jueves, 9 de febrero de 2017

El Imperio Patriota


por Miguel Meléndez
Twitter: @journalistmike

Habían transcurrido apenas cinco minutos del tercer cuarto y los Atlanta Falcons aventajaban a los New England Patriots por 28-3. Los Halcones no solo ganaban: dominaban, asfixiaban, aplastaban a su oponente. El título del Super Bowl LI parecía inminente para el equipo rojo. Jugaban a placer, ejecutando magistralmente, mezclando sus jugadas ofensivas, los defensivos se lanzaban como saetas sobre el primer Patriota que veían para tumbarlo al suelo. Era un recital del equipo inexperto frente a unos Pats que lucían confundidos, descoordinados y hasta cabizbajos.

Cualquiera que haya visto el partido creyó que el asunto estaba resuelto. El desarrollo del juego invitaba a creer ciegamente en ello, aparte que a los Patriots no les resultaba nada. Ninguna cosa. Tom Brady erraba pases y regaló un pick six (algo que nunca ocurre), los receptores soltaban balones como malos de la cabeza, los defensivos se comían casi todas las fintas que les metía Matt Ryan y compañía. Los jugadores de New England parecían inmutables, seguían jugando pero al mismo ritmo con el que habían estado en todo el partido. Movían el balón con dificultades y avanzando pocas yardas, mientras el tiempo corría. Anotaron casi al final del tercer cuarto pero fallaron el punto extra. Hasta eso les salía mal.

Pero en ese momento y casi sin que nadie se diera cuenta, comenzaba a gestarse la remontada más grande en la historia del Super Bowl. El muerto revivía, comenzaba a hilvanar jugadas. Poco a poco, paso a paso. Aún se veía lejana la diferencia en el marcador, pero Brady estaba apareciendo en modo legendario, como en tantas otras noches. Y también estaba apareciendo la defensiva. De ser burlados, pasaron a ser ellos quienes empezaban a presionar a los Falcons. Comenzaron a tacklear mejor, empezaron a presionar a Ryan. Capturas en 3° downs, forzando despejes y hasta un balón. La epopeya parecía aún imposible, pero la inercia estaba cambiando de forma casi inconciente.

New England entró en ritmo, los jugadores comenzaron a asentarse en la cancha, estaban en su universo. Y del otro lado, un impecable equipo de Atlanta comenzaba a desdibujarse. Penalidades que signifcaron primeros downs automáticos para los Pats, algunos pases malos y algunas decisiones tácticas cuestionables, sobre todo en su última ofensiva (¿cuánto tuvo que ver Kyle Shanahan en todo eso?). A los Falcons se les estaban cortando sus alas y los Patriots revivían, siempre apegados a su método, aplicando sus jugadas. Otra vez anotaban y la remontada era cada vez más probable. Y así como tienen una fórmula ganadora, también cuentan con unas agallas tremendas. Porque para jugarse una Statue of Liberty Fake en una conversión de dos puntos hay que ser muy arriesgado y creer mucho en sus propias cualidades. Y como si fuera poco, minutos más tarde Julian Edelman completó una recepción casi imposible en medio de tres Falcons y luego de dos rebotes. Todo el ímpetu era de ellos.

De 3-28 a 28-28. Lo improbable se volvía real. El tiempo reglamentario había finalizado en empate y los Patriots debían completar su remontada en la prórroga, la primera prórroga en Super Bowl's. Más coincidente e histórico ya no podía ser. Al igual que en sus triunfos anteriores, los Patriots requirieron de un excelso Brady, pero también tuvieron a un héroe inesperado. El indicado en esta ocasión fue James White. Desconocido para muchos, pero no para Tom. Siempre lo buscó, en todo el partido. Mientras los demás receptores sufrían para atrapar un mísero pase, White rendía en cada toque de balón. Cada jugada suya generaba algo importante, ya cuando los Pats habían igualado el marcador en el último minuto, su actuación era estelar, digna de MVP (en mi opinión, White tenía tantos méritos como Brady para haber sido premiado como el Jugador Más Valioso del partido). Los trofeos son ganados por grandes jugadores y James se convirtió en uno de esos en el partido más difícil de todos. Talento y actitud, como bien lo destacó el #12 después del partido.

Y fue White quien cerró la histórica gesta, recibiendo el balón, llevándolo a su derecha y entre medio de un trío de Falcons logró cruzar la línea de touchdown. Apenas, de forma estrecha como acabó siendo la diferencia de seis puntos al final del juego. Se completaba la remontada, la más grande en Super Bowl's. Los Patriots obtenían el quinto, el legado se hacía aún más grande. Si habían dudas sobre Brady y Belichick, estas ya tienen que haberse disipado totalmente con este milagroso triunfo. Nunca bajaron los brazos, nunca perdieron la calma, nunca dejaron de jugar. Un equipo grande con todas sus letras, el equipo de este siglo en el fútbol americano.

Muchos no pudimos ver la dinastía de los 49ers de los ochentas con Joe Montana y Bill Walsh, tampoco el reinado de los Steelers en los setentas con Chuck Noll, Terry Bradshaw y toda la cortina de acero, ni mucho menos a los Packers de los sesentas dirigidos por Vince Lombardi, cuyo nombre honra al trofeo del Super Bowl. Pero sí hemos tenido el lujo de ver 15 años de triunfos Patriotas. Han pasado jugadores por montones, pero siempre se mantuvieron Brady y Belichick. Siempre arriba y siempre peleando por ser los mejores. Brady es el quarterback con más títulos y Belichick es el entrenador con más títulos. Bien se les puede denominar como la dupla QB/Coach más gloriosa en la historia de la NFL.

Por todo el carrusel de emociones que tuvo este partido, puede ser considerado como un auténtico clásico. Y también es clásico, a esta altura, ver a los Patriots en el Super Bowl. Y si están ahí, también es clásico ver finales llenos de drama. Como en todas las ediciones que disputaron en este siglo, pero en este lo fue mucho más. A quince años de su sorpresivo primer título y a dos de su cuarto, llegó el quinto. Este triunfo fue especial, sufrido, histórico, dulce... o mejor dicho: "el más dulce de todos", como exclamó el dueño del equipo Robert Kraft, en la presentación del trofeo.

Estamos viviendo la época dorada de los New England Patriots y somos todos testigos.

jueves, 2 de febrero de 2017

Misión Houston (V)

Por segunda vez, la ciudad de Houston recibe un Super Bowl. La coincidencia en ambas ocasiones es la presencia de los New England Patriots. Hace 13 años, visitaron el estadio de los Texans para conquistar su segundo campeonato en la edición XXXVIII, con un gol de campo de Adam Vinatieri en el epílogo del juego ante los Carolina Panthers. Esta vez, aspiran por su quinto trofeo en la edición LI y también será ante un rival de la NFC Sur, aunque ahora serán los Atlanta Falcons quienes llegan por segunda vez en su historia a esta instancia y van por su primer título. En la edición XXXIII llegaron casi de rebote y perdieron sin apelaciones ante los Denver Broncos de John Elway. Ahora, vienen de arrasar con sus rivales de conferencia y así piensan darle batalla a Tom Brady y compañía. Dicho todo esto, estos son algunos aspectos a considerar del juego del próximo domingo.

Cómo llegan: los New England Patriots llevan nueve triunfos consecutivos y en sus últimos cinco partidos dominaron a sus rivales por al menos 13 puntos de diferencia. En los playoffs, casi no tuvieron complicaciones para eliminar a los Houston Texans (34-16) y los Pittsburgh Steelers (36-17). Por su parte, los Atlanta Falcons ganaron sus últimos seis partidos y en cinco de ellos, el margen fue de +16 puntos. En los playoffs, barrieron con los Seattle Seahawks (36-20) y los Green Bay Packers (44-21).

El experto y el debutante: Tom Brady jugará su séptimo Super Bowl (ganó cuatro de seis) mientras que Matt Ryan llega por primera vez a este encuentro (su récord en playoffs es 3-4). Brady tuvo una extraordinaria temporada regular, pese a perderse el primer mes. Luego, en la postemporada, pasó algunos aprietos con los Texans, pero estuvo implacable contra los Steelers. Su balance en esos dos juegos: 62.5% de pases completos, 671 yardas, 5 touchdowns y 2 intercepciones. Ryan, por su parte, está jugando la mejor temporada de su carrera. En la fase regular, tuvo el mejor rating con 117.1 además de haber lanzado 38 touchdowns, mientras que los playoffs han sido aún mejores: 70.7% de pases completos, 730 yardas, 7 touchdowns y 0 intercepciones.

Los entrenadores: Bill Belichick estará en el décimo Super Bowl de su carrera como entrenador, considerando los tres que estuvo como coordinador defensivo. En total, ha ganado seis - cuatro de ellos como el jefe de New England y sus dos primeros al mando de la defensa de los New York Giants. En tanto que Dan Quinn llega a la gran final en su segundo año como entrenador en jefe, aunque ya tuvo experiencia como coordinador en los dos tazones consecutivos a los que fue con los Seattle Seahawks. De hecho, Quinn dirigía a esa defensa que enfrentó a los Pats hace un par de años. No son los mismos jugadores, pero hay matices defensivos de esos Seahawks que se ven en estos Falcons.

Mejor ofensiva vs mejor defensiva: por sexta vez en la historia, el Super Bowl enfrentará al equipo con más puntos anotados con el conjunto con menos puntos permitidos. En este caso, son los Falcons quienes han explotado la liga con su ataque, el cual promedió 33.8 puntos por partido en la etapa regular y en los playoffs, ese promedio subió a 40.0. Los Patriots encabezaron la liga con 15.6 puntos permitidos en la etapa regular, una media que apenas cambió a 16.5 en las eliminatorias. De las cinco veces anteriores que se dio este particular duelo, cuatro fueron ganados por el equipo con mejor defensiva. Los últimos fueron los Seattle Seahawks en la edición XLVIII, hace tres años.

Jugador a seguir de New England: Legarrette Blount. El corredor puede ser una importante clave para los Patriots, en caso que el partido esté igualado en la parte final. Su tamaño (1.85 metros, 111 kilogramos) puede causar problemas a la defensa de los Falcons, si logra atacar los espacios que intente abrir su línea ofensiva. Blount marcó un récord personal en temporada regular con 18 touchdowns, aunque en los playoffs no ha sido tan fundamental, igual anotó ante los Steelers.

Jugador a seguir de Atlanta: Julio Jones. Para muchos, el mejor receptor de la liga. Talentoso y muy sobrio, como alguna vez se mencionó en este espacio, tuvo un juego de 300 yardas el pasado 2 de octubre y en ocho ocasiones, superó las 100 yardas. Capaz de correr toda clase de rutas, puede hacer jugadas decisivas. Será importante ver, primero, qué tipo de marcación le pondrán los Pats (¿personal o doble?) y si puede desarrollar rutas largas. Si logra superar a su adversario, que posiblemente sea Malcolm Butler, podría causar enormes estragos.

Clave colectiva (I): ¿Cuáles Patriots veremos en el comienzo? ¿Soltarán el brazo de Brady de entrada o intentarán dominar el tiempo de posesión con acarreos? Mucho ojo si Brady logra conectar pases rápidos, pueden ayudar a que New England marque el ritmo de juego y de paso, mantenga en la banca a su contraparte. También será interesante ver si presentan alguna formación distinta o algún cambio en el mismo huddle, como supieron hacerlo en la final de conferencia.

Clave colectiva (II): los Falcons necesitan involucrar a sus corredores desde el comienzo, ya sea acarreando el ovoide y también como opciones de pase, ya que en principio toda la atención estará con Jones y en menor medida, con Mohamed Sanu. Devonta Freeman y Tevin Coleman pueden ser decisivos, en la medida que sumen yardas para su escuadra. Atlanta suele hacer ofensivas largas, pero en un partido como este, requieren dar más variedad a las jugadas.

Clave colectiva (III): ¿Veremos más jugadas de blitz o le darán importancia a neutralizar receptores? ambas defensivas pueden presionar, pero no suelen usar muchos esquemas de cinco o más jugadores para llegar al mariscal de campo. Brady puede pasar problemas si es que sus linieros colapsan con la presión, Ryan siempre fue un pasador de pocket pero este año ha empezado a desplazarse más para lanzar.

¿Sabías Qué?

- Tom Brady tiene los récords históricos del Super Bowl en cuanto a pases completos (164), yardas (1.605) y touchdowns (13). Además, será el quartberback de segunda mayor edad en jugar este partido, con 39 años y 186 días.

- Matt Ryan lleva 7 touchdowns y 0 intercepciones en estos playoffs, Podría ser el séptimo quarterback que gane un campeonato sin lanzar una intercepción a través de toda una postemporada. El último: Joe Flacco, en 2012 con los Baltimore Ravens (11 TDs, 0 INTs).

- Los New England Patriots nunca anotaron en primeros cuartos de los seis Super Bowl's jugados con Brady/Belichick. Eso sí, este año convirtieron 130 puntos en primeros cuartos de la temporada regular, solo los Falcons anotaron más que ellos (139) en los 15' iniciales.

- Los Atlanta Falcons suman ocho partidos consecutivos anotando un touchdown en su primera ofensiva. En los últimos 15 años, ningún otro equipo logró hilvanar más de cinco.