lunes, 16 de octubre de 2017

Todos cambiaron, menos los Warriors


por Miguel Meléndez
Twitter: @journalistmike

Este martes comenzará la temporada 2017-2018 de la NBA con partidos en Cleveland (Cavaliers-Celtics) y Oakland (Warriors-Rockets), respectivamente. No solo es un nuevo año de baloncesto, también es un año de varias novedades en la liga. Entre las más notorias, figuran la introducción de auspiciadores en las camisetas, así como también el comienzo anticipado de la liga con el propósito de jugar los mismos partidos pero en más días, con tal de no tener tantos partidos en noches consecutivas. De igual forma, se anuncia una reducción en los timeouts con el objetivo de tener partidos más fluidos y también, un cambio en el formato del Partido de Estrellas (18 de febrero, en Los Angeles) dejando atrás el clásico Este-Oeste por un encuentro en donde dos jugadores serán los capitanes quienes elijan a los respectivos integrantes de cada equipo, manteniendo en todo caso el sistema de votación abierto para el público.

Muchos cambios en cuanto a la competición, pero también hubo muchas movidas en cuanto a los equipos. En cuanto a intercambios, el más destacado fue el generado por Boston y Cleveland. Los Celtics adquirieron a Kyrie Irving, quien había manifestado públicamente que no quería seguir jugando con los Cavs, mientras que LeBron James tendrá como nuevo compañero a Isaiah Thomas, quien fue traspasado pese a haber realizado una campaña estelar en la liga pasada. Se habla mucho de la lesión de cadera que tiene Thomas, razón por la cual Danny Ainge decidió cambiarlo y razón por la que Isaiah podría volver a jugar recién en enero. Además, los Cavs añadieron a Dwyane Wade y Derrick Rose, dos jugadores de glorioso pasado pero de cuestionable presente. En principio, ambos serían titulares pero está por verse cual será el verdadero aporte de ambos para el equipo.

Por su parte, los Celtics además de haber fichado a Irving, también contarán con Gordon Hayward, quien viene del Utah Jazz. Hayward viene de tener su mejor temporada, promediando casi 22 puntos por partido en el torneo anterior. Sus cualidades tiradoras las agradecerán los C's, un equipo que tuvo cierta inconsistencia anotadora, particularmente cuando estaban los suplentes en la cancha. Con Irving y Hayward como titulares en los puestos de base y con un pívot versátil como Al Horford, la tropa que comanda Brad Stevens podría vivir una evolución en cuando a cualidades ofensivas. Y como si fuera poco, invirtieron su selección de primera ronda del pasado Draft en el prometedor Jason Tatum. En Boston hay talento para apuntar bien alto en esta temporada.

En cuanto al Oeste, llamaron la atención las movidas que hicieron los Houston Rockets y el Oklahoma City Thunder. Los Rockets adquirieron a Chris Paul, quien fue transferido de los L.A. Clippers, y hará dupla con James Harden en las posiciones de base. A priori, causa mucha intriga ver cómo pueden jugar en pareja, tomando en cuenta que ambos son jugadores que pasan mucho tiempo con el balón en sus manos y que suelen llevar ofensivas a su propio ritmo. Y en el caso de Harden, hay que sumar su escaso compromiso defensivo. En principio, Paul ocuparía el puesto de 1 y Harden de 2. Será interesante ver como Mike D'Antoni distribuye las jugadas entre ellos y a ver cuanto afecta al equipo, que ya venía jugando con una forma establecida y sobre todo, a un alto ritmo.

El Thunder rodeó a Russell Westbrook y formó un nuevo trío. Primero, llegó Paul George desde los Indiana Pacers y hace algunas semanas llegó Carmelo Anthony, mediante un traspaso con los New York Knicks. George y Anthony siempre estuvieron acostumbrados a ser la primera opción anotadora en sus equipos y en el caso de Carmelo, en su etapa en New York nunca se distinguió por compartir mucho el balón. Tendrán que complementarse con Westbrook, quien en su primera temporada como estrella absoluta del OKC, promedió una triple decena y fue premiado como el MVP de la liga. Billy Donovan tiene un buen desafío, al tratar de hacer funcionar a estos tres jugadores dentro de un mismo conjunto.

Lonzo Ball es la apuesta de los Lakers para este año, en el que seguirán en su etapa de transición. Hay demasiadas expectativas sobre Ball, aunque ya tuvo un buen apronte en las ligas veraniegas disputadas en julio. Los Timberwolves ya no tendrán a Ricky Rubio, pero sí tendrán a Jimmy Butler quien vuelve a tener como entrenador a Tom Thibodeau. De todas formas, Karl Anthony Towns y Andrew Wiggins son los pilares de ese equipo. Manu Ginobili seguirá un año más con los Spurs e igualmente, Dirk Nowitzki con los Mavericks. En medio de todos esos movimientos, hubo un equipo que se mantuvo intacto en la pretemporada.

En verdad, los Golden State Warriors no requerían ningún cambio. Después de haber ganado el campeonato con Kevin Durant como MVP de las Finales, y con Stephen Curry, Draymond Green y Klay Thompson rindiendo a un nivel excepcional en casi todo el año, este equipo no necesita arreglos. Es más, dice su entrenador Steve Kerr que podrían ser aún mejores. El equipo se puede recitar de memoria: Curry, Thompson, Durant, Green y Pachulia los titulares. Iguodala, Livingston, McGee y West entre sus suplentes destacados. Y encima, añadieron a Nick Young, un ex Lakers que puede ser aporte desde la banca. Son los mejores y el objetivo no es otro que repetir el éxito de la liga pasada.

Con todo este panorama y con todos los cambios generados durante el receso (nunca antes se habían cambiado a tantos All Stars en un año), el concepto parece ser simple y preciso: todos contra los Warriors.

Miguel Meléndez es el creador y responsable de Gringo Sports. Desde 2011, escribe artículos sobre los principales deportes norteamericanos. Además, es conductor y comentarista en el podcast de NFL Chile.

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