jueves, 18 de enero de 2018

¿Sólo basta con un buen mariscal?


por Miguel Meléndez
Twitter: @journalistmike

No tan rápido...

Sí, siempre es necesario contar con un gran quarterback para ganar y llegar lejos en la NFL. Sobre todo, con las reglas actuales que favorecen a las ofensivas. Pero nunca hay que perder de vista que en la mayoría de los casos, un buen mariscal de campo es tan importante como tener una gran escuadra que funcione bien colectivamente. Los cuatro finalistas del presente torneo nos recuerdan lo valioso que es contar con un balance en cada una de las facetas que componen este juego.

Ya en la fase anterior, habíamos visto lo necesarios que son los corredores y las defensivas para ganar partidos difíciles. En la reciente ronda divisional, vimos lo fundamental que puede ser el hecho de contar con muchas opciones confiables para ejecutar estrategias o jugadas específicas. Así como los Vikings lograron un agónico triunfo con un mariscal que no había sido elegido en el draft y los Eagles ganaron jugando con un pasador que hace un mes estaba hundido en la banca, los Jaguars vencieron con una ofensiva tradicional (si es que cabe el término) y los Patriots emplearon sus estrategias defensivas a cabalidad con un puñado de jugadores que, en su mayoría, deben ser completos desconocidos para el común de la gente. Trabajo en equipo que bien merece ser reconocido.

Se ha vuelto rutinario ver a los New England Patriots llegando hasta lo profundo de la postemporada. Por séptimo año consecutivo, se sitúan dentro de los cuatro finalistas de la liga. Se lee fácil, pero no lo es. Cada año van renovando el plantel, cada año Bill Belichick debe hacer diferentes ajustes a sus esquemas de acuerdo a los jugadores con los que cuenta, cada año este equipo exhibe distintas formas de jugar y lograr victorias, cada año emergen nuevos protagonistas y cada año juega mejor Tom Brady.

Claro, el jugador que marca la diferencia es Brady, pero sí en un momento dado resulta mejor la opción de darle el balón a cualquiera de los corredores, bienvenido sea. Brady no solo luce bien físicamente a sus 40, sino que sigue tomando muy buenas decisiones dentro de la cancha, desenvolviéndose de forma magistral dentro del pocket. La defensa pasó apuros durante un cuarto contra los Titans, pero llegaron los ajustes y problema resuelto. Al poco rato, Marcus Mariota dejó de crear peligro y pasó a estar bajo continua presión. Do Your Job es el lema en Foxboro y lo cumplieron tal cual por una semana más. Un triunfo más y podrían tener la chance de jugar por un sexto trofeo Lombardi.

Típico que durante los playoffs, mucha gente que no sigue mucho el football durante el año empieza a ver los partidos. Este público suele dejarse llevar por nombres y prejuicios y le cuesta entender como un equipo como los Jacksonville Jaguars, quienes venían de campañas muy malas, logra meterse hasta el Final Four. De los cuatro equipos que siguen en competencia, este debe ser el que emplea más elementos del viejo fútbol americano. Formaciones con fullback, prioridad por los acarreos y hasta el mariscal juega bajo centro. A todo eso, hay que añadir una actitud agresiva, sin importar si juegan en su cancha o fuera de la misma. El domingo pasado, abrieron el marcador jugándosela en 4° y goal, con un ataque de Leonard Fournette. Nada de miedos, nada de jugar "a-la-segura". Arriesgando y con todo.

Como si fuera poco, la unidad defensiva marca presencia en la línea de golpeo, presionando mucho y hasta creando jugadas que cambian el curso de los partidos. Robaron dos balones en la primera mitad frente a los Pittsburgh Steelers y capitalizaron con 14 puntos. Este quizás no sea un equipo que luzca demasiado, pero tiene los fundamentos como para complicarle la vida a cualquiera. Corridas y ofensivas de larga duración + defensa dura y algo oportunista. Una fórmula que siempre será bien considerada en playoffs.

Los Philadelphia Eagles están jugando la postemporada con un Plan B y por lo visto en su victoria frente a los Atlanta Falcons, esa alternativa fue bien urdida y mejor ejecutada en la cancha. Ante la baja de su estrella Carson Wentz y la reciente aparición de Nick Foles, la fórmula que han optado Doug Pederson y Frank Reich ha sido darle el ovoide a Jay Ajayi, dándole toda la confianza (aún si comete un fumble) y estableciendo bien el juego de carrera, para luego darle soltura a Foles quien cuando fue puesto a prueba, cumplió con pases certeros que ayudaron a extender las ofensivas de los Eagles. Le tomó tiempo pero parece que Foles está en ritmo (falló apenas siete pases y tuvo rating de 100.1), lo que es bueno tomando en cuenta que hace unas semanas tan solo veía los partidos desde la banca.

Mucha atención con la línea defensiva, sabe como colapsar el pocket y el sábado pasado, puso en aprietos varias veces a Matt Ryan, capturándolo tres veces. Igual, hay que tener en cuenta que en ese partido, cometieron varios errores y castigos que pudieron haberles costado caro. Es más, Atlanta estuvo en posición de ganar el partido con cuatro intentos dentro de las últimas diez yardas. A los Falcons se les fue el triunfo de las manos... literalmente, porque el balón pasó por en medio de las manos de Julio Jones en la jugada decisiva. La fortuna estuvo del lado de las águilas verdes.

Es probable que los Minnesota Vikings no tengan la mejor combinación de talentos individuales, pero por la forma en como se desempeñan en la cancha, parecen ser el mejor o uno de los equipos mejor armados en toda la liga. La estrategia, disciplina e intensidad con la que juegan defensiva es digna de admirar, obligan a que el mariscal contrario tenga que buscar opciones secundarias (le pasó mucho a Drew Brees el domingo pasado), tacklean con mucha fuerza y cuentan con un grupo de esquineros/profundos capaces de neutralizar hasta el más peligroso de los receptores, Xavier Rhodes merece mención aparte ahí.

La ofensiva ha evolucionado en el transcurso del año y el gran salto ocurrió en el epílogo del juego ante los New Orleans Saints. Perdiendo por un punto, con apenas 25 segundos por jugar y sin timeouts disponibles, Case Keenum movió el balón por toda la cancha, con la categoría de un mariscal de elite y realizó la jugada del triunfo, completando un pase muy preciso con Stefon Diggs, quien aprovechó un pésimo intento de ¿tackleo? de Marcus Williams y corrió toda la cancha para el touchdown ganador. "Buffalo right, 7 heaven" era el nombre de esa jugada. Heaven es lo mismo que decir Cielo en español y en ese momento, los Vikings parecían estar tocando el cielo, con una jugada brillante y bien planeada, tal como es toda la escuadra dirigida por Mike Zimmer. Un trabajo muy de equipo que distingue a Minnesota, al igual que a Philadelphia, a Jacksonville y a New England.

Realmente, tenemos a grandes conjuntos en el final de esta temporada.

Miguel Meléndez es el creador y responsable de Gringo Sports. Desde 2011 escribe artículos sobre los principales deportes norteamericanos. Además, es conductor y comentarista en el podcast de NFL Chile

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