miércoles, 27 de noviembre de 2013

Golpes matadores

Malas caídas, rodillas que crujen, jugar con miedo después de una larga de rehabilitación, volver a sufrir por otra caída. Ciertamente, las lesiones y en particular, las que afectan a las rodillas y los tobillos son las peores que pueden tener los deportistas de alta competencia. En varios casos, han terminado con carreras prometedoras, en otros no necesariamente a ese extremo, pero sí acaban afectando física y psicológicamente al jugador. La NBA tiene historias de esa especie y la que actualmente protagoniza Derrick Rose se vincula con todo lo previamente descrito.

Después de más de un año y de haber optado por 'saltarse' la temporada '12/'13, el base de los Chicago Bulls había vuelto en gloria y majestad para el inicio del presente torneo, entregando grandes actuaciones y algunas canastas dignas de su talento, como la que encestó en los segundos finales del duelo ante los New York Knicks, en la semana de apertura. Hace un par de semanas, hubo un pequeño susto cuando Rose debió perderse un juego por una leve molestia en el tendón de la corva, pero los fantasmas volvieron a caer sobre la estrella de los Bulls el viernes pasado, cuando en el tercer cuarto del partido frente a los Portland Blazers, Rose cae y se lesiona la rodilla derecha (Nota: en abril de 2012, se había roto los ligamentos de la rodilla izquierda). Debió abandonar el estadio en muletas y hace un par de días, se confirmaron los peores augurios: Rose se tuvo que intervenir en los meniscos y estará fuera de acción por el resto de la actual campaña.

Rabia, tristeza, frustración. Posiblemente eso y mucho más debió sentir Rose cuando sufrió la más reciente lesión y ese ha de ser el sentimiento que pasó por sus compañeros de equipo, por su entrenador Tom Thibodeau, los fanáticos de los Bulls y todos quienes vemos en Derrick una estrella con pasta suficiente para ser leyenda. Ya ha sido All Star, ya ha sido MVP de temporada regular, ya ha estado en  los playoffs. Su perfil y presencia contagia a su equipo como a todos quienes hemos seguido su trayectoria. Es de esos personajes con los que se puede tener confianza de que algo bueno siempre ocurrirá. Y estas dos lesiones de rodillas amenazan seriamente con dañar el resto de su carrera. ¿Volverá en plenitud? ¿Seguirá con confianza para elevarse en el aire? ¿Podremos volver a verlo deslumbrando con sus destrezas? Dudas y miedos, que son muy lógicos cuando ocurren estas situaciones. Y si miramos el pasado reciente de otros destacados jugadores, esa incertidumbre se hace todavía mayor.

Sin dudas, el caso más recordado debe ser el de Grant Hill. Durante sus seis primeras temporadas, se había erigido como estrella en los Detroit Pistons, siendo reconocido como uno de los jugadores con técnica más elegante en aquella época. Todo comenzó a caer en abril de 2000, cuando Hill se fracturó el tobillo izquierdo. Volvió un mes más tarde, en plena disputa de los playoffs y fue sólo para volver a dañarse el mismo tobillo. Para la temporada siguiente, Hill -siendo agente libre- se fue a Orlando con la idea de formar mancuerna con Tracy McGrady, y a pesar de haber tenido cirugías y períodos de rehabilitación, nunca pudo recuperar su forma. Nunca pudo jugar temporadas completas en el Magic y así fue como en 2007, partió a los Phoenix Suns, donde estuvo cinco años hasta la liga pasada, cuando se retiró siendo jugador de los Clippers de Los Angeles. Tuvo algunos momentos destacados, pero ya en una faceta mucho más modesta en comparación a lo que fue el período 1994-2000.

Donde sí saben de estrellas estrelladas -valga la redundancia- es en Portland. En la última década, los Blazers sembraron sus esperanzas en Brandon Roy (elegido en 1° ronda del draft 2006) y Greg Oden (primera selección en 2007, prefiriéndolo sobre Kevin Durant). Roy alcanzó a completar cinco temporadas con los Blazers, alcanzando los 22 puntos de media por partido, llegando a consolidarse como la estrella del equipo, pero en diciembre de 2011 anunció su retiro temporal de las pistas, debido a un problema degenerativo en sus rodillas. Roy estuvo en terapias durante todo el ciclo '11/'12 y se declaró en condiciones de volver. Los Minnesota Timberwolves lo ficharon para el curso pasado con la esperanza de revivir su carrera. Duró apenas cinco partidos, debido a que volvió a sentir serias molestias en sus rodillas. Ya va más de un año que el base lleva sin jugar.

El caso de Oden es todavía más dramático. Desde su etapa universitaria, en Ohio State, que venía cargando con lesiones además de tener la presión de ser "la-nueva-estrella". Igualmente, fue elegido por los Blazers, pero en sus cinco temporadas con el equipo alcanzó a disputar un total de 82 partidos. Las lesiones en las rodillas que sufrió desde su primer año, en el cual no pudo jugar un solo encuentro oficial, literalmente le cortaron su carrera en la NBA. Actualmente, forma parte del Miami Heat, pero sólo jugó algunos minutos de pretemporada, después de casi cuatro años sin disputar un partido. Pero una nueva molestia en sus rodillas le han privado de jugar en la presente temporada.

Lesiones muy sensibles pueden ser muy crueles con algunos deportistas y volviendo al caso de Rose, no sólo los Bulls, sino que la liga entera tenía puestas grandes expectativas en su anticipado retorno, el cual acabó siendo efímero. A ver si su carrera basquetbolística logra tener un mejor destino que en los casos de Hill, Roy y Oden, y no termina en otro "qué hubiese pasado si...". Habrá que volver a esperar otro año más.

lunes, 25 de noviembre de 2013

Apuntes de NFL (25 de noviembre)

La liga está completando su tercer mes y los partidos se vuelven mucho más trascendentales. Al mismo tiempo, el clima se convierte en factor y a medida que se enfrían las temperaturas, se van perfilando los contendientes. Después de nueve semanas invictos, los Chiefs pierden dos partidos seguidos y para peor, pierden a sus dos mejores defensivos. Los Patriots remontan un déficit de 24 puntos y acaban venciendo a los Broncos, en un partido que tuvo 11 (¡!) balones sueltos. Algunos equipos van en subida, otros en franca caída, como los Texans que pierden en casa con los Jaguars. Y por segundo año consecutivo, tenemos un partido oficial finalizado con un empate (Donovan McNabb no comprende esta parte). Ayer, se jugó gran parte de la 12° semana y en las siguientes líneas, lo más destacado.

Panteras enrachadas: después de las primeras cinco jornadas, los Carolina Panthers parecían perdidos. Estaban con marca de 1-3, pero desde entonces llegaron una serie de ajustes que han elevado su nivel. Este equipo continúa con una predilección por los acarreos, repartiendo el balón entre Deangelo Williams; Jonathan Stewart y en menor medida, Mike Tolbert y Cam Newton, y con este último, han llegado los cambios más interesantes. Se están viendo menos jugadas diseñadas para que corra (como ayer, cuando hizo un QB Keep que acabó en las diagonales) e incluso, el quarterback está desarrollando habilidades como jugador de pocket, leyendo más a los rivales e identificando mejor las situaciones favorables. Coincidencia o no, los últimos dos triunfos, ante los Patriots y los Dolphins, llegaron en series que Newton se dedicó a lanzar el balón dentro del pocket. Así es como han ligado siete victorias consecutivas.

Cuidado con Arizona: se habla muy poco de los Arizona Cardinals, pero si la postemporada comenzara hoy, estarían ingresando como uno de los dos comodines. Se han hecho respetar en su casa, donde han ganado seis de siete (cuatro consecutivos) y a pesar de tener una ofensiva de nivel promedio, su defensiva se establecido como fortaleza. Una prueba: permiten 81 yardas terrestres por partido, el segundo promedio más bajo de toda la liga. Calais Campbell, Darnell Dockett y Karlos Dansby están haciendo una labor fenomenal dominando la línea, como lo hicieron ayer ante los Colts conteniendo las carreras y de paso, incomodando a Andrew Luck. De hecho, Dansby interceptó un pase y lo devolvió a touchdown, tras un pase precipitado del QB de Indianapolis. Desde ya, un aviso: los Cardinals cierran la temporada visitando a los Seattle Seahawks y recibiendo a los San Francisco 49ers. Dos partidos que podrían definir mucho.

San Diego Recharged: 10 de los 11 partidos de San Diego han sido definidos por 10 puntos o menos (récord 5-6), una señal del progreso que ha dado este equipo en el primer año de Mike McCoy como entrenador en jefe. La influencia de este último se ha visto en la agilidad ofensiva que ha vuelto a tener este conjunto, teniendo a Philip Rivers como mayor beneficiario. El mariscal Charger está viviendo un segundo aire en su carrera, bajo un esquema que consiste en pases rápidos y en formaciones abiertas. Ayer, frente a los Chiefs, Rivers completó pases con ocho receptores distintos, sacando provecho del tamaño de Keenan Allen, la experiencia de Antonio Gates y la velocidad de Danny Woodhead. El pase de touchdown con Seyi Ajirotutu, a 26 segundos del final, para asegurar el triunfo coronó un partidazo de Rivers, quien actualmente encabeza la liga en porcentaje de pases completos, con un 70.8%.

Top Five:

1. Seattle Seahawks (10-1). Llegarán a diciembre con el mejor récord de toda la competición y con opciones de asegurar la localía para todos los playoffs.
2. Denver Broncos (9-2). Desperdiciaron una ventaja de 24 puntos en Foxboro, pero continúan en lo más alto de su conferencia. Eso sí, desearían tener de vuelta a Champ Bailey, clave en su defensiva.
3. New Orleans Saints (9-2). Sus últimos dos triunfos han sido por margen de una anotación. El próximo lunes tendrán una durísima prueba, cuando tengan que visitar Seattle.
4. Carolina Panthers (8-3). Siete triunfos consecutivos y en pleno ascenso. Por si fuera poco, aún tienen pendientes los dos partidos frente a los Saints.
5. New England Patriots (8-3). Tres balones sueltos les costaron 17 puntos, pero Tom Brady encabezó una épica remontada en la segunda mitad. En todo caso, ayudó mucho el último fumble.

¿Sabías Qué?

- Tom Brady tiene récord de 23-5 en partidos jugados con temperaturas inferiores a los cinco grados centigrados, con 48 pases de touchdown. En tanto, Peyton Manning tiene marca de 3-6 jugando en esas mismas condiciones.

- El empate de ayer, entre Minnesota Vikings y Green Bay Packers, fue el cuarto que se produjo en un partido oficial de la NFL, en lo que va del Siglo 21. Estos equipos ya tenían un duelo igualado en su historial, en noviembre de 1978 (10-10).

- Larry Fitzgerald se convirtió en el receptor más joven en alcanzar las 11.000 yardas, a la edad de 30 años y 85 días. La marca le pertenecía a Randy Moss, quien había logrado ese hito con 30 años y 222 días.

lunes, 18 de noviembre de 2013

Jugadas que cambian partidos

Cada semana, hay partidos que son caracterizados por una serie de sucesos o una acción específica que cambia el curso del mismo, impulsando a un equipo y desmoralizando a otro. Algunas de estas jugadas surgen por decisiones del entrenador, como ocurrió ayer con los Detroit Lions. Con el propósito de ser "agresivos", como declaró Jim Schwartz después del juego, decidieron hacer una jugada de engaño en 4° y 5, a 10 yardas de la línea final y estando arriba por tres puntos, en el cuarto período. El snap fue tomado por Sam Martin, quien fue detenido a dos yardas de conseguir el primer down y, en el acto, le zafan el balón que acabó siendo recuperado por Ryan Clark y, con ello, la posesión era para los Pittsburgh Steelers.

Posteriormente y con todo el ímpetu a su favor, los Steelers anotaron en sus próximas dos ofensivas (consumiendo casi 10 minutos de juego) y acabaron ganando el partido. En un juego cerrado, de visitante, ante un rival complejo y con lluvia, no resulta muy necesario sacar jugadas de fantasía. Más aún, si se está defendiendo una ventaja. En esos casos, siempre se sugiere jugar más a la segura. No se trata de no arriesgar, sino que saber cuando y cómo hacerlo.

Si de jugadas cambiantes se trata, en el duelo de Ohio entre Cincinatti Bengals y Cleveland Browns si que las hubo. Los Browns acabaron el primer cuarto con ventaja de 13-0, luego de una intercepción devuelta a touchdown de parte de Joe Haden. Los visitantes ganaban y en Paul Brown Stadium se respiraba una sensación de incomodidad, la cual desapareció antes de llegar al intermedio. Los Bengals ya habían revertido el marcador con dos pases anotadores de Andy Dalton y prácticamente, aseguraron el triunfo en el segundo cuarto.

Primero, con un despeje bloqueado y devuelto a las diagonales por Tony Dye, y después, con un balón suelto de Chris Ogbonnaya fue recuperado y convertido en seis puntos, por Vontaze Burfict. Con sólo algunas acciones, el equipo bengalí dio vuelta un escenario muy desfavorable y se afianza en lo más alto de su división, mientras que Cleveland se desmoraliza producto de las mismas secuencias. Claro, además no ayuda mucho tener de quarterback a Jason Campbell.

En Louisiana Superdome hubo espacio para la controversia. Con poco más de tres minutos por jugar en el duelo entre New Orleans Saints y San Francisco 49ers, estos últimos parecían encaminarse a un valioso triunfo como visitantes, luego de un balón suelto provocado por Ahmad Brooks y recuperado por Patrick Willis... ¡Pero! esperen un momento. En la jugada (3° down y 2), se marcó un foul personal a Brooks por un golpe al cuello de Drew Brees y por resultado, significó un primer down automático para los 'Santos'. El contacto como tal, existió. Ahora, ¿fue realmente como para lanzar un pañuelo? ¿Puede un jugador defensivo frenar su ímpetu cuando está intentando hacer su jugada? Los ajustes de reglamento han limitado a los defensivos y muchos golpes, antes catalogados legales, ahora se marcan beneficiando a los ofensivos y en este caso, dándole una nueva oportunidad a New Orleans que logró igualar el juego.

Donde no hubo dudas fue en el despeje que efectuaron los Niners, a casi 1:40 de finalizar el tiempo reglamentario. Darren Sproles pidió recepción libre, pero al atrapar el balón fue golpeado por Kassim Osgood. Error mental clamoroso que costó 15 yardas y con ello, algo más de facilidad para que los Saints movieran el balón 47 yardas, hasta el gol de campo de Garrett Hartley que aseguró el triunfo para los locales. Resulta increíble que en un equipo con pretensiones de campeonato se cometan errores por desconocimiento u olvido de reglas y/o desconcentraciones.

Aunque si consideramos que el entrenador en jefe de San Francisco es Jim Harbaugh, quien malgastó sus dos desafíos de jugada en la primera mitad, los errores son más entendibles. Pero de esas calamidades, mejor hablamos en otro episodio.

lunes, 11 de noviembre de 2013

Plan B

En el fútbol americano se suele tener todo preparado y previsto, ya sea para situaciones favorables o casos más complejos. Lógicamente, también se preparan partidos y temporadas completas considerando que sus mejores jugadores estarán disponibles. Pero, hay lesiones que pueden dañar la fisonomía de un conjunto y esas bajas son más sensibles si se tratan de mariscales de campo que son emblemas o simplemente, por quienes giran sus ofensivas.

En las últimas semanas y, con la inmensa cantidad de lesionados que se han dado este año, algunos equipos han tenido que enfrentar esa grave dificultad que significa la perdida por lesión de su quarterback titular, poniendo a prueba la calidad del staff de entrenadores y también, la profundidad que existe en la posición de QB.

En menos de una semana, los Green Bay Packers han visto pasar a tres jugadores distintos en ese puesto. Después de la lesión en la clavícula que sufrió Aaron Rodgers, en el comienzo del juego del lunes pasado ante los Chicago Bears, entró Seneca Wallace quien claramente no estaba listo para asumir tal responsabilidad. La consecuencia, fue que la ofensiva de Green Bay se vio muy limitada en su selección y ejecución de jugadas y, a pesar de mantenerse en la contienda hasta el cuarto período, acabaron perdiendo.

Ayer domingo, y con casi una semana de preparación para el duelo con los Philadelphia Eagles, Wallace tenía mayor capacidad de hacer jugadas arriesgadas. Completó sus cinco primeros pases, pero debió abandonar el juego por una lesión en la ingle. Scott Tolzien, quien no había tomado un solo snap en la NFL, tuvo que reemplazarlo. No lo hizo mal (24/39, 280 yardas, 1 touchdown), pero su inexperiencia le pesó en la falta de timing con los receptores en algunos pases y sobre todo, en las dos intercepciones que lanzó. Una de ellas, en situación de 3° y goal, cuando los Packers perdían por siete unidades.

Aquí se ve el caso de un equipo que ha sufrido de hechos desafortunados al perder mariscales en dos juegos consecutivos, por lo que sería injusto juzgar los cometidos de Wallace y sobre todo, de Tolzien quien literalmente, fue lanzado a los leones. El coach, Mike McCarthy, siempre se ha distinguido por preparar muy bien los partidos y saber como suplir las ausencias. El caso de Matt Flynn en diciembre de 2010 (254 yardas y 3 TDs vs. New England), ilustra notoriamente ese concepto.

Los Bears y los Eagles también han debido usar quarterbacks suplentes en la presente temporada. Chicago ganó el lunes pasado en Lambeau Field con Josh McCown en los controles y, desde el primer drive, se veía lo bien preparado que estaba. Rápidas decisiones, pases precisos y administrando la ofensiva. Crédito también para el coach, Marc Trestman, por no exponerlo demasiado.

En tanto, la lesión de Michael Vick y la irregularidad en resultados, llevaron a que Chip Kelly mantuviera a Nick Foles, otrora reserva, como el actual QB titular en Philadelphia. Este es un caso más positivo, puesto que Foles ya había jugado algunos partidos en su año de novato, por lo que ya tenía experiencia antes de tomar el lugar de Vick en la cuarta fecha. Sus 16 pases de touchdown (siete de ellos en Oakland) y sus cero intercepciones justifican la decisión de Kelly.

Cierto, se puede reemplazar la ausencia de un jugador clave de un equipo. Pero hay casos en que esa ausencia es tan significativa y tan irreemplazable, que esa sola lesión puede conspirar contra las aspiraciones de toda una temporada. Green Bay había resistido y hasta evolucionado con distintas adversidades, pero ahora que no está Rodgers, queda más que claro su importancia como jugador franquicia y lo fundamental que resulta un jugador de su categoría para un equipo con pretensiones de campeonato.

miércoles, 6 de noviembre de 2013

Pensando en voz alta

Para esta temporada, la NBA amplió el abanico de jugadas y/o situaciones aptas para ser revisadas en video, como faltas previas al tiro, tener la chance de cambiar una decisión de foul defensivo u ofensivo y también, examinar el tipo de faltas flagrantes que se cometen. Eso sí, en el reglamento oficial, no aparece nada relacionado con un límite de tiempo para esas revisiones. En vista de lo que se dio en los partidos de la semana inaugural, sería necesario considerar esa posibilidad. Un ejemplo: el duelo del viernes pasado, entre Miami Heat y Brooklyn Nets, duró casi tres horas y no hubo overtime. Ocurrió simplemente porque los oficiales se tomaban demasiado tiempo en verificar jugadas, haciendo muy lento el juego. Sólo el tercer cuarto duró casi una hora de tiempo real.

Mucha atención con Cleveland Cavaliers y Minnesota Timberwolves. Equipos relativamente jóvenes, con estrellas en ascenso (Kyrie Irving, Ricky Rubio), otras consagradas (Kevin Love) y con potencial para ser protagonistas en los próximos años. Y en el caso particular de los Wolves, tienen un estilo de juego que involucra muchas pantallas y cortes sin balón, dejando de manifiesto la influencia de su entrenador, Rick Adelman. Quienes tengan memoria, seguro lo recuerdan de los Kings en su mejor época. Tenían un modo de juego muy similar. Por cierto, en la noche del lunes se enfrentaron Cavs y Wolves. Cleveland dominó y acabó ganando el juego, pero en el último cuarto, Minnesota metió un parcial de 31-17 y se quedó a un punto de ganar el partido. Al margen del resultado, demostraron porqué son equipos en pleno progreso.

El principal refuerzo de los Clippers en el offseason estuvo en el puesto de entrenador, con la llegada de Doc Rivers. Y en pocos partidos, ya se nota su calidad en Los Angeles. El equipo ha mostrado mayor fluidez para mover el balón y ya no se dan muchas secuencias de uno contra uno o de Chris Paul "tragándose" la pelota. Encima, este es un equipo que anota mucho y corre bien los contra ataques. En sus tres victorias, anotaron al menos 110 puntos en cada uno de esos juegos. Sólo en la noche del lunes, le metieron 137 a los Houston Rockets. ¿Salto de calidad en Lob City? está por verse.

En su momento y, haciendo alusión a su rol en televisión, Charles Barkley comentó que "me pagan por hacer nada". Aparentemente, esa célebre frase está llena de honestidad. La semana pasada, en el programa Inside the NBA, los comentaristas hicieron sus predicciones de cuáles serían los equipos que jugarán los playoffs en el oeste. Luego de las respectivas selecciones de Shaquille O'Neal y Kenny Smith, y tras ser consultado por el anfitrión Ernie Johnson, Barkley no tuvo mejor idea que decir esto:


* Si no comprendes inglés, te ayudo en esta. Barkley respondió: "No soy un experto, Ernie"

¿Honestidad? ¿Sarcasmo de "Chuck"? Queda a tu criterio.

lunes, 4 de noviembre de 2013

Repaso: Chiefs 23, Bills 13

Kansas City Chiefs mantiene su condición de único invicto restante en la NFL, luego de ganar su noveno partido consecutivo. Aunque esta vez, sufrieron más de la cuenta para imponerse en su visita a los Buffalo Bills.

Desde el comienzo, los Chiefs buscaron establecer una ofensiva que equilibrara los acarreos de Jamal Charles con pases cortos y rápidos de Alex Smith. La decisión de tal estrategia se hizo más firme, conforme Charles fue enfrentando dificultades para llevar el balón por tierra (90 yardas en 17 carreras). Smith no lo hizo mal pasando el ovoide, pero continúa siendo un quarterback sólo 'cumplidor' y eso, a la larga, podría terminar costando caro a este equipo. La ofensiva de los Chiefs estuvo bajo un constante asedio de la defensiva de Buffalo, sobre todo en situaciones de largo trayecto. En todo el partido, lograron 15 primeros downs, 210 yardas totales y completaron 3 de 13 en terceras oportunidades.

Y ante la falta de mayor producción ofensiva, la defensiva se encargó de poner puntos en el marcador. En la primera serie del tercer cuarto, los Bills habían movido el balón por toda la cancha y estaban en situación de 3° y goal. En esa jugada, Buffalo decidió alinearse en formación escopeta con dos receptores en la derecha. El mariscal, Jeff Tuel, fue por ese costado y pese al quiebre de Stevie Johnson, quien quedó descubierto en la zona final, Tuel lanzó en dirección de Robert Woods, pero nunca vio a Sean Smith, quien se quedó plantado en su zona y captó la finta del quarterback. Smith interceptó el balón y lo llevó 100 yardas hasta las diagonales. El partido se empataba a 10 y los Chiefs tenían el ímpetu a su favor.

La otra gran intervención defensiva llegó en el último cuarto, cuando tras un fumble de T.J. Graham, el balón es recuperado por Tamba Hali, quien lo devuelve para un touchdown de 11 yardas. Kansas City tomaba ventaja de siete puntos y la iban a mantener hasta el final. A pesar que los Bills propusieron un buen plan de juego, les doblaron en yardas ofensivas y les hayan neutralizado los intentos de carga, dejando a los defensivos de los Chiefs sin capturas en el partido, siendo que promedian casi 4.5 por encuentro.

El equipo dirigido por Andy Reid no jugó bien, pero logró hacer las jugadas precisas para llevarse el triunfo. Un dato que puede indicar mucho: de las nueve victorias que tienen los 'Jefes', seis de ellas se produjeron por margen inferior a 10 puntos, incluyendo dos triunfos por la mínima diferencia (Cowboys y Texans). Los Bills no tienen un mal conjunto, pero ahora sufren por no tener disponible a su prometedor mariscal, E.J. Manuel. Ayer, Truel en momentos de mayor presión, no estuvo a la altura.

En la próxima jornada, los Bills visitarán a los Pittsburgh Steelers (2-6), mientras que los Chiefs tendrán semana libre. Pero en la fecha subsiguiente (17 de noviembre), el equipo de Kansas City expondrá su invicto visitando a sus rivales divisionales, Denver Broncos (7-1), partido que originalmente estaba programado en el segundo bloque de partidos de la tarde, pero dada su trascendencia y a las ventajas que ofrece el calendario flexible, fue cambiado para el horario nocturno.