jueves, 30 de noviembre de 2017

Las amenazas de diciembre


por Miguel Meléndez
Twitter: @journalistmike

Siempre ocurre que, en el tramo final de competición en la NFL, hay una línea divisoria en cuanto a rendimientos. Primero, está el grupo de equipos relativamente afianzados que han ganado muchos partidos, son líderes divisionales y tienen casi lista su clasificación a los playoffs. Y el grupo que viene después, tiene a equipos que se aferran a los puestos de comodín o bien, son equipos que están repuntando y buscan arrebatar alguno de los últimos lugares en la siembra. De ese puñado, siempre hay equipos que toman ritmo y forma justo en las últimas fechas de la etapa regular, causando más de algún estrago y en algunos casos, llegando bien lejos en el torneo. En esta ocasión, hay tres equipos de esta especie a los que debemos considerar en las cinco semanas que restan en la presente temporada.

Carolina Panthers: 8-3, co-líderes división sur NFC

Se enredaron en octubre, cuando perdieron dos partidos consecutivos. Pero desde entonces, no cayeron más. Con cuatro triunfos seguidos, los Panthers ya alcanzaron a los New Orleans Saints en la cima divisional y tendrán tres de cinco partidos como locales durante diciembre. Cam Newton mejora lentamente su precisión, que alcanza el modesto 60.2% y mientras el # 1 combina pases desde el pocket con sus corridas, que han vuelto a ser más frecuentes, la figura de Christian McCaffrey se vuelve cada vez más importante. Ya no solo es el jugador que colocan en movimiento para distraer a los rivales, sino que se afianza como un arma dentro del esquema ofensivo de los Panthers. Para tener en cuenta: con sus 59 recepciones, McCaffrey es el segundo mejor entre corredores y está dentro de los 13 mejores de toda la liga en cuanto a atrapadas.

Además, la defensiva vuelve a marcar presencia, como lo ha hecho en las recientes semanas. Luke Kuechly ha sido el factor principal. En este momento, encabeza al equipo con 45 tackleadas, 3 pases interceptados y como si fuera poco, se dio el lujo de convertir un pick six que acabó siendo clave en el triunfo del domingo pasado frente a los New York Jets. En su retorno al equipo, Julius Peppers sigue dando muestras de su calidad. Lleva 8.5 capturas, un cuarto de todas las que registra su conjunto. El próximo partido será de visita en New Orleans, quien gane quedará como líder solitario de la división, el subsiguiente será en casa frente a los Minnesota Vikings y cerrarán de visita en Atlanta, a quienes ya vencieron en el primer encuentro. Dado su nivel ascendente, no habría que descartar una clasificación de los Panthers como campeones de su grupo.

Atlanta Falcons: 7-4, tercer lugar división sur NFC

Por varias semanas se estuvo dudando mucho de este equipo, especialmente de su ofensiva que no tenía la prolijidad que la distinguió durante el 2016. Después de la preocupante derrota en New England, las cosas empezaron a mejorar. Ganaron cuatro partidos de cinco y el conjunto muestra esa fluidez que los llevó a ser campeones de conferencia en la temporada pasada. El último partido fue el más productivo de todo el año. Registraron 516 yardas ofensivas, de las cuales 253 corrieron por cuenta de Julio Jones, quien además anotó dos touchdowns. Encima, Matt Ryan está mejorando su precisión con el transcurrir de los partidos y en las últimas dos semanas, han sabido cubrir la baja de Devonta Freeman con una sólida producción de Tevin Coleman, quien en el partido ante los Tampa Bay Buccaneers bordeó la centena de yardas terrestres y anotó en un par de ocasiones.

El triunfo de visita ante los Seattle Seahawks, en la jornada antepasada, fue valioso tomando en cuenta lo difícil que es para cualquier forastero jugar en la cancha de Seattle. Bajo un marco de mucha presión, la unidad ofensiva respondió bien con una apropiada estrategia que dio estabilidad y con ello, la oportunidad de anotar y tomar la ventaja que supieron mantener hasta el final. Desafíos así son los que necesitaba ganar el equipo de Atlanta. En la próxima jornada, les tocará recibir a los Vikings y después, solo tendrá partidos divisionales, entre ellos los dos enfrentamientos ante los Saints y ante los Panthers, en el cierre de campaña. Llegan en buena forma a la parte más brutal de su calendario.

Los Angeles Chargers: 5-6, segundo lugar división oeste AFC

Es cierto, los Chargers de San Diego Los Angeles tienen balance negativo, pero cuentan con talento y potencial para ganar más partidos. De hecho, cinco de sus seis derrotas fueron por diez puntos o menos lo que da a entender que este es un equipo que siempre está en la pelea y tomando en cuenta el bajón de los Kansas City Chiefs, todavía están muy latentes las expectativas de una clasificación a los playoffs. El jueves pasado tuvieron su mejor partido del año. Vencieron por 22 puntos de margen a los Dallas Cowboys, registraron 515 yardas ofensivas, tuvieron el balón por más de 36 minutos y su veterano mariscal Philip Rivers jugó plácidamente, fallando apenas seis pases (completó 27/33), sumando 434 yardas y lanzando los tres touchdowns convertidos por su conjunto.

Keenan Allen es la principal opción de Rivers. Rápido y muy explosivo, se sitúa como el quinto mejor receptor de la liga en cuanto a yardas, con 927, además de ser uno de solo 11 jugadores con al menos 60 recepciones. Mucho ojo con los pateadores. Este es el equipo con la peor eficiencia en goles de campo (12/19, 63.2%) y la séptima peor eficiencia en puntos adicionales (27/30, 90%). Los fallos del coreano Younghoe Koo costaron dos derrotas a principio de temporada y su actual pateador, Nick Novak también ha tenido algunos problemas. Se sabe que en partidos cerrados, la diferencia puede pasar por los pateadores. Tienen tres partidos en casa y dos de visita, una de esas salidas será a Kansas City el 16 de diciembre. A lo mejor, ahí podría definirse una posible clasificación.

Miguel Meléndez es el creador y responsable de Gringo Sports. Desde 2011 escribe artículos sobre los principales deportes norteamericanos. Además, es conductor y comentarista en el podcast de NFL Chile.

jueves, 23 de noviembre de 2017

Disciplina vikinga


por Miguel Meléndez
Twitter: @journalistmike

Una ofensiva que ejecuta las jugadas tal como son dictadas y que reparte el balón equitativamente, una defensa física y bien preparada, capaz de presionar y neutralizar cualquier amenaza que se les ponga enfrente y un entrenador que impone su sello, a tal punto de tener un conjunto que comete pocas infracciones. Todo eso reúnen los Minnesota Vikings, un equipo que ha tenido que adaptarse a diversas lesiones que han sufrido. Aún así, han encontrado la solución a cada problema y así es como rinden de forma consistente.

La temporada comenzó con un resonante triunfo sobre los New Orleans Saints, donde impresionó Sam Bradford quien era el quarterback titular de este equipo. En ese mismo partido, Bradford sufrió una lesión en una de sus rodillas, la que le impidió seguir compitiendo. Case Keenum lo relevó en la segunda semana y desde entonces, se ha mantenido como titular. Le tomó tiempo y un par de derrotas entre medio, pero finalmente se adaptó al sistema de juego, ejecutando correctamente sus pases, algunos de rápido desarrollo y otros, mediante fintas con sus corredores. No brilla ni mucho menos podría ser comparable a los pasadores de élite, pero cumple con su tarea y silenciosamente figura dentro de los diez pasadores más precisos del torneo, con un 65.7% de pases completos.

Keenum, además, se beneficia de una línea que ha mejorado ostensiblemente este año, después de haber permitido 38 capturas en 2016. En diez partidos jugados en el presente curso, Keenum es el mariscal titular menos capturado de toda la liga, con apenas cinco. Claramente, tiene tiempo para lanzar y ha encontrado en Adam Thielen su blanco predilecto en los pases. Thielen combina velocidad, buen recorrido de rutas y capacidad para hacer jugadas de alto impacto. Sin ir más lejos, liquidó el partido del domingo pasado frente a los L.A. Rams con una jugada de 65 yardas, la más larga del equipo en todo el año.

Esta ofensiva tiene balance debido a la forma en como reparten las jugadas por tierra con sus dos corredores. Después de la lesión de Dalvin Cook, quien era el líder en yardas después de cuatro partidos, el peso de los acarreos se repartió de forma equitativa entre Jerick McKinnon y Latavius Murray, quienes ayudan a darle estabilidad a la ofensiva de los Vikings, sumando yardas que ayudan a prolongar las series y en el caso de McKinnon, funcionando también como opción para pases cortos o rutas de escape. De hecho, en el más reciente juego, Murray corrió 15 veces y McKinnon 14, y sumaron en total 143 yardas terrestres con un par de touchdowns, ambos por cuenta de Latavius. El complemento justo y necesario para un correcto juego de pases.

Quizás, lo más impresionante de este equipo está en su defensiva, con un cuarteto de linieros que cubre espacios y colapsa el pocket, además de un grupo de linebackers que juega de forma muy física pero a la vez, con mucha inteligencia y un bloque secundario que puede seguir paso a paso a los receptores rivales, como también puede tacklear con mucha fuerza. Desde que Mike Zimmer asumió como entrenador en jefe de los Vikings en 2014, la defensa fue el punto principal a mejorar y así es como en la actualidad, este conjunto figura dentro de los cinco mejores en cuanto a yardas (290.5) y puntos permitidos (17.2).

En seis de sus ocho victorias, esta defensiva ha dejado a sus rivales en menos de 300 yardas totales y en siete ocasiones, han permitido menos de 20 puntos. Lo que realizaron el domingo pasado frente a los Rams, el equipo con mejor ofensiva de la liga, fue extraordinario. En jugadas de pase, se enfocaron en cubrir los costados para limitar el desplazamiento de Jared Goff, al punto de forzarlo a lanzar varios pases malos y cuando los Rams quisieron correr, los linebackers Anthony Barr y Erick Kendricks estaban muy enfocados en cubrir sus zonas, con tal de no permitir ningún avance de Todd Gurley, quien terminó con apenas 37 yardas.

El equipo de Los Angeles anotó en su primera ofensiva, pero después no pudo anotar más. Por casi 55 minutos, la ofensiva que promediaba casi 34 puntos por partido, no pudo pasar de las siete unidades frente a unos Vikings que ajustaron y dominaron en la línea de golpeo, llegando a capturar a Goff en dos ocasiones además de presionarlo otras tantas veces más. A través de la temporada, la presión con los linieros ha sido una característica de este equipo y en ello, han sido claves Everson Griffen y Danielle Hunter, autores de 15 de las 27 capturas registradas por el conjunto (10.0 y 5.0, respectivamente).

Todo esto se ha logrado jugando con mucha intensidad, pero a su vez con mucha inteligencia. En este momento, los Vikings son el equipo con la cuarta menor cantidad de castigos en toda la liga, con 58. Disciplina es otro de los aspectos fundamentales en la metodología de Zimmer y así ha sido no solo en este, sino que en los años más recientes. Es raro ver a este equipo cometiendo castigos defensivos en 3° down que cuestan en 1° down para el rival y tampoco cometen demasiados holdings, algo totalmente meritorio.

Un equipo bien armado y ante todo, muy serio. Estos Minnesota Vikings son capaces de incomodar hasta la más productiva de las ofensivas y cada semana lucen más sólidos. Si los playoffs comenzaran hoy, entrarían como campeones divisionales y con la segunda mejor marca de su conferencia, con ocho victorias en diez partidos. Por cierto, el Super Bowl LII será en su estadio y nunca en la historia un equipo ha jugado un Super Bowl en su cancha. Quien sabe, ellos podrían ser los primeros.

Miguel Meléndez es el creador y responsable de Gringo Sports. Desde 2011 escribe artículos sobre los principales deportes norteamericanos. Además, es conductor y comentarista en el podcast de NFL Chile.

jueves, 16 de noviembre de 2017

La marcha de los Saints


por Miguel Meléndez
Twitter: @journalistmike

Después de perder los dos primeros partidos, la temporada parecía complicarse seriamente para los New Orleans Saints. Pero la verdad, es que tras ese mal comienzo, han ganado siete partidos consecutivos, siendo el equipo más enrachado de la NFL junto con los Philadelphia Eagles. Coincidencia o no, ambos equipos poseen las dos mejores marcas en su conferencia. Les ha tomado tiempo, pero los Saints lucen actualmente como un equipo bien trabajado y sobre todo, con un ritmo establecido para jugar.

Tal como ha sido desde su llegada a la franquicia en 2006, Drew Brees es y sigue siendo la principal clave de este conjunto. La ofensiva gira en torno a su presencia, dicta las jugadas, marca los tiempos del juego y reparte el balón sabiamente, dejando como resultado a una ofensiva que puede dominar en cuanto a yardas y tiempo de posesión, de la forma en como ocurrió en el triunfo como visitantes ante los Buffalo Bills, donde la ofensiva se mantuvo dentro de la cancha por más de 41 minutos. A sus 38 años, Brees está muy vigente, tanto así que, en este momento es el mariscal con mejor precisión de la liga, completando 71.7% de sus pases y es quien tiene el cuarto mejor rating, con 104.0.

Brees mueve la ofensiva y tiene a Michael Thomas como su principal arma por aire, pero parte fundamental de esta unidad pasa por sus dos corredores. En la actual campaña, tanto el experimentado Mark Ingram como el novato Alvin Kamara están teniendo mucha actividad, llevando el balón ya sea por acarreos o mediante pases de Brees. Ambos se encargan de hacer las jugadas que otorgan primeros downs y que hacen ganar tiempo a este equipo. Ambos superaron las cien yardas por tierra en el último partido, pero a través de la temporada han producido yardas que han generado un balance que quizás le había faltado a New Orleans en los años recientes.

Es tal el impacto que están causando estos dos running backs, que dentro del equipo son los dos jugadores con más recepciones (Ingram 43, Kamara 31) después de Michael Thomas, quien lidera con 59. En cuanto a yardas totales, Mark y Alvin no solo están marcando la diferencia en los mismos Saints, sino que lo hacen a nivel de liga, donde figuran dentro de los 11 mejores jugadores en cuanto a yardas desde el scrimmage, Ingram con 864 y Kamara con 790. Encima, llevan combinados 13 touchdowns totales (corridas + recepciones) siendo una dupla letal saliendo desde el backfield.

Si bien Ingram es quien lleva mayor cantidad de jugadas, Kamara ha sabido ganarse su espacio después de un difícil comienzo. Semana a semana, el jugador elegido en la tercera ronda del pasado draft mejora notoriamente, a tal grado que actualmente figura con la tercera mayor cantidad de recepciones en la liga entre corredores, superado únicamente por Christian McCaffrey de los Carolina Panthers y por James White de los New England Patriots. Esta pareja de corredores ha ayudado mucho a Brees y ha sido parte fundamental del presente exitoso de los Saints, quienes figuran como la segunda mejor ofensiva en yardas, con 402.4 por partido y la tercera mejor en puntos, con 29.7 por partido.

Por increíble que parezca, la defensiva también está dando frutos en un equipo siempre caracterizado por ser prolífico solo en ofensiva. La presión sobre los mariscales contrarios resulta y así es como la pareja de alas defensivas compuesta por Cameron Jordan y Alex Okafor es responsable en 11.5 de las 25.0 capturas que registra todo el equipo (Jordan 7.0, Okafor 4.5), figurando dentro de los diez mejores de la competencia en ese rubro. Como si fuera poco, también ha mejorado la cobertura de pases limitando la producción de varios rivales a los que han enfrentado. De hecho, con las 10 intercepciones que llevan como conjunto, los Saints figuran dentro de los siete equipos que han registrado más de una decena, siendo Kenny Vacaro el jugador destacado con tres picks.

Cierto, se puede hablar sobre la calidad de quarterbacks a los que ha enfrentado esta defensiva, como el siempre desganado Jay Cutler, el debutante Brett Hundley, el novato Mitchell Trubisky, el siempre errático Ryan Fitzpatrick y el temeroso Tyrod Taylor. Pero es igualmente cierto que estos Saints han sabido mantener las ventajas construidas por su ofensiva y esa es una buena razón para entender porqué van con marca de 7-2, en la cima del sur en la Conferencia Nacional. De todas formas, más adelante esta defensiva tendrá que enfrentar a pasadores de la talla de Cam Newton, Matt Ryan (dos veces en tres semanas durante diciembre) y Jared Goff.

El nivel de esos mariscales a los que enfrentarán también radica en el calibre de los oponentes que tendrán los Saints en las próximas semanas, donde aún tienen pendientes los dos partidos frente a los Atlanta Falcons, así como la revancha frente a los Carolina Panthers y una compleja visita a los L.A. Rams a fines del presente mes. El equipo dirigido por Sean Payton va bien encaminado y ha encontrado las variantes precisas para su ofensiva. La tarea de aquí y hasta el final de la temporada será mantener esa consistencia que han logrado en las recientes semanas, la cual se veía impensada en septiembre y que impresiona en este tramo de la competición.

Miguel Meléndez es el creador y responsable de Gringo Sports. Desde 2011 escribe artículos sobre los principales deportes norteamericanos. Además, es conductor y comentarista en el podcast de NFL Chile.

jueves, 9 de noviembre de 2017

La revolución carnera


por Miguel Meléndez
Twitter: @journalistmike

Hace menos de un año, los L.A. Rams no solo eran uno de los peores equipos en la NFL sino que contaban con la peor ofensiva, promediando unos escuálidos 14.0 puntos por partido. Ahora, en la medianía del curso 2017, estos mismos Rams son punteros divisionales, juegan muy bien y tienen la mejor ofensiva del torneo, promediando 32.9 puntos por partido. ¿Cómo es posible semejante cambio? la principal clave pasa por la dirección técnica. Durante el receso, cambiaron al veterano Jeff Fisher por un joven e inexperto Sean McVay...

¿Quién?

McVay. Con 31 años de edad, por lejos el coach más joven de la competencia, asumió el desafío de tomar a un equipo con talento pero tremendamente inestable y falto de confianza. Previo a asumir este cargo, Sean había sido el coordinador ofensivo de los Washington Redskins, además de haber sido entrenador de tight ends en la misma franquicia. Con ese antecedente, se puede entender la evolución ofensiva de este conjunto, el cual añadió nuevos jugadores este año (Robert Woods, Sammy Watkins) que han encajado de forma adecuada dentro del sistema.

El propio McVay admite que su foco principal está en hacer funcionar la ofensiva, delegando la tarea defensiva a Wade Phillips quien es el coordinador de esa unidad. El crecimiento de estos Rams se ve reflejado en su quarterback Jared Goff. Hace algunas semanas, destacaba que Goff se veía más suelto para jugar y sobre todo, tomando mejores decisiones. Pues bien, eso ha sido la constante con Goff este año, quien está desarrollando habilidades para leer defensivas rivales e identificar duelos favorables, sacando provecho del talento y sobre todo, de la velocidad de sus receptores quienes están llenando las estadísticas en cada partido.

En su reciente victoria, como visitantes frente a los New York Giants, Goff firmó su mejor partido como profesional con 311 yardas, en apenas 14 pases completos, y 4 touchdowns -  dos de ellos, mediante jugadas de más de 50 yardas. Goff lanza el balón y sus receptores aplican todas sus cualidades para sumar yardas y puntos. Woods y Watkins llegaron para aportar, de igual forma como lo hacen Cooper Kupp, Tavon Austin -el hombre motion de este conjunto- y Todd Gurley, quien produce tanto por tierra como por aire.

Gurley, en este momento, es el líder en yardas totales (corridas + recibidas) de los Rams con 1.024 y suma 10 touchdowns totales. Solamente Kareem Hunt de los Kansas City Chiefs lo supera en cuanto yardas y nadie ha anotado tantos touchdowns como lo ha hecho Todd en estas nueve semanas disputadas. Tal como mencionaba hace algunas semanas, el # 30 de los Rams es otro gran beneficiado en esta nueva etapa del equipo y dada la productividad por aire, se vuelve muy peligroso como un arma complementaria. Puede atacar de varias formas, sobre todo por tierra donde combina muy bien su potencia física con velocidad, cuando ataca los espacios y se lanza a correr en campo abierto.

En septiembre sorprendieron, en octubre continuaron su ascenso y comenzaron noviembre anotando 51 puntos. Los Rams no solo ganan, sino que juegan un football atractivo y veloz, con muchas variables que los vuelven muy dinámicos. Actualmente, no solo son punteros divisionales, sino que son -junto con los New England Patriots- los únicos invictos como visitantes en toda la liga, al haber ganado sus cuatro partidos. Y otra cosa: sus dos derrotas fueron en partidos definidos por siete o menos puntos.

La segunda parte de la temporada tendrá desafíos importantes para estos Rams. Entre otros, les tocará recibir a los Saints y a los Eagles, y aún tienen pendientes las revanchas contra los Seahawks y los Cardinals, ambos partidos como visitantes. A pesar de estar en el primer año de su nueva etapa y de la juventud de muchos de sus integrantes, los L.A. Rams lucen como un equipo con una estructura idónea para el tipo de jugadores con los que cuentan, mostrando un sólido funcionamiento. Llegará el momento para comprobar como sigue marchando esta inesperada revolución.

Miguel Meléndez es el creador y responsable de Gringo Sports. Desde 2011 escribe artículos sobre los principales deportes norteamericanos. Además, es conductor y comentarista en el podcast de NFL Chile.

jueves, 2 de noviembre de 2017

Presente y futuro


por Miguel Meléndez
Twitter: @journalistmike

79 puntos, 988 yardas totales y un touchdown decisivo, ocurrido a menos de 30 segundos para el final del tiempo reglamentario. El domingo pasado, los Seattle Seahawks y los Houston Texans nos regalaron el mejor partido en lo que llevamos de temporada en la NFL. Un juego verdaderamente disputado, donde se pudieron apreciar estrategias y sobre todo, una amplia variedad de jugadas por aire en las que brillaron Russell Wilson y Deshaun Watson, quienes desde el principio fueron las estrellas de la tarde.

Por una parte, Wilson representa liderazgo y experiencia. Por otra, Watson tiene el talento y el ímpetu propio de un novato que viene de tener una destacada carrera universitaria. Desde su arribo a la liga en 2012, Russell Wilson ha evolucionado a tal punto que ya es un quarterback que domina diversas facetas del juego. En sus primeros años (incluso cuando ganó el Super Bowl XLVIII) era un scrambler con cierta capacidad de completar pases en jugadas rotas. Su propio crecimiento, además de otras características de su equipo, lo han llevado a tener mayores cualidades de un pasador clásico.

Ahora, Wilson lee más y mejor a las defensas rivales, identifica donde están los espacios como lo sabe hacer cuando se queda dentro del pocket. El domingo lo hizo para conseguir múltiples primeros downs y también en la jugada del triunfo, cuando vio que uno de los safeties se cargaba a un costado, dejando el centro libre, justo por donde corría Jimmy Graham para así lanzarle el balón y convertir la anotación que significaría el definitivo 41-38 en el marcador. Son cada vez más comunes los pases de Wilson jugando plantado dentro del bolsillo, pero sus habilidades escurridizas siguen intactas.

En su primer pase de touchdown, Wilson logró escapar de la presión que venía por su costado izquierdo, estiró la jugada y encontró a Paul Richardson en las diagonales para completar la jugada. Cabe mencionar también que Richardson cooperó notablemente, al cambiar su ruta original una vez que Russell evadía la presión. Mérito tanto del mariscal como del receptor. El mismo Richardson protagonizó otra enorme recepción en la última serie, cuando atrapó un auténtico bombazo lanzado por el # 3, donde Paul quedó uno contra uno y en una especie de jumpball, se quedó con el balón dándole un gran avance a Seattle.

Habilidades muy similares, pero aún en pleno desarrollo, son las que posee Deshaun Watson. El otrora campeón universitario con Clemson tiene atributos físicos que le dan ventaja para desempeñarse como quarterback, los cuales combina muy bien con una fuerza precisa para lanzar pases largos, los cuales saca con asombrosa facilidad y tal como lo ha hecho desde que asumió la titularidad en la segunda semana. Watson se encuentra inserto en un esquema que le permite hacer fintas y sobre todo buscar jugadas grandes, sin tener que interpretar demasiado. En el comienzo del juego del domingo, apenas se tomó un par de segundos para identificar a Will Fuller, quien había ganado la posición a los profundos de Seattle y Watson lanzó un pase con ventaja suficiente para que terminara en anotación.

El playbook que emplean los Texans parece estar hecho para un jugador como Watson, ya que hay muchas jugadas con receptores en movimiento o bien, con opciones para amagar y correr el balón por su propia cuenta. Deshaun sabe ejecutar esas corridas, que son muy propias del college, y encima lo hace con inteligencia ya que no se expone innecesariamente y hasta se barre cuando es necesario. Aparte, tiene capacidad para vender bien las fintas. Lo hizo contra Seattle, donde en dos ocasiones utilizó la misma doble finta -primero de read option y segundo de pase lateral- para completar dos envíos largos, uno de ellos terminó en touchdown, nuevamente con Fuller.

Watson tiene mucha habilidad para desplazarse y poner buenos pases, pero como novato que es, aún tiene detalles que pulir, sobre todo leyendo defensivas. El domingo lanzó tres intercepciones, las tres fueron por errores principalmente suyos. En la primera, nunca vió a Earl Thomas quien siempre siguió la vista de Watson y anticipó el envío, el cual convirtió en siete puntos para los Seahawks. En la segunda, intentó quitarse a dos defensivos y forzó un pase apoyándose en el pie trasero, el resultado fue una intercepción de Richard Sherman. Y en el final del juego, el mismo Sherman anticipó un pase que Watson lanzó de forma precipitada, el # 25 tan solo tuvo que seguir a Fuller y en el acto, quedarse con el balón.

Uno ya tiene trayectoria, otro comienza a construir una carrera a grandes pasos. El domingo, los talentos de Russell Wilson y Deshaun Watson se juntaron para protagonizar un inmenso partido, donde Seattle continúa su ascenso en esta temporada en buena parte gracias a su mariscal, mientras que Houston sigue batallando pero con la buena noticia de haber encontrado a su pasador del futuro. Russell ya es de la elite, Deshaun tiene los pergaminos para pertenecer a ese sitio en la eventualidad.

Miguel Meléndez es el creador y responsable de Gringo Sports. Desde 2011 escribe artículos sobre los principales deportes norteamericanos. Además, es conductor y comentarista en el podcast de NFL Chile.