domingo, 3 de mayo de 2015

Resumen: Spurs 109, Clippers 111


La mejor serie de la primera ronda de playoffs en la NBA se decidió en un séptimo partido cuyo nivel de drama e intensidad era propio de una final de campeonato que de un duelo entre el tercer clasificado (Clippers) y el sexto (Spurs). Acción y reacción, ajustes de toda especie y una estrecha diferencia en el marcador que se prolongó desde el salto inicial hasta la última jugada. Sólo para tener una idea: nunca existió una diferencia superior a 10 puntos en todo el encuentro de anoche, disputado en Los Angeles.

Al comienzo, eran los Spurs quienes imponían su ritmo, jugando con más aplomo y rotando más la pelota, algo que insistió su entrenador Gregg Popovich y que el equipo de San Antonio no pudo desarrollar a plenitud en casi toda la serie, algo que se debió en buena parte a las rotaciones defensivas de los jugadores de los Clippers, quienes siempre buscaban tapar las opciones de pase, llevando a los Spurs a ejecutar jugadas de poste o bien, obligando al armador de turno (Tony Parker o Manu Ginóbili) a quedarse con el balón por más segundos de los necesarios. San Antonio tenía ventaja de 30-28 al finalizar el primer cuarto, pero llegó la reacción de los Clippers, quienes lograron correr, pasar y encestar gracias a sublimes actuaciones de Chris Paul y Blake Griffin, y los aportes no menos importantes de Deandre Jordan, J.J. Redick y Jamal Crawford.

Paul, quien debió jugar gran parte del partido con una evidente lesión en el muslo, dio una de las mejores exhibiciones de su carrera en postemporada. Atacando, asistiendo a sus compañeros, encestando de todas partes y por sobre todo, jugando con mucha personalidad. 27 puntos, 6 asistencias, 9/13 conversiones, 5/6 triples y lo más importante: la canasta del triunfo, con :01 por jugar, ante la marca inicial de Danny Green y la posterior ayuda de Tim Duncan cerca del aro. CP3 ganó ante esa dura adversidad y convirtió el tiro que acabó siendo la diferencia para el conjunto de Los Angeles. Griffin, por su parte, no solo jugó bien la serie, sino que lo hizo mostrando un carácter muy distinto al de años anteriores. En apariencia, ahora juega mucho más centrado y parece leer mucho mejor las jugadas, siendo capaz de tomar tiros de media distancia y romper defensivas con pases sorpresivos. Así fue como anoche el otrora saltador de autos (?) registró una triple decena: 24 puntos, 13 rebotes y 10 asistencias.

Crawford y Redick fueron valiosos para mantener a los Clippers metidos en el partido, en momentos en los que San Antonio tomaba las riendas del mismo. Jamal corriendo y lanzando apenas tuviera espacio, mientras que J.J. siempre buscaba salir de cortinas, desmarcarse y aprovechar la doble marca que ejercían los Spurs sobre las estrellas de L.A. Encestaron 6 de los 14 triples convertidos por Clippers y anotaron 30 puntos combinados (16 y 14, respectivamente).

Los Spurs batallaron a lo largo de la serie y estuvieron en posición de ganarla, pero acabaron siendo presas de su propia irregularidad. Así como Duncan, Diaw, Leonard y Mills (si... ¡Patty Mills!) encabezaron al equipo en distintas facetas del juego, la baja producción de Parker y Ginóbili acabó conspirando en contra de sus aspiraciones. Mientras el francés estuvo fallando tiros relativamente cómodos en toda la serie (acabó encestando apenas 36%), el argentino jugaba de manera muy dubitativa, de manera tal que Popovich acabó sacándolo de la rotación en los momentos claves, como por ejemplo en los cinco minutos finales de anoche. Manu apenas promedió 8.0 puntos en toda la serie, siendo que hasta el año pasado su promedio histórico en playoffs era de 18.0.

Sin dudas, Tim Duncan fue el mejor jugador de San Antonio, siendo capaz de jugar y rendir a un máximo nivel por 35 minutos a sus 39 años de edad. Ya casi ni puede correr, pero la calidad y la inteligencia siguen tremendamente intactas. Anoche completó su cuarta doble decena en la serie con 27 puntos y 11 rebotes, recordando mucho al Duncan de principios de la década anterior. Y tuvo que ser así debido a la mencionada inconsistencia de algunos de sus jugadores, que obligó a que jugadores como Duncan o Leonard tuvieran que permanecer en la pista hasta 40 minutos, como ocurrió en algún momento de esta eliminatoria.

Al final, se registraron cuatro triunfos visitantes y apenas tres locales en esta serie, aunque dos de ellos fueron de los Clippers, quienes necesitaban un triunfo de esta categoría que les permitiera dar un salto cualitativo. El esfuerzo, el sufrimiento y las lágrimas de Paul al final del juego de anoche así lo reflejaban. Quizás la victoria más grande en la historia de los Clippers, quienes ya han superado dos 'Game 7' bajo la dirección técnica de Doc Rivers y ahora se preparan para disputar la semifinal de conferencia frente a los Houston Rockets, mientras que los Spurs se despiden en primera ronda, con lo que oficialmente habrá un nuevo campeón este año. Aunque en el caso de estos últimos no es solo una eliminación, la edad de Duncan y Ginóbili y sus situaciones contractuales invitan a especular que podría llegar el final de un ciclo. Veremos si eso ocurre o dicho núcleo se mantiene al menos un año más.

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