jueves, 26 de octubre de 2017

Los renovados Eagles


por Miguel Meléndez
Twitter: @journalistmike

A pesar de no haber clasificado a los playoffs el año pasado, los Philadelphia Eagles estuvieron cimentando las bases de su nueva etapa. Durante el 2016, llegaron Doug Pederson para asumir como el entrenador principal, Jim Schwartz para ser el coordinador defensivo y Carson Wentz, como la destacada selección del draft, para convertirse inmediatamente en el quarterback titular del equipo. Ya en el segundo año de este proceso, se capta y se aprecia un crecimiento que ya está dando frutos a todo el equipo, reflejándose en buenos desempeños colectivos y con ello, buenos resultados.

El mayor progreso se puede percibir en la ofensiva, siendo este un conjunto que ejecuta jugadas de rápido desarrollo, con Wentz interpretando y lanzando desde el pocket, generalmente en formación shotgun con receptores que se agrupan en una esquina y una vez hecho el snap, se desparraman por toda la cancha. Para que todo eso ocurra, ha sido importante el desarrollo de Carson como un pasador clásico, que no se desespera ante la primera insinuación de carga contraria, sino que al contrario, se mantiene sereno y busca la mejor opción. Pueden ser pases con buen toque para mover las cadenas o bien, largos envíos con la fuerza necesaria para que acaben en touchdown, como bien lo hizo en aquella combinación de 64 yardas con Mack Hollins, durante el partido del lunes ante los Washington Redskins. Paciencia del mariscal y una ruta bien corrida del receptor, quien ahí partió directo desde una formación con tres receptores en la derecha.

Y si de situaciones complicadas se trata, Wentz tiene la capacidad y sobre todo el carácter para resolver bajo presión, siendo capaz de evadir tackleadas y llevar el ovoide por tierra. La personalidad del # 11 se pudo ver en dos jugadas que realizó el lunes: la primera, en un 3° y gol, Wentz se mantuvo en el pocket a pesar de tener a dos jugadores de los Redskins casi encima suyo. Ahí, sacó un pase bombeado que cayó en las manos de Corey Clement para el touchdown. La segunda, ocurrió en el último cuarto, cuando el mariscal Eagle se mantuvo estoico ante la presión de tres defensivos, se resistió a la caída y convirtió una posible captura en contra en un largo avance. El jugador surgido en North Dakota State insinuó cosas muy interesantes en su primer año y ahora, está dando notorios signos de progreso. En este momento, encabeza la NFL con 17 pases de touchdown y tiene el cuarto mejor rating entre pasadores, con 104.0.

Talento y juventud que se ve reflejado en el propio Wentz, como también en otros integrantes del equipo como Wendell Smallwood, Mack Hollins y Nelson Agholor, todos menores de 25 años y todos con un rol importante dentro del esquema de este conjunto. La juventud distingue a los Eagles, debido a que 24 de sus jugadores tienen tres años o menos de experiencia en la liga. Estos jovenes talentos se complementan con otros jugadores con mayor experiencia que también están aportando, como ocurre con Fletcher Cox y Brandon Graham, dos de los pilares defensivos.

Impresiona ver tanto a Graham como Cox atacando desde los costados a toda velocidad, imponiéndose en duelos personales con casi cualquier tackle ofensivo al que se enfrenten y todo con el objetivo de capturar al mariscal contrario. En los siete partidos disputados, llevan 7.5 capturas combinadas, las cuales han sido importantes para darle soporte a una defensiva que permite muchas yardas, pero que gracias a jugadas como las que realizan estos dos linieros, han podido mantener las ventajas construidas por la ofensiva. De hecho, el lunes capturaron cuatro veces a Kirk Cousins, limitando las opciones del pasador de los Redskins.

En 2016, los Eagles tuvieron un prometedor comienzo ganando tres partidos consecutivos, pero después el equipo se desinfló y acabó ganando solo siete juegos. En este año, el equipo de Philadelphia parece haber aprendido de las caídas del torneo pasado y muestra mayor consistencia en su desempeño, el cual se puede notar en como producen yardas en cada ofensiva y en la intensidad que ponen los linieros defensivos para ganar en las trincheras. El equipo marcha bien y lo interesante es que aún están en pleno crecimiento, por lo que podrían llegar en buena forma footballística al tramo final de la temporada.

Es considerable la lesión de Jason Peters, el experimentado tackle izquierdo. Habrá que ver como suplen esa baja los Eagles y también habrá que ver como siguen evolucionando en sus próximos desafíos. Todavía tienen pendientes los dos partidos contra los Dallas Cowboys (19 de noviembre y 31 de diciembre) y complicadas visitas a los Seattle Seahawks (3 de diciembre) y los L.A. Rams (10 de diciembre). En esos cuatro partidos se podría comprobar en qué nivel se encuentran estos Eagles y ver sí son realmente contendientes. Hasta ahora, su balance de 6-1 sí lo demuestra. Tienen la mejor marca de toda la liga luego de siete semanas.

Miguel Meléndez es el creador y responsable de Gringo Sports. Desde 2011 escribe artículos sobre los principales deportes norteamericanos. Además, es conductor y comentarista en el podcast de NFL Chile.

jueves, 19 de octubre de 2017

Récords engañosos


por Miguel Meléndez
Twitter: @journalistmike

Después de seis semanas de acción en la NFL, ya no tenemos equipos invictos, solo dos líderes divisionales tienen balance de 5-1 y quizás lo más llamativo es ver a 18 equipos con marca de 3-2, 2-3 ó 3-3. Es decir, más de la mitad de la liga en este momento está rondando la medianía. ¿Paridad o mediocridad? depende de cada caso. Estos récords suelen reflejar a equipos inconsistentes, que no cuentan todavía con un patrón definido de juego e incluso, récords que no indican necesariamente el estado o calidad de un equipo. Dentro de ese numeroso puñado de equipos, hay tres que por diversas características representan esa inestabilidad que está marcando a buena parte de la liga en este tramo de temporada.

Comencemos con los Pittsburgh Steelers. Si bien han ganado cuatro de seis partidos y son líderes divisionales, los 'acereros' han tenido problemas para tomar ritmo y forma, sobre todo en ofensiva, donde Le'veon Bell y Antonio Brown no han sido lo fundamentales que sí fueron durante el año anterior. En la jornada antepasada, Ben Roethlisberger lanzó cinco intercepciones de las cuales dos fueron regresadas a touchdown, en un partido en que los Steelers casi se olvidaron de correr. Demás está decir que perdieron ese juego en su casa, frente a los Jacksonville Jaguars. Para el juego del domingo pasado frente a los Kansas City Chiefs, cambiaron la estrategia involucrando mucho más a Bell y con ello, balanceando mucho más las jugadas ofensivas. Antes de llegar al intermedio, Bell ya tenía casi 100 yardas, los Steelers dominaron en el tiempo de posesión y acabaron propinándole la primera derrota de esta temporada a los Chiefs.

Es curioso que no hayan empleado una estrategia así en los partidos anteriores, considerando lo productivo que fue Bell el año pasado y también, el hecho que Big Ben ya no está para lanzar demasiados pases en un partido. Es más, el propio # 7 manifestó que quizás ya no tiene mucho más para dar. Veremos si Mike Tomlin y Todd Haley insisten con establecer ofensivas balanceadas y sin tener que lanzar más de 50 veces. Tanto pase y tanta serie corta afectó mucho a Pittsburgh en los primeros partidos y esa era una buena causa para entender porqué los Steelers no estaban rindiendo plenamente a pesar de sus buenos resultados.

Por otra parte, los Atlanta Falcons llevan un registro de 3-2, aunque esas cifras bien pudieran ser distintas, tomando en cuenta que dos de esas tres victorias fueron aseguradas casi en el final. De hecho, en esos dos partidos tanto los Chicago Bears como los Detroit Lions lograron acercarse en el último cuarto mientras la defensa de los Falcons mostraba fragilidad. Curiosamente, las dos derrotas fueron jugando en su nuevo estadio y en esos dos partidos, los Falcons desperdiciaron ventajas que habían construido temprano. Lo más preocupante ocurrió el domingo pasado, cuando habían comenzado con ventaja de 17-0 antes que los Miami Dolphins revirtieran el marcador en la segunda mitad para terminar ganando por 20-17.

Al igual que en esos dos partidos salvados como visitantes, en las dos derrotas la defensa estuvo igualmente frágil en el tramo final permitiendo avanzar y anotar a los rivales, haciendo inevitables los recuerdos del Super Bowl increíblemente perdido en febrero. Para peor, Matt Ryan no ha sido la solución en los finales de los partidos. Lanzó una intercepción en la última serie el domingo y en lo que va de esta temporada, tiene 6 touchdowns e igual cantidad de intercepciones. Los Falcons necesitan más consistencia de su ofensiva y sobre todo, saber liquidar los partidos. Parece ser que aún les pesa aquella derrota ante los New England Patriots. Por cierto, el próximo fin de semana habrá re-edición del pasado SB en casa de los Pats. Será el primero de tres partidos consecutivos que tendrá Atlanta fuera de su estadio.

Los San Francisco 49ers son un caso bien especial. Han perdido sus seis partidos disputados, pero en cinco de ellos la diferencia fue de tres puntos o menos, incluyendo dos caídas en tiempo adicional. A diferencia del año pasado, se nota que el equipo compite de mejor forma y juega con más intensidad. En algunos partidos han estado incluso en posición de ganar, pero no han sabido resolver, como ocurrió en sus visitas a Seattle, donde permitieron una escapada de Russell Wilson, a Arizona, donde Larry Fitzgerald mató sus chances casi al cierre de la prórroga y en su más reciente visita, a Washington, donde el novato C.J. Beathard lanzó una intercepción en la última ofensiva.

Una vieja frase de Bill Parcells decía: "eres lo que tu récord indica". Es verdad, pero también es igualmente cierto que los Niners, a pesar de no tener victorias, se han mostrado como un equipo difícil de vencer, dejando de manifiesto que a nivel general es muy complicado ganar en la NFL (a menos que el rival de turno sea Cleveland). Veremos que ocurre con estos equipos. Dado lo cambiante que es buena parte de la liga semana a semana, no extrañaría ver a los Steelers estableciéndose como un equipo sólido dentro de un par de meses o incluso ver a los Niners ganando partidos divisionales más adelante, perjudicando así las opciones de otros equipos. Eso es lo bueno de una liga altamente competitiva.

Miguel Meléndez es el creador y responsable de Gringo Sports. Desde 2011 escribe artículos sobre los principales deportes norteamericanos. Además, es conductor y comentarista en el podcast de NFL Chile.

lunes, 16 de octubre de 2017

Todos cambiaron, menos los Warriors


por Miguel Meléndez
Twitter: @journalistmike

Este martes comenzará la temporada 2017-2018 de la NBA con partidos en Cleveland (Cavaliers-Celtics) y Oakland (Warriors-Rockets), respectivamente. No solo es un nuevo año de baloncesto, también es un año de varias novedades en la liga. Entre las más notorias, figuran la introducción de auspiciadores en las camisetas, así como también el comienzo anticipado de la liga con el propósito de jugar los mismos partidos pero en más días, con tal de no tener tantos partidos en noches consecutivas. De igual forma, se anuncia una reducción en los timeouts con el objetivo de tener partidos más fluidos y también, un cambio en el formato del Partido de Estrellas (18 de febrero, en Los Angeles) dejando atrás el clásico Este-Oeste por un encuentro en donde dos jugadores serán los capitanes quienes elijan a los respectivos integrantes de cada equipo, manteniendo en todo caso el sistema de votación abierto para el público.

Muchos cambios en cuanto a la competición, pero también hubo muchas movidas en cuanto a los equipos. En cuanto a intercambios, el más destacado fue el generado por Boston y Cleveland. Los Celtics adquirieron a Kyrie Irving, quien había manifestado públicamente que no quería seguir jugando con los Cavs, mientras que LeBron James tendrá como nuevo compañero a Isaiah Thomas, quien fue traspasado pese a haber realizado una campaña estelar en la liga pasada. Se habla mucho de la lesión de cadera que tiene Thomas, razón por la cual Danny Ainge decidió cambiarlo y razón por la que Isaiah podría volver a jugar recién en enero. Además, los Cavs añadieron a Dwyane Wade y Derrick Rose, dos jugadores de glorioso pasado pero de cuestionable presente. En principio, ambos serían titulares pero está por verse cual será el verdadero aporte de ambos para el equipo.

Por su parte, los Celtics además de haber fichado a Irving, también contarán con Gordon Hayward, quien viene del Utah Jazz. Hayward viene de tener su mejor temporada, promediando casi 22 puntos por partido en el torneo anterior. Sus cualidades tiradoras las agradecerán los C's, un equipo que tuvo cierta inconsistencia anotadora, particularmente cuando estaban los suplentes en la cancha. Con Irving y Hayward como titulares en los puestos de base y con un pívot versátil como Al Horford, la tropa que comanda Brad Stevens podría vivir una evolución en cuando a cualidades ofensivas. Y como si fuera poco, invirtieron su selección de primera ronda del pasado Draft en el prometedor Jason Tatum. En Boston hay talento para apuntar bien alto en esta temporada.

En cuanto al Oeste, llamaron la atención las movidas que hicieron los Houston Rockets y el Oklahoma City Thunder. Los Rockets adquirieron a Chris Paul, quien fue transferido de los L.A. Clippers, y hará dupla con James Harden en las posiciones de base. A priori, causa mucha intriga ver cómo pueden jugar en pareja, tomando en cuenta que ambos son jugadores que pasan mucho tiempo con el balón en sus manos y que suelen llevar ofensivas a su propio ritmo. Y en el caso de Harden, hay que sumar su escaso compromiso defensivo. En principio, Paul ocuparía el puesto de 1 y Harden de 2. Será interesante ver como Mike D'Antoni distribuye las jugadas entre ellos y a ver cuanto afecta al equipo, que ya venía jugando con una forma establecida y sobre todo, a un alto ritmo.

El Thunder rodeó a Russell Westbrook y formó un nuevo trío. Primero, llegó Paul George desde los Indiana Pacers y hace algunas semanas llegó Carmelo Anthony, mediante un traspaso con los New York Knicks. George y Anthony siempre estuvieron acostumbrados a ser la primera opción anotadora en sus equipos y en el caso de Carmelo, en su etapa en New York nunca se distinguió por compartir mucho el balón. Tendrán que complementarse con Westbrook, quien en su primera temporada como estrella absoluta del OKC, promedió una triple decena y fue premiado como el MVP de la liga. Billy Donovan tiene un buen desafío, al tratar de hacer funcionar a estos tres jugadores dentro de un mismo conjunto.

Lonzo Ball es la apuesta de los Lakers para este año, en el que seguirán en su etapa de transición. Hay demasiadas expectativas sobre Ball, aunque ya tuvo un buen apronte en las ligas veraniegas disputadas en julio. Los Timberwolves ya no tendrán a Ricky Rubio, pero sí tendrán a Jimmy Butler quien vuelve a tener como entrenador a Tom Thibodeau. De todas formas, Karl Anthony Towns y Andrew Wiggins son los pilares de ese equipo. Manu Ginobili seguirá un año más con los Spurs e igualmente, Dirk Nowitzki con los Mavericks. En medio de todos esos movimientos, hubo un equipo que se mantuvo intacto en la pretemporada.

En verdad, los Golden State Warriors no requerían ningún cambio. Después de haber ganado el campeonato con Kevin Durant como MVP de las Finales, y con Stephen Curry, Draymond Green y Klay Thompson rindiendo a un nivel excepcional en casi todo el año, este equipo no necesita arreglos. Es más, dice su entrenador Steve Kerr que podrían ser aún mejores. El equipo se puede recitar de memoria: Curry, Thompson, Durant, Green y Pachulia los titulares. Iguodala, Livingston, McGee y West entre sus suplentes destacados. Y encima, añadieron a Nick Young, un ex Lakers que puede ser aporte desde la banca. Son los mejores y el objetivo no es otro que repetir el éxito de la liga pasada.

Con todo este panorama y con todos los cambios generados durante el receso (nunca antes se habían cambiado a tantos All Stars en un año), el concepto parece ser simple y preciso: todos contra los Warriors.

Miguel Meléndez es el creador y responsable de Gringo Sports. Desde 2011, escribe artículos sobre los principales deportes norteamericanos. Además, es conductor y comentarista en el podcast de NFL Chile.

jueves, 12 de octubre de 2017

Creación y precisión


por Miguel Meléndez
Twitter: @journalistmike

En los partidos de la NFL siempre hay jugadas que dado su diseño, ejecución y contexto en el que se generan, pueden marcan el desempeño de un equipo a favor o en contra. En el reciente fin de semana, hubo tres jugadas que causaron alto impacto en los partidos jugados en Dallas, Detroit y Chicago, respectivamente.

Un ejemplo de absoluta precisión se pudo apreciar en el epílogo del partido entre los Green Bay Packers y los Dallas Cowboys. En la última serie de los Packers en el juego, Aaron Rodgers montó una ofensiva que recorrió 75 yardas teniendo apenas 1:13 disponibles. Desde la yarda 12 se produjo la jugada victoriosa. En una formación escopeta, con tres receptores en la derecha y con Davante Adams aislado en la izquierda, Rodgers sacó provecho de ese mano a mano que se produjo entre Adams y el esquinero Jourdan Lewis. La marcación del jugador de los Cowboys fue buena, siguiendo paso a paso al receptor. La clave fue en el toque que puso Rodgers en su pase, el cual fue lanzado al hombro que daba hacia afuera y con la altura suficiente como para que solo Adams pudiera llegar. En un momento de presión, el equipo de Green Bay sacó una jugada precisa y de magistral ejecutoria, tanto de su quarterback como de su receptor, quien increíblemente estuvo activo para jugar después del golpe en la cabeza que había sufrido en la fecha pasada.

El duelo entre los Carolina Panthers y los Detroit Lions tuvo a unos Panthers que volvieron a insistir con muchas fintas, tal como lo habían hecho en otros partidos, pero en esta ocasión aplicaron una maniobra distinta. En el segundo cuarto, dentro de la yarda 6, el equipo de Carolina sacó una jugada en formación escopeta con dos corredores, Jonathan Stewart y Christian McCaffrey. Previo al snap, Curtis Samuel salió en movimiento de izquierda a derecha, abriendo el espacio por donde iba a atacar Cam Newton. Luego, Newton amagó con jugar un pitch a la izquierda con Stewart, atrayendo la atención de tres jugadores de los Lions. Mientras Stewart arrastró marcas, McCaffrey se filtraba por el centro de la línea y ahí fue cuando Newton decidió darle el balón mediante un pase de pala. Ningún jugador de Detroit vio venir a McCaffrey, quien tras recibir el balón tuvo camino libre hasta el touchdown. La clave en esta jugada estuvo en la lectura de Newton, quien supo ver como los defensivos de los Lions se fueron con Stewart y se descuidaron de McCaffrey. El # 1 de Carolina resolvió a tiempo y su equipo terminó ganando de visita por segunda semana consecutiva.

Y si de creatividad se trata, el mayor ejemplo se pudo notar en el partido del lunes que reunió a los Chicago Bears y a los Minnesota Vikings, donde los Bears aplicaron dos jugadas especiales. La primera ocurrió durante el tercer cuarto. Perdiendo 10-2, en un cuarto down, los Bears se alinearon para hacer un despeje, pero en verdad hicieron una finta, donde el despejador Pat O'Donnell se convirtió en pasador y le lanzó el balón a Benny Cunningham, convirtiendo el supuesto despeje en una anotación de 38 yardas. Y la segunda jugada ocurrió durante el último cuarto, cuando tras haber convertido un touchdown (pase de Mitchell Trubisky a Zach Miller), los Bears se alinearon en la yarda 2 para una conversión de dos puntos. Ahí, Trubisky le entregó el balón a Josh Howard quien parecía correr una reversible pero en plena carrera le entrega el balón a Miller. Doble reversible, pero había un pase más. Sí, porque Miller casi al llegar al scrimmage juega una optativa con Trubisky -dejando tendido a Anthony Barr- quien recibió el ovoide libre de marca para lograr la conversión.

Una jugada de muy alto riesgo pero con un óptimo resultado, debido a la precisión con la que se ejecutó. Si bien, más adelante Trubisky lanzó una intercepción que acabó costandole la derrota a los Bears, hay un enorme mérito por atreverse a sacar jugadas así en momentos complejos. Este tipo de jugadas con fintas y lecturas sobre la marcha no suelen aplicarse mucho dentro de la liga debido al riesgo de perder el balón y generar una opción para el rival. Pero es el riesgo lo que vuelve interesantes estas jugadas y si son ejecutadas con la precisión requerida, acaban siendo espectaculares. Como lo supieron hacer los Bears recurriendo a su repertorio de trucos, como lo hizo Newton al mostrar una variante de sus clásicas read-option y como bien lo hizo Rodgers aprovechando un duelo favorable y resolviendo con maestría. La pizarra llevada a la cancha y en la práctica, causando estragos.

Miguel Meléndez es el creador y responsable de Gringo Sports. Desde 2011 escribe artículos sobre los principales norteamericanos. Además, es conductor y comentarista en el podcast de NFL Chile.

jueves, 5 de octubre de 2017

Incomodas visitas


por Miguel Meléndez
Twitter: @journalistmike

En este primer tramo de temporada en la NFL, hay tres equipos que figuran con marca de 3-1. Los tres han ganado partidos difíciles, los tres vencieron como visitantes el último fin de semana y los tres se impusieron ante equipos que estuvieron en los pasados playoffs. Con matices y características bien especiales en cada conjunto, los Carolina Panthers, los L.A. Rams y los Buffalo Bills sorprendieron por haber ganado fuera de casa y además, por haber impuesto diversas formas de juego.

Los Panthers tuvieron un comienzo complicado, cayendo en una temprana desventaja frente a los New England Patriots además de haber sufrido una intercepción por un pase mal tirado de Cam Newton, pero antes de llegar al intermedio, los Panthers comenzaron a hilvanar buenas jugadas ofensivas y así fue como acabaron imponiendo su estrategia. A lo largo del partido, el equipo de Carolina probó con muchas fintas, poniendo en movimiento a Christian McCaffrey (algo que venían haciendo en los partidos anteriores) ya sea para ubicarlo como receptor, o bien como simple distracción para los rivales.

Eso último fue lo que ocurrió en dos de los touchdowns de los Panthers. En el segundo cuarto, impresionó ver como todos los defensivos de New England se tragaron la finta de corrida con McCaffrey en la derecha. Al final, todos vieron como Newton lanzó a la izquierda para un descubierto Fozzy Whittaker, quien tan solo tuvo que acelerar para anotar. Y luego, en el último cuarto, los linebackers de los Patriots se fueron con McCaffrey quien amagó con llevarse el balón, cuando en verdad fue Newton quien se quedó con él y lo llevó por el centro para la 50° anotación terrestre de su carrera (récord para mariscales).

Por parte de Newton no solo fueron las fintas, sino que también fue su inusual precisión dentro del pocket. Leyó un poco más las coberturas rivales y tuvo paciencia para identificar sus objetivos y lanzar sin tener que desplazarse dentro del bolsillo protector. Acabó la tarde en Foxboro completando 22 de 29 pases con 316 yardas, 3 touchdowns y un rating de 130.8. Ese es el nivel de precisión que todos los Panthers esperan de Cam y si el # 1 logra sostener ese rendimiento a través de los próximos partidos, el conjunto de Carolina podría seguir creciendo y así lograr más victorias.

En la nota anterior, mencionaba que ya se ven cosas distintas con los L.A. RamsEl sistema de su joven entrenador, Sean McVay, comienza a ver sus frutos temprano en esta campaña y se ve en el nivel de estrategia y ejecutoria de su ofensiva, con más variables en sus formaciones y mucha más precisión para hacer sus jugadas. Todd Gurley volvió a ser una pieza clave en el triunfo del pasado domingo en casa de los Dallas Cowboys, con 215 yardas y un touchdown por aire. Igualmente, Jared Goff se ve cada vez más suelto dentro del esquema, tomando buenas decisiones y hasta arriesgando pases largos, sacando provecho de sus talentosos receptores Sammy Watkins, Robert Woods y Cooper Kupp. Tampoco hay que olvidar a Tavon Austin, a quien suelen usar como receptor y corredor de igual forma.

La ofensiva produce y mejora en cada partido, lo cual ya es un gran avance para los Rams. Eso sí, el problema está en la defensa que tiene problemas en los inicios de los partidos, concediendo muchas yardas y con ello muchas anotaciones tempraneras, dejando al equipo en situación de tener que revertir el marcador. De todas formas, esta unidad puede hacer jugadas importantes, como en el final del último partido, cuando detuvieron a Ezekiel Elliott en 4° down, dejando a Zeke en menos de 90 yardas totales (aunque igualmente anotó dos veces). Este puede ser un rival muy duro dentro de la división sur de la conferencia nacional y dada su velocidad, pueden generar peligro a los equipos de Seattle y Arizona cuando llegue el momento de enfrentarlos. A propósito, este domingo Rams-Seahawks en el Coliseo de Los Angeles. Partido con muy buena pinta.

En su primera posesión de la temporada, Tyrod Taylor lanzó una intercepción con la que abrió esta temporada con los Buffalo Bills. Desde entonces, Taylor no lanzó más intercepciones y la ofensiva de Buffalo no tuvo más balones perdidos. Por increíble que parezca, los Bills tienen casi cuatro partidos completos sin pérdidas, un interesante aspecto para entender porqué van 3-1 en la temporada y como pudieron vencer a los Denver Broncos y a domicilio frente a los Atlanta Falcons. En ofensiva, privilegian los acarreos aprovechando la presencia de LeSean McCoy, quien es capaz de sumar yardas y darle buen tiempo de posesión en cada serie, además de ser una respetable opción en pases cortos. Para tener una referencia, en el reciente triunfo en Atlanta, los Bills corrieron 36 veces y lanzaron en otras 20. Una fórmula que parece ser la indicada para Sean McDermott, quien está comenzando su primera experiencia como entrenador principal, luego de haber sido coordinador defensivo con los Panthers.

Y hablando de defensiva, esa unidad también muestra mejorías en Buffalo. Permite yardas, como ocurrió en Atlanta, pero logra detener en situaciones tipo 3° down y de igual forma cuando el oponente busca un touchdown, generando también robos de balón - 7 hasta el momento, uno de ellos devuelto a las diagonales. Una referencia para ver como están los Bills en defensa es tan simple como los puntos en contra: en este momento, tienen el menor promedio de puntos permitidos por partido, con 13.5. Junto con los Pittsburgh Steelers (14.8), son los únicos conjuntos cuyas defensas permiten menos de 15 puntos a sus adversarios.

En un hecho pocas veces visto, los Bills llegarán al segundo mes de temporada como líderes divisionales, aventajando por un partido a los Patriots, a quienes enfrentarán el 3 y 24 de diciembre. Para entonces ya podremos comprobar si estos Bills continúan madurando o si esto solo fue una casualidad propia de septiembre.

Miguel Meléndez es el creador y responsable de Gringo Sports. Desde 2011 escribe artículos sobre los principales deportes norteamericanos. Además, es conductor y comentarista en el podcast de NFL Chile.