domingo, 26 de febrero de 2012

All Star Break

Pausa en la temporada regular por el Juego de Estrellas. Un buen momento para hacer algunas reflexiones sobre lo que ha ocurrido en la actual temporada... la temporada del "Lockout".

Es evidente que Chicago Bulls, Miami Heat y Oklahoma City Thunder son los principales candidatos al título. Tienen los mejores registros de la liga y planteles en consolidación. ¿De qué podrían cuidarse? En caso del Thunder, mantener la consistencia y cerrar mejor los partidos, más aún cuando llevan amplias ventajas. Algo así les pasó esta semana contra Boston y los Celtics casi les empatan.

Heat y Bulls están separados por medio juego en el primer lugar del Este y aún quedan partidos entre sí (Miami ganó el único choque, hace un mes). Ojo, que en esos duelos podría definirse la localía en una probable final de conferencia.

En el Oeste, hay 10 equipos que tienen porcentaje ganador superior al 50%. Hay mucha calidad en los equipos y desde ya, podrían anticiparse enormes batallas en Playoffs. Para destacar, San Antonio Spurs que ha rejuvenecido su plantel y han logrado mantener su sello basquetbolístico, incluso tiene mayor efectividad a distancia. Son el tercer mejor equipo triplero en la liga.

El primer pick del último draft ha respondido. Kyrie Irving ha tenido una rápida adaptación en los Cleveland Cavaliers, haciendose como el conductor de la ofensiva. Ya toma decisiones en momentos claves de los partidos y le han causado problemas a más de algún equipo competitivo. Hasta acá, promedia 18 puntos y 5 asistencias. Legítimo candidato a Rookie del año.

Humos de cambio: Así como se dice que Dwight Howard podría irse de Orlando tan pronto como después del All Star de esta noche, también ha surgido el rumor de un posible cambio de Pau Gasol a los Chicago Bulls. De concretarse, los Lakers recibirían a Carlos Boozer y C.J. Watson.

Si es verdad esa humareda, en ese cambio el beneficiado sería claramente el equipo de Chicago. Cambiarían a un buen jugador interno por uno aún mejor, con más técnica y resultaría un complemento idóneo para Joakim Noah en la pintura. El eventual arribo de Rasheed Wallace a los Lakers incrementa las chances de que ese traspaso sea cierto.

viernes, 24 de febrero de 2012

Repaso: Knicks 88, Heat 102

- El partido jugado anoche en Miami fue, en buena parte, de "corre-corre". Pérdidas de balón que generaban contra ataques, puntos por esa vía, dunks brutales -el Heat sabe de eso-, tapones, entre otras... Ideal para un juego de NBA televisado en horario estelar.

- Aunque, con toda esa dinámica, la gran clave del triunfo de Miami estuvo en la defensa. Hicieron un enfoque particular sobre Jeremy Lin, llevándolo a un terreno más físico forzando al armador de New York a dar pases desprolijos y entregar balones. Los resultados quedaron a la vista: Lin encestó apenas 1 de 11 tiros, dio sólo 3 asistencias y perdió 8 veces la pelota. Justo lo que pretendía el Heat.

- Siguiendo con aquella faceta del Miami Heat: Dejaron a los Knickerbockers en un 39% de conversiones, además de dominar en los rebotes por 46 a 41. Una mención para Joel Anthony y Udonis Haslem, quienes se encargan de buena parte de ese trabajo sucio. Anoche, se combinaron para 15 tableros y 6 tapas.

- Ofensivamente, Miami jugó como de costumbre, sacando provecho en los contra ataques y con anotación repartida principalmente entre sus tres figuras. Lebron James llenó la ficha con 20 puntos, 9 rebotes, 8 asistencias, 5 robos y 2 tapas. Chris Bosh y Dwyane Wade agregaron 25 y 22 unidades, respectivamente.

- De parte de los neoyorquinos y más allá del mal partido que tuvo Lin, también hay que consignar que este conjunto sigue cayendo en baches ofensivos, los cuales son evidentes cuando juegan en ofensiva de media cancha.

- Por el bien del equipo, Carmelo Anthony debiera tomar menos tiros, como está ocurriendo con Amare Stoudamire. Sin ir más lejos, anoche "Melo" encestó 19 puntos... en ¡20! intentos al aro. Pichanga en su más puro estado.

- ¿Algo destacable de los Knicks? Sí. Steve Novak y J.R. Smith. Desde la banca produjeron con 6 triples y 26 puntos en total. Ojo con Novak, tiene cualidades de "máquina" triplera.

Para concluir: Insisto en el esfuerzo defensivo que hizo el Miami Heat para neutralizar a "Linsanity", quien hasta acá, se había visto bastante bien (aún promediando varias pérdidas por encuentro). Le cerraron la zona pintada y le hicieron un juego más físico, provocando muchos errores al egresado de Harvard. Seguro que más de algún equipo ya tomó nota.

lunes, 20 de febrero de 2012

Tom Coughlin

Todos los años cuestionado, todos los años despreciado por la carnicera prensa neoyorquina. Todos los años anticipando cuándo se irá de los New York Giants. A Tom Coughlin poco y nada le debe importar toda esa chimuchina.

Coach de la vieja escuela, altamente estricto, cascarrabias, detallista y gran preparador de equipos. Lo demostró en Jacksonville con los Jaguars, en la mejor etapa de esa franquicia, y en New York ha terminado de consolidarse como uno de los grandes.

Ya lo hizo en 2007, ganando todos los playoff games de visita y propinando la única derrota de ese año a los Patriots. Y en la temporada recién concluida, pasó por un trayecto similar. De naufragar por la irregularidad a ponerlos en la cima de la NFL, porque él siempre estuvo convencido que así sería.

A sus 65 años de edad, ya cuenta con dos anillos de campeonato, algo que muy pocos entrenadores pueden presumir. Tal vez ya sea hora de reconocer a Coughlin como uno de los grandes, al menos, de los últimos 20 años.

martes, 7 de febrero de 2012

Big Blue

Hace exactamente tres meses, hice una breve mención sobre el encuentro que sostuvieron New York Giants y New England Patriots en esa fecha. En ese momento, me llamó la atención ver que el desarrollo de ese partido fue muy similar al del Super Bowl XLII, además que el ganador fue el mismo.

El progreso de la temporada que acaba de finalizar y la forma en como se fueron dando las cosas llevaron a una especie de "Deja Vu". Los Patriots regresaban al Super Bowl imponiendose como el mejor en su conferencia -aunque, con cierta cuota de fortuna- mientras que los Giants lo hacían por su parte, pero por la puerta de atrás, ganando de visita y en canchas complicadas.

Varias similitudes con aquella final celebrada en Arizona hace cuatro años, pero a su vez, muchas diferencias que hicieron de este Super Bowl XLVI en uno muy especial.

Algunos aspectos para consignar: El bullado duelo entre los frontales ofensivos de los Patriots con sus pares defensivos de los Giants fue relativamente dominado por los primeros, dominio que se evidenció mucho en los pasajes del encuentro en que los Pats tenían el control del juego. Aunque, al final, los neoyorquinos hicieron sutiles ajustes.

Este fue un Super Bowl tremendamente táctico. La jugada más explosiva del partido fue la inmensa recepción de Mario Manningham de 38 yardas en la última serie ofensiva de New York (gran esfuerzo y concentración, vale reconocer). Eso da una prueba que ambos equipos no concedieron muchas ventajas a lo largo de la cancha. Tanto Tom Brady como Eli Manning hicieron de los pases cortos uno de sus modos principales de operar en buena parte del juego.

Para la historia y para la controversia quedará la curiosa decisión de Bill Belichick de ordenar a sus defensivos que se dejaran anotar, para que Brady tuviera tiempo de una última oportunidad, algo que -por centímetros- no resultó. Green Bay hizo lo mismo en el Super Bowl XXXII y les fue igual.

A continuación, claves del partido en ambos bandos:

¿Por qué ganaron los Giants?

- Tiempo de posesión. Supieron manejar el reloj a su favor (37 minutos con el balón) y el coordinador ofensivo, Kevin Gilbride, dio rienda a los pases justo a tiempo.

- No fueron un equipo demoledor, pero hicieron jugadas precisas en los momentos oportunos, como la a nombrada recepción de Manningham o también, cuando lograron presionar a Brady.

- Eli Manning se graduó como Quarterback de elite. Nuevamente volvió a completar pases en 3º down, algunos de ellos muy arriesgados y tuvo una impecable ejecución en el drive final: 5 de 6 pases completos con 76 yardas.

- La defensiva no logró maniatar a Brady como en el SB XLII, pero lograron incomodarlo en el cuarto final. Sólo registraron dos sacks, pero fueron en situaciones cruciales. Una de ellas, en el último minuto de juego.

- Su despejador. Steve Weatherford sacó brillantes patadas con las que metió atrás a los Pats. Tres de sus cuatro despejes cayeron dentro de la yarda 20. Claramente, cumplió con su labor.

¿Por qué perdieron los Patriots?

- Errores inusuales. Intentional Grounding + Safety en la primera jugada ofensiva (¿En serio fue Tom Brady?) y 12 jugadores en cancha justo cuando habían cubierto un fumble. Esos detalles nunca se le van a Belichick y esos fueron fallos cometidos en el cuarto inicial. Tuvieron que luchar desde atrás.

- Tom Brady tuvo un buen desempeño -admirables las dos series de touchdown- pero también, tiró varios pases atrasados que derivaron en drops de sus receptores y en la intercepción, se vio que el envío le salió algo forzado.

- Wes Welker tuvo en sus manos la recepción que, tal vez, hubiera asegurado el triunfo para New England. Cierto, el pase no fue perfecto, pero el ovoide hizo contacto con sus manos. Y enfrente tenía pista libre.

- Siguiendo con chances perdidas: ¿Qué tal esos dos fumbles no recuperados? Dos claras oportunidades en las que pudieron recuperar el "ímpetu" del partido. No lo hicieron.

- La decisión de Bill Belichick de ordenar a su defensa de dejarse anotar, faltando 1:00 para el final, para que Brady tuviera el balón de vuelta, se entiende como que el coach no confía en su defensa, confirmando que era la gran debilidad de los Pats.

Los "Gigantes" estuvieron jugando en playoff mode desde el 24 de diciembre, cuando vencieron a sus vecinos Jets, en un partido que debían ganar. Hicieron lo propio con los Cowboys en la jornada final y así, se metieron a la postemporada. Una vez instalados en rondas finales, elevaron su nivel. Tuvieron momentos bipolares en la etapa regular, pero jugaron bien cuando había que hacerlo.

Por último: Resulta interesante ver que en este año, marcado por el Lockout y por el mentado "Year of the Quarterback", el campeón terminó siendo el conjunto que fue capaz de neutralizar a dos de los mejores mariscales de la liga, Brady y Aaron Rodgers.

Por octava vez en su historia -cuarta en la era del Super Bowl-, los New York Giants son campeones de la NFL. Tiempo de festejar en la Gran Manzana.

miércoles, 1 de febrero de 2012

Super Rematch

Cuatro años más tarde, New York Giants y New England Patriots volverán a verse las caras en el partido por el título de la NFL. Esta vez, el escenario es el Lucas Oil Stadium de Indianapolis y es interesante ver, en la previa, varias cualidades en ambos equipos, pero también, similitudes respecto al partido de febrero de 2008. Aquí, una descripción de los equipos.

Los Giants lograron meterse a los playoffs en la última jornada de la etapa regular, eliminando a sus archirrivales, Dallas Cowboys. En las rondas finales, vencieron como locales a Atlanta Falcons y de visita, superaron al campeón defensor, Green Bay Packers y en la final de conferencia a San Francisco 49ers.

Contrario a otros años, donde empiezan bien y terminan cometiendo toda clase de errores, esta campaña, los "G-Men" tuvieron un inicio irregular, pero desde noviembre en adelante lograron entrar en racha, la cual empezó con el triunfo ante los Patriots en Foxboro, en la novena jornada (24-20).

Éste ha sido el año de la consolidación de Eli Manning como uno de los grandes Quarterbacks en la liga. ha mostrado un gran manejo en momentos de presión, con mucho liderazgo y siempre con la capacidad de hacer la jugada correcta, aún teniendo adversarios cerca suyo. Hakeem Nicks, Mario Manningham y el emergente Víctor Cruz se encargan de estirar la cancha.

La unidad defensiva cambió varios jugadores en relación al 2007, pero el modus operandi se mantiene. Presión al mariscal contrario empleando sólo a los cuatro linieros. Cuando resulta, causa estragos -como fue en el SB XLII-. Justin Tuck, Cris Canty, Jason Pierre Paul y Osi Umenyiora sacan provecho de su fortaleza física y su rapidez para cazar cabezas. Ya lo han sufrido varios en este año.

Del otro lado, los New England Patriots. En el 2007, se quedaron a 40 segundos de ser campeones invictos y los Giants fueron responsables de aquello. Es obvio que hay deseos de revancha.

Por séptima vez en su historia llegan a esta instancia y es la quinta con Bill Belichick de entrenador y Tom Brady de Quarterback, siendo la dupla Coach-QB con más apariciones en el Super Bowl.

Al igual que en las cuatro veces anteriores, Brady es quien encabeza la ofensiva, anticipando lo que presentan las defensas rivales, sacando provecho de sus receptores -ahora, Wes Welker y los alas cerradas, Rob Gronkowski y Aaron Hernández- y desempeñando casi como un coach dentro del terreno de juego.

Sus corredores, ignorados pero capaces de darle balance a los drives, con la fuerza de Benjarvus Green Ellis y la velocidad de Danny Woodhead, saben explotar los espacios que dejan los rivales cuando solo se enfocan en presionar a Brady.

La defensiva de este año debe ser la peor que han tenido los Pats, desde que cuentan con Belichick como entrenador. Pero, son oportunistas para robar balones y particularmente, en los playoffs, han mejorado en ciertos aspectos técnicos.

A diferencia de hace cuatro años, aquí no hay invictos de por medio. Pero aún así, el Super Bowl XLVI tiene aspectos que lo pueden hacer en uno muy especial. Dos equipos que llegan en gran nivel y con rachas triunfadoras -Giants con 6 victorias seguidas y Patriots con 10-, dos mariscales que han ganado y han sido MVP en la gran final y el contexto de "revancha" que tal vez, sea el principal atractivo.

En la edición XLII, David Tyree fue el héroe inesperado. ¿Quién lo será esta vez?... veremos. Eso sí, nadie se quejaría si se da un descenlace igual o mejor que el ocurrido en aquella noche en Arizona.