domingo, 28 de abril de 2019

Warriors x Rockets: más allá de los triples


por Miguel Meléndez
Twitter: @journalistmike

Por segundo año consecutivo, los Golden State Warriors y los Houston Rockets se encuentran en los playoffs de la NBA. Y al cabo del primer partido de este domingo, el cual ganó Golden State 104 x 100, se pueden desprender distintos matices que podrían marcar el desarrollo de esta llave que dada su paridad, bien pudiera llegar al máximo de siete partidos. Todos identifican a estos conjuntos a partir de sus ofensivas, pero son aspectos tácticos y defensivos los que podrían terminar definiendo al vencedor. Además, no se pueden obviar los fouls que obligarían a extremar recursos desde la banca a ambos equipos como se pudo ver en el juego inaugural, donde Stephen Curry jugó casi todo el cuarto período con cinco faltas y Chris Paul fue expulsado por doble técnica.

Pero veamos los detalles técnicos. De entrada, los Warriors introdujeron un cambio en su quinteto. Tal como lo hicieron en el sexto juego ante los Clippers, acá Steve Kerr abrió el partido sin un pívot definido, colocando a Andre Iguodala desde el comienzo. Alineación relativamente baja para abrir la cancha y crear duelos favorables, ya fuera por técnica o tamaño. El movimiento era rápido, con y sin balón. Los triples tardaron en caer, pero los ataques al aro eran precisos y no daban chance de reacción a los Rockets. El primer cuarto terminó 29 x 18, pero la diferencia podría haber sido mayor de no haber sido por los errores de los propios Warriors, quienes ya tenían casi 10 perdidas en la primera mitad.

Para bien o para mal, los triples definen a los Rockets. Cuando entran, lucen como un equipo imparable, pero cuando no entran, quedan como un equipo torpe e ineficiente. De hecho, este primer juego terminaron con un dudoso 14/47 en tiros de tres puntos. Muchas jugadas de ataque fueron bien marcadas por Draymond Green y Klay Thompson, quienes al momento de cubrir a James Harden no le daban espacio para sus maniobras en las que busca ganarse los tiros libres. De todas formas, Harden; Chris Paul y Eric Gordon se las ingeniaron para meter al equipo de Houston dentro del partido y fueron responsables de 79 de los 100 puntos de los Rockets. Y mientras igualaban la contienda, esta se volvía más física y la defensa se volvió más trascendental.

El flujo del partido se cortó por la cantidad de fouls y errores con el balón y en medio de todo ese ambiente espeso, Kevin Durant se hizo cargo de la ofensiva de Golden State. Prácticamente en cada intervención suya, tenía un Isolation que resolvía con tiros a media distancia o ataques que terminaban en volcadas. Tal como fue en el cierre de la serie anterior, acá terminó encabezando las anotaciones de los Warriors (35 puntos) y fue la solución para muchas de las complejidades que presentaba el partido. Stephen Curry convirtió un triple que acercó al triunfo de su conjunto, pero debió pasar mucho tiempo en la banca, por su acumulación de faltas. Esto fue un problema, para Curry y también para Iguodala y Thompson en los Dubs, y P.J. Tucker en caso de los Rockets, quienes se cargaron de fouls. Mucha atención si esta tendencia se mantiene, los suplentes podrían tener minutos importantes.

Los Rockets, al perder el primer juego y al fallar muchos triples, deberán ajustar. Pero los Warriors también necesitan corregir aspectos propios, ya que apenas convirtieron 7/22 triples y terminaron el duelo de este domingo con 20 balones perdidos, contra 14 de Houston. El cuidado del balón y la selección de tiro pueden ser materias a trabajar para los próximos partidos. Se notó que ambos equipos tenían estudiados los movimientos y las cortinas que suelen aplicar para buscar los lanzamientos. Y quien sabe si Mike D'Antoni decide algún cambio en su rotación de jugadores, tal como ya lo hizo Steve Kerr. Así como los partidos los liquidan las estrellas, también pueden definirlos los entrenadores. Muchas veces, los ajustes ayudan a definir series de playoffs.

Miguel Meléndez es el creador y responsable de Gringo Sports. Desde 2011 escribe artículos sobre los principales deportes norteamericanos. Además, es conductor y comentarista en el podcast de NFL Chile.

domingo, 21 de abril de 2019

El despertar céltico


por Miguel Meléndez
Twitter: @journalistmike

Después de una turbulenta temporada regular, con marcados altibajos, era difícil creer que los Boston Celtics fueran a barrer en la primera serie de playoffs. Ahora, los C's están clasificados a las semifinales de conferencia después de haber barrido a los Indiana Pacers, en una serie dura pero en la que siempre encontraron fórmulas de liquidar los partidos, mostrándose como un equipo preparado para este momento de la temporada y donde las estrellas del equipo están jugando como tal.

La intensidad y compromiso defensivo, que mostraron solo por tramos durante todo el año, fue incrementando en el transcurrir de la serie frente a los Pacers. Los ajustes han llevado a mejorar las rotaciones y los cambios de marca en las cortinas, forzando malos tiros de Indiana. Por ahí se explica que en los cuatro partidos, Boston nunca permitió una efectividad superior al 45.0% y además, en los primeros tres juegos, el equipo de Indy siempre tuvo un cuarto en que convirtieron 12 o menos puntos. Causa y efecto de la defensa verde.

Lo más interesante se vio en ataque. Más movimiento, más pases. Menos jugadas forzadas, a diferencia de la etapa regular. Y sobre todo, mejores decisiones ofensivas. Con ello, mejor efectividad al aro y un mejor desempeño de todo el conjunto. Lógicamente, todo puede marchar mejor con Kyrie Irving, quien siempre es confiable en el clutch, además de ser quien lleva todo el flujo del ataque bostoniano. En el segundo partido fue letal, convirtiendo 37 puntos y seis triples, algunos de ellos claves en la remontada celta en el cuarto período.

En cuanto a combinaciones, es interesante ver a Al Horford y Aron Baynes juntos en la pista. Si bien no coinciden mucho tiempo, le dan una buena presencia en la llave y le da algo más de libertad a Horford, quien es mejor jugador ofensivo. La lesión de Marcus Smart y la reducción de plantel para los playoffs, ha llevado a Brad Stevens a definir roles, en especial con los suplentes cuando ingresan a la cancha. Gordon Hayward ya encontró su espacio como primer relevo y por momentos, es una gran alternativa como anotador. De hecho, en el cuarto partido de este domingo encabezó las anotaciones con 20 puntos.

Marcus Morris y Terry Rozier juegan muchos minutos, igual como ocurrió en los playoffs del año pasado. Rozier bien pudiera ser el armador reserva, cuando Irving va a la banca, pero claramente el rendimiento de Boston decae cuando esto ocurre, un asunto que deberá trabajarse puesto que la próxima ronda será más difícil. Por su parte, Morris tiene potencial de ser gran aporte -al nivel de Smart- pero su inconsistencia llega a asustar. Después de los 20 puntos y 7 rebotes en el primer juego, falló sus ocho tiros en el segundo juego - causando su salida a la banca en la definición. En los partidos de visita, su aporte fue mejor (11 + 7 el viernes, 18 + 8 el domingo). Pero ese 0 del miércoles es algo que no debiera pasar.

Jayson Tatum fue mejorando después de los escuálidos dos puntos del primer partido. En el segundo convirtió 26 y lo mejor fue verlo atacando en el momento crítico de ese juego. En las visitas a Indy, la cosa fue similar, tomando buenos tiros y resolviendo bien sus maniobras individuales. Sobre todo, creando espacio para el tiro y sin forzar la marcha, como solía hacerlo en muchos pasajes de la etapa regular. En el tercer partido anotó 18 puntos y en el cuarto, repitió ese registro. Hasta dejó unas volcadas que se repitieron mucho en los posteriores highlights.

En la previa, este duelo ante los Pacers se anticipaba como uno difícil, dado el nivel defensivo que impone el equipo de Nate McMillan. En la práctica, fueron cuatro partidos complejos pero la calidad individual de los Celtics terminó marcando la diferencia y sobre todo, el oficio que tienen varios jugadores de Boston en playoffs y que demostraron en esta serie. Son esas cualidades en las que deberán sostenerse los Celtics para más adelante, tomando en cuenta una eventual llave contra la banda de Giannis Antetokounmpo (a.k.a. Milwaukee Bucks). Un equipo mucho más completo y que puede presentar un acertijo bien complicado, partiendo por las destrezas físicas del griego.

Viendo los tramos de solidez y la resolución en los partidos de la primera serie, cabe la duda si este conjunto de Boston se guardó para este momento de la competencia y la temporada regular fue solo para calentar motores, pese a haber caído al cuarto lugar en la clasificación. No sería descabellado pensar en eso, considerando el potencial que tienen estos Celtics. Veremos si ese oficio y esa astucia seguirán siendo factores en los próximos partidos, cuando la dificultad sea aún mayor.

Miguel Meléndez es el creador y responsable de Gringo Sports. Desde 2011 escribe artículos sobre los principales deportes norteamericanos. Además, es conductor y comentarista en el podcast de NFL Chile.