viernes, 29 de agosto de 2014

¿A quién seguir en España?

En vísperas del comienzo del Mundial de Básquetbol, a continuación presento a cinco jugadores que, por diversos motivos, podrían ser interesantes de seguir a lo largo del torneo, que se desarrollará a partir de este sábado en España. Unos que emergen, algunos que se consolidan y otros que ya son estrellas absolutas. Mucho ojo con ellos.

Stephen Curry, Estados Unidos: Uno de los tiradores más consistentes de la NBA, en los últimos dos años, logrando promedios cercanos a los 25 puntos y porcentajes de hasta 45% con los Golden State Warriors, además de estar en pleno crecimiento como conductor y pasador. Ante la baja por lesión de Paul George y la marginación de Kevin Durant, esta podría ser la ocasión en que Steph deslumbre en el contexto internacional y como casi seguro titular en el Team USA. Atención cuando coincida en la cancha con Klay Thompson, compañero suyo en los Warriors. Suelen entenderse bastante bien.

Marc Gasol, España: Sus cualidades físicas, sus jugadas cerca del aro y su presencia defensiva lo han convertido en pieza clave tanto para los Memphis Grizzlies como en su selección. Fue parte del equipo que ganó el Mundial en 2006 e igualmente, estuvo en el torneo pasado y en los últimos dos torneos olímpicos, donde España acabó con la medalla de plata en ambos casos. Ahora, jugando en casa, Marc pretende seguir demostrando porqué es uno de los mejores pívots del mundo y estando en la plenitud de su carrera.

Marcelinho Huertas, Brasil: Desde 2005, el actual jugador del Regal Barcelona ha sido uno de los habituales en la escuadra brasilera. Marcelinho es el armador titular y se caracteriza por su buen manejo de las situaciones, siendo un buen pasador y al mismo tiempo, un lanzador más que respetable. Este será su tercer Mundial y hace cuatro años, realizó uno de sus mejores partidos, marcando 32 puntos frente Argentina. Aunque para desgracia suya, Brasil perdió por cuatro unidades y debió despedirse en ronda de 16, etapa que buscarán superar en esta ocasión.

Milos Teodosic, Serbia: Este es uno de los bases más talentosos de toda Europa. Sorprende por su 1.95 de estatura, relativamente alta para su puesto e igualmente, por su personalidad para asumir riesgos y tomar disparos cruciales, como en el Mundial pasado, cuando clavó un triple en los segundos finales frente a España para avanzar a las semifinales. Con su selección, ganó tres campeonatos juveniles y a nivel de clubes, ha estado en finales de Euroliga con el CSKA Moscú y ha sido MVP de la misma competición.

Jonas Valanciunas, Lituania: Con dos temporadas cumplidas en los Toronto Raptors, Valanciunas muestra signos de evolución como pívot, especialmente en el costado ofensivo, donde ya ha registrado partidos con más de 20 puntos. Saca provecho a sus 2.09 de estatura y casi 100 kilogramos, al jugar con mucha agilidad en la llave, mostrando capacidad para ganar la posición y capturar rebotes, así como también para jugar defensiva e incomodar a los tiradores rivales. Puede ser un jugador desequilibrante para los lituanos, quienes terminaron terceros en el Mundial pasado.

Lo que debes saber del Mundial de Básquetbol

El torneo comienza este 30 de agosto y se compone, en primera instancia, por una fase de grupos, en la que los 24 equipos están divididos en seis zonas. Al cabo de todos los partidos disputados, los cuatro mejores de cada grupo clasificarán a las eliminatorias por el título, que se definirá el 14 de septiembre en Madrid.

Grupo A: España, Brasil, Serbia, Francia, Irán, Egipto.
Grupo B: Argentina, Puerto Rico, Croacia, Grecia, Filipinas, Senegal.
Grupo C: Estados Unidos, República Dominicana, Finlandia, Ucrania, Turquía, Nueva Zelanda.
Grupo D: Angola, Corea del Sur, Australia, México, Lituania, Eslovenia.

Fase de grupos: 30 de agosto al 4 de septiembre.
Octavos de final: 6-7 de septiembre.
Cuartos de final: 9-10 de septiembre.
Semifinales: 11-12 de septiembre.
Tercer lugar: 13 de septiembre.
Final: 14 de septiembre.

viernes, 22 de agosto de 2014

Nick Collins

Esta semana se hizo oficial el retiro de Nick Collins de la NFL, confirmado por él mismo vía Twitter. Aunque en la práctica, Collins ya estaba alejado del fútbol americano profesional de hace ya casi tres temporadas, luego de una lesión en el cuello que sufrió en septiembre de 2011, mientras jugaba por los Green Bay Packers, en un partido frente a los Carolina Panthers. Ese fue el último instante competitivo de Collins con los Packers, el único equipo que defendió en sus siete años de trayectoria, donde siempre se desempeñó como safety.

Su relativa liviandad física y su intensidad eran los elementos con los que Collins siempre generó un alto y positivo impacto en la defensiva de los 'Empacadores'. Siempre iba con vehemencia a tacklear y además, poseía cierto olfato para ir por el balón y cazar algunas intercepciones. Así fue como hizo la jugada más recordada de su carrera: en el Super Bowl XLV, Collins se quedó en la profundidad del campo para cubrir la ruta de pase y al ver que el envío de Ben Roethlisberger iba bombeado, Nick se olvidó de todo y fue directamente por el ovoide y lo capturó, llevándolo a toda máquina, eludiendo rivales y brincando heroicamente para entrar a la zona de anotación, marcando un touchdown de 37 yardas. Un pick six que terminó siendo clave en el triunfo de los Packers en esa noche del 6 de febrero de 2011.

Para entender más a detalle lo descrito anteriormente, estos números explican como Collins llegó a ser catalogado uno de los mejores safeties de la liga en su momento. Registró 417 tackleadas, interceptó 21 pases, forzó seis balones sueltos y anotó cuatro touchdowns, además de haber sido elegido al Pro Bowl en tres oportunidades. Su carrera quizás no fue tan extensa, pero sí muy productiva y por lo mismo, es y seguirá siendo un personaje muy recordado en Lambeau Field, la que fue su casa durante siete temporadas.

miércoles, 13 de agosto de 2014

NBA Retro: Pistons 2004

Los primeros años del presente siglo en la NBA fueron caracterizados por el predominio defensivo, con partidos muy físicos y anotaciones relativamente bajas. Y un equipo que se destacó en esos parámetros fueron los Detroit Pistons, quienes estuvieron en el top 4 de la liga durante seis años (2003-2008), titulándose en el 2004. Una coronación que fue muy impresionante, por la forma en como se dio, y hasta cierto punto sorpresiva, considerando el rival que tuvieron en las Finales.

Luego de superar una durísima final del este frente a los Indiana Pacers en seis encuentros (los puntajes de esos partidos estuvieron siempre por debajo de los 85 puntos por equipo), el equipo dirigido por Larry Brown llegaba a la serie por el título, en la que se enfrentarían a los Lakers de Los Angeles y su plantel de categoría All Star, con Shaquille O'Neal, Kobe Bryant, Karl Malone y Gary Payton en su formación titular. Con los cuatro jinetes del apocalipsis, como les llamaba Álvaro Martín en las transmisiones de esa temporada, los auripúrpuras llegaban como favoritos para quedarse con el trofeo. Aunque era más por nombres que por fuerza colectiva, algo que sí tenía Detroit.

La dura defensa, el sólido cerco reboteador, la brillante rotación de balón y los contra ataques bien ejectuados llevaron a los Pistons rumbo al campeonato, algo que manifestaron desde el primer partido de las Finales (87-75). Con la excepción del segundo partido, ganado por los Lakers en prórroga (99-91), el quinteto de Detroit dejó a Los Angeles por debajo de los 90 puntos en cada encuentro. Los Pistons se dieron el lujo de cerrar la serie en el Palace de Auburn Hills, para asegurar el tercer título en la historia de la franquicia. Un gran conjunto, cuya alineación titular pasó a ser altamente reconocida con el paso del tiempo.

Ben Wallace: el pívot y el gran referente defensivo del equipo. Podía tener partidos de cero puntos, pero eso no importaba mucho si aseguraba al menos 10 rebotes y daba unas dos o tres tapas por noche. Su presencia intimidaba a los contrarios, más en esos años, cuando Ben estaba en su apogeo. Hasta Shaq sufrió su intensidad en esas Finales.

Rasheed Wallace: llegó a los Pistons a mediados de ese curso 2003-2004 y causó un impacto tan grande, que ayudó notoriamente en la ofensiva del equipo. Siendo capaz de jugar al poste e incluso, tomando tiros de larga distancia. Su carácter conflictivo calzaba perfecto dentro de los Pistons.

Tayshaun Prince: protagonizó una de las jugadas más espectaculares de esa liga, con el tapón que le puso a Reggie Miller en los segundos finales del segundo encuentro de las finales del este. Con sus brazos largos, podía maniatar rivales para forzar perdidas, además que de vez en cuando destacaba con alguna monstruosa volcada.

Richard Hamilton: el tirador más certero del equipo. Siempre era garantía en los tiros libres, además de ejecutar muy bien sus movidas con y sin balón, e igualmente, en las ayudas defensivas. En esos playoffs, promedió 21.5 puntos, 45% de conversiones y 85% de tiros libres.

Chauncey Billups: nunca tuvo el ruido mediático de otros armadores de la época, pero conceptualmente era uno de los mejores. Interpretaba brillantemente su rol, llevando el balón, organizando las jugadas de ataque, asistiendo a los compañeros y también, anotando cruciales canastas. De todas formas, tuvo su merecido reconocimiento, cuando fue premiado como el MVP de esas Finales (21.0 puntos, 5.2 asistencias de media en la serie).

Solo fue un campeonato durante ese exitoso ciclo, pero fue muy valioso. Impresionante por su agresividad, inolvidable por quienes componían ese grupo. Esos Pistons del 2004 han sido de lo más sobresaliente en lo que llevamos de Siglo XXI en el baloncesto norteamericano.