Incertidumbre

Cuesta creer que una organización como la National Football League, que año a año genera muchas ganancias deportivas y económicas y que cuenta con uno de los eventos más atractivos del mundo (Super Bowl), haya decidido imponer un cierre patronal.

La verdad, es que sí hay una explicación para aquello.

Desde hace más de un año se venía especulando con la posibilidad de un Lockout, debido a un conflicto por firmar un nuevo acuerdo laboral. El problema pasa, básicamente, por plata y como dividir esos ingresos. Los dueños de la liga y la asociación de jugadores (NFLPA) han sostenido reuniones, pero en verdad nunca negociaron. Cada parte solo se dedicó a sostener lo suyo.

Los propietarios aseguran que la liga está perdiendo dinero y por lo mismo, proponían una serie de actividades con el objetivo final de generar mayores ingresos (Para ellos, claro está), mientras que los jugadores manifiestan que los dueños los están pasando a llevar y fue así, como terminó decertificandose la NFLPA para ahora presentar una demanda anti-monopolio en una corte federal de Minneápolis.

En eso se han llevado todo este tiempo y ayer venció el plazo para formar un nuevo acuerdo, el cual nunca ocurrió. Las negociaciones siguen, pero ahora todo pasará a una corte y eso puede tomar muchísimo tiempo más.

Así es como en este momento la NFL se encuentra en "Temporada Muerta". Cierto, no hay partidos en esta época, pero usualmente se realizaban los fichajes de agentes libres en marzo, actividad que no puede hacerse ahora, debido al mencionado cierre. Y si todo se sigue retrasando, podrían peligrar los campamentos de verano y lo peor del caso, la suspensión de la temporada 2011.

La pregunta y la respuesta son obvias: ¿Quién gana y quién pierde con esto? Nadie.

Un negocio que genera muchas ganancias anuales no puede darse el lujo de pasar por un Lockout, lo cual hacía suponer que las partes iban a ceder a final de cuentas. Pero al parecer, la avaricia y el egoísmo han sido más fuertes en esta lucha entre millonarios (jugadores) y multimillonarios (dueños).

Aún existe alguna esperanza que a futuro pueda haber un acuerdo, pero la realidad es que la NFL está en una situación incierta. Como aficionado al Fútbol Americano, no podría imaginarme un domingo entre septiembre y principios de febrero sin partidos. Para los que seguimos religiosamente la liga, sería un injusto castigo.