lunes, 13 de marzo de 2017

Lluvia de Rockets

Popularmente, los conceptos correr y lanzar triples están asociados exclusivamente con los Golden State Warriors. Hay mucha verdad en eso, pues el equipo de Oakland ha sobresalido en los últimos años por tener alineaciones relativamente chicas, con mucho juego rápido y triples por doquier. Esa fórmula los ha llevado al éxito, el cual varios equipos han intentado replicar. Y uno de esos conjuntos ha tomado esa forma de juego y la ha exagerado aún más, haciendo del triple su modus operandi.

En la presente temporada, los Houston Rockets se han engolosinado con los tiros largos a tal punto que encabezan la NBA con 40.6 intentos de triple por partido y con 14.7 triples convertidos por cada encuentro, además de ser el equipo con la mayor proporción de triples lanzados, con un 46.7% y de tener el mejor rating ofensivo, con 115.5 puntos por cada 100 posesiones. La llegada de Mike D'Antoni (quien se atrevió a correr el Small Ball durante la década pasada) ha influenciado en esta tendencia triplera. Los Rockets juegan muy rápido (99.0 posesiones por partido, el 4° mayor ritmo del torneo) y lanzan de igual manera, pero no se trata solo llegar y tirar al aro.

El cambio que le ha impreso D'Antoni pasa por haber establecido una serie de movimientos, cortinas altas y rotación precisa del balón, que les ha generado muchos tiros cómodos para cualquiera de sus lanzadores, ya sea Ryan Anderson, Ben Gordon, el recién llegado Louis Williams y por supuesto, su estrella James Harden, quien está viviendo su mejor temporada, en cuanto a calidad de juego y en cuanto a números. Si bien persiste con su costumbre de provocar a los contrarios para que le cometan fouls, el barbudo está moviendo el balón de forma mucho más ágil, involucra mucho más a sus compañeros en las jugadas y ha mejorado en su efectividad tiradora.

Así es como Harden se ha convertido en un jugador mucho más decisivo para el bien de su conjunto, que actualmente se sitúa tercero dentro de su conferencia, y también para su causa. Con tan solo un mes por disputar en la temporada regular, el ex reserva del Oklahoma City Thunder está bordeando la triple decena: 29.1 puntos, 11.2 asistencias y 7.9 rebotes en 36.5 minutos en la pista. Esas once asistencias de media por partido son récord personal, superando por cuatro a sus promedios de las dos temporadas anteriores y como si fuera poco, ha registrado 16 triples decenas, la más reciente fue la que marcó en la noche del domingo contra los Cleveland Cavaliers, con 38 puntos, 10 rebotes y 11 asistencias. Hasta se dio el lujo de meterle un tapón a Kyrie Irving. Méritos propios de un posible MVP.

Aunque, hay que estar alerta con su debilidad: la defensiva. Así como son capaces de correr y anotar muchas canastas, también permiten muchas anotaciones a los oponentes, tal como son los equipos dirigidos por D'Antoni. Colectivamente, suelen ser muy lentos y pasivos en las rotaciones. Y si les mueven mucho el balón, pierden las marcas con relativa facilidad facilitando muchos tiros cómodos a los rivales. En este momento, Houston figura en la medianía de la tabla en cuanto a rating defensivo, permitiendo 108.6 puntos por cada cien posesiones, además de aceptar un 46% de tiros convertidos a los rivales, estando dentro de los 12 equipos que permiten ese porcentaje o peor que aquello.

Un sistema que, con los jugadores adecuados, está rindiendo frutos ofensivamente, brindando grandes exhibiciones, además de contar con un legitimo candidato al premio de Jugador Más Valioso de la temporada en la figura de Harden. Han demostrado ser capaces de transformar los partidos en auténticos "corre-corre" y así lograr imponer su método, aunque queda por ver que pasaría en unos eventuales playoffs, cuando las defensas cobran mayor relevancia. Por ahora, los Houston Rockets están llenando la vista de sus fanáticos a base de ataque y sobre todo, de una lluvia de disparos.

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