viernes, 22 de agosto de 2014

Nick Collins

Esta semana se hizo oficial el retiro de Nick Collins de la NFL, confirmado por él mismo vía Twitter. Aunque en la práctica, Collins ya estaba alejado del fútbol americano profesional de hace ya casi tres temporadas, luego de una lesión en el cuello que sufrió en septiembre de 2011, mientras jugaba por los Green Bay Packers, en un partido frente a los Carolina Panthers. Ese fue el último instante competitivo de Collins con los Packers, el único equipo que defendió en sus siete años de trayectoria, donde siempre se desempeñó como safety.

Su relativa liviandad física y su intensidad eran los elementos con los que Collins siempre generó un alto y positivo impacto en la defensiva de los 'Empacadores'. Siempre iba con vehemencia a tacklear y además, poseía cierto olfato para ir por el balón y cazar algunas intercepciones. Así fue como hizo la jugada más recordada de su carrera: en el Super Bowl XLV, Collins se quedó en la profundidad del campo para cubrir la ruta de pase y al ver que el envío de Ben Roethlisberger iba bombeado, Nick se olvidó de todo y fue directamente por el ovoide y lo capturó, llevándolo a toda máquina, eludiendo rivales y brincando heroicamente para entrar a la zona de anotación, marcando un touchdown de 37 yardas. Un pick six que terminó siendo clave en el triunfo de los Packers en esa noche del 6 de febrero de 2011.

Para entender más a detalle lo descrito anteriormente, estos números explican como Collins llegó a ser catalogado uno de los mejores safeties de la liga en su momento. Registró 417 tackleadas, interceptó 21 pases, forzó seis balones sueltos y anotó cuatro touchdowns, además de haber sido elegido al Pro Bowl en tres oportunidades. Su carrera quizás no fue tan extensa, pero sí muy productiva y por lo mismo, es y seguirá siendo un personaje muy recordado en Lambeau Field, la que fue su casa durante siete temporadas.

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