jueves, 15 de diciembre de 2016

Fama e Infamia


Fama, para Odell Beckham Jr y los New York Giants. OBJ dejó caer pases que frenaron ofensivas de su equipo, pero apareció en el momento preciso, con una escapada de 61 yardas casi al final del tercer cuarto para anotar el touchdown con el que los G-Men derrotaron por 10-7 a los Dallas Cowboys. Y por otra parte, la defensa neoyorquina se comportó a la altura de la circunstancia, capturando en tres ocasiones a Dak Prescott e interceptando dos pases, como parte de una gran actuación colectiva. Los Giants barrieron la serie de temporada regular contra los Cowboys, han sido los únicos capaces de vencer a Dallas en el torneo y por muy irregulares que luzcan a veces, se sitúan en puestos de playoffs.

Infamia, para Russell Wilson y los Seattle Seahawks. Por primera vez en su carrera, Wilson tiró cinco intercepciones en un partido. Algunas de ellas por malas decisiones suyas (pases lanzados a doble cobertura, por ejemplo) y otras por desafortunados rebotes de sus receptores. Aparte de esos cinco errores, Wilson siempre estuvo incómodo y bajo constante presión de los defensivos de los Green Bay Packers, quienes lograron derribarlo en tres ocasiones. Seattle perdió inapelablemente en Lambeau Field, 38-10, ratificando su inconsistencia en partidos como visitantes, siendo esta la cuarta vez en el año en la que anotan 10 puntos o menos fuera de su estadio. Para peor, Earl Thomas no volverá debido a una lesión y su ausencia ya se nota.

Fama, para Malcolm Mitchell y los New England Patriots. No Gronk, no problem. Nuevamente, Bill Belichick se las ha ingeniado para suplir la baja de una sus estrellas, en este caso Rob Gronkowski quien no volverá a jugar en esta temporada. En su ausencia, ha emergido Malcolm Mitchell, un joven receptor elegido por los Pats en la cuarta ronda del pasado draft. Ha sido parte del grupo de receptores durante todo el año, pero en las últimas cuatro semanas ha tenido un aporte más notorio, gracias a sus cuatro touchdowns anotados, uno de ellos en el triunfo del lunes pasado frente a los Baltimore Ravens, donde tuvo un importante rol en las jugadas de pase, atrapando cuatro de cinco envíos lanzados por Tom Brady. Un joven productivo, como muchos que han habido en New England. Si sigue así, podría ser muy importante en enero.

Infamia, para los Cleveland Browns. Se cumplió un año desde que ganaron por última vez un partido oficial. Desde entonces, hubo un cambio de entrenador en jefe, cinco quarterbacks jugaron por lo menos un partido (Johnny Manziel, Austin Davis, Cody Kessler, Josh McCown y Robert Griffin III) y acumulan 16 derrotas consecutivas. Y encima, durante este año los Cavaliers ganaron su primer campeonato de la NBA y en el béisbol, los Indians jugaron la Serie Mundial. La situación de los Browns no es pésima, sino lo que viene después de aquello. En el calendario, les quedan visitas a los Buffalo Bills y a los Pittsburgh Steelers, además de un juego en casa con los San Diego Chargers. Un apunte: los Detroit Lions del 2008 han sido el único equipo con balance 0-16. ¿Serán estos Browns los segundos? más de alguno debe andar apostando por eso.

Fama, para los Kansas City Chiefs. Dejaron en 13 puntos a los explosivos Oakland Raiders, están invictos contra sus rivales divisionales (4-0) y si los playoffs comenzaran hoy, los Chiefs entrarían en la segunda posición de su conferencia. Un equipo con bases sólidas que continúa evolucionando y está encontrando su peak en un momento muy importante. Alex Smith está haciendo jugadas claves, el juego terrestre sigue produciendo pese a la ausencia de Jamaal Charles (¡Sería un enorme refuerzo si vuelve en los playoffs!) y su defensiva sigue jugando con mucha disciplina, aunque está por verse el impacto de la baja de Derrick Johnson. El título divisional y una posible semana libre en el comienzo de la postemporada depende solo de ellos.

Infamia, para Jeff Fisher y los Rams de Los Angeles. A pocos días de haber anunciado una extensión de contrato, la organización de los Rams despidió a su entrenador Jeff Fisher el lunes pasado, luego de perder en su estadio frente a los Atlanta Falcons. Las casi seis temporadas de Fisher con esta franquicia terminaron con un mediocre balance de 31-45-1, aunque su relativo éxito frente a rivales divisionales (14-12-1) le prolongaron su estadía. Nunca logró armar un conjunto medianamente decente y nunca pudo cubrir todas las debilidades del equipo, además de cambiar varias selecciones del pasado draft para tener a Jared Goff, quien debutó hace apenas cinco semanas. Fisher tomó un equipo malo y lo dejó igual... o quizás peor.

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