lunes, 25 de marzo de 2019

El basket según Harden


por Miguel Meléndez
Twitter: @journalistmike

Apariencia lenta, decisiones rápidas y con una versión propia del Euro Step que ya es inconfundible. El presente curso de la NBA está siendo testigo de la versión más imparable de James Harden, capaz de dominar la escena y anotar en cantidades inigualables, como lo ha hecho en gran parte de sus actuaciones con los Houston Rockets. En las tres campañas anteriores, había bordeado los 30 puntos de promedio, pero en esta ha superado notoriamente esa barrera y ya suma 27 partidos con 40+ puntos y de esa lista, ocho son desempeños superiores a los 50.

El pasado 23 de enero había logrado su récord personal, anotando 61 frente a los Knicks en el Madison Square Garden y la semana anterior volvió a tener esos registros escandalosos, primero con 57 en la casa de los Grizzlies y luego, igualando su marca de 61 frente a los Spurs, partido en el que Harden encestó 9/13 triples y convirtió 13 puntos consecutivos dentro de los cinco minutos finales. Resolvió en el clutch, lo hizo el viernes frente a un amenazante conjunto de San Antonio y como lo ha hecho en otras jornadas. Memorable aquel triple ganador frente a los Warriors, el 3 de enero, totalizando 44 unidades.

El barbón no solo anota porque sí. Cuando toca definir un partido, suele pedir la pelota y resolver con un ataque al aro o con un tiro lejano, precedido de su típico step back. Siempre le ha gustado jugar al Isolation, con el tiempo volvió ese recurso en uno más eficiente para su equipo y así es como Harden tiene a sus Rockets ya clasificados para los playoffs y todavía con opciones de adquirir el primer lugar dentro de su conferencia. Está viviendo su año más prolífico y se refleja en sus 36.4 puntos de media por partido. Un promedio histórico, comparable a los 37.1 que marcó Michael Jordan en 1987 o los 35.4 de Kobe Bryant en 2016, aunque bien lejanos de los 50.4 de Wilt Chamberlain en 1962.

Harden es el MVP vigente de la liga y con sus actuaciones podría revalidar tranquilamente ese premio, al finalizar esta temporada. Lo interesante del caso es que James parece ser consciente de aquello. El viernes, después del triunfo contra los Spurs declaró: “tengo la oportunidad de convertirme en uno de los mejores jugadores de la historia”. Desde sus tiempos como suplente en el Thunder, siempre se distinguió por tener siempre el balón, una faceta que explotó aún más en Houston, equipo al cual llegó en 2012 porque quería ser titular (además de un mejor salario).

En momentos críticos, su equipo descansa en él, lo cual puede ser bueno y malo a la vez. Harden ha demostrado que puede resolver partidos con sus habilidades en el uno contra uno, pero al tener mucho tiempo el balón, por momentos todos los Rockets se estancan y los partidos se vuelven una especie de Harden-against-everyone. Aunque para bien del # 13 y todos sus compañeros, esa fórmula les ha traído buenos resultados. De hecho, cuando Harden ha superado los 40 puntos, Houston ha ganado 20 de 27 partidos.

Y por lo visto, este será el camino que seguirán los Rockets en su búsqueda del título, el cual ha sido esquivo para Harden. En el mejor año de su carrera, buscará seguir batiendo récords anotadores. La prueba será en los playoffs, donde se verá si sus Isolations serán suficientes para vencer a los Warriors o cualquier rival que tengan. Por ahora, James produce y disfruta de sus mayores proezas tiradoras.

Miguel Meléndez es el creador y responsable de Gringo Sports. Desde 2011 escribe artículos sobre los principales deportes norteamericanos. Además, es conductor y comentarista en el podcast de NFL Chile.

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