miércoles, 5 de septiembre de 2018

Reglas golpeadoras


por Miguel Meléndez
Twitter: @journalistmike

Uno de los mayores conflictos que ha tenido que enfrentar la NFL en los últimos años, tiene relación con los golpes en la cabeza. Un mal que hasta hace poco más de una década no era mayormente considerado, hasta que estudios médicos revelaron las severas consecuencias que sufrieron jugadores de épocas antiguas debido a los reiterados golpes. Frente a todo eso, la liga ha realizado continuos ajustes a sus reglamentos a partir del 2011, cuando comenzó a darse un mayor énfasis en la gravedad de los golpes en la cabeza.

A raíz de todo eso, muchos golpes que antes eran legítimos, ahora son cobrados por los jueces, modificando significativamente la forma de jugar este deporte. Las autoridades de la liga están determinadas a reducir la cantidad de conmociones que se generan en varios partidos, por lo que para este año, se aprobó una nueva regla que penaliza a los jugadores que golpeen con la parte superior del casco. Los castigos pueden ser desde 15 yardas en contra y hasta la expulsión del infractor, dependiendo de la gravedad del golpe.

A nivel general, se habla mucho que todas las modificaciones que han tenido las reglas en los últimos años han conspirado contra el tackleo y los golpes, que forman parte natural del fútbol americano, pero en el comité de competencia de la liga, presidido por Rich McKay, insisten con que hay muchos golpes innecesarios que atentan contra la seguridad de los jugadores. Razones no faltan para seguir modificando las reglas y las infracciones en los partidos. De hecho, en el 2017 se generaron 281 casos de conmociones cerebrales, 38 más de las que ocurrieron en todo el año anterior.

Eso justifica aún más el hecho de seguir modificando las reglas, alterando de paso la forma de juego para los defensivos, muchos de ellos alegan que están siendo limitados en cuanto a sus recursos para jugar. En diversos partidos de la reciente pretemporada, se pudieron apreciar golpes, a priori limpios y “rutinarios”, que fueron penalizados dado a la nueva regla que están comenzando a implementar los árbitros. A partir de esa situación, se desprenden dos casos: uno, la incomodidad que genera la nueva regla en jugadores y entrenadores y dos, la aplicación de las reglas por parte de los oficiales.

En el primer caso, diferentes protagonistas se han manifestado negativamente en contra de estos ajustes reglamentarios. Mike Zimmer, director técnico de los Minnesota Vikings, dice que estas nuevas penalizaciones podrían llegar a cambiar los partidos, pudiendo costarles el trabajo a algunas personas. Richard Sherman, nuevo integrante de los San Francisco 49ers, fue aún más radical y dijo que esta nueva regla era ridícula y debería ser cambiada, de lo contrario este deporte terminará siendo igual que el flag football.

Como Zimmer y como Sherman, hay muchos en la liga que adhieren con ese pensamiento, aunque quizás no con el tono radical de Richard. Pero también hay otros puntos de vista, como el de Bill Belichick, cinco veces campeón con los New England Patriots, quien al ser consultado por este tema, dijo que él no enseña a tacklear así a sus jugadores. Incluso, agrega que con sus asistentes, siempre han enseñado a tacklear con la cabeza en el alto y con los ojos abiertos, para que los jugadores vean cómo y dónde van a hacer una tackleada.

Estos ajustes reglamentarios también han modificado el arbitraje dentro de la liga, lo que ha devenido en una diferencia de criterios que se puede apreciar en diversos partidos. Si en una cancha un golpe es penalizado, en otra el mismo golpe no es cobrado. El énfasis a los golpes y el ímpetu con el que suelen ir muchos defensivos a golpear son aspectos que a los referees les ha costado mucho medir.

En parte, por eso se explica que en el último tiempo, el arbitraje en la NFL se haya vuelto mucho más interpretativo que en otras épocas. Tantos ajustes y tantas variaciones a los golpes con sus respectivos castigos han traído complejidades que afectan a la liga en su generalidad. Jugadores, árbitros, competencia y hasta en cuestiones comerciales/televisivas, dado que se está controlando mucho la violencia que solía atraer a una gran cantidad de público en antaño.

De momento, la nueva regla se aplicará tal como fue establecida por la liga y no habrán modificaciones, tal como lo explicó el vicepresidente de operaciones, Troy Vincent, añadiendo: “El comité además rectificó que los impactos inadvertidos o accidentales con el casco o la máscara tampoco serán considerados como faltas. Para seguir con los ajustes y que todos entiendan la nueva regla, seguiremos dando material a entrenadores y jugadores para ser muy específicos en lo que será y no será marcado como castigo”.

Algo positivo de este asunto es que, al menos, hay disposición a revisar los criterios que se están empleando con esta nueva regla, dada las sugerencias que cayeron de casi toda la liga. Aunar criterios parece ser el paso a seguir. Entre cuidar la salud de los jugadores, mantener la calidad del juego y no derivar en flag football, está la disyuntiva que sigue teniendo en conflicto a los dueños de la NFL con los protagonistas de este deporte.

Miguel Meléndez es el creador y responsable de Gringo Sports. Desde 2011, escribe artículos sobre los principales deportes norteamericanos. Además, es conductor y comentarista en el podcast de NFL Chile.

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