martes, 8 de abril de 2014

Los Huskies ladraron más fuerte

Por cuarta vez en su historia, la Universidad de Connecticut se quedó con el campeonato de básquetbol masculino, y esta fue una coronación muy especial, puesto llegaron al Final Four como underdogs, debido al séptimo lugar con el que entraron a jugar este torneo. Pero a lo largo del mismo, se encargaron de demostrar que su ubicación en la siembra era lo de menos y eran mejores que cualquier otro en la cancha.

Después de eliminar a Florida (primer sembrado) en la semifinal, debían enfrentar a Kentucky por el título, en el estadio de los Dallas Cowboys. Desde el salto inicial, los Huskies impusieron su presencia con un frenético arranque ofensivo, que los llevó a tener ventaja de hasta 15 puntos, aprovechando también las malas ofensivas que estaban jugando los Wildcats, en los primeros minutos del partido.

UConn llevaba el ritmo de juego a su favor, pero el entrenador de Kentucky, John Calipari, hizo ajustes. Y uno de ellos, causó relativo éxito: la defensiva en zona. Con ese recurso, hicieron que los Huskies comenzaran a fallar más tiros, permitiendo que UK finalizara la primera mitad con un parcial favorable de 16-5 para estrechar la diferencia a sólo cinco unidades (34-29).

En la segunda parte, los Wildcats parecían estar listos para completar su remontada, de la mano del base James Young (20 puntos, 7 rebotes) y de su gran referente, el alero Julius Randle (10 puntos, 6 rebotes). A pesar de no rendir mucho en la zona pintada, donde anoche sólo anotaron 24 unidades (su marca más baja en el torneo) llegaron a estar un punto abajo, pero las figuras de Connecticut aparecieron para sellar su victoria.

Shabazz Napier, quien anoche jugó su último partido en el nivel universitario, mostró sus habilidades como base, llevando el balón, manejando las ofensivas, ganando los uno contra uno, atacando el aro, lanzando a distancia y habilitando a sus compañeros. Su producción fue digna de campeonato: 22 puntos, 6 rebotes, 3 asistencias y 3 robos, coronando así un brillante torneo, en el que promedió 21.4 unidades y acabó siendo distinguido como el MVP del mismo. Es muy posible que sea elegido dentro de los diez primeros en el próximo draft de la NBA.

No hay que ignorar el aporte de Ryan Boatright y Niels Giffey, con 14 y 10 puntos, respectivamente. Anotaron en momentos cruciales del partido y en el caso particular de Boatright, fue quien acompañó a Napier a manejar las jugadas en los minutos finales, cuando UConn logró despegarse en el marcador, para configurar el definitivo 60-54.

Dicen que los partidos de básquetbol se ganan o se pierden desde la línea de tiros libres. Pues bien, en este encuentro, UConn estuvo perfecto en sus 10 lanzamientos (encestaron 88% en todo el torneo), mientras que Kentucky encestó 13 de 24 intentos. Fallando casi la mitad de los tiros libres, se hace más difícil ganar una final. Hasta 1999, los Huskies nunca habían ganado este torneo. Desde entonces, salieron victoriosos en las cuatro finales que disputaron (1999, 2004, 2011, 2014). Connecticut se consolida en el mapa, como uno de los equipos fuertes en el College Basketball.

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