jueves, 15 de diciembre de 2016

Fama e Infamia


Fama, para Odell Beckham Jr y los New York Giants. OBJ dejó caer pases que frenaron ofensivas de su equipo, pero apareció en el momento preciso, con una escapada de 61 yardas casi al final del tercer cuarto para anotar el touchdown con el que los G-Men derrotaron por 10-7 a los Dallas Cowboys. Y por otra parte, la defensa neoyorquina se comportó a la altura de la circunstancia, capturando en tres ocasiones a Dak Prescott e interceptando dos pases, como parte de una gran actuación colectiva. Los Giants barrieron la serie de temporada regular contra los Cowboys, han sido los únicos capaces de vencer a Dallas en el torneo y por muy irregulares que luzcan a veces, se sitúan en puestos de playoffs.

Infamia, para Russell Wilson y los Seattle Seahawks. Por primera vez en su carrera, Wilson tiró cinco intercepciones en un partido. Algunas de ellas por malas decisiones suyas (pases lanzados a doble cobertura, por ejemplo) y otras por desafortunados rebotes de sus receptores. Aparte de esos cinco errores, Wilson siempre estuvo incómodo y bajo constante presión de los defensivos de los Green Bay Packers, quienes lograron derribarlo en tres ocasiones. Seattle perdió inapelablemente en Lambeau Field, 38-10, ratificando su inconsistencia en partidos como visitantes, siendo esta la cuarta vez en el año en la que anotan 10 puntos o menos fuera de su estadio. Para peor, Earl Thomas no volverá debido a una lesión y su ausencia ya se nota.

Fama, para Malcolm Mitchell y los New England Patriots. No Gronk, no problem. Nuevamente, Bill Belichick se las ha ingeniado para suplir la baja de una sus estrellas, en este caso Rob Gronkowski quien no volverá a jugar en esta temporada. En su ausencia, ha emergido Malcolm Mitchell, un joven receptor elegido por los Pats en la cuarta ronda del pasado draft. Ha sido parte del grupo de receptores durante todo el año, pero en las últimas cuatro semanas ha tenido un aporte más notorio, gracias a sus cuatro touchdowns anotados, uno de ellos en el triunfo del lunes pasado frente a los Baltimore Ravens, donde tuvo un importante rol en las jugadas de pase, atrapando cuatro de cinco envíos lanzados por Tom Brady. Un joven productivo, como muchos que han habido en New England. Si sigue así, podría ser muy importante en enero.

Infamia, para los Cleveland Browns. Se cumplió un año desde que ganaron por última vez un partido oficial. Desde entonces, hubo un cambio de entrenador en jefe, cinco quarterbacks jugaron por lo menos un partido (Johnny Manziel, Austin Davis, Cody Kessler, Josh McCown y Robert Griffin III) y acumulan 16 derrotas consecutivas. Y encima, durante este año los Cavaliers ganaron su primer campeonato de la NBA y en el béisbol, los Indians jugaron la Serie Mundial. La situación de los Browns no es pésima, sino lo que viene después de aquello. En el calendario, les quedan visitas a los Buffalo Bills y a los Pittsburgh Steelers, además de un juego en casa con los San Diego Chargers. Un apunte: los Detroit Lions del 2008 han sido el único equipo con balance 0-16. ¿Serán estos Browns los segundos? más de alguno debe andar apostando por eso.

Fama, para los Kansas City Chiefs. Dejaron en 13 puntos a los explosivos Oakland Raiders, están invictos contra sus rivales divisionales (4-0) y si los playoffs comenzaran hoy, los Chiefs entrarían en la segunda posición de su conferencia. Un equipo con bases sólidas que continúa evolucionando y está encontrando su peak en un momento muy importante. Alex Smith está haciendo jugadas claves, el juego terrestre sigue produciendo pese a la ausencia de Jamaal Charles (¡Sería un enorme refuerzo si vuelve en los playoffs!) y su defensiva sigue jugando con mucha disciplina, aunque está por verse el impacto de la baja de Derrick Johnson. El título divisional y una posible semana libre en el comienzo de la postemporada depende solo de ellos.

Infamia, para Jeff Fisher y los Rams de Los Angeles. A pocos días de haber anunciado una extensión de contrato, la organización de los Rams despidió a su entrenador Jeff Fisher el lunes pasado, luego de perder en su estadio frente a los Atlanta Falcons. Las casi seis temporadas de Fisher con esta franquicia terminaron con un mediocre balance de 31-45-1, aunque su relativo éxito frente a rivales divisionales (14-12-1) le prolongaron su estadía. Nunca logró armar un conjunto medianamente decente y nunca pudo cubrir todas las debilidades del equipo, además de cambiar varias selecciones del pasado draft para tener a Jared Goff, quien debutó hace apenas cinco semanas. Fisher tomó un equipo malo y lo dejó igual... o quizás peor.

jueves, 8 de diciembre de 2016

Los cazadores del oeste


Jugadas trece fechas en la presente temporada de la NFL, hay tres equipos de la división oeste de la Conferencia Americana que estarían clasificando a los playoffs: los Oakland Raiders, como campeones divisionales, los Kansas City Chiefs y los Denver Broncos, estos en posición de comodines. Los tres conjuntos han tenido un desempeño de alto nivel a lo largo de toda la liga, ganando partidos por amplio margen u otros con marcadores más cerrados. Colectivamente tienen muchas fortalezas y dentro de aquellas, hay tres jugadores defensivos que sobresalen por perseguir a los quarterbacks contrarios. Esos tres jugadores figuran dentro de los 10 mejores en capturas y son pilares en sus respectivas unidades.

Von Miller, Denver Broncos / 12.5 capturas, 1° en la NFL

Fue el MVP en el Super Bowl 50, coronando una impecable faena en los playoffs pasados con 5 capturas, la mitad de ellas generadas en el juego contra los Carolina Panthers. En la presente campaña, Miller se ha consolidado como el mejor pass rusher de todo el torneo, siendo capaz de ganar cualquier duelo frente a cualquier tackle ofensivo que se enfrente. Velocidad, instinto y fuerza para llegar a los mariscales, además de capacidad de anticipar jugadas y hacer tackles oportunos. Dentro de una defensiva que es excelente contra el pase, Von se luce siendo responsable de un tercio de las capturas realizadas por su equipo.

Khalil Mack, Oakland Raiders / 10.0 capturas, empatado como 3° en la NFL

A diferencia de los Broncos, quienes lideran la liga en casi todas los ítems contra el pase, los Raiders sufren cada semana permitiendo yardas por montones y puntos a granel. A pesar de todo eso, Mack se las ingenia para crear jugadas que ayudan a resolver partidos en favor de su equipo. Desde su posición como linebacker exterior, ataca por la orilla o bien se filtra por el centro de la línea, presiona y derriba quarterbacks, a la vez que también puede jugar en cobertura o hacerlas de espía para seguir al mariscal adversario, tal como fue en el touchdown que anotó tras interceptar un pase a Cam Newton. Si Derek Carr es la figura ofensiva, Khalil Mack es el genio defensivo de los negro & plateado.

Dee Ford, Kansas City Chiefs / 10.0 capturas, empatado como 3° en la NFL

El menos conocido de estos tres, pero no por ello menos importante. En su tercer año en la liga, este ala defensiva ha emergido como una nueva pieza en las jugadas de blitz, debido a la ausencia por lesión de Justin Houston, quien apenas ha jugado tres partidos en este torneo. Ford ataca con mucha rapidez tan pronto supera a su oponente y llega sin titubear al mariscal contrario. Sus 10 derribos representan casi la mitad de sus 22 tackleadas totales, por lo que se puede deducir que sus intervenciones suelen ser letales. En su primer año como titular, Ford continúa creciendo y se afianza como un respetable pass rusher.

Von, Khalil y Dee son muy importantes en las defensivas de sus equipos, los cuales requerirán de sus contribuciones en la parte final de la temporada regular, donde aún quedan pendientes las revanchas entre estos tres equipos. La clasificación a la postemporada está en juego y los puestos de entrada bien podrían variar de acuerdo a lo que ocurra en estas cuatro semanas finales. En detalle, los partidos que involucran a estas escuadras.

Semana 14 Raiders / Chiefs, en Kansas City
                  Broncos / Titans, en Nashville

Semana 15 Titans / Chiefs, en Kansas City
                  Raiders / Chargers, en San Diego
                  Patriots / Broncos, en Denver

Semana 16 Colts / Raiders, en Oakland
                  Broncos / Chiefs, en Kansas City

Semana 17 Raiders / Broncos, en Denver
                  Chiefs / Chargers, en San Diego

Los Chiefs tienen tres partidos en su casa, pero cerrarán de visita en San Diego. Los Raiders jugarán sus tres partidos divisionales como forasteros, mientras que los Broncos enfrentarán a los dos mejores equipos de la conferencia en su estadio. Bien pudieran alterarse las posiciones y hasta alguno de estos equipos podría quedar fuera. La presencia de Miller, Mack y Ford podría ser decisiva, tal como ha sido en estos tres cuartos de temporada disputados.

jueves, 1 de diciembre de 2016

Ascensos silentes


Casi sin hacer ruido, los Tampa Bay Buccaneers han ganado los últimos tres partidos y se han situado a medio juego de distancia del último puesto de clasificación en su conferencia, que pertenece a los Washington Redskins. Dos claves para entender esta mejoría: la primera, pasa por su joven quarterback Jameis Winston, quien paulatinamente mejora su precisión pasadora desde el pocket, sin necesidad de desplazarse en todas las jugadas. De hecho, en el triunfo del domingo pasado frente a los Seattle Seahawks, Winston completó el 75% de sus pases (21/28), el mejor porcentaje que ha registrado en su corta carrera en la NFL.

La otra clave es su defensiva. Ha mejorado colectivamente en las últimas semanas y en el último partido, no requirió más de cinco jugadores para inquietar a Russell Wilson. El saldo fueron seis capturas, unas escuálidas 118 yardas netas permitidas de pase y dos intercepciones, ambas por resultado de la presión de los linieros defensivos que forzaron pases precipitados del mariscal de los Seahawks. Y para tomar en cuenta, los Bucs figuran dentro de los diez mejores en capturas (10° con 27) y en balones robados (5° con 20).

Tan o más sorprendentes que los Buccaneers han sido los Miami Dolphins, quienes como si nada han hilvanado seis victorias consecutivas y si los playoffs comenzaran ahora, estarían obteniendo el último lugar de clasificación en su conferencia. Una gran razón de su mejoría ofensiva se ha generado por la evolución de Jay Ajayi, quien se consolida como el corredor titular. En esta racha de seis triunfos, el jugador surgido de Boise State y que debutó el año pasado en la liga, ha tenido por lo menos 19 toques de balón por partido, superando las 100 yardas en tres de esos desafíos.

Ajayi promedia 5.2 yardas por acarreo (el tercero mejor de la competencia), las cuales han sido muy útiles para prolongar las ofensivas de los Dolphins y también para darle más estabilidad al quarterback Ryan Tannehill, quien ha jugado con mayor consistencia y además, está apuntando un rating de 94.7, el mejor desde su llegada a la NFL en 2012. Están en una buena racha, pero les espera un final complicado con tres visitas (Baltimore Ravens, Buffalo Bills y New York Jets) y dos juegos en casa (Arizona Cardinals y New England Patriots), el último será en su estadio y en el que posiblemente definan su paso a las rondas finales.

Hace un par de semanas, mencionaba lo irregulares que se han vuelto los pateadores este año, pero hay uno que escapa a esa norma. Desde su arribo a la liga hace cuatro años, Justin Tucker inspira absoluta confianza a sus compañeros de los Baltimore Ravens. Ha convertido sus 27 intentos de gol de campo y ha acertado sus 15 patadas de punto extra. Es el único pateador con 100% de eficacia en la temporada y como si fuera poco, ha conectado siete goles de campo superiores a las 50 yardas. Tres de ellos los metió el domingo pasado frente a los Cincinnati Bengals. En el primer cuarto, convirtió uno de 52 yardas y en los últimos dos minutos del segundo cuarto, anotó uno de 57 (su más largo de este año) y otro de 54.

Lo más impresionante fue ver como a esas tres patadas les sobró puntería, algo entendible si connsideramos que ya ha convertido intentos superiores a las 60 yardas. Tucker es confiable y preciso en cualquier momento de un partido, es el pateador ideal para un equipo pragmático como los Ravens, a quienes no les sobra nada para obtener las victorias. En cinco de sus seis triunfos de este torneo, el equipo de Baltimore sacó una diferencia de siete puntos o menos. Los aciertos de Justin han sido fundamentales.

jueves, 24 de noviembre de 2016

Abriendo fronteras


Como sudamericano y como alguien que ha seguido la NFL remotamente por televisión durante 16 años, fue muy agradable ver como se repletó el Estadio Azteca de Ciudad de México, el lunes pasado, para el partido entre los Oakland Raiders y los Houston Texans. Luego de 11 años, se jugaba un partido de temporada regular en territorio mexicano y salvo algunos malos momentos protagonizados por una parte del público asistente, el evento fue catalogado como un éxito, en cuanto a organización y respuesta de la gente que agotó las entradas el mismo día en que fueron puestas a la venta.

Después de Estados Unidos, el país con más fanáticos de la NFL es México (alrededor de 25 millones de seguidores), los partidos se pueden ver por televisión a través de señal abierta, cable y satélite. Existe una notoria base de fanáticos de equipos como los Pittsburgh Steelers, los Dallas Cowboys y los ya nombrados Oakland Raiders, quienes prácticamente fueron locales el lunes pasado. La liga había abandonado el mercado mexicano, dada su obsesión por conquistar fanáticos en Europa, organizando partidos oficiales en Londres desde 2007 a la fecha, y cuya continuidad está garantizada hasta el 2020.

Sumando el encuentro de hace unos días en la capital mexicana, ya son 22 juegos de temporada regular fuera de Estados Unidos (14 en Inglaterra, 6 en Canadá, 2 en México) y ya están garantizados tres partidos en Londres y muy probablemente uno más en Ciudad de México para el próximo año. Si bien el fútbol americano no es un deporte universal, la NFL es una liga muy seguida por televisión a nivel internacional. Los dueños ya se han percatado y es por eso que cada vez agregan más partidos fuera de USA, han considerado llevar partidos oficiales a China y Alemania en el futuro, como también en algún momento se consideró la idea de jugar el Pro Bowl en Brasil, aunque no pasó de ser una simpática ocurrencia.

Mirando el juego del lunes pasado, tomando en cuenta los planes futuros de la liga a nivel internacional, en cuanto a partidos y también, en cuanto a instalar una franquicia fuera de Estados Unidos, me puse a pensar: ¿hasta dónde puede llegar la NFL con su expansión global?. Tan solo pensarlo puede llevarnos a muchas ideas.

Comienzo con los partidos: este año se jugaron cuatro partidos de competencia en el extranjero (dos en Wembley, uno en Twickenham, uno en Estadio Azteca) y para el próximo se repetiría la dosis, falta aún por confirmar las sedes de los partidos en Inglaterra y la confirmación del juego en México. Es muy bueno que la liga ofrezca estos partidos a parte del público internacional, pero eso implica que los equipos tengan que alterar su rutina de trabajo en cuanto a entrenamientos y preparación de los partidos. Algunos jugadores que han participado en Londres han declarado estar disgustados por los viajes ida/vuelta que los hacen perder prácticamente todo un día, además de la adaptación al horario británico. Un aspecto no menor tomando en cuenta que es un torneo corto, donde los equipos juegan por lo general cada siete días y al haber un partido en territorio extranjero, significa que uno de los equipos involucrados debe sacrificar uno de sus ocho partidos de local.

Esta serie de partidos oficiales fuera de USA, que comenzó el 2 de octubre de 2005 en Ciudad de México y que se ha desarrollado ininterrumpidamente desde 2007 hasta la actualidad, cada año en Londres y en Toronto durante el período 2008-2013, ha resultado exitosa para la liga, teniendo estadios llenos en cada partido y en el caso particular de la capital inglesa, ha servido para captar una mayor afición en un mercado grande pero lejano a deportes como el fútbol americano. Tengo la impresión que en unos años aumentará la cantidad de partidos en la International Series, en caso de concretarse la idea de llevar juegos a otros países. ¿Un partido semanal fuera de Estados Unidos?. Suena y se lee absurdo, pero no dudo que Goodell lo debe haber pensado al menos una vez.

Así como tampoco se puede dudar de la intención del comisionado de instalar un equipo en Londres. Comercialmente parece muy atractiva la idea. Es una de las grandes ciudades europeas, la gente ha acudido en masa a los partidos que ha organizado la NFL en los últimos nueve años. Y un detalle que le da mucha fuerza a esta idea: los Jacksonville Jaguars han jugado en Wembley una vez al año desde 2013 a la fecha y seguirá siendo así al menos hasta el 2020. Los Jaguars combinan malos resultados en la cancha con un relativo desinterés de la gente en Jacksonville por acudir a sus partidos, esos son motivos precisos para un eventual traslado. Todo bien hasta ahí, pero creo que se ha reparado muy poco en el hecho que para viajar de cualquier parte de Norteamérica a Inglaterra, son al menos seis horas de vuelo donde hay que cruzar todo un océano. No es lo mismo tener un partido al año que tener un equipo permanente, y esto sin contar todos los gastos e inversiones que requiere una franquicia para mantenerse estable.

Solo con ver unos pocos partidos oficiales al año jugados lejos de USA ya desordena la dinámica tradicional de la NFL y el solo pensar qué pasaría si empiezan a jugarse más partidos en lugares como Londres, Ciudad de México u otros, pondría a la liga en una situación muy distinta y sobre todo, mucho más globalizada, puesto que este es un fenómeno televisivo dada la llegada que tiene la liga a nivel internacional, a pesar que en muy pocos países se juega fútbol americano con cascos y hombreras.

¿Qué tal una apertura de temporada en el Olympiastadion de Berlín, un juego a mitad de campaña en el Tokyo Dome o un Monday Night en el estadio de las Chivas de Guadalajara?. Yo no descartaría ninguna de esas ideas de aquí a 10 ó 15 años. Y creo que Goodell y compañía tampoco.

jueves, 17 de noviembre de 2016

Anotaciones alteradas


Dentro de las modificaciones que ha tenido el reglamento de la NFL en los últimos años, una de las más significativas en el desarrollo de los partidos tiene relación con los puntos extras. Desde la temporada pasada, la ubicación del balón en el punto posterior al touchdown fue retrasado desde la yarda 2 a la 15. El propósito era crear mayor incertidumbre en el marcador e incentivar a los equipos para probar más jugadas de dos puntos, las cuales siguen ejecutándose desde la yarda 2.

El simple hecho de alejar la distancia en los puntos extras ha causado mayor dificultad para los pateadores y así es como han aumentado los fallos en estas jugadas que siempre eran efectivas. En el 2014, tan solo seis equipos fallaron al menos un punto extra y en total, se fallaron solo ocho. La eficiencia de la liga en ese año fue de un 99.3%. El año pasado, ya con la nueva regla en marcha, los fallos empezaron a darse desde la primera semana. Al finalizar el curso 2015, la eficiencia había caído a un 94.2%, 28 conjuntos erraron al menos una patada de este tipo y en total, se fallaron 71 puntos adicionales en temporada regular.

El cambio ya tenía consecuencias, los puntos extras ya no eran automáticos y por lo mismo, los resultados sufrían alteraciones a causa de estos novedosos fallos. Aunque el más recordado y el más crucial se dio en los playoffs: Stephen Gostkowski, quien había estado perfecto durante todo el año con los New England Patriots, falló un punto extra en la primera mitad del juego por el campeonato de conferencia ante los Denver Broncos. Al final, la diferencia en el marcador fue de dos puntos (20-18) a favor de los Broncos. De haber convertido Gostkowski, los Pats no habrían requerido una jugada de dos puntos como tuvieron que hacerlo al final del juego, cuando Tom Brady intentaba enviar el partido a la prórroga. El retraso de la ubicación de los extra points estaba cambiando los partidos.

La tendencia se ha mantenido en el presente torneo. En las 10 jornadas que se han disputado, 22 equipos han fallado al menos un intento, en total se registran 36 patadas erradas y la eficiencia es de 94.8%, casi igual a como fue el año pasado. Blair Walsh es una víctima de esto: falló cuatro y además, falló otros cuatro goles de campo, causa suficiente para que los Minnesota Vikings lo dieran de baja hace un par de días (además, no olvidar el fallo clamoroso en los playoffs pasados). Pero el cambio de los puntos extras no pasa sólo por la ubicación del balón, puesto que también trajo un beneficio para las defensivas. Ahora, en caso que bloqueen la patada, la pueden retornar al endzone y en caso de lograrlo, obtienen dos puntos, algo que no estaba permitido bajo el antiguo reglamento.

El 6 de diciembre del año pasado se dio la primera anotación de dos puntos tras un punto extra bloqueado, cuando Stephone Anthony tomó el balón y lo llevó a las diagonales, anotando así dos puntos para los New Orleans Saints luego de un touchdown de los Carolina Panthers. Al final quedó solo como una anécdota, ya que los Panthers igualmente se alzaron con la victoria, 41-38. El domingo pasado volvió a ocurrir esta extraña situación y volvió a pasar en New Orleans, aunque esta vez terminó siendo una jugada decisiva.

A falta de 1:22 para el final del juego entre los Saints y los Broncos, Drew Brees conectó un pase de 32 yardas con Brandin Cooks el cual significó el empate 23-23. Si anotaban el extra, los Saints se adelantaban en el marcador. Acto seguido, Wil Lutz iba a impactar el balón, el cual fue bloqueado por Justin Simmons, su compañero Will Parks tomó el ovoide, corrió casi toda la cancha y llegó hasta las diagonales para poner a Denver arriba, 25-23, el cual fue el resultado final. De un posible triunfo Saint, acabó siendo una victoria para los Broncos. Y todo, por una jugada que no hubiese contado hace menos de dos años.

Así como ha crecido la probabilidad de errores en puntos extras, también ha incrementado la cantidad de intentos de dos puntos, luego de un touchdown. En todo el 2014, se probaron 58 conversiones de las cuales 28 fueron exitosas. Los Chicago Bears y los Arizona Cardinals fueron los equipos que más intentaron (Bears 5 de 5, Cardinals 2 de 5). En la liga pasada, con el cambio en los puntos extras, los intentos de dos puntos subieron a 94, de los cuales 45 resultaron buenos. Sumando todo el año pasado con lo que llevamos del actual, los Pittsburgh Steelers son el equipo que más jugadas de dos puntos ha probado con 17, acertando en 10 de ellas.

Mike Tomlin se ha inclinado por estas jugadas en vez del punto extra, en diferentes situaciones de los partidos (¿será que no confía en su pateador?). En varias ocasiones del año pasado tuvo exito, pero en otras terminó perjudicando las opciones de su equipo. El domingo pasado, los Steelers probaron dos jugadas de dos puntos ¡en el primer cuarto! del juego ante los Dallas Cowboys. Fallaron ambas, quedándose con 12 puntos en vez de 14. Al final, Dallas iba a ganar el partido por cinco unidades de diferencia (35-30) y en total, se intentaron seis conversiones de dos puntos, cuatro por parte de Pittsburgh y dos de Dallas. Ninguna resultó.

Solo siete conjuntos no han probado jugadas de dos puntos en esta temporada, lo que demuestra que los equipos se están atreviendo por completar ocho unidades en vez de siete. Es un riesgo que muchos están tomando, el cual puede traer buenos resultados como ha ocurrido con los Steelers en algunos momentos al igual que con los Raiders a principios de esta campaña, cuando ganaron en New Orleans tras elegir jugar por una conversión en vez de un punto adicional, aunque se sabe que la posibilidad de éxito no es muy alta dado el poco espacio que hay para maniobrar y desequilibrar ante las defensivas.

Evidentemente, estos cambios en las reglas del punto extra ha modificado el desarrollo y los marcadores finales de los partidos. Ya alteró un partido de playoffs en la liga pasada y ya decidió otro hace algunos días. ¿Alguien se imagina un Super Bowl definido por un punto extra fallado? no suena descabellado, para eso se presta esta modificación.

jueves, 10 de noviembre de 2016

Los cardíacos Lions


Ir perdiendo en el último cuarto, montar ofensivas con poco tiempo, mover el balón de forma relampagueante, anotar casi en el límite, remontar el marcador y sacar una victoria que parece poco posible. Esa es la dinámica bajo la que se están moviendo los Detroit Lions en este año de NFL y así es como han logrado cada una de sus cinco victorias en la temporada, y si los playoffs comenzaran hoy, estarían dentro de los seis clasificados de su conferencia.

Esta extraña y peligrosa tendencia ha marcado a los Lions desde la primera jornada debido a su debilidad, que está en su defensiva, la cual concede 366.3 yardas por partido (20° en la liga). Esa es una poderosa razón para entender porqué casi siempre quedan rezagados en el marcador en los primeros tres cuartos, en cuatro partidos les costó la derrota pero en otros cinco, su ofensiva fue capaz de lograr remontadas en los minutos finales, obteniendo impresionantes victorias.

En la jornada inaugural, los Lions perdían 35-34 en casa de los Indianapolis Colts. Tenían el balón en su propia yarda 25 y desde ahí, avanzaron 50 yardas en cuatro jugadas, con tres pases completos de su quarterback Matthew Stafford, para abrir el camino a su pateador Matt Prater, quien conectó el gol de campo ganador, de 43 yardas. Recibieron el balón con 0:37 por jugar y en cuestión de 29 segundos consiguieron los puntos con los que acabaron ganando.

En la 5° fecha, el equipo de Detroit perdía por dos puntos ante los por entonces invictos Philadelphia Eagles. Recibieron el balón en la yarda 45 de Philly, tras un balón suelto recuperado, con 2:34 por jugar. Stafford movió el balón 33 yardas (dos pases, una corrida) en un lapso de 1:02, para que Prater anotara una patada de 29 yardas. Luego, Nelson Agholor interceptó un pase de Carson Wentz y con ello, los Lions aseguraron el triunfo, 24-23.

Una semana después, los Lions enfrentaban en su estadio a los Rams de Los Angeles. Estaban empatados 28-28, cuando Detroit recibió el balón con 5:06 por jugar. Stafford supo dirigir una impecable marcha que recorrió 44 yardas en 4:33, que derivó en un gol de campo de Prater, de 34 yardas. Aquí, Stafford completó cuatro pases (dos con Anquan Boldin y dos con Golden Tate) que representaron casi todo el trayecto recorrido. Previamente, habían logrado el empate en una ofensiva de casi ocho minutos, donde Stafford completó cinco pases, el último con Tate y fue touchdown. Se generaba una tendencia.

Siete días más tarde, la misma historia pero esta vez sus rivales eran los Washington Redskins. Estos últimos se habían adelantado en el marcador, 17-13, dejándoles 1:05 disponibles a los Lions para una última oportunidad. 43 segundos después, los Lions habían recorrido 75 yardas y habían anotado el touchdown con el que acabaron ganando el juego. Stafford fue el responsable de esa ofensiva una corrida y tres pases, el último con Anquan Boldin que significó la victoria.

La última y más increíble de sus remontadas ocurrió el domingo pasado. En su visita a los Minnesota Vikings, el conjunto de Detroit perdía por tres puntos con 0:22 por jugar, el balón en su yarda 25 y sin timeouts disponibles. ¿Qué hicieron? movieron el balón 35 yardas, mediante dos pases de Stafford y lograron dejar 0:02 para que ingresara Prater, quien acertó una patada de ¡58 yardas! (hasta le sobró distancia) y así lograron empatar el juego. Acto seguido, los Lions obtuvieron la primera posesión en la prórroga y ahí, lograron hilvanar una serie de 11 jugadas en casi siete minutos, que culminó con un envío de Stafford que encontró a Tate, quien logró mantener su balance para no salir de la cancha y así, con un acrobático salto incluido, llegó el touchdown ganador.

Las cinco victorias de los Lions llegaron mediante remontadas y en todas, los pases fueron el factor común y son la base de su ofensiva. Actualmente, tienen la 11° mayor cantidad de pases intentados, con 318, además de promediar 251 yardas de pase por partido. El caso de Stafford es bien interesante. Este año está viviendo una particular evolución como quarterback, luego del retiro de Calvin Johnson quien era prácticamente la exclusiva opción pasadora en este equipo. Ahora, Matthew reparte más el balón teniendo a Boldin y Tate como principales armas, además de Eric Ebron y Theo Riddick como opciones secundarias. En este momento, el surgido de la Universidad de Georgia está logrando récords personales en cuanto a pases completos, con 67.3% y QB Rating, con 101.6. Como si fuera poco, su balance de touchdowns/intercepciones es un respetable 18/5. Al ritmo que lleva, podría superar las 4.600 yardas y llegar a 35 anotaciones aéreas, como mínimo.

Veremos si esta peculiar tendencia se mantiene durante el torneo o si los Lions logran más consistencia a través de los partidos, si es que pretenden meterse a la postemporada. De lo que sí estamos seguros, es que los desenlaces de sus partidos han sido dignos de ser vistos y disfrutados. Receptores esparcidos, ovoide por los aires y todo a un ritmo frenético con el reloj en contra. Stafford, Tate, Prater y compañía nos han regalado momentos espectaculares en lo que llevamos de liga.

jueves, 3 de noviembre de 2016

Los mejores, hasta ahora


Ya pasaron los primeros dos meses de competencia en la NFL y a continuación, presento a los equipos con mejores registros, las causas por las que ocupan los primeros lugares y posibles proyecciones para el segundo tramo de la temporada regular.

New England Patriots (7-1 / 3-1 sin Tom Brady). Mientras Brady cumplía su suspensión de cuatro partidos, los Patriots se las ingeniaron para tener un excelente comienzo de temporada, aún jugando con quarterbacks reservas - Jimmy Garoppolo primero y luego, Jacoby Brisset. Bill Belichick y Josh McDaniels diseñaron excelentes estrategias en esos partidos para quitarle presión a los sustitutos y con una alta dosis terrestre. Si el comienzo fue muy bueno, los partidos con Brady fueron aún mejores, ganando cuatro partidos consecutivos y con margen de +10 puntos en cada uno. Brady no parece estar fuera de forma, sino todo lo contrario. Un ejemplo, sus ratings en los partidos que ha disputado.

Tom Brady / Ratings en el 2016

127.7 vs Cleveland Browns
140.0 vs Cincinnati Bengals
124.2 vs Pittsburgh Steelers
137.0 vs Buffalo Bills

Los Patriots no volverán a jugar hasta el 13 de noviembre cuando reciban a los Seattle Seahawks. En diciembre tendrán dos partidos, a priori, bien complicados: en casa contra los Baltimore Ravens, el lunes 12 y una visita a los Denver Broncos, el domingo 18. Estoy seguro que no son pocos quienes creen en un posible 15-1 o 14-2.

Oakland Raiders (6-2 / 5-0 de visitantes). Hace un par de semanas comentaba en el podcast de NFL Chile, que los Raiders son todavía un equipo pretendiente. Las razones son porque, a pesar de ser capaces de producir muchas yardas por aire y muchas anotaciones, son igualmente indisciplinados y cometen muchos castigos. Eso fue lo que ocurrió el domingo pasado en el triunfo como visitantes, y en tiempo adicional,, ante los Tampa Bay Buccaneers. La ofensiva produjo 626 yardas, Derek Carr dio el juego de su vida, con 513 yardas de pase y 4 touchdowns, además de la jugada del triunfo con Seth Roberts. Pero al mismo tiempo, cometieron 23 penalidades, siendo un récord histórico de la liga en cuanto a infracciones en un solo partido. Como si fuera poco, los Raiders encabezan el torneo con 86 castigos, superando por 20 a los segundos, Washington Redskins.

Este es un equipo con mucho potencial para ser competitivo durante los próximos años, pero que en este momento vive un tremendo cara y sello: en lo que llevamos de liga, los Raiders tienen la cuarta mejor ofensiva por aire (285.1 yardas por juego) y la octava mejor por tierra (116.5 yardas por juego), pero a su vez, cuentan con la quinta peor defensa por aire (285.4 yardas permitidas por juego) y la quinta peor por tierra (125.0 yardas permitidas por juego). Su defensiva ha vivido toda clase de problemas desde la primera semana, por lo que su ofensiva ha tenido que remontar marcadores como lo tuvo que hacer en el juego ante los Bucs.

Qué les queda en el calendario: las revanchas contra los San Diego Chargers y los Kansas City Chiefs, los dos partidos frente a los Denver Broncos (¿posible título divisional ahí?) y además, una visita al Estadio Azteca en Ciudad de México, donde enfrentarán a los Houston Texans el 21 de noviembre.

Denver Broncos (6-2 / dos triunfos seguidos). Continúan las costumbres del 2015, una ofensiva que cumple con su parte y una defensiva brutal, muy física y capaz de sostener cualquier ventaja en el marcador, cubriendo todo el ancho y largo de la cancha, presionando constantemente a los mariscales rivales y forzando pérdidas de balón. Exactamente la misma receta con la que ganaron el Super Bowl 50. Y por si quedan dudas, en este momento los Broncos tienen la mejor defensa por aire (183.9 yardas permitidas por juego) y la quinta mejor defensa en puntos (17.0 permitidos por partido), además de ser la unidad con más quarterbacks derribados con 26.

En ofensiva, Trevor Siemian ha tenido algunos problemas pero no ha comprometido las opciones de su equipo en los partidos. Y ante la lesión de C.J. Anderson, ha aparecido Devontae Booker como opción para mantener el juego de carreras que tanto distingue a este conjunto dirigido por Gary Kubiak. Parecían tambalear en las derrotas contra los Atlanta Falcons y los San Diego Chargers, pero se levantaron de muy buena forma en los triunfos ante los Houston Texans y en la revancha ante los Chargers. Aparte de los ya citados duelos contra los Raiders y los Patriots, aún les quedan sus dos partidos con los Kansas City Chiefs. Para el equipo de Denver no será nada fácil el camino si pretende entrar a los playoffs como campeón divisional.

Dallas Cowboys (6-1 / seis triunfos seguidos). Una sólida línea ofensiva ha sido el soporte para la constante producción que están generando los novatos Ezekiel Elliott y Dak Prescott. Este último ha cometido algunos errores, pero también ha respondido en momentos críticos. El domingo pasado, frente a los Philadelphia Eagles, condujo dos brillantes marchas. La primera, terminó con un pase a Dez Bryant con el que igualaron el juego y la segunda, culminó con un envío a Jason Witten para ganar en tiempo adicional. Prescott crece a pasos agigantados, Elliott lidera la competencia en yardas corridas con 799 y los Cowboys abrirán el tercer mes de liga con el mejor balance de toda su conferencia.

Por delante, tienen las revanchas divisionales (locales contra los Washington Redskins y visitantes frente a los New York Giants y los Philadelphia Eagles, en la última jornada), además de un par de salidas teóricamente complejas: una contra los Pittsburgh Steelers, el 13 de noviembre y la otra, contra los Minnesota Vikings, el 1 de diciembre.

jueves, 27 de octubre de 2016

Apuntes: Seahawks 6, Cardinals 6


Más allá de algunos fallos ofensivos y otros bien clamorosos en equipos especiales, el duelo que protagonizaron los Seattle Seahawks y los Arizona Cardinals el pasado domingo en la noche, nos dejó varios matices técnicos y estratégicos. Buenas jugadas, variedad de formaciones y los diferentes estilos de cada equipo para presionar al quarterback hicieron de este partido en uno bien interesante de seguir, pese al inusual empate 6-6 con el que concluyó al cabo de 75 minutos de juego.

En el desarrollo del partido, fueron los Cardinals quienes lograron establecer su ofensiva moviendo el balón a través de algunas series sostenidas, pero que no fueron suficientes para convertir touchdowns. El entrenador Bruce Arians está haciendo muy bien en involucrar a David Johnson, ya sea en acarreos o en jugadas de pase, ubicándose como opción de pantalla, como vía de escape y hasta de ala abierta como ocurrió en más de una ocasión. En este partido, Johnson tuvo 41 toques de balón (33 corridas, 8 recepciones), sumando 171 yardas. Este corredor tiene aspecto de ser algo pesado, pero la verdad es que ataca el espacio tan pronto como sus linieros se lo conceden. Por su velocidad es muy difícil de detener, y para los defensivos de los Seahawks fue muy complicado poder contenerlo.

La razón por la que el equipo de Arizona no pudo llegar a las diagonales fue, en parte, por su conversión en terceras oportunidades (10/21) y también porque los jugadores defensivos de los Seahawks lograron hacer tackles oportunos, además de haber sido capaces de presionar a Carson Palmer en jugadas de pase (lo capturaron en 4 ocasiones), llegando por los costados con sus alas defensivas, como Cliff Avril quien logró 2.5 capturas, o bien enviando esporádicas cargas preferentemente con sus linebackers. Esas intervenciones frenaron a los Cardinals y los forzaron a convertir apenas dos goles de campo, uno en tiempo extra, a pesar de sus 443 yardas totales.

Por contrapartida, los Seahawks evidenciaron graves problemas en su línea ofensiva, sobre todo para proteger a su mariscal Russell Wilson, quien estuvo asediado por los diferentes esquemas de los Cardinals, que presentaban una mixtura de formaciones con linebackers y/o safeties entrando a presionar por el medio de la línea o por fuera de los tackles. Las consecuencias fueron nueve despejes consecutivos y cinco de ellos llegaron tras series de apenas tres jugadas. Esto no es nuevo: Seattle ya había tenido partidos de 3 y 12 puntos, en las primeras dos semanas, y en general este equipo está teniendo problemas con escuadras que presionan con más de cuatro jugadores. Wilson tendrá que cuidarse mucho si es que no quiere sufrir una lesión de gravedad en esta temporada.

Los esquemas defensivos de Arizona se basan en una amplitud de talento que tienen en muchas de sus lineas, con jugadores ágiles, rápidos y capaces de anticipar las jugadas de los rivales. Gente como Chandler Jones, Deon Bucanon, Tyrann Mathieu y Patrick Peterson ayudan a darle una gran diversidad en cuanto a jugadas de blitz, que en la práctica se ven muy rápidas y muy precisas, atacando la línea rival en menos de tres segundos. El resultado en este partido, fue dejar a la ofensiva de Seattle en apenas 257 yardas y forzarlos a cinco series de tres y fuera.

Por último, un alcance sobre el resultado final: desde que la NFL modificó las reglas del tiempo extra en 2010, se han producido cuatro empates desde entonces. Y este, es el primer partido desde 1972 que termina en una igualdad sin touchdowns. El hecho que cada equipo tenga al menos una oportunidad (salvo que la primera posesión termine en touchdown) ha hecho crecer la posibilidad de empates en un deporte que a lo largo de su historia no ha tenido muchos. Y si se dan fallos calamitosos, como los cometidos por Chandler Catanzaro y Steven Hauschka en los últimos 3:30 de la prórroga, con mayor razón habrán más paridades.

martes, 25 de octubre de 2016

Los renovados Warriors

La llegada de Kevin Durant a los Golden State Warriors, oficializada el pasado 5 de julio, fue la principal movida de la agencia libre, la cual refuerza a los Warriors y de paso, debilita al Oklahoma City Thunder, equipo en el que Durant jugó las últimas nueve temporadas. A priori y por lo que se pudo ver en algunos tramos de la pretemporada, no parecerían haber problemas entre Durant, Stephen Curry y Klay Thompson, en cuanto a la distribución de jugadas y tiros a la canasta.

El solo hecho de contar con KD refuerza a un equipo que ya era muy sólido y su presencia en Golden State invita a creer (¿ciegamente?) que los Warriors como mínimo tendrían que llegar a unas terceras finales de NBA consecutivas. Es posible que eso ocurra, pero antes que comience la temporada 2016/2017, es necesario consignar los siguientes puntos:

Primero, el contrato de Durant es el más caro de todo el plantel (su salario supera los 26 millones de dólares) y su mera contratación derivó en que los Warriors tuvieran que traspasar a seis jugadores que eran habituales en su rotación: Andrew Bogut, Leandro Barbosa, Harrison Barnes, Festus Ezeli, Marreese Speights y Brandon Rush. El comentario obvio diría "da lo mismo, si son solo reservas". La observación más detallada indica que estos seis jugadores, si bien no tenían cifras exhuberantes, siempre aportaban y ayudaban con rachas anotadoras, juego defensivo, rebotes y buenas cortinas, en caso de Bogut.

Segundo, en lugar de estos jugadores, la directiva de los Warriors llevó a gente como Zaza Pachulia (quien tomaría el puesto de Bogut en el quinteto titular), Javale McGee y David West. Jugadores muy capaces pero que son nuevos en este conjunto, por lo que lógicamente deberán adaptarse al ritmo del equipo y generar química con quienes ya llevan más tiempo ahí, química que ya existía con la anterior rotación.

Y tercero, Durant pasa de ser el máximo anotador de un equipo, promediando 28+ puntos en seis de sus nueve años en el Thunder, a tener que compartir ese rol con otros dos grandes anotadores además de un All Around Player como Draymond Green. Quizás no tengan muchos problemas, considerando los perfiles de Kevin, Stephen y Klay, pero de haber problemas, serían los más difíciles que podría enfrentar Steve Kerr. y son los egos de las superestrellas y cómo manejarlos para bien del equipo.

jueves, 20 de octubre de 2016

Rompiendo esquemas

En esta nota, describiré dos jugadas ejecutadas por los Kansas City Chiefs y por los New Orleans Saints, que resultaron muy sorpresivas e influenciaron positivamente en sus partidos del domingo pasado, correspondientes a la sexta jornada de la NFL.

Los Chiefs imponen su peso

En el tercer cuarto del duelo entre los Kansas City Chiefs y los Oakland Raiders, los rojiblancos enfrentaban una 3° y 2, en la yarda 1 del territorio Raider. En principio, los Chiefs parecían alinear una formación con doble fullback, un ala cerrada de cada lado y con Jamaal Charles como el corredor. Pero apenas se plantaron, el quarterback Alex Smith hizo una seña con los brazos y automáticamente, hubo un notorio movimiento de cinco jugadores cambiando así la formación. De ser algo similar a una clásica formación goal line, los Chiefs presentaron una formación bunch cargada hacia su derecha.

Con los cambios, Charles quedó alineado como receptor en la izquierda (tan solo para distraer), Smith siguió bajo centro y en la derecha quedó formado un diamante, compuesto por un receptor y delante suyo, tres bloqueadores. Liderando ese trío se encontraba Zach Fulton (guardia, 143.3 kilogramos), detrás suyo y separados por unos metros, para conformar los bloqueos, estaban Demetrius Harris (ala cerrada, 104.3 kilogramos) y Anthony Sherman (fullback, 109.7 kilogramos). Y detrás de ellos, Dontari Poe (tackle, 156.9 kilogramos), un jugador defensivo que nunca antes había atrapado un pase en la NFL, era el más pesado de ese diamante y el jugador asignado para recibir el ovoide en esa acción.


Fulton se encargó de bloquear a Khalil Mack, Harris se ocupó de Malcolm Smith y Sherman hizo lo propio con Jihad Ward. Los tres bloqueos fueron hechos al mismo tiempo y de manera impecable, al mismo tiempo en que Smith lanzaba el balón a Poe, quien lo atrapó como si fuera un experimentado receptor y gracias a la enorme labor de sus tres compañeros, tan solo tuvo que entrar a la zona de anotación con el balón en sus manos. La jugada como tal es denominada "Hungry Right Pig" y a juzgar por su ejecución, ese nombre le queda perfectamente. Los bloqueadores se devoraron a los defensivos y Poe remató con toda su humanidad. Eran 514.2 kilogramos (1.134 libras) combinados entre esos cuatro jugadores. Poder en su máxima expresión.

Gracias a esa jugada, los Chiefs sacaron una ventaja de 10 puntos en el marcador la cual pudieron extender a 16 para terminar venciendo a domicilio a los Raiders (26-10). Mucha creatividad para diseñar una jugada así de parte de Andy Reid y mucha osadía para ponerla en práctica ante un rival divisional y en su propia casa.

El laboratorio de los Saints

En el primer cuarto del juego entre los New Orleans Saints y los Carolina Panthers, los Saints tenían una 4° y gol en la yarda 2 de terreno Panther. Comienzo del partido, jugando en casa y marcador en ceros. Bonita encrucijada para un entrenador. En este caso, Sean Payton se la jugó y decidió que su escuadra fuera por el touchdown en lugar de un gol de campo. Los Saints presentaron una formación I, con Drew Brees bajo centro, John Kuhn de fullback, Mark Ingram de corredor y dos alas cerradas: Josh Hill en la derecha y Coby Fleener en la izquierda. La lógica invitaba a pensar que los Saints iban a correr por el centro ya fuera con Ingram o Kuhn, considerando la formación y el detalle de sus dos tight ends.

De hecho, así parecía cuando el balón fue centrado. Toda la línea, salvo Hill, se desplazó hacia la izquierda, Kuhn e Ingram hicieron lo mismo, Brees giró para entregar el balón... pero lo entregó a Fleener, quien salió en movimiento de izquierda a derecha y en plena carrera, recibió la entrega de su quarterback. Sus compañeros vendieron magistralmente la finta, ya que todos los jugadores defensivos de los Panthers siguieron la inercia (¡hasta Luke Kuechly cayó!) y con ello, Fleener encontró un enorme espacio entre el guardia derecho Zach Strief y Hill, quien bloqueaba a Thomas Davis, para meterse con el balón en su poder hasta las diagonales. Engañados los Panthers, dichosos los Saints. 7-0 para los locales.


Un detalle que asombra aún más: antes de esta jugada, Fleener nunca había efectuado un acarreo en toda su trayectoria futbolística (colegio, universidad y NFL) y Payton lo puso a correr en esta jugada especial. Los movimientos de todos los jugadores, la forma en como los linieros, el fullback y el running back cargaron el flujo para un lado y la concentración de Brees para señalar con el pie el movimiento de Fleener antes de hacer el snap, dejan de manifiesto lo bien preparada que tenían esta jugada. New Orleans se adelantó en el marcador y si bien, los Saints sufrieron durante la segunda mitad, acabaron imponiéndose por tres unidades de diferencia (41-38).

Estas jugadas son especiales porque no suelen ejecutarse más de una vez en todo un campeonato. Acá se dio la coincidencia que los Chiefs y los Saints sacaron sus trucos frente a rivales divisionales, algo totalmente entendible puesto que cuando son equipos de un mismo grupo suelen conocerse más y por lo mismo, no es tan descabellado preparar estas jugadas inusuales. Los entrenadores que ordenan estas jugadas, Reid y Payton en este caso, tienen que ser muy atrevidos como para mandarlas y saber cuándo ejecutarlas. En ambos casos, resultaron de manera muy precisa y marcaron el camino para sus respectivos triunfos.

Por cierto, Chiefs y Saints se enfrentan el próximo domingo en Kansas City. ¿Más jugadas especiales?. Es probable que los entrenadores, como mínimo, las estén considerando.

jueves, 13 de octubre de 2016

La fortaleza de los Cowboys


Los Dallas Cowboys han sido uno de los equipos más destacados en el primer mes de la NFL, ganando cuatro partidos de cinco. Desde el comienzo, los novatos Dak Prescott y Ezekiel Elliott han sorprendido y se han destacado por su rápida adaptación al nivel profesional y por su rápido impacto dentro del equipo. Tanto Dak como Zeke han sido dos de las principales armas ofensivas de los Cowboys, aunque parte fundamental del éxito de esta unidad se encuentra en su línea, que no tiene tanto reconocimiento como el quarterback y el corredor, pero que merece tanta o más atención que los jugadores antes mencionados.

En los últimos años, la organización de los Cowboys se ha encargado en invertir parte de sus selecciones del draft en escoger linieros ofensivos y así es como han formado una unidad sólida, coordinada y que ya adquiere una notoria experiencia. Los cinco linieros titulares han sido formados en casa y tal es su funcionamiento, que bien pudiera ser catalogada como la mejor línea ofensiva de toda la liga. Aquí, quienes son y cómo llegaron al equipo de Dallas.

Dallas Cowboys / Línea Ofensiva Titular

LT Tyron Smith / 1° ronda del draft 2014
LG La'el Collins / Agente libre post draft 2015
C   Travis Frederick / 1° ronda del draft 2013
RG Zack Martin / 1° ronda del draft 2014
RT Doug Free / 4° ronda del draft 2007

Con la excepción de Free, quien juega su décima temporada, los demás integrantes de la línea son relativamente nuevos y todos fueron elegidos en el draft o luego del mismo. Este grupo, como tal, viene jugando permanentemente desde el 2014 (en ese año, Ronald Leary -agente libre post draft 2012- era el guard derecho titular, ahora es suplente de Collins). Y de entonces, han trabajado tanto que son capaces de crear bloqueos frontales o zonales, los cuales generan enormes espacios para el avance de sus corredores, así como también pueden formar una sólida cortina para proteger a su mariscal de campo. Por ahí se entiende cómo Prescott tiene cinco o hasta siete segundos para lanzar el balón.

Haré un enfoque particular en el juego de carreras. Impresiona ver cómo estos linieros pueden desplazar a sus contrapartes defensivos para luego ir a bloquear al primer linebacker que se les cruce, con tal de establecer sus bloqueos en zona y así asegurar el espacio para que pase el corredor. Igualmente, impresiona la coordinación que tienen para armar bloqueos en trampa (cuando uno de los guards sale de su ubicación para ir a bloquear), especialmente porque suelen no estorbarse para hacer esas jugadas. Esa es la fórmula que han utilizado desde el 2014 y en cada año, han ayudado considerablemente a tener corredores de mil yardas y al paso en que va el novato Elliott, podría superar tranquilamente esa marca.

Dallas Cowboys / Corredores

2014 Demarco Murray / 1.845 yardas corridas (1° en la liga), 13 touchdowns (1° en la liga)
2015 Darren McFadden / 1.089 yardas corridas (4° en la liga)
2016 Ezekiel Elliott / 546 yardas corridas (1° en la liga), 5 touchdowns (3° en la liga)

Ezekiel es el nuevo beneficiado del gran trabajo que desarrollan Smith, Collins, Frederick, Martin y Free, cuyo desempeño ha sido constante y se ve reflejado en las 4.6 yardas por acarreo que promediaron los corredores de los Cowboys en las dos campañas anteriores, una media que se está repitiendo en la actual temporada. Como si fuera poco, en lo que llevamos del actual torneo el conjunto de Dallas encabeza la liga en yardas corridas totales, con 776 (155.2 por partido) y aparte, han permitido solo siete capturas a su quarterback, siendo el segundo mejor equipo en ese rubro.

Otro aspecto a considerar es la prioridad que le dan a los acarreos por el centro, producto de los bloqueos ya descritos. Según Football Outsiders, los Cowboys son el equipo que promedia más yardas por acarreo utilizando el medio (entiéndase como la zona entre el centro y los guards) con 5.28, y además son el quinto mejor equipo corriendo por detrás del tackle derecho, con 5.19 yardas por acarreo.

Así es como los Dallas Cowboys apuntan a la clasificación a los playoffs, basándose en sus cinco formidables linieros ofensivos, imponiendo su fuerza y timing para arrasar con los defensivos rivales, sumar yardas por tierra y anotar touchdowns, tal como lo hicieron el domingo pasado frente a los Cincinnati Bengals, equipo con fama de tener buena defensa. Será muy interesante ver a este equipo a lo largo de este torneo contra otros contendientes, ver cómo siguen desarrollándose Prescott y Elliott ante rivales de mayor calibre y cómo responde esta línea ofensiva en esos desafíos.

jueves, 6 de octubre de 2016

Sobriedad Jones


El triunfo de los Atlanta Falcons frente a los Carolina Panthers, ocurrido el domingo pasado en Georgia Dome, estuvo marcado por un hecho poco visto en los partidos de la NFL. El hito en cuestión involucra a Julio Jones, quien se convirtió en el sexto jugador que logra un partido de 300 ó más yardas en recepciones y es tan solo el segundo que alcanza esa marca en el Siglo XXI (el anterior: Calvin Johnson, hace casi tres años). Concretamente, el receptor de los Falcons estampó su récord personal con exactas 300 yardas y lo hizo en 12 recepciones, la última fue de 75 yardas con la que aseguró el triunfo para su equipo en los minutos finales.

Parece mentira que apenas sean seis receptores con partidos de 300+ yardas en la historia de la liga, más aún tomando en cuenta la actual tendencia cargada hacia los pases. Pues bien, el jugador surgido de Alabama acaba de extender esta curiosa lista que presenta las siguientes marcas.

Historia de NFL / Más yardas en recepciones en un partido

336 Flipper Anderson, Los Angeles Rams (26/11/1989)
329 Calvin Johnson, Detroit Lions (27/10/2013)
309 Stephone Page, Kansas City Chiefs (22/12/1985)
303 Jim Benton, Cleveland Rams (22/11/1945)
302 Cloyce Box, Detroit Lions (3/12/1950)
300 Julio Jones, Atlanta Falcons (2/10/2016)

El caso de Jones es digno de ser valorado. Con su 1.91 de estatura es alguien a quien se le puede lanzar pases por arriba, algo que hace muy a menudo su quarterback Matt Ryan. Pero no solo es altura. Jones también corre rutas de todo tipo, cortas; medias y profundas, siendo capaz de desarrollar disciplinadamente sus movimientos para desmarcarse de suss oponentes, con tal de crear el espacio necesario para ganar terreno y así atrapar el balón.

Así fue en cada una de sus 12 recepciones del domingo pasado, corriendo rutas de gancho, rutas hacia adentro y otras profundas, generando jugadas de largo avance para sus Falcons. Dada su estatura, no suena muy lógico pensar que Julio Jones podría ser alguien muy rápido. De hecho, no es precisamente el más veloz, pero siempre corre con seguridad y mucha concentración, tal como fue en la jugada de touchdown, donde fue capaz de convertir un pase corto en una jugada de 75 yardas (su más larga de este año), superando a un par de adversarios y cargándose a una banda hasta llegar a las diagonales, siempre de forma recta y siempre manteniendo la compostura.

Una compostura que parece ser proporcional a como es dentro de su equipo, donde es considerado por sus compañeros como un líder positivo, debido a su compromiso y actitud profesional. No hace muchos festejos rimbombantes ni tampoco se distingue por pedir pañuelos ante cualquier roce (un tal Odell Beckham Jr podría tomar nota). Se presenta a jugar, cumple con su rol en la cancha, que es muy importante en el desempeño ofensivo de los Falcons y como él mismo manifestó después del último juego, da lo máximo que puede entregar para el bien de su conjunto.

Este juego de 300 yardas es el más productivo de Jones en la NFL, donde ya cursa su sexto año. A través de su carrera, ha ido perfeccionando sus cualidades, razón por la que se ha consolidado como la principal opción de pase de Matt Ryan. Es más, Jones superó las 100 yardas en 31 de 65 partidos jugados. Es decir, en casi la mitad de sus partidos ha logrado la centena de yardas en recepciones. Y como si fuera poco, Jones tuvo un juego de 182 yardas y 2 touchdowns en una final de conferencia (derrota de los Falcons ante los San Francisco 49ers, el 20 de enero de 2013) y tuvo otro de 259 yardas ante los Green Bay Packers, el 8 de diciembre de 2014, que era su mejor registro previo al partido de hace unos días.

Sacando la campaña de 2013, donde Julio jugó apenas cinco partidos, en todos los años ha ido subiendo sus rendimientos, logrando sus récords personales en la liga pasada, con 136 recepciones y 1.871 yardas. En las primeras cuatro jornadas de la presente liga ya acumula 22 recepciones y 488 yardas. A ese ritmo, bien pudiera acercarse a las cifras obtenidas durante el 2015. Partidos como el que tuvo el domingo pasado elevan su categoría como receptor. Quizás no vuelva a tener otro juego de 300 yardas, pero es muy probable que siga acumulando atrapadas y touchdowns, para mantener al equipo de Atlanta como uno de los más respetables de su conferencia y a sí mismo como uno de los receptores más sólidos del torneo y siempre con mucho profesionalismo. Es su estilo.

jueves, 29 de septiembre de 2016

Wentzational


El debut de Carson Wentz en la NFL está resultando tan sorpresivo como impactante. Fue nombrado como quarterback titular de los Philadelphia Eagles a menos de una semana del comienzo de la actual temporada, luego del traspaso de Sam Bradford a los Minnesota Vikings, y bajo la dirección del debutante entrenador en jefe Doug Pedersen, con un esquema que está todavía instaurándose, Carson ha lucido formidablemente.

Comencemos con las cifras. En las tres semanas que llevamos de competición, Wentz ha ganado todos los partidos con los Eagles, promediando un 71.4% de pases completos, generando 769 yardas de pase, 5 touchdowns y sin pérdidas de balón. Le ha tocado enfrentar a un equipo abordable, Cleveland Browns; a uno como visitante, Chicago Bears; y a uno de los grandes de la liga, Pittsburgh Steelers. En cada partido le tocó lanzar al menos 30 pases, su rating es de 103.8 y ha sido capturado apenas dos veces.

En el amanecer de su carrera profesional, Wentz está mostrando muchos pergaminos para consolidarse como un mariscal de campo confiable y duradero en el tiempo. Ha respondido a la confianza que le han dado sus entrenadores, ejecuta correctamente sus jugadas, lanzando pases rápidos y precisos, muestra tener una rápida lectura de jugadas, buscando una segunda o tercera opción de pase apenas ve marcada a su primera opción y no se desespera mucho en la presión.

Un ejemplo de esto último se dio en el juego del domingo pasado frente a los Steelers. En la primera ofensiva del tercer cuarto, enfrentando una 3° oportunidad con 8 yardas por avanzar dentro de su propia 27, Wentz evadió en un principio la presión de Stephon Tuitt, quien se metía por el centro, se desplazó a su derecha y mientras lo hacía, siempre buscaba a quien lanzar el balón. Y aún teniendo algo de espacio para correr, decidió tirar un pase flotado a Darren Sproles quien lo llevó hasta las diagonales para un touchdown de 73 yardas.

Una decisión digna de un quarterback experimentado, efectuada por un jugador que hace menos de un año destacaba en North Dakota State, equipo perteneciente a la segunda división del fútbol americano universitario, razón por la que varios dudaban si Wentz sería capaz de rendir en la NFL. Equipos como los Cleveland Browns y los Rams de Los Angeles lo dejaron pasar, pero no los Philadelphia Eagles quienes cambiaron cinco selecciones del draft (tres del pasado) para subir al segundo turno y así poder elegirlo.

Carson está creciendo a pasos agigantados dentro de un equipo que madura rápidamente, tal como se aprecia en su línea ofensiva que se muestra sólida, capaz de brindar protección y comodidad a su joven mariscal, así como también puede abrir grandes espacios para sus veloces y elusivos corredores. En este momento, los Eagles cuentan con la segunda ofensiva más anotadora, con 30.7 puntos de media por partido, y con la mejor defensiva, aceptando 9.0 unidades en contra (en este caso, influyen mucho los escuálidos 3 que le permitieron a los Steelers).

Con el transcurrir del torneo, veremos como sigue evolucionando este equipo y con ello, seremos testigos de los aciertos y eventuales tropiezos que pueda tener Wentz en los próximos partidos y de acuerdo a las dificultades que presenten los mismos. Por como se está perfilando el panorama en la división este de la NFC, es muy probable que todos los duelos contra los Dallas Cowboys, los New York Giants y los Washington Redskins tengan una enorme relevancia en la lucha por clasificar a los playoffs.

Por ahora, los fanáticos en Philadelphia respiran aires totalmente renovados y todo, en buena medida, gracias a la positiva irrupción de Wentz.

jueves, 22 de septiembre de 2016

El muro púrpura


Fuerza, presión y disciplina. Así se podría definir en pocos términos a la defensiva de los Minnesota Vikings, la principal razón por la que accedieron a los playoffs en la temporada anterior de la NFL (además de Adrian Peterson) y por la que han comenzado la presente liga ganando sus dos primeros partidos. Esta unidad defensiva se define por tener jugadores muy pesados cubriendo la línea, con Brian Robison; Tom Johnson; Linval Joseph y Everson Griffen, linebackers tackleadores y con instinto para seguir a los pasadores rivales, con Chad Greenway; Erick Hendricks y Anthony Barr, y una secundaria capaz de neutralizar los pases largos, donde se destacan Andrew Sendejo y Terrence Newman.

Esta defensiva suele jugar con una formación 4-3, aunque de acuerdo a las características que presentan los partidos, puede variar a una formación con dos linebackers y un esquinero adicional. En principio, la presión al quarterback es efectuada por los cuatros linieros, donde Robison y Griffen poseen la velocidad necesaria para superar a los tackles que enfrentan y así llegar al QB rival, tal como lo hicieron contra Aaron Rodgers, en el juego del domingo pasado entre los Vikings y los Packers. Los blitzes son ocasionales y se hacen metódicamente, disfrazando la intención, con algún linebacker metiéndose por el centro luego de forma retardada o con algún esquinero filtrándose por detrás de un ala defensiva.

Esa forma de presionar a los mariscales ha dado resultados desde el año pasado, cuando sumaron 43 capturas (10.5 fueron de Griffen) y en este comienzo de temporada, donde ya han sumado siete. De esas siete, cinco fueron el domingo pasado frente a Green Bay, donde lograron colapsar la línea ofensiva del equipo empacador, forzando a que Rodgers tuviera que improvisar en muchas de sus jugadas y tener que sacar sus pases escapando de los defensivos de los Vikings. Todo el éxito y ejecución de esta estrategia se debe en gran parte a Mike Zimmer, quien desde su arribo a Minnesota para convertirse en entrenador en jefe desde el 2014, ha sido el principal responsable de la construcción de esta unidad.

Zimmer se ha distinguido a través de su carrera por ser un especialista en formar y coordinar defensivas, tal como lo hizo en los Cincinnati Bengals donde construyó una de las retaguardias más respetables de la liga, aplicando exactamente la misma receta que usa actualmente en Minnesota. De hecho, algunos de los principales jugadores defensivos del conjunto bengalí tienen características similares a los Vikes, como Domata Peko, Geno Atkins y hasta Rey Maualuga. Es más, Cincy tiene como formación base la 4-3 y donde carga esporádicamente a los mariscales adversarios. La influencia de Mike se notó en sus seis años con los Bengals y lo está haciendo de igual manera con Minnesota.

Esta defensiva fue la quinta mejor en puntos permitidos en 2015 (18.5 de media por partido) y una de las grandes causas por la que los Vikings accedieron a los playoffs, y de no haber sido por el gol de campo de ¡27 yardas! fallado por Blair Walsh, habrían pasado al menos la primera ronda. Ahora, con una ofensiva que ha tenido que adaptarse repentinamente por la lesión de Teddy Bridgewater, la llegada de Sam Bradford y la reciente lesión de Adrian Peterson, el conjunto de Minnesota requerirá con mayor razón de su defensiva para seguir ganando partidos. Mucho ojo en los encuentros contra los Carolina Panthers (25 de septiembre), los Dallas Cowboys (1 de diciembre) y la revancha con los Green Bay Packers (24 de diciembre). Rivales con buenas ofensivas y que podrían representar, a priori, las pruebas más duras para este equipo en el actual torneo.

jueves, 15 de septiembre de 2016

Primeros vistazos


De los equipos que vi en la primera jornada de la NFL, quienes más me impresionaron fueron los Pittsburgh Steelers. Ganaron su partido, en la casa de los Washington Redskins, e impusieron su dinámico juego de pases, que involucra rutas de medio trayecto para extender las series y otras que son directas y profundas, como las dos que realizó Antonio Brown en sus jugadas de touchdown. Uno a uno, un corte y corriendo hasta lo profundo de la cancha. Sin los sancionados Martavis Bryant y Leveon Bell, esta ofensiva aún así puede producir en grande y dar espectáculo de la mano de Ben Roethlisberger, quien por increíble que parezca ya comienza el 13° año de su carrera. La clave para toda la temporada será no perder por lesión a ninguno de sus jugadores estelares y que su defensa pueda realizar las detenciones necesarias para complementar este potente ataque.

Hay que tener agallas para jugársela por dos puntos, estando abajo en el marcador, en dos ocasiones distintas y de visita. Eso hicieron los Oakland Raiders y así fue como terminaron venciendo a los New Orleans Saints, en un partido que perdían por 14 en un momento de la segunda mitad. Precisión de su pasador Derek Carr y habilidad de sus receptores para desequilibrar en jugadas de aislamiento -por diseño-, tal como lo hicieron Amari Cooper, Seth Roberts y Michael Crabtree, este último para lograr la conversión de dos puntos que le dio la ventaja definitiva a los Black & Silver, 35-34. Este equipo ya asustó a varios durante el año pasado y en este que comienza, apuntan a clasificar a los playoffs. El entrenador Jack del Río confía mucho en su ofensiva, tanto que les da jugadas de alto riesgo y en esta ocasión, con muy buenos resultados.

No Brady? No Gronk? No problem for the New England Patriots. Por el nivel de ejecutoria de Jimmy Garoppolo en el triunfo a domicilio frente a los Arizona Cardinals, el reserva de Tom Brady parecía estar muy bien preparado para el primero de los cuatro partidos en los que estará reemplazando al suspendido #12. La clave fueron pases rápidos sin arriesgar demasiado el balón -aunque igualmente cometió dos fumbles, de los que perdió uno-, mezclándose con oportunas corridas de Legarrette Blount. Bien por Garoppolo, quien nunca se mostró titubeante, aunque el crédito de esta actuación debiera ir también para Bill Belichick y Josh McDaniels. Desde el primer cuarto se notó la preparación para cubrir las notorias bajas de Brady y Gronkowski y ahí se pudo captar toda la estrategia planeada tanto por el entrenador en jefe como por el coordinador ofensivo de los Pats.

Por último, una mención para la defensiva de los San Francisco 49ers, que dejó en 185 yardas y cero puntos a Los Angeles Rams, para derrotarlos por 28 de diferencia. En todo el juego, la línea de los Niners colapsó el centro de la línea adversaria para limitar los acarreos de Todd Gurley e intentos de pase de Case Keenum, lo que facilitó la tarea para una ofensiva que solo tuvo que cumplir con lo estrictamente necesario -muy buenos bloqueos de los guards en los touchdowns de Carlos Hyde y Shaun Draughn-. Un prometedor comienzo para el equipo de la bahía con Chip Kelly como su nuevo entrenador en jefe, aunque también es necesario consignar que esta defensiva enfrentó a Keenum, un quarterback con muchas condiciones... para estar sumergido en el fondo de la banca.

jueves, 8 de septiembre de 2016

La vida después de Peyton

Hace siete meses, los Denver Broncos conquistaban el Super Bowl 50 con Peyton Manning al mando de la ofensiva y teniendo en la banca a Brock Osweiler, quien cumplió en los siete partidos en que fue requerido. Pero ahora, en vísperas de la nueva temporada de la NFL, la situación es muy diferente. Manning anunció su retiro en marzo y Osweiler se fue a los Houston Texans, tras ser persuadido por un contrato mucho mayor que el que tenía en Denver.

Aquello dio paso a una competición, en la reciente pretemporada, entre Trevor Siemian, Paxton Lynch y Mark Sanchez para definir quien se quedaba como el quarterback titular. Los tres tuvieron rendimientos parejos, pero finalmente fue Siemian el elegido para iniciar la nueva liga como titular.

¿Quién? Siemian, un jugador que pasó su año de novato como el tercer mariscal, por detrás de Manning y Osweiler, y que nunca tuvo grandes registros en sus cuatro años en la Universidad de Northwestern, donde apenas fue titular en 14 partidos. Encima, Trevor fue seleccionado en el 250° puesto del Draft 2015, a seis lugares de ser Mr. Irrelevant y siendo además el último quarterback en ser elegido en dicho sorteo.

Así y sin transiciones mediante, Siemian pasa de ser un desconocido a ser el jugador que tome el lugar que dejó Peyton Manning. Aunque este no es el único cambio que presentan los Broncos a la ofensiva. Su línea tiene cambios considerables, partiendo por los tackles. Russell Okung, campeón del Super Bowl XLVIII con los Seattle Seahawks y Donald Stephenson, ex jugador de los Kansas City Chiefs, serán quienes cubran esos lugares, ante las salidas de Ryan Harris, Evan Mathis y Louis Vasquez, titulares en el último Super Bowl, quienes cambiaron de equipo en la agencia libre.

A priori, los Broncos tendrán que seguir confiando en su defensiva, razón fundamental de su exitosa campaña 2015 y que mantiene a gran parte de sus estrellas, como Von Miller; Demarcus Ware; Aqib Talib y Chris Harris. Solo para refrescar la memoria: en el torneo pasado, Denver estuvo dentro de los 10 mejores en casi todas las estadísticas defensivas, permitiendo una media de 18.5 puntos por juego en temporada regular. En los playoffs, dejó a los Pittbsurgh Steelers en 16, a los New England Patriots en 18 y a los Carolina Panthers en 10, siendo que esos tres equipos promediaban +25 puntos por partido.

Fortaleza defensiva + ofensiva en reconstrucción. Algo así es la formula con la que los Denver Broncos abrirán la liga este jueves, recibiendo a los Panthers. Su defensa ya ha demostrado ser capaz de sostener cualquier ventaja, el desafío es para la ofensiva que deberá aplicar un nuevo sistema, con una línea que todavía se está armando y donde en principio, el mariscal de campo no tendría un rol protagónico, como para ya separarse de la leyenda de Manning.

jueves, 1 de septiembre de 2016

Señales de vida

Desaparecí, pero no por completo.

En verdad, desaparecí solo de estos lares. Tenía 10 meses sin escribir algo por acá y la verdad, es que motivos personales de diversa índole me hicieron alejarme de este espacio que había construido continuamente durante cuatro años y medio.

Tal vez no tenga sentido dar explicaciones, pero creo que en este caso es necesario hacer una aclaración. En estos momentos, continúo viendo partidos de NBA y NFL pero sin la intensidad y la mega-dedicación que le daba en algún momento. Mi trabajo, que no tiene nada que ver con periodismo deportivo, y otras actividades consumen gran parte de mi tiempo y eso produjo que haya dejado de escribir durante los últimos meses.

Entonces, ¿por qué estoy volviendo?

Cuando dejé de escribir, jamás creí que al menos una persona fuera a preguntarme porqué no había vuelto a publicar algo o que alguien me fuera a pedir que vuelva a escribir en este blog. Me cuesta mucho creer que hay gente (poca, pero gente al fin y al cabo) que se interese en mis crónicas y/o comentarios sobre deportes norteamericanos.

Y la verdad, ese pequeño pero valioso puñado de gente me impulsó a retornar. Al menos, haré el intento. No garantizo nada, no venderé humo ni tampoco prometeré artículos del nivel de Peter King o Zach Lowe, porque para lograr algo así hay que estar dedicado 100% y ese no es mi caso. Pero sí me daré la oportunidad de volver a escribir, a contar o a comentar algo sobre los deportes norteamericanos, la razón por la que estudié periodismo.

No sé hasta donde pueda llegar, ni tampoco sé si en algún momento de la vida este blog sea algo más que un espacio amateur, pero intentaré dar mis impresiones sobre partidos, sucesos y anécdotas deportivas... con mi propio lenguaje.

Ya no está Charles Woodson, tampoco Tim Duncan. Peyton Manning se fue ganando un Super Bowl, Kobe Bryant se despidió anotando 60. Cleveland salió campeón, Lebron estalló en emoción. Algunos ciclos finalizaron, otros se inauguraron y tras una prolongada pausa, este blog hace su reaparición.

Gringo Sports está de regreso!