Una de las revelaciones de la presente temporada ha sido Houston Rockets, y parte fundamental de su éxito, está en sus bases titulares, James Harden y Jeremy Lin, quienes cumplen su primer año con el equipo, luego de arribar desde Oklahoma City y New York, respectivamente.Harden y Lin se han encargado de llevar el ritmo ofensivo de los Rockets, el más alto en toda la NBA, con 96.3 posesiones por cada 48 minutos de juego, creando situaciones para los internos, como Omer Asik y Chandler Parsons, para los lanzamientos desde afuera y también, para sus propias anotaciones. Así, el conjunto que dirige Kevin McHale promedia 110.5 puntos por cada 100 posesiones y tiene a Harden como uno de los cinco mejores anotadores de la liga, con 26.4 unidades por juego.
Su alta producción ofensiva ha quedado de manifiesto en sus últimos partidos. El viernes pasado, perdían 57-39 como locales ante Minnesota Timberwolves, y en la segunda mitad marcaron un parcial de 69-43, para terminar imponiéndose (108-100). Harden y Lin fueron importantes para iniciar la remontada, convirtiendo triples sucesivos. En los siete partidos que han disputado en este mes (cinco triunfos y dos derrotas), Houston ha superado la centena en seis de ellos, incluyendo el duelo del 3 de marzo ante Dallas Mavericks, en el cual convirtieron 136 puntos.
Con 36 victorias y 31 caídas, los Rockets se aferran al séptimo lugar en la clasificación del oeste, aventajando por un juego de diferencia a los Lakers. Si confirman su clasificación a los playoffs, no será precisamente por atributos defensivos. Houston permite la segunda mayor cantidad de puntos por partido, con 103.2 y el décimo mayor porcentaje de conversiones de sus oponentes, con 46.1. Así como son una máquina anotadora, también muestran fragilidad para cubrir su propia canasta.
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