jueves, 19 de octubre de 2017

Récords engañosos


por Miguel Meléndez
Twitter: @journalistmike

Después de seis semanas de acción en la NFL, ya no tenemos equipos invictos, solo dos líderes divisionales tienen balance de 5-1 y quizás lo más llamativo es ver a 18 equipos con marca de 3-2, 2-3 ó 3-3. Es decir, más de la mitad de la liga en este momento está rondando la medianía. ¿Paridad o mediocridad? depende de cada caso. Estos récords suelen reflejar a equipos inconsistentes, que no cuentan todavía con un patrón definido de juego e incluso, récords que no indican necesariamente el estado o calidad de un equipo. Dentro de ese numeroso puñado de equipos, hay tres que por diversas características representan esa inestabilidad que está marcando a buena parte de la liga en este tramo de temporada.

Comencemos con los Pittsburgh Steelers. Si bien han ganado cuatro de seis partidos y son líderes divisionales, los 'acereros' han tenido problemas para tomar ritmo y forma, sobre todo en ofensiva, donde Le'veon Bell y Antonio Brown no han sido lo fundamentales que sí fueron durante el año anterior. En la jornada antepasada, Ben Roethlisberger lanzó cinco intercepciones de las cuales dos fueron regresadas a touchdown, en un partido en que los Steelers casi se olvidaron de correr. Demás está decir que perdieron ese juego en su casa, frente a los Jacksonville Jaguars. Para el juego del domingo pasado frente a los Kansas City Chiefs, cambiaron la estrategia involucrando mucho más a Bell y con ello, balanceando mucho más las jugadas ofensivas. Antes de llegar al intermedio, Bell ya tenía casi 100 yardas, los Steelers dominaron en el tiempo de posesión y acabaron propinándole la primera derrota de esta temporada a los Chiefs.

Es curioso que no hayan empleado una estrategia así en los partidos anteriores, considerando lo productivo que fue Bell el año pasado y también, el hecho que Big Ben ya no está para lanzar demasiados pases en un partido. Es más, el propio # 7 manifestó que quizás ya no tiene mucho más para dar. Veremos si Mike Tomlin y Todd Haley insisten con establecer ofensivas balanceadas y sin tener que lanzar más de 50 veces. Tanto pase y tanta serie corta afectó mucho a Pittsburgh en los primeros partidos y esa era una buena causa para entender porqué los Steelers no estaban rindiendo plenamente a pesar de sus buenos resultados.

Por otra parte, los Atlanta Falcons llevan un registro de 3-2, aunque esas cifras bien pudieran ser distintas, tomando en cuenta que dos de esas tres victorias fueron aseguradas casi en el final. De hecho, en esos dos partidos tanto los Chicago Bears como los Detroit Lions lograron acercarse en el último cuarto mientras la defensa de los Falcons mostraba fragilidad. Curiosamente, las dos derrotas fueron jugando en su nuevo estadio y en esos dos partidos, los Falcons desperdiciaron ventajas que habían construido temprano. Lo más preocupante ocurrió el domingo pasado, cuando habían comenzado con ventaja de 17-0 antes que los Miami Dolphins revirtieran el marcador en la segunda mitad para terminar ganando por 20-17.

Al igual que en esos dos partidos salvados como visitantes, en las dos derrotas la defensa estuvo igualmente frágil en el tramo final permitiendo avanzar y anotar a los rivales, haciendo inevitables los recuerdos del Super Bowl increíblemente perdido en febrero. Para peor, Matt Ryan no ha sido la solución en los finales de los partidos. Lanzó una intercepción en la última serie el domingo y en lo que va de esta temporada, tiene 6 touchdowns e igual cantidad de intercepciones. Los Falcons necesitan más consistencia de su ofensiva y sobre todo, saber liquidar los partidos. Parece ser que aún les pesa aquella derrota ante los New England Patriots. Por cierto, el próximo fin de semana habrá re-edición del pasado SB en casa de los Pats. Será el primero de tres partidos consecutivos que tendrá Atlanta fuera de su estadio.

Los San Francisco 49ers son un caso bien especial. Han perdido sus seis partidos disputados, pero en cinco de ellos la diferencia fue de tres puntos o menos, incluyendo dos caídas en tiempo adicional. A diferencia del año pasado, se nota que el equipo compite de mejor forma y juega con más intensidad. En algunos partidos han estado incluso en posición de ganar, pero no han sabido resolver, como ocurrió en sus visitas a Seattle, donde permitieron una escapada de Russell Wilson, a Arizona, donde Larry Fitzgerald mató sus chances casi al cierre de la prórroga y en su más reciente visita, a Washington, donde el novato C.J. Beathard lanzó una intercepción en la última ofensiva.

Una vieja frase de Bill Parcells decía: "eres lo que tu récord indica". Es verdad, pero también es igualmente cierto que los Niners, a pesar de no tener victorias, se han mostrado como un equipo difícil de vencer, dejando de manifiesto que a nivel general es muy complicado ganar en la NFL (a menos que el rival de turno sea Cleveland). Veremos que ocurre con estos equipos. Dado lo cambiante que es buena parte de la liga semana a semana, no extrañaría ver a los Steelers estableciéndose como un equipo sólido dentro de un par de meses o incluso ver a los Niners ganando partidos divisionales más adelante, perjudicando así las opciones de otros equipos. Eso es lo bueno de una liga altamente competitiva.

Miguel Meléndez es el creador y responsable de Gringo Sports. Desde 2011 escribe artículos sobre los principales deportes norteamericanos. Además, es conductor y comentarista en el podcast de NFL Chile.

No hay comentarios:

Publicar un comentario