lunes, 4 de febrero de 2013

El vuelo del cuervo

La ciudad de New Orleans hizo historia al recibir por décima vez en su historia el Super Bowl, igualando la cantidad de finales que ha acogido Miami. Y en esta ocasión, el evento estuvo a la altura: ofensivas en ritmo, espectaculares atrapadas, acciones defensivas en momentos oportunos, una devolución de kickoff que marcó récord y un inesperado corte de luz que, por más extraño que se lea, prosiguió con una definición llena de suspenso, tal como han sido las últimas finales. Baltimore Ravens prevaleció y terminó venciendo a San Francisco 49ers. Aquí, las claves del juego.

Formaciones abiertas: la ofensiva de los Ravens sacó sus mayores ganancias jugando con formaciones de cuatro receptores, comúnmente en "shotgun". La línea ofensiva brindó el tiempo que requería su mariscal de campo, Joe Flacco, para conectar con sus receivers, sobre todo, con Anquan Boldin quien fue prenda de garantía. Atrapó el envío que significó el primer touchdown del duelo y logró otras recepciones claves en situaciones de 3° down. Aquella de la segunda mitad, con Carlos Rogers encima suyo, fue fabulosa. Boldin acabó con 104 yardas en 6 atrapadas.

Joe dio el estirón: por si quedaban dudas, Flacco completó el domingo una postemporada sin errores, con mucho temple para conducir las series ofensivas y con movilidad, cuando acechaba la presión adversaria. Tres envíos anotadores para finalizar la campaña con un balance de 11 touchdowns y sin intercepciones en las rondas finales, además de totalizar un índice de 117.2 en el último mes. El quarterback surgido en Delaware se consolida como estrella.

El show de Jacoby: sólo atrapó un pase, pero fue de 56 yardas y se quitó a dos defensivos para poner a los Ravens 21-3, a dos minutos del intermedio. Y para comenzar la segunda mitad, Jones tomó el balón ocho yardas dentro de la zona final y lo llevó por toda la cancha, y a toda velocidad, sin que un sólo Niner le pusiera un dedo encima. Aportando en grande para los highlights televisivos.

Borrando a los Smith's: el trabajo de los cinco linieros ofensivos de Baltimore fue destacable, en especial, conteniendo los intentos de Justin y Aldon Smith para presionar a Flacco. ¿El saldo? cero derribos por parte de ambos linebackers y sin posibilidad de acercarse al #5 de los "Cuervos". El caso de Aldon resulta más llamativo, ya que terminó los playoffs sin capturas después de haber registrado 19.5 en la temporada regular.

Ineficiencia en zona roja: a pesar de conseguir dos brillantes jugadas de touchdown dentro de las 20 yardas finales, los 49ers fallaron en otras cuatro situaciones en ese tramo del campo. La más ilustrativa fue en su última ofensiva del partido. Luego de tener éxito aplicando la formación 'pistol', cambiando el flujo de las jugadas y de poner en movimiento a sus bloqueadores, el equipo de San Francisco pareció quedarse sin imaginación cuando había que dar el último paso. Tres pases incompletos de Colin Kaepernick, y los tres en formaciones convencionales. Vale agregar, también, que Frank Gore tuvo una prolífica segunda mitad (110 yardas en total, 5.8 por acarreo) y no fue considerado en esas jugadas.

Errores costosos: el balón soltado por Lamichael James y la intercepción que regaló Kaepernick a Ed Reed terminaron costando caro en los Niners. En el primer caso, Baltimore capitalizó con su segundo touchdown de la noche y en el segundo, estuvieron cerca de recibir otra anotación, pero el "fake field goal" que intentó Justin Tucker se quedó a una yarda de conseguir la primera oportunidad.

John vs. Jim: fue el mayor de los hermanos Harbaugh quien tuvo mejores decisiones y, en especial, más creatividad en ciertos momentos, como fue aquel engaño previamente explicado, a pesar de no tener resultado, y al final del juego, cuando concedió un safety a cambio de haber bajado siete segundos en el reloj. Después, sólo quedó tiempo para la última patada. Por parte de Jim, se notó algo de confusión, sobre todo, en la primera mitad, en las jugadas que mandaba a su ofensiva y lo mucho que demoró para sugerir ajustes defensivos. Así fue como los Ravens llegaron a tener 22 puntos de ventaja en el marcador.

Posiblemente, la jugada más controversial fue el 4° y goal que falló San Francisco y en el que su entrenador reclamó un presunto "holding" defensivo. En efecto, Jimmy Smith tomó de la camiseta a Michael Crabtree, pero a su vez, el receptor quiso apartarse del esquinero con un manotazo al casco. No correspondía lanzar pañuelos.

Como viene siendo en los últimos años, tuvimos un Super Bowl entretenido, con tensión hasta el final. Puede parecer gracioso, pero el apagón en el Superdome sirvió para que los 49ers volvieran a meterse al partido y así, apretar la diferencia en el marcador, aunque al final no les alcanzó. Otra tendencia: los últimos tres campeones son equipos que jugaron la ronda de comodines. Green Bay en 2010 (sexto clasificado), New York Giants en 2011 (cuarto) y Baltimore (cuarto) en la temporada que acaba de concluir.

San Francisco perdió, pero tiene un enorme futuro por delante con un joven quarterback que, con apenas 10 titularidades en la NFL, ha demostrado que puede ser su líder. Tal vez, requieran reforzar su defensiva, en particular, los esquineros. Anoche, pasaron toda clase de problemas contra los veloces receptores de los Ravens.

Evidentemente, Baltimore subió considerablemente su nivel de juego en el último mes, seguramente motivados por su capitán defensivo, Ray Lewis, quien se despide con un segundo trofeo Lombardi y como uno de los mejores linebackers de la historia. En algunos años más lo debieramos ver en Canton, como eventual miembro del Salón de la Fama.

Pero si de decisiones se trata, el cambio de Cam Cameron por Jim Caldwell en el puesto de coordinador ofensivo, en pleno mes de diciembre, ayudó significativamente para que los Ravens elevaran su productividad y pudieran resolver de mejor manera en momentos cruciales.

Luego de años quedándose cortos, por fin logran el título, el segundo en la historia del equipo. Sin ser perfectos, como bien dijo su head coach en la premiación, pero con mucho oficio. Estos cuervos vuelan más alto que nunca, ahora como monarcas de la NFL.

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