martes, 7 de febrero de 2012

Big Blue

Hace exactamente tres meses, hice una breve mención sobre el encuentro que sostuvieron New York Giants y New England Patriots en esa fecha. En ese momento, me llamó la atención ver que el desarrollo de ese partido fue muy similar al del Super Bowl XLII, además que el ganador fue el mismo.

El progreso de la temporada que acaba de finalizar y la forma en como se fueron dando las cosas llevaron a una especie de "Deja Vu". Los Patriots regresaban al Super Bowl imponiendose como el mejor en su conferencia -aunque, con cierta cuota de fortuna- mientras que los Giants lo hacían por su parte, pero por la puerta de atrás, ganando de visita y en canchas complicadas.

Varias similitudes con aquella final celebrada en Arizona hace cuatro años, pero a su vez, muchas diferencias que hicieron de este Super Bowl XLVI en uno muy especial.

Algunos aspectos para consignar: El bullado duelo entre los frontales ofensivos de los Patriots con sus pares defensivos de los Giants fue relativamente dominado por los primeros, dominio que se evidenció mucho en los pasajes del encuentro en que los Pats tenían el control del juego. Aunque, al final, los neoyorquinos hicieron sutiles ajustes.

Este fue un Super Bowl tremendamente táctico. La jugada más explosiva del partido fue la inmensa recepción de Mario Manningham de 38 yardas en la última serie ofensiva de New York (gran esfuerzo y concentración, vale reconocer). Eso da una prueba que ambos equipos no concedieron muchas ventajas a lo largo de la cancha. Tanto Tom Brady como Eli Manning hicieron de los pases cortos uno de sus modos principales de operar en buena parte del juego.

Para la historia y para la controversia quedará la curiosa decisión de Bill Belichick de ordenar a sus defensivos que se dejaran anotar, para que Brady tuviera tiempo de una última oportunidad, algo que -por centímetros- no resultó. Green Bay hizo lo mismo en el Super Bowl XXXII y les fue igual.

A continuación, claves del partido en ambos bandos:

¿Por qué ganaron los Giants?

- Tiempo de posesión. Supieron manejar el reloj a su favor (37 minutos con el balón) y el coordinador ofensivo, Kevin Gilbride, dio rienda a los pases justo a tiempo.

- No fueron un equipo demoledor, pero hicieron jugadas precisas en los momentos oportunos, como la a nombrada recepción de Manningham o también, cuando lograron presionar a Brady.

- Eli Manning se graduó como Quarterback de elite. Nuevamente volvió a completar pases en 3º down, algunos de ellos muy arriesgados y tuvo una impecable ejecución en el drive final: 5 de 6 pases completos con 76 yardas.

- La defensiva no logró maniatar a Brady como en el SB XLII, pero lograron incomodarlo en el cuarto final. Sólo registraron dos sacks, pero fueron en situaciones cruciales. Una de ellas, en el último minuto de juego.

- Su despejador. Steve Weatherford sacó brillantes patadas con las que metió atrás a los Pats. Tres de sus cuatro despejes cayeron dentro de la yarda 20. Claramente, cumplió con su labor.

¿Por qué perdieron los Patriots?

- Errores inusuales. Intentional Grounding + Safety en la primera jugada ofensiva (¿En serio fue Tom Brady?) y 12 jugadores en cancha justo cuando habían cubierto un fumble. Esos detalles nunca se le van a Belichick y esos fueron fallos cometidos en el cuarto inicial. Tuvieron que luchar desde atrás.

- Tom Brady tuvo un buen desempeño -admirables las dos series de touchdown- pero también, tiró varios pases atrasados que derivaron en drops de sus receptores y en la intercepción, se vio que el envío le salió algo forzado.

- Wes Welker tuvo en sus manos la recepción que, tal vez, hubiera asegurado el triunfo para New England. Cierto, el pase no fue perfecto, pero el ovoide hizo contacto con sus manos. Y enfrente tenía pista libre.

- Siguiendo con chances perdidas: ¿Qué tal esos dos fumbles no recuperados? Dos claras oportunidades en las que pudieron recuperar el "ímpetu" del partido. No lo hicieron.

- La decisión de Bill Belichick de ordenar a su defensa de dejarse anotar, faltando 1:00 para el final, para que Brady tuviera el balón de vuelta, se entiende como que el coach no confía en su defensa, confirmando que era la gran debilidad de los Pats.

Los "Gigantes" estuvieron jugando en playoff mode desde el 24 de diciembre, cuando vencieron a sus vecinos Jets, en un partido que debían ganar. Hicieron lo propio con los Cowboys en la jornada final y así, se metieron a la postemporada. Una vez instalados en rondas finales, elevaron su nivel. Tuvieron momentos bipolares en la etapa regular, pero jugaron bien cuando había que hacerlo.

Por último: Resulta interesante ver que en este año, marcado por el Lockout y por el mentado "Year of the Quarterback", el campeón terminó siendo el conjunto que fue capaz de neutralizar a dos de los mejores mariscales de la liga, Brady y Aaron Rodgers.

Por octava vez en su historia -cuarta en la era del Super Bowl-, los New York Giants son campeones de la NFL. Tiempo de festejar en la Gran Manzana.

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