidades, debido a la presión de los defensivos de Miami y al tipo de jugadas que debió ejecutar Rodgers, como en el 4to & 10 que completó con Jordy Nelson para mantener con vida la serie, aunque lo más espectacular todavía estaba por venir.

Con 0:13 en el reloj y sin timeouts disponibles, los Packers se alineaban en apariencia para picar el balón y detener el tiempo. Falso, Rodgers pilló desprevenidos a todos los Dolphins e hizo un fake spike (jugada patentada por Dan Marino) y tiró el balón a Davante Adams, quien estaba totalmente desmarcado. El receptor novato llevó el balón a la yarda 4, con seis segundos en el reloj. En la siguiente acción, Rodgers completó la marcha encontrando a Andrew Quarless, un tight end que se alineó como receptor abierto en esa jugada, en la zona final para así asegurar el tercer triunfo consecutivo para Green Bay.

Rodgers maneja todo tipo de situaciones, dentro y fuera del pocket, siguiendo las jugadas establecidas o bien, improvisando sobre la marcha. Y ese fake spike debe ser el homenaje más grande que se la rendido a Dan Marino, y como bien dijo John Lynch en la transmisión televisiva del partido: "In the home of Dan Marino, he pulls the Marino!" ("En la casa de Dan Marino, tiró un Marino"). No está demás recordar que el mismo Rodgers hizo un llamado a la calma a toda la fanaticada de los Packers, luego de la caída ante los Lions en la tercera semana. Desde entonces, no han vuelto a perder.

Los empates son algo muy extraño en la NFL. Aunque desde 2012, cuando comenzó a aplicarse el actual reglamento del tiempo extra, se han producido tres igualdades, la última en el duelo de ayer entre los Carolina Panthers y los Cincinatti Bengals. Luego de terminar el tiempo reglamentario con el marcador 34-34, jugaron el cuarto adicional. Primero, los Bengals anotaron un gol de campo en su primera ofensiva y como no lograron el touchdown, le dejaron una oportunidad a los Panthers quienes nivelaron el marcador en la siguiente posesión. Se hizo curioso que en un juego que tuvo anotaciones por doquier, no pudieran acercarse a la zona de anotación en los quince minutos de prórroga. Y cuando parecía que el partido iba a tener un ganador, ocurrió algo todavía más raro: Mike Nugent, quien había convertido sus tres intentos de gol de campo, iba por uno de 36 yardas -su más corto del día- para ganar el partido... el balón se abrió y se fue abierto a la derecha. Un inusual empate y dada esta reciente tendencia, quizás ya no sea tan raro ver empates en el futuro.

viernes, 10 de octubre de 2014

Los nuevos clásicos


A partir de este sábado, San Francisco Giants y St. Louis Cardinals comenzarán a disputar la Serie de Campeonato en la National League. No solo estarán repitiendo el duelo de hace un par de temporadas, sino que se están confirmando como dos de los grandes equipos de las Ligas Mayores de Béisbol en los últimos años. Desde 2010 en adelante, han sido los únicos representantes de la NL en la Serie Mundial.

Campeones de National League

2010: San Francisco Giants - vencieron a Texas Rangers (4-1) en la Serie Mundial.
2011: St. Louis Cardinals - vencieron a Texas Rangers (4-3) en la Serie Mundial.
2012: San Francisco Giants - vencieron a Detroit Tigers (4-0) en la Serie Mundial.
2013: St. Louis Cardinals - cayeron ante Boston Red Sox (2-4) en la Serie Mundial.

Estos son equipos que han mantenido una base a lo largo del tiempo, a pesar de algunos cambios sufridos en sus rosters, como en el caso de los Cardinals, quienes vieron partir a Albert Pujols después del título del 2011 y el retiro de Chris Carpenter, otrora ganador del premio Cy Young. Han sabido mantenerse en lo alto con jugadores como Yadier Molina, Matt Carpenter y Adam Wainwright, quien durante este año ganó en 20 de sus aperturas en temporada regular.

Los Giants, por su parte, conservan gran parte de su pitcheo que les ayudó a ganar los títulos de 2010 y 2012. Tim Lincecum y Madison Bumgarner continúan siendo sus abridores más confiables y fue el pitcheo una de las principales causas de su triunfo en la reciente Serie Divisional frente a Washington Nationals, donde lograron dos de sus tres victorias como visitantes. La segunda quedó en la historia, puesto que el encuentro no se decidió hasta el 18° inning y el juego se extendió por 6 horas y 23 minutos, el más largo de toda la historia de la postemporada.

El antecedente más reciente entre estos dos conjuntos en las eliminatorias se remonta a octubre de 2012. Los Cardinals tenían ventaja de 3-1 en la serie y con la chance de liquidar en su casa, pero los Giants fueron capaces de ganar tres partidos consecutivos (el sexto y el séptimo como locales) y cada uno de esos triunfos con diferencia de 5 o más carreras: 5-0 en el quinto, 6-1 en el sexto y 9-0 en el séptimo. Aquel fue el primer triunfo de los Giants en un Game 7, en toda su historia (habían perdido los cinco anteriores) y lo consiguieron anotando cinco carreras en el 3° inning, además de un excelente juego lanzado por Matt Cain y los relevistas que jugaron a partir del 5° episodio.

Ahora, serán los Cardinals quienes tengan la ventaja de localía, siendo locales en los juegos 1, 2, 6 y 7. A ver si en esta ocasión no dejan pasar una ventaja tan importante como la que tenían en aquella serie de 2012. Aparte que vienen logrando remontadas, como las que consiguieron en dos de sus tres victorias en la serie ante Los Angeles Dodgers. Los Giants, en tanto, querrán seguir dominando con sus lanzadores, ya sea en casa o en cancha ajena, como lo hicieron en Pittsburgh y en Washington, en los presentes playoffs.

lunes, 6 de octubre de 2014

Resumen: Cardinals 20, Broncos 41


El equipo de Denver le propinó la primera derrota de la temporada al conjunto de Arizona, que llegaba a este partido invicto después de sus primeros tres juegos. Con relativa tranquilidad, los Broncos lograron su tercer triunfo en el presente curso y como es habitual, Peyton Manning fue el principal protagonista. En su primera ofensiva, en la que recorrieron 80 yardas, Manning encontró a Julius Thomas para su primera anotación de la tarde. Aquel fue el primero de cuatro pases de touchdown de Manning y el 500° de su carrera, convirtiéndose en el segundo jugador que alcanza esa cifra en toda la historia de la NFL. Con seis más, podría apoderarse de la marca que le pertenece a Brett Favre (508).

A lo largo del juego, Manning (31/47, 479 yardas, 4 touchdowns, 2 intercepciones) pudo establecer su ofensiva no huddle, en principio con pases rápidos y posteriormente, con envíos largos como en la conexión de 86 yardas que hizo con Demariyus Thomas, en el segundo cuarto. El valor de esa jugada estuvo en la precisión del pase que cayó directo en las manos de Thomas, quien era perseguido paso a paso por Patrick Peterson, el cual fue varias veces quemado por Peyton, a pesar de su buena ubicación en las coberturas. Eso sí, hubo tramos del juego en que Manning pasó problemas, como en sus dos intercepciones. Ambas, surgieron simplemente por malos pases suyos, enviados a contrapie y de forma precipitada. De hecho, la segunda intercepción derivó en siete puntos para los Cardinals.

Si bien Denver cuenta con la mejor o una de las mejores ofensivas aéreas de toda la liga, es necesario consignar que este equipo no involucra mucho a sus corredores, a diferencia del año pasado cuando tenían a Knoshown Moreno (ahora en Miami). Monte Ball pasó a ser titular y no solo es un jugador de contextura más pesada, sino que no parece tener la confianza de Manning quien no suele buscarlo en rutas cortas o de escape. Encima, Ball no parece encajar dentro del esquema ya que aparte de ser pesado es un corredor más lento. En apariencia, la dirección técnica de los Broncos se está percatando de ese aspecto: en la segunda mitad, le dieron más snaps a Ronnie Hillman, quien a priori se ajusta más al ritmo de juego que establecen los Broncos.

Los Cardinals tienen un equipo bien armado, con un plan de juego que consiste principalmente en formaciones con doble ala cerrada para brindar más protección al pasador o bien, para abrir espacios a su corredor titular Andre Ellington, quien mantuvo al equipo dentro del partido con el touchdown de 81 yardas que convirtió en el tercer cuarto, tras el pase del debutante Logan Thomas, quien debió ingresar en lugar de Drew Stanton, el cual salió del juego por una conmoción. Ese pase fue el único que completó Thomas en el cuarto y medio que estuvo en la cancha.

Debido a la temprana desventaja en el marcador, los Cards tuvieron que lanzar mucho más. Stanton completó apenas 11 de 26 pases, pero muchos de esos tiros incompletos se les deben achacar a sus receptores (Larry Fitzgerald, Michael Floyd y Ted Ginn Jr) quienes dejaron caer varios de ellos. Peor aún, varios de esos drops ocurrieron en jugadas de tercer down. Entre esas oportunidades perdidas y el cansancio de sus jugadores defensivos (posesión - Denver 35:17, Arizona 24:43), los pájaros rojos de Arizona terminaron rezagándose, a pesar de llegar a ponerse a cuatro puntos de margen en el tercer cuarto. Aparte, necesitan tener de regreso a su mariscal titular, Carson Palmer, dada la complejidad de su división, en la que compiten con Seattle y San Francisco.

En la siguiente semana, los Broncos (3-1) visitarán a los New York Jets, quienes han perdido cuatro juegos consecutivos y en la jornada de ayer mandaron a la banca a su mariscal titular, Geno Smith, mientras que los Cardinals (3-1) volverán a su casa para recibir a los Washington Redskins, quienes a falta de su juego de esta noche, intentan armar su esquema ahora con Kirk Cousins en los controles.