martes, 19 de noviembre de 2019

Conflictos


por Miguel Meléndez
Twitter: @journalistmike

En la Semana 11 de la NFL, los New England Patriots salieron victoriosos de un complicado duelo con los Philadelphia Eagles. Fue difícil para los Pats, ya que tuvieron problemas para establecerse en ofensiva. Están sintiendo las diversas bajas por lesión, como Isaiah Wynn, quien es un pilar como tackle ofensivo y James Develin, quien es clave en el juego de acarreos. Les está costando colocar buenos bloqueos, en este partido quedaron en 74 yardas corridas, y con este ya son tres juegos consecutivos en que suman menos de 80 yardas terrestres. Ante la ineficiencia para correr, los Patriots han tenido que lanzar más de lo pensado. De hecho, Tom Brady lanzó 47 pases en el reciente juego, siendo su mayor cantidad de intentos en la temporada. Además de tener que lanzar más, Brady estuvo bajo mucha presión, lo cual precipitó algunos de sus envíos.

Si bien pudieron sumar yardas por aire, el único touchdown lo consiguieron mediante una jugada especial, en la que Julian Edelman lanzó un pase que atrapó Phillip Dorsett dentro del endzone. Además de las lesiones, los Patriots están adaptando a nuevos jugadores dentro de su esquema, como Benjamin Watson, N’Keal Harry y Mohamed Sanu, quienes llevan muy pocos partidos. Lo bueno del caso, es que los Patriots no están comprometiendo el balón ni menos perdiéndolo. Acabaron la visita a Philly sin balones perdidos, mientras que la defensiva aseguró la ventaja en el cuarto período. En medio de las lesiones y otras complicaciones, los Patriots están encontrando formas de ocultar deficiencias y sobre todo, siguen encontrando formas de ganar partidos. No están luciendo, pero son lo suficientemente productivos.

Por su parte, los Eagles viven sus propios problemas. El domingo tuvieron dificultades para correr en todo el partido, en particular desde el segundo cuarto, cuando los Patriots ajustaron en defensiva, cerrando muchos espacios a Miles Sanders y Boston Scott, quienes apenas sumaron 64 yardas en 18 acarreos. En general, la línea estuvo muy apremiada por la presión que colocaban los Pats y sus problemas crecieron luego de la lesión de Lane Johnson. Una secuencia muy repetida en el partido fue ver a Carson Wentz saliendo del pocket para evitar una captura, y luego ver si podía encontrar algún receptor. El mariscal de Philadelphia estuvo asediado toda la tarde, sufrió cinco capturas además de 12 golpes propinados al momento de lanzar. Luego de convertir 10 puntos en las primeras tres posesiones, despejaron en siete de sus siguientes diez marchas y en cinco ocasiones, ni siquiera avanzaron 10 yardas.

En reiteradas situaciones, enfrentaron jugadas de largo trayecto, razón que explica el discreto 3-13 en terceras oportunidades. Tuvieron muchos problemas, pero pudieron tener otro resultado de no haber sido por los pases que dejaron caer los receptores, algunos de esos en momentos clave. Zach Ertz fue el mejor receptor de los Eagles con 94 yardas en 9 atrapadas. Dallas Goedert anotó el único touchdown, recibió tres balones aunque fueron sobre seis pases lanzados en su dirección. Pero el caso más preocupante fue Nelson Agholor. Nueve balones fueron lanzados hacia él, atrapó apenas cuatro. Entre esos pases que no atrapó, estuvo aquel que soltó en el endzone el cual hubiese puesto a Philly a punto de empatar, con poco más de un minuto por jugar en el partido. Una jugada que bien pudiera ilustrar su actual rendimiento (5-5).

La nota baja de la semana ocurrió en Cleveland, en el epílogo del duelo entre los Browns y los Steelers. En una jugada en que Mason Rudolph había completado un pase corto, este cae con Myles Garrett y en el suelo tienen un altercado, donde Garrett acaba quitándole el casco a Rudolph y lo golpea con el mismo en la cabeza (!). Acto seguido, se generó una trifulca en la que dos jugadores de Pittsburgh fueron a golpear a Garrett, uno de ellos fue Maurkice Pouncey quien pateó en el suelo a Garrett. Lógicamente, hubo jugadores descalificados: Garrett y Larry Ogunjobi, este por haber empujado por detrás a Rudolph. Aún en la victoria, los Cleveland Browns están destiñendo y ese acto criminal de Garrett bien serviría de ejemplo para entender la indisciplina que aqueja a todo ese conjunto.

Garrett ya fue suspendido por el resto de la temporada y estará fuera por tiempo indefinido, y no sorprendería si es que no vuelve a jugar después en la liga, ya sea en Cleveland o en otro equipo. Lo que hizo el jueves pasado no tiene precedente y corrió con suerte, ya que pudo haberle causado una conmoción a Rudolph o hasta pudo haberlo matado con ese golpe. Parece exagerado, pero se sabe acerca de lo peligrosos que son los golpes en la cabeza, más si un jugador está desprotegido. En el fútbol americano, el casco se usa de protección, nunca como un arma. Al parecer, el ala defensiva de los Browns lo olvidó y por culpa de él mismo, podría quedar vetado de seguir jugando más adelante.

Miguel Meléndez es el creador y responsable de Gringo Sports. Desde 2011 escribe artículos sobre los principales deportes norteamericanos. Además, es conductor y comentarista en el podcast de NFL Chile.

martes, 12 de noviembre de 2019

Perfil ganador


por Miguel Meléndez
Twitter: @journalistmike

A pesar de no dominar abrumadoramente, los Seattle Seahawks encuentran distintas maneras de ganar partidos y es por eso que llevan ocho victorias en diez jornadas, la más reciente fue el lunes en casa de los San Francisco 49ers, a quienes les quitaron el invicto en la prórroga. Durante el juego, la línea ofensiva estuvo en apuros ante el ímpetu de los defensivos de San Francisco, quienes capturaron cinco veces a Wilson, pero este mantuvo la calma y fiel a una de sus virtudes, ejecutó jugadas e improvisó otras tantas.

En el tiempo adicional, Wilson tiró una intercepción que pudo costar caro, pero después tuvo una última oportunidad, donde colocó a los Seahawks en posición de ganar el juego, cuando logró una escapada de 19 yardas, al descubrir que los Niners habían dejado descubierto todo el centro de la cancha. Una jugada clave, ya que después necesitaron avanzar solo 15 yardas más hasta el gol de campo decisivo que les dio la victoria. Wilson se ha distinguido siempre por hacer jugadas decisivas y este año, se ha vuelto muy peligroso lanzando desde el pocket, a pesar de no contar con receptores estelares.

En el juego del lunes, Russell completó 70.6% de sus pases (24/34), siguiendo la línea de alta eficiencia que ha marcado en todo el año, promediando 68.5%. Como si fuera poco, su balance de touchdowns/intercepciones es el mejor de la liga con un impecable 23/2. En su octavo año en la NFL, Wilson está firmando su mejor campaña como pasador. En caso que Seattle llegue a los playoffs, no serán pocos quienes lo proclamen como el MVP de esta temporada. Wilson es fundamental en el desempeño de los Seahawks, pero la defensiva no se quedó atrás en el partido en Santa Clara. De hecho, fue esa unidad la que ayudó a meterlos de lleno en el juego.

Durante el segundo cuarto y en pleno dominio Niner, un fumble devuelto a touchdown de Jadeveon Clowney descontó la diferencia a solo tres puntos, siendo el primero de tres balones que le arrebataron a Jimmy Garoppolo (2 fumbles + 1 intercepción) y todos repercutieron en el desarrollo del juego, que fue muy cambiante debido a todas las capturas y balones perdidos. A pesar de tener muchos problemas, la defensa igualmente logra hacer jugadas que en cierto grado complementan todo lo que ha producido Wilson, quien es el principal responsable de las ocho victorias que tienen expectantes a los Seahawks de cara a una posible clasificación.

Los Pittsburgh Steelers son otro equipo que se las ha ingeniado para ganar, pese a no contar con Ben Roethlisberger desde la Semana 2. En su lugar, está el novato Mason Rudolph y mientras corrige sus errores, la defensiva ha sacado la cara por el equipo jugando partidos con anotaciones relativamente bajas y donde han colocado mucha presión a los contrarios, tal como fue en el reciente triunfo ante los L.A. Rams. Incomodaron de tal forma, que los Rams convirtieron apenas 1 de 14 intentos en 3rd down, además de colapasar continuamente el pocket, capturando cuatro veces a Jared Goff y golpeándolo en otras nueve jugadas.

En general, no le daban tiempo a Goff y forzaron malas jugadas de los Rams (aparte de la decisión de darle pocas jugadas a Todd Gurley), que derivaron además en touchdown defensivo convertido por Minkah Fitzpatrick y en ocho despejes del vigente monarca de la NFC. Un jugador que se consagra en esa defensiva es T.J. Watt. El domingo capturó dos veces a Goff y en la temporada lleva 9.5 capturas (quinto mejor de la liga). Los instintos y las técnicas son cada vez mejores y es por eso que Watt ya es una pieza importante dentro de los Steelers, quienes en cuestión de un mes pasaron de ser un equipo casi moribundo a uno que pelea un puesto de clasificación.

En cuanto a anotaciones, los Steelers no hacen nada extraordinario. De hecho, promedian 21.4 puntos por partido (19° en el torneo) y tienen la quinta peor ofensiva en cuanto a yardas producidas. Están ganando pese a que están entregando balones cada semana, aunque Rudolph se muestre cada vez menos errático. De hecho, ante los Rams no cometió perdidas, aunque completó apenas 57.9% de sus envíos. Eso sí, fue brillante el pase de touchdown que acertó con James Washington. Pittsburgh intenta progresar, pese a los lesionados y pese a la baja productividad de otros elementos como JuJu Smith Schuster, quien ha anotado solo tres veces. Claramente, es un trabajo muy colectivo y donde nada está sobrando. Aunque están haciendo lo necesario para ganar. No por nada llevan cuatro triunfos consecutivos y terminaron la 10° semana dentro de las ubicaciones de playoffs.

Miguel Meléndez es el creador y responsable de Gringo Sports. Desde 2011 escribe artículos sobre los principales deportes norteamericanos. Además, es conductor y comentarista en el podcast de NFL Chile.

martes, 5 de noviembre de 2019

Cuervos amenazantes


por Miguel Meléndez
Twitter: @journalistmike

La novena semana de la NFL dejó como principal suceso el triunfo de los Baltimore Ravens sobre los New England Patriots, cortando el invicto que traían estos últimos para este partido. Los Ravens aprovecharon su localía y demuestran ser un equipo serio. Por su personal y estrategia se pensaba que al menos podrían darles pelea a los vigentes campeones. Además del triunfo, lograron imponer su juego de acarreos además de una defensa que sacó a Tom Brady de su zona de confort.

En primer lugar, queda claro que los Ravens están armados para correr y mucho con el balón. Mark Ingram ha encajado bien dentro del equipo tras su llegada en la agencia libre, y el mariscal de segundo año Lamar Jackson es peligroso corriendo y lanzando (en ese orden). Junto con ellos también participaron activamente el domingo el corredor suplente Gus Edwards, el fullback Patrick Ricard y un trío de tight ends, donde sobresale Nick Boyle. Todos ellos ayudaron primero para darle solidez a la línea ofensiva y luego, ayudaron para abrir camino a las distintas jugadas, acarreos convencionales o bien, variables del Run Pass Option donde Jackson le daba el balón a un corredor o bien se lo quedaba y corría el mismo.

La variedad de formaciones y movimientos previos al snap ayudaron también a desbalancear la defensiva patriota y con ello, hubo mucho espacio para que atacaran los corredores de Baltimore. En reiteradas ocasiones probaron formaciones de tres corredores, doble tight end e incluso, jugaron muchas formaciones pistol, donde bordearon las 7.0 yardas por intento cuando usaban esa alternativa. En tres de sus cuatro ofensivas que derivaron en touchdown, consumieron al menos seis minutos y en total, los Ravens sumaron 210 yardas en 41 acarreos con 3 touchdowns, de los cuales dos convirtió Jackson. En la primera anotación, con una sola finta creó el espacio para correr y en la segunda, dejó a tres defensivos atrás luego de evadir la presión que acechaba.

Claramente, Lamar Jackson es un jugador difícil de enfrentar por sus virtudes atléticas. Corre bien con el balón y sabe ejecutar maniobras para desarmar defensivas, parte de su repertorio era el que ejecutaba a nivel universitario y si bien, comienza a madurar como pasador, continúa siendo alguien que corre como primera opción y cuidado, si continúa exponiendo el físico como lo ha hecho desde su ingreso a la liga, quizás no dure tantos años. Veremos cuanto y como sigue evolucionando como pasador, el domingo anduvo bien: completó 17 de 23 intentos, sumó 163 yardas y un touchdown. Ha subido su eficiencia del 58.2% del año pasado al actual 64.3% y su rating ha subido del 84.5 del año anterior al actual 95.4. Es posible que tenga mayores desafíos cuando los rivales controlen sus acarreos y sobre todo, cuando tenga que ganar partidos mediante los pases.

En defensa, Baltimore perdió jugadores durante el receso, pero igualmente se ha mantenido en (relativo) buen nivel esta temporada. A pesar tener la quinta cantidad más baja de capturas con 14, los Ravens insisten con presionar a los pasadores contrarios, registrando la segunda mayor proporción de blitzes en la liga, con 47.6%. De hecho, el domingo solían mandar mucha presión sobre Brady, en situaciones claras de pase (3° downs). Usan mucho a los linebackers como Matt Judon o Jaylon Ferguson, quienes se alinean como LB o en la línea defensiva, creando una variedad en cuanto a las formaciones defensivas. Además, en algunas jugadas también presionaban con jugadores de la secundaria, quienes rompían el pocket, obligando a Brady a tener que desplazarse más de lo común. Capturaron solo dos veces al # 12 de New England, pero lo golpearon en 10 ocasiones.

Dada su situación divisional (líderes con 6-2), los Ravens bien pudieran avanzar a los playoffs y hasta a optar una posición alta dentro de su conferencia. Los Patriots seguramente sacarán muchas conclusiones y tendrán en cuenta todos los aspectos para corregir, sobre todo si se repite este duelo en enero. Pero Baltimore dio un gran paso de cara a convertirse en un contendiente, al vencer a los Pats, convirtiendo 37 puntos y casi doblando en tiempo de posesión. Jugaron sin miedo y apegados al plan diseñado por John Harbaugh, quien debe ser uno de los pocos entrenadores que se mide de igual a igual con Bill Belichick. De hecho, los Ravens han ganado cuatro de diez partidos a los Patriots, desde que son dirigidos por Harbaugh (2008 al presente), incluyendo dos triunfos de visita en postemporada. Una fórmula que se vuelve una amenaza.

Miguel Meléndez es el creador y responsable de Gringo Sports. Desde 2011 escribe sobre los principales deportes norteamericanos. Además, es conductor y comentarista en el podcast de NFL Chile.