El año pasado, los Memphis Grizzlies fueron la sorpresa de los playoffs, al ser el cuarto equipo en la historia en ganar una serie siendo octavo clasificado, y llegaron a siete partidos en la segunda ronda, donde cayeron con Oklahoma City Thunder.La principal clave en esa campaña ha sido su defensa, algo que ha prevalecido en la presente temporada. Aquella cualidad la sacaron a relucir esta semana, donde ganaron tres de cuatro partidos. Dos de esos triunfos fueron ante equipos con aspiraciones de campeonato: Thunder y Heat.
Una interesante característica de este conjunto es que tiene ciertas dificultades ofensivas y gran parte de sus conversiones las concretan cerca del aro. Entonces, ¿Cómo logran causar problemas a equipos nominalmente más poderosos?
Al ser la defensa su principal cualidad, los jugadores se enfocan en presionar el balón, forzando varias pérdidas a los rivales. Es más, los Grizzlies promedian 9.8 robos por partido -lideran la liga- y en el juego de esta noche en Miami, lograron 8, tres de ellos por obra de su armador titular, Mike Conley.
Como buen equipo defensivo, Memphis impone mucha presencia en los tableros. Generalmente, jugadores como Marc Gasol y Zach Randolph hacen el cerco reboteador y su buena posición en la pintura les permite adquirir rebotes.
Es cierto, no es un equipo lúcido y posiblemente no se les puede considerar dentro de la elite de la NBA, pero los "Osos" tienen el estilo de baloncesto físico que incomoda a equipos como Miami u Oklahoma City, que se caracterizan por fluidos movimientos del balón y que al no hacer ajustes precisos, pueden complicarse.
Los San Antonio Spurs quizás recuerden lo vivido el año pasado. Así fue como los eliminaron en primera ronda de postemporada.
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