lunes, 13 de octubre de 2014

Lo valorable y lo curioso

Después de perder en la semana inaugural, los Dallas Cowboys han ganado cinco partidos consecutivos. Y de esas cinco victorias, la de ayer en casa de los Seattle Seahawks debe ser la más valiosa. Era la prueba más dura que enfrentaba Dallas en lo que va de curso, el partido en el que podían comprobar qué tan lejos podrían apuntar este año. Los Cowboys no solo ganaron, sino que lo hicieron sin perder la concentración (esos 2 balones perdidos del tercer cuarto pudieron costar caro). Además, siguieron la receta que habían aplicado los San Diego Chargers cuando enfrentaron a los vigentes campeones en la segunda fecha: control del balón, ofensivas largas finalizadas en anotaciones. Aunque los Vaqueros lo hicieron a su estilo, con un sólido trabajo de sus linieros quienes dominaron en las trincheras, abriendo paso a Demarco Murray quien volvió a superar la centena terrestre (115 yardas en 29 acarreos, 1 touchdown).

El poderío de la línea también está beneficiando a Tony Romo. En el juego de ayer, el quarterback tuvo tiempo para leer las coberturas defensivas e identificar los puntos favorables. Romo sacó provecho de la elasticidad de Dez Bryant Y Terrance Williams, quienes completaron atrapadas con un alto grado de dificultad. Después del primer partido, donde Romo regaló 3 intercepciones, sólo ha lanzado dos intercepciones a cambio de diez touchdowns. Antes de proclamar a Dallas como aspirante al Super Bowl, habría que esperar y ver como continúa creciendo este conjunto. Más aún si consideramos que todavía tienen pendientes sus duelos divisionales frente a los New York Giants (jornadas 7 y 12) y los Philadelphia Eagles (jornadas 13 y 15).

Siempre se ha dicho que entre las cualidades que distinguen a los grandes quarterbacks de la NFL del resto están los game winning drives. Esas ofensivas en las que el mariscal de campo puede llevar a su equipo a la victoria, tal como lo hizo ayer Aaron Rodgers en el triunfo de los Green Bay Packers ante los Miami Dolphins. Con 2:04 por jugar, Rodgers tomó el balón desde la yarda 40 de su territorio y lo llevó hasta las diagonales mediante 11 jugadas. La marcha tuvo diversas complejidades, debido a la presión de los defensivos de Miami y al tipo de jugadas que debió ejecutar Rodgers, como en el 4to & 10 que completó con Jordy Nelson para mantener con vida la serie, aunque lo más espectacular todavía estaba por venir.

Con 0:13 en el reloj y sin timeouts disponibles, los Packers se alineaban en apariencia para picar el balón y detener el tiempo. Falso, Rodgers pilló desprevenidos a todos los Dolphins e hizo un fake spike (jugada patentada por Dan Marino) y tiró el balón a Davante Adams, quien estaba totalmente desmarcado. El receptor novato llevó el balón a la yarda 4, con seis segundos en el reloj. En la siguiente acción, Rodgers completó la marcha encontrando a Andrew Quarless, un tight end que se alineó como receptor abierto en esa jugada, en la zona final para así asegurar el tercer triunfo consecutivo para Green Bay.

Rodgers maneja todo tipo de situaciones, dentro y fuera del pocket, siguiendo las jugadas establecidas o bien, improvisando sobre la marcha. Y ese fake spike debe ser el homenaje más grande que se la rendido a Dan Marino, y como bien dijo John Lynch en la transmisión televisiva del partido: "In the home of Dan Marino, he pulls the Marino!" ("En la casa de Dan Marino, tiró un Marino"). No está demás recordar que el mismo Rodgers hizo un llamado a la calma a toda la fanaticada de los Packers, luego de la caída ante los Lions en la tercera semana. Desde entonces, no han vuelto a perder.

Los empates son algo muy extraño en la NFL. Aunque desde 2012, cuando comenzó a aplicarse el actual reglamento del tiempo extra, se han producido tres igualdades, la última en el duelo de ayer entre los Carolina Panthers y los Cincinatti Bengals. Luego de terminar el tiempo reglamentario con el marcador 34-34, jugaron el cuarto adicional. Primero, los Bengals anotaron un gol de campo en su primera ofensiva y como no lograron el touchdown, le dejaron una oportunidad a los Panthers quienes nivelaron el marcador en la siguiente posesión. Se hizo curioso que en un juego que tuvo anotaciones por doquier, no pudieran acercarse a la zona de anotación en los quince minutos de prórroga. Y cuando parecía que el partido iba a tener un ganador, ocurrió algo todavía más raro: Mike Nugent, quien había convertido sus tres intentos de gol de campo, iba por uno de 36 yardas -su más corto del día- para ganar el partido... el balón se abrió y se fue abierto a la derecha. Un inusual empate y dada esta reciente tendencia, quizás ya no sea tan raro ver empates en el futuro.

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