sábado, 30 de mayo de 2015

NBA Retro: Steve Kerr, el jugador

A través de sus 15 años de carrera como jugador en la NBA, Steve Kerr nunca se caracterizó por ser alguien estelar. Es más, siempre fue un jugador de banca que entraba y cumplía un rol determinado, llegando a distinguirse por ser un confiable tirador, en especial de triples. Hasta el día de hoy se recuerdan mucho las anécdotas de sus cinco temporadas con los Chicago Bulls, siendo parte de la segunda trilogía de campeonatos ganados en 1996, 1997 y 1998 y donde Kerr acabó encestando el tiro que les dio el segundo de esos títulos, tras recibir una asistencia de Michael Jordan.

Luego del título del '98, Kerr fue transferido a los San Antonio Spurs, un equipo aún en construcción y cuyo aporte fue similar al que tuvo en Chicago, incluso llegando a jugar en proporciones mucho menores. En su primer año con los Spurs, ganó el campeonato y jugó otras dos temporadas más donde no tuvo actuaciones muy sobresalientes. Por lo mismo fue transferido a los Portland Trail Blazers en 2001 y luego de un año ahí, volvió a San Antonio para la temporada 2002-2003, la que terminaría siendo la última en su carrera.

Kerr apenas jugaba algunos minutos y en la rotación aparecía detrás del titular, el joven Tony Parker, y del segundo armador, Speedy Claxton. Pero llegó un momento en que Popovich requirió de las habilidades y en especial, de la experiencia de Steve. Y fue en una situación crucial. Durante la segunda mitad del sexto juego de las finales del Oeste frente a los Dallas Mavericks, los Spurs estaban en problemas. En un momento del tercer cuarto estuvieron abajo por 15 puntos y debido a la improductividad de Parker y Claxton, Kerr entró a la pista y junto con Tim Duncan, Stephen Jackson y el debutante Manu Ginobili armaron una remontada que se veía muy poco probable.

Jackson metió cinco de siete triples y encabezó las anotaciones de los Spurs esa noche con 24 puntos, Timmy D hizo doble decena (18 puntos, 11 rebotes), Ginobili volvía locos a los Mavs con sus ataques al aro, pero lo que terminó desnivelando el juego a favor de San Antonio fue la sangre fría que mostró Kerr en esa remontada. Lanzó cuatro tiros al aro, los cuatro de triples y los cuatro entraron, completando 12 puntos... ¡en 13 minutos! De hecho, Kerr puso arriba a los Spurs en el último cuarto con uno de esos triples, poniendo a vibrar a sus compañeros que festejaban en la banca y convirtiendo el estadio de Dallas en un funeral.

Así de súbito y así de letal fue el impacto de Kerr, quien decidió aquel partido y le dio el pase a las finales de liga a los Spurs. Dos semanas más tarde, estaba celebrando el campeonato -segundo con San Antonio, quinto de su carrera- luego de vencer en seis juegos a los New Jersey Nets. Broche de oro para una carrera en la que fue titular en apenas 30 partidos -sobre 1.038 disputados-, pero en la que igualmente encestó 45.4% de sus triples intentados, siendo uno de los tiradores más certeros de la historia.

Desde entonces, Steve ha sido comentarista televisivo, manager de los Phoenix Suns y desde hace menos de un año, ha probado suerte como director técnico. Y hasta acá, con mucho éxito. El ahora coach estará disputando las finales con los Golden State Warriors en menos de una semana y con un estilo que bien pudiera asemejarse con la imagen de Kerr como jugador: saliendo de cortinas, buscando tiros y encestando triples. Tal como lo hizo en sus años vistiendo de corto y tal como en aquella noche de mayo de 2003, en Dallas.

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