domingo, 29 de enero de 2012

Apuntes de NBA (29 de enero)

Por fin hay rivalidad: Eso se puede decir de los dos equipos de Los Angeles. Después del fichaje de Chris Paul por los Clippers, quien supuestamente iba a los Lakers, comenzó a fortalecerse una rivalidad entre vecinos, la cuál siempre había tenido un evidente dominador.

La historia comenzó a cambiar notoriamente esta temporada -en buena parte por el arribo de Paul-, los Clippers ganaron los dos duelos de pretemporada y el primero de la etapa regular, disputado el 14 de enero.

El más reciente se jugó el miércoles pasado. Los Lakers ganaron por cinco puntos de diferencia, en un partido áspero, de mucho contacto entre los jugadores, decisiones controversiales de los jueces y ánimos caldeados, particularmente en una situación dada en los segundos finales, con el mencionado Paul y Pau Gasol.

Aparentemente, el armador de los Clippers habría tratado de "soft" al catalán, lo que molestó al "4" de los auripúrpuras. Nada nuevo, en todo caso. Las continuas críticas al carácter de Gasol deben ser una de las prácticas más comunes y a su vez, más mal intencionadas que se dan actualmente en la liga.

Efectos del Lockout: El cierre laboral más el escaso tiempo de preparación para la temporada iban a traer consecuencias para equipos y jugadores. Así ha sido. Se han producido más partidos definidos por muchos puntos de diferencia, además de un bajón en la efectividad anotadora, algo que se pudo notar en las primeras dos semanas.

Aparte, el primer mes de liga ha sido fatal en cuanto a lesiones. Derrick Rose, Chris Paul y Dwyane Wade ya debieron perderse partidos por diversas dolencias. En tanto que Luol Deng y Eric Maynor, de importante contribución para sus respectivos equipos, estarán fuera por tiempo considerable, afectando -en cierto modo- el funcionamiento de los Bulls y el Thunder, respectivamente.

La magia de Ricky: En tan sólo un mes de competición, Ricky Rubio se ha asentado rápidamente en la NBA. Muy rápido, quizás. Considerando solo a armadores novatos, Rubio debe ser el más irrevente y el más influyente desde los tiempos de Jason Williams en Sacramento.

El español posee una impecable visión de juego, dotes de liderazgo -fundamental para tener minutos importantes en cancha-, hace jugar mejor a los compañeros, mejora su efectividad anotadora -su gran defecto en Barcelona- y le agrega ese "toque" especial a cada asistencia, ideal para generar impacto inmediato dentro de la liga.

Rubio se integró a un equipo como Minnesota Timberwolves, que aspira a convertirse en protagonista y constante animador del Oeste en un futuro cercano. Y su presencia está siendo idónea dentro de esa construcción.

¿Sabías qué?

En la derrota del lunes pasado en Boston, el Orlando Magic anotó apenas 56 puntos y encestó el 24% de sus tiros al aro, ambos representan las cifras más bajas en un partido en la historia de la franquicia.

El pívot del Magic, Dwight Howard, lanzó 39 tiros libres en el triunfo del pasado 12 de enero ante los Golden State Warriors. Esa cantidad de disparos desde la línea se transformó en nuevo récord para un juego de NBA.

Anoche, Kobe Bryant se convirtió en el jugador con más tiros libres encestados (7.163) en la historia de los Lakers y se encuentra a cuatro canastas de tener esa marca histórica (hasta ahora, lleva 9.932).

Solitario en la derrota

Cuando un arduo trabajo y un enorme sacrificio de todo un conjunto se puede ver estropeado por un sólo error... así le ocurrió a los Baltimore Ravens, el domingo pasado, en la derrota por tres puntos de diferencia ante los New England Patriots, que los alejó de la posibilidad de ir al Super Bowl.

La situación específica: Con el marcador 20-23 y con menos de 20 segundos en el último cuarto, Billy Cundiff se aprestaba para rematar un gol de campo de 32 yardas. Relativamente accesible. ¿Qué ocurrió? Cundiff pateó mal y el balón se fue a la izquierda de los postes. Los Ravens perdieron la final de conferencia.

Todas las miradas apuntaron al pateador. Es fácil hacer eso en momentos duros, culpar a uno sólo cuando algo no sale bien. Pero, ¿Qué pasó con la selección de jugadas ofensivas, que por algunos momentos era predecible? y ¿Qué pasó con la curiosa decisión de arriesgarse en 4º down en la penúltima serie, cuando aún había tiempo?

Claro, todo eso se pasó por alto. Lo más simple fue cargar la responsabilidad al pateador, de la misma forma como ocurrió con Kyle Williams en San Francisco.

Menos mal que Cundiff recibió respaldo y uno muy importante. Después del partido en Foxboro, Ray Lewis dijo sabiamente: "No hay un sólo hombre que jamás perdió o ganó un partido. Nunca bajes la cabeza, ganamos como equipo y perdimos como equipo. No existe el 'fue culpa de Billy'. Él falló la patada. Eso pasa. Sigue adelante porque la vida no se detiene". Cuanto sabe el futuro Hall of Famer.

En el fútbol americano, como toda actividad colectiva, se gana o se pierde como conjunto. Y frases como las emitidas por el capitán de la defensa de los Ravens revitalizan aún más ese concepto y ayudan levantar caídos, como Cundiff.

Siempre es necesario recibir ese apoyo de un compañero, aunque seguramente el sentimiento de culpa debió pasar -y mucho, tal vez- en la cabeza de Billy. Como quien dice, todos se suben cuando se gana, pero las derrotas se sufren. Y mucho más cuando te quedas en solitario.

lunes, 23 de enero de 2012

Giants-49ers: Football a la antigua


3:40 de la tarde en San Francisco, California. Cielos oscuros y la lluvia se deja caer en el campo de Candlestick Park. O sea, escenario ideal para un partido de playoffs. Bajo ese marco, anoche, los New York Giants y los San Francisco 49ers se enfrentaron por octava ocasión en postemporada, y la verdad, jugaron a la altura de la instancia.

Por las cualidades de ambos equipos, se podía esperar un partido muy físico, de muchos tackles y escasa anotación. Ocurrió así tal cual.

En la primera mitad, la ofensiva de los Giants logró establecerse con series sostenidas, gracias a la protección que en ese momento le daba la línea a Eli Manning quien pudo completar pases de toda especie, en particular con Victor Cruz, quien realizó atrapadas cruciales, ya sea ante buena oposición o bien, usando su elasticidad.

Eso sí, pese a sus 19 minutos de posesión, los "Gigantes" solo consiguieron 10 puntos en los primeros dos cuartos. A los Niners les bastó con la escapada de Vernon Davis (79 yardas) para mantenerse dentro del partido.

Llegó la segunda mitad y con ello, las defensivas comenzaron a dominar el encuentro. Las líneas defensivas se imponían en la batalla de las trincheras, presionando al Quarterback adversario en casi todas las jugadas.

La diferencia de los mariscales, en ese sentido, pasó porque Manning fue capaz de moverse para estirar las jugadas, en cambio que Alex Smith se lanzaba a correr de forma desesperada.

Aunque, a partir de ésto último, se desprende lo siguiente: Ayer, los Niners sacaron jugadas poco vistas anteriormente. Intentaron fintas, corridas del propio Smith -por diseño-, reversibles, etc. Buscaron sorprender, porque veían que con su estrategia original no iban a llegar muy lejos. Por el contrario, los "G-Men" pese a toda la golpiza, se mantenían dentro de su plan y nunca parecían perder la concentración.

El juego llegó a los minutos finales del tiempo reglamentario con empate a 17 -y un par de fumbles controversiales-. A esa altura, las defensas daban un concierto de tackles bien hechos -algo de lo que no todos los equipos de la liga se pueden jactar- y los despejadores tenían un rol fundamental por la posición en el terreno.

En un partido de fuerzas tan niveladas, y con el pase al Super Bowl mediante, una jugada grande, una escapada o incluso, un error puede terminar siendo la diferencia.

Sí, fue un balón suelto.

En tiempo extra, Kyle Williams, quien tuvo participación ayer ante la ausencia de Ted Ginn Jr., recibió el ovoide tras el despeje de Steve Weatherford y cuando Williams se lanzaba a correr, le tumban el balón en plena carrera y Devin Thomas lo recuperó dentro de territorio Niner, dejando a los Giants con inmejorable ubicación para liquidar el juego.

Si hay que criticar algo del fumble de Williams -más allá de todo el chaqueteo de los seguidores de San Francisco- no fue sólo el hecho de perder el balón, sino que desde que lo tomó, jamás lo sostuvo correctamente ni mucho menos lo llevó sostenido al cuerpo. En el fútbol americano, cuando se corre con el balón expuesto, siempre hay altas probabilidades que un defensivo lo arranque de un manotazo.

Finalmente, en la mitad del Overtime, el escocés Lawrence Tynes conectó el gol de campo ganador de 31 yardas, pese a la mala colocación de Weatherford, para darle el triunfo a los neoyorquinos por 20-17 y los pasajes a Indianápolis para jugar el Super Bowl XLVI.

Al igual que hace cuatro años, New York ganó una final de conferencia de visita, en condiciones climáticas complicadas y con un Field Goal en la prórroga. Y por si no bastaran las coincidencias, su rival del 5 de febrero serán los New England Patriots... tal como fue en 2008.

Siempre da gusto ver partidos de NFL así de competitivos y así de bien de jugados, con mayor razón si es en postemporada. Dignfica aún más a la liga como la mejor del mundo y dignifica aún más al fútbol americano como juego, en particular, cuando se ven tackles bien hechos -como los de Patrick Willis, por ejemplo- fundamentos bien empleados e interesantes estrategias de juego. Es decir, football en su más puro estado.

domingo, 15 de enero de 2012

Apuntes de NFL (Semifinales de Conferencia)

Por historia, ésta es la mejor parte de los playoffs. Y esta vez, los partidos estuvieron acorde con tal teoría. Final ultra cardíaco en la bahía, Cátedra en Boston, partido cerrado en Baltimore y oficialmente, tendremos nuevo campeón. Aquí, un repaso de los cuatro juegos de este fin de semana.

Saints 32 49ers 36: Cuatro cambios en el marcador en los cuatro minutos finales hicieron de éste, posiblemente, el mejor partido de la temporada y uno de los mejores en playoffs en los últimos años. Desde un comienzo, se dieron situaciones favorables a los locales como los robos de balón (5 en total) que llevaron a los Niners a tomar ventaja en el marcador.

Defensivamente, durante amplios pasajes del encuentro le negaron los acarreros a New Orleans y además, el gran trabajo en coberturas de pase, impidiendo envíos largos por parte de Drew Brees, quien muchas veces sólo debio conformarse con pases cortos. Recién en el cuarto período pudo encontrar jugadas largas, gracias a los touchdowns con Darren Sproles y Jimmy Graham, respectivamente.

Un reconocimiento al atrevimiento de los Niners en los minutos finales. Primero, con la jugada por tierra de Alex Smith, en 3º down, que puso a San Francisco arriba 29-24 (Detalle táctico: Gran labor de linieros y receptores cargando el flujo de la jugada hacia el lado opuesto de donde fue la corrida) y finalmente, con el pase ganador a Vernon Davis, cuando podrían haber optado al empate y haber definido en tiempo extra.

Broncos 10 Patriots 45: Impecable ejecución de la ofensiva encabezada por Tom Brady, quien completó pases y controló el juego a su antojo, explotando cualquier espacio que dejara la defensiva de Denver en cada situación. Su rendimiento lo comprueba: 26 de 34 pases completos, 363 yardas, 6 touchdowns y rating de 137.6.

Conjuntamente, los Patriots sumaron 146 yardas terrestres, las cuales sirvieron de complemento ideal a lo realizado por Brady. Bastante llamativo fue ver a Aaron Hernández alineado como corredor y llevando el ovoide como si fuera un caballito de batalla (61 yardas por ese expediente).

Como nunca en la temporada, New England jugó buena defensa. Y lo hizo de forma disciplinada, anticipando toda intención de fintas y/o jugadas optativas que pretendía hacer Tim Tebow, quien apenas pudo correr y apenas completó 9 pases, además de llevarse una golpiza por parte de los defensivos de los Pats (5 capturas recibidas). Seguro que debe seguir acordandose del "recuerdito" que le dejó Shaun Ellis.

Texans 13 Ravens 20: ¿Por qué abandonar lo que da resultados? Esa interrogante cae como anillo al dedo para Gary Kubiak, entrenador de los Houston Texans, quien en el último cuarto decidió dejar el productivo ataque terrestre (Arian Foster: 132 yardas en 27 corridas y 1 TD) y le cargó la responsabilidad al Quarterback novato -y suplente- T.J. Yates. ¿Qué ocurrió? 2 intercepciones y derrota ante un equipo que le bastó solo con su producción del primer cuarto.

Eso sí, no hay que olvidar a los dos valuartes defensivos de los Ravens: Ray Lewis y Ed Reed. Por lo visto, quieren coronar sus ilustres carreras llegando a lo más alto y hoy lo demostraron con alto nivel de tackleo e instintos para jugar. En conjunto, registraron 14 tackles.

Giants 37 Packers 20: Cayó el campeón. Y cayó justamente, ante unos "G-Men" que vienen jugando a un alto nivel desde el triunfo ante los Jets, el 24 de diciembre. El equipo neoyorquino ganó, en primer lugar, por su dominio en la línea de golpeo. Le dieron tiempo a su mariscal de campo y del lado contrario, sus frontales defensivos presionaron constantemente a Aaron Rodgers (4 derribos y 5 hits).

Admirable ejecución de Eli Manning, sobre todo en 3º down. Logró completar 8 pases en situaciones de ese tipo y lo hizo siempre con mucho aplomo, confirmando que es uno de los mejores QB en la actualidad. Hakeem Nicks y en menor medida, Victor Cruz ayudaron en gran parte a completar las grandes jugadas ofensivas.

A los Packers no les faltaron oportunidades, pero simplemente, tuvieron un partido lleno de errores. Algunos pases mal enviados por Rodgers, ocho "drops" de los receptores -normalmente, muy seguros- y además, cuatro pérdidas de balón. Sin contar los evidentes tackleos fallidos, una constante de toda esta temporada.

El equipo de Green Bay cometió todos los errores que no había hecho en toda la campaña y New York ejecutó perfectamente, además de jugar con eso que le llaman "momentum". El pase de "Ave María" al final del segundo cuarto, que desembocó en touchdown, fue una gran prueba.

Antes de cerrar, un par de reflexiones: Resulta interesante ver que en este año, dominado por ofensivas, tres de los cuatro finalistas de conferencias sean equipos con destacadas unidades defensivas, demostrando que en la NFL no basta solo con hincharse a yardas y puntos (el caso de Saints y Packers), siempre será importante tener balance en todas las líneas.

Y por otra parte, dada la forma en como vienen Giants y Patriots es inevitable pensar en una revancha del Super Bowl de hace cuatro años. Con la diferencia, claro está, que esta vez no hay invicto de por medio.

¿Sabías qué?

Vernon Davis, de los San Francisco 49ers, estableció un récord para alas cerradas en un partido de playoffs, con las 180 yardas que sumó ayer ante los New Orleans Saints. Además, de atrapar el pase que valió por el triunfo en los segundos finales.

Tom Brady, de los New England Patriots, se convirtió anoche en el tercer Quarterback en tener un juego de playoffs con 6 pases de touchdown, igualando lo que alguna vez hicieron Daryl Lamonica y Steve Young. Además, llegó a 36 pases anotadores en su carrera en postemporada, ubicandose en el tercer lugar de todos los tiempos, detrás de Joe Montana (45) y Brett Favre (44).

Los Green Bay Packers han perdido cuatro de sus últimos seis partidos de playoffs en Lambeau Field, incluyendo los dos últimos que fueron ante los New York Giants.

Eli Manning, de los Giants, tiene récord de 6-3 en las rondas finales. De esos seis triunfos, cinco fueron de visita o en territorio neutral (Super Bowl XLII).

martes, 10 de enero de 2012

Análisis: Steelers 23 Broncos 29

¿Cómo se puede ganar un partido de playoffs con un Quarterback que apenas completa la mitad de sus pases? ¿Cómo se puede ganar un partido de playoffs ante una defensa ultra agresiva? y ¿Cómo se puede dar la pelea en playoffs, aún con lesiones importantes? Denver Broncos y Pittsburgh Steelers tuvieron respuesta para esas interrogantes en el que fue el mejor partido de la primera ronda de postemporada. Aquí, las claves:

Aunque cueste creerlo, Tim Tebow hizo algunas buenas lecturas de la defensiva de los Steelers, siendo capaz de explotar su mayor debilidad que está en las coberturas de pase. De los diez envíos que completó Tebow (sí, apenas diez), seis de ellos fueron de más de 15 yardas y los ejecutó en situaciones teóricamente imprevistas, lo que a la larga terminó desequilibrando el juego a favor de Denver. El touchdown ganador con Demaryius Thomas, en la primera jugada de la prórroga, fue la guinda de la torta.

Además de esos impensados pases largos, el coordinador ofensivo Mike McCoy le ganó el duelo a su par defensivo de Pittsburgh, Dick LeBeau. Y se pudo apreciar en todas las jugadas de finta con las que terminaron confundiendo a los Steelers que se enfocaron en contener a Willis McGahee, pero que nunca pudieron contener los anzuelos con los que Tebow o el propio McGahee llevaron el ataque por tierra.

Poco y nada se habla de la línea ofensiva de los Broncos. La verdad, es que merecen un mayor reconocimiento. Siempre abren espacios para los corredores y protegen impecablemente a su mariscal de campo. Una prueba: No concedieron una sola captura en el partido.

Caso contrario con los cinco que protegen a Ben Roethlisberger. En verdad, no lo cuidan mucho. Se vieron lentos ante la presión de los jugadores de Denver, permitieron toda clase de golpes a su QB (5 capturas y otros 7 "hits"), que por pasajes del encuentro cojeaba notoriamente.

La defensiva de Pittsburgh muestra signos de vejez. Cierto, tuvieron lesionados importantes (Ryan Clark, Brett Keisel, Casey Hampton), pero eso no es justificativo para los problemas que están teniendo para tacklear, siendo que siempre se caracterizaron por no conceder muchas yardas a los corredores rivales.

Eso sí, los "acereros" demostraron tener pasta de equipo grande. Aún siendo dominados por Denver, aún con su defensa que hizo agua y aún con Roethlisberger que jugó lesionado, fueron capaces de dar pelea y hasta llegaron a igualar el partido con menos de cuatro minutos en el tiempo regular. Lo malo para su causa es que desaprovecharon una chance para ganar en los segundos finales del cuarto período, algo que finalmente terminaron pagando caro.

En conclusión, ganó el equipo que pudo llevar de mejor manera su plan de juego durante gran parte del encuentro, que supo hacer ajustes luego de un comienzo lento y por último, el conjunto que tiene como protagonista a uno de los fenómenos más raros de la NFL en los últimos años. No tiene gran técnica pasadora, no parece dominar ciertos fundamentos, pero Tim Tebow tiene algo muy valioso en el deporte: Mentalidad ganadora.

Con este dramático triunfo hay "Tebow Manía", al menos, hasta este sábado por la noche cuando les toque visitar Foxboro para enfrentar a los New England Patriots.

Quien sabe hasta donde llegará el equipo de Denver, pero de lo que sí estamos seguros, es que el domingo presenciamos un "Instant Classic". Jugadas imprevistas, cambios en el marcador, situaciones controversiales y definición en Overtime. Justo a la medida de un juego de Playoffs.

martes, 3 de enero de 2012

17 semanas después...















La etapa regular de la temporada 2011 de la NFL ha quedado en la historia por particulares causas. Primera, los casi cinco meses de lockout que pusieron en duda la realización de la presente campaña. Segunda, el mismo cierre patronal y el escaso tiempo de preparación en los equipos repercutió en el nivel de juego -sobre todo en septiembre-. Y tercera, por ser el año de los Quarterbacks, indudablemente los grandes protagonistas de este año.

A saber: Cinco mariscales de campo superaron las 4.500 yardas, algo inédito en la historia de la liga. De esos cinco, tres rebasaron las 5.000, un hecho también inaudito en una temporada. Y si fuera poco, de aquellos tres, dos superaron la antigua marca de Dan Marino (5.084 en 1984), siendo Drew Brees el nuevo poseedor de aquel logro, terminando las 17 jornadas con 5.476.

Brees, por definición, es un pistolero. Y el plan ofensivo de New Orleans Saints está diseñado para que el ex Charger reparta el balón por toda la cancha, sacando provecho de la versatilidad de sus receptores. Lo mismo se puede decir de Tom Brady (5,235 yardas) y Aaron Rodgers (Rating de 122.5, nueva marca de la liga), cuyas ofensivas giran principalmente en torno a sus figuras. Por todo ésto, además, es que sus respectivos conjuntos -Saints, Patriots y Packers-estén en playoffs y con altas aspiraciones de llegar hasta el Super Bowl.

Continúa la paridad

De los 12 equipos que estarán en la postemporada, seis de ellos no clasificaron en el 2010. Una evidente prueba de la paridad por la que siempre apuesta la liga y que con situaciones de este tipo, sigue dando resultados.

Houston Texans jugará playoffs por primera vez en sus diez temporadas de existencia, Denver Broncos entra pese a terminar con registro de 8-8 y pese a los marcados defectos de Tim Tebow, mientras que Detroit Lions está en las rondas finales por primera vez desde 1999, así como San Francisco 49ers reaparece en estas instancias luego de ocho años de ausencia.

Otra prueba de paridad y competencia en el amplio sentido de la palabra: Este año, hubo 125 partidos definidos por menos de siete puntos, pasando a ser la segunda mayor cantidad de la historia (126 en 2002).

Un año sin Peyton

Peyton Manning decidió no jugar esta temporada, luego de delicadas cirugías en el cuello. ¿En qué afectó su ausencia para los Indianapolis Colts? Simple, en acabar con el peor récord de la liga (2-14) y el primer pick del próximo draft (¿Alguien dijo Andrew Luck?). Eso pasa cuando se arma un equipo dependiendo de su estrella y ésto pasa cuando la estrella no está en la cancha.

Los pateadores se hicieron notar

Si los Quarterbacks batieron marcas, los pateadores no se quedaron atrás. David Akers y sus 44 goles de campo convertidos superaron la marca de Neil Rackers, en tanto que Sebastian Janikowski fue el tercero en convertir un FG de 63 yardas, igualando lo que alguna vez hicieron Tom Dempsey (1974) y Jason Elam (1998). Además, el polaco se dio el lujo de convertir tres FG's superiores a las 50 yardas en un solo partido. Con razón lleva 12 años en los Oakland Raiders.

Ya pasó la temporada regular y ahora viene la mejor parte: Camino a Indy. Tres rondas de eliminación directa que desembocarán en el Super Bowl XLVI, el cual se llevará a cabo en el estadio de los Colts, el próximo 5 de febrero. Por como se han visto los partidos de este año, no sorprenderia una final dominada por ofensivas y de alta anotación. Solo por decir algo, nada más.