sábado, 12 de julio de 2014

CuLebron James


"Mi misión aquí trasciende el básquetbol. Tengo una responsabilidad de ser un líder, en varias maneras y lo tomo con mucha seriedad". Esta afirmación fue emitida por Lebron James en el comunicado publicado ayer en Sports Illustrated (la nota completa puedes revisarla acá), donde dio a conocer su decisión de terminar su etapa con el Miami Heat para regresar con los Cleveland Cavaliers. Una decisión respetable, sin dudas, pero cuyo proceso fue igual de circense al que protagonizó hace cuatro años, cuando montó un auténtico reality show para declarar que llevaría sus talentos a South Florida, tal como dijo en aquel momento televisado a nivel nacional, en Estados Unidos.

Acá, la critica no es sobre James como jugador. Está más que comprobada su evolución conceptual que experimentó en sus cuatro años en el Heat, llegando a cuatro finales de liga, de las cuales ganaron dos. La era Lebron-Wade-Bosh siempre tuvo aspecto de tener una larga proyección, idealmente para marcar una década completa. Incluso, cuando se presentó oficialmente el trío en 2010, Lebron hablaba de ganar "muchos campeonatos". El experimento estaba dando grandes resultados, el bicampeonato 2012-2013 hacía creer muy posible una dinastía en Miami, no solo porque el trío rendía frutos, sino que también por la conformación de una sólida plantilla. El mes pasado, el Heat fue vapuleado por los Spurs en las finales. Si bien Miami mantenía una buena estructura, se hacía evidente una renovación, que implicaba ajustes salariales y/o traspasos de jugadores.

Hace pocos días, se había confirmado la llegada de Josh McRoberts y Danny Granger a Miami. Dos jugadores que, teóricamente, calzaban muy bien dentro del formato Lebron-Wade-Bosh. Se rumoreaba que tal vez no podría continuar el trío, pero nunca se creyó realmente que el autodenominado "King" fuera a cortar abruptamente este ciclo, justo en el momento en que el proyecto necesitaba reparos. En la misma nota, Lebron se refiere a sus orígenes en Ohio y del amor por su tierra natal. Curioso, siendo que hace cuatro años, no parecía tener una pizca de vergüenza cuando dejó tirados a los Cavaliers, después de continuos descalabros en playoffs, con el propósito de aliarse con su socio Wade para ganar campeonatos.

Ahora, después de perder escandalosamente en las finales, decide volver a Cleveland, justo en una etapa en que los Cavs están en formación de un equipo competitivo, con Kyrie Irving, Dion Waiters, Andrew Wiggins, entre otros. En esa nota, James hablaba de querer ser un mentor de esas jóvenes promesas (lo cual puede ser bastante cierto). Pero la forma y el momento en que se dio todo esto, deja espacio para creer que esta fue otra movida oportunista de Lebron, quien dejó el equipo al que se sumó para ser leyenda y ahora, vuelve al lugar que abandonó hace cuatro años. Si la comparación con Michael Jordan ya era inútil a esta altura, con esto, no hace más que invalidar todo intento de semejanza con MJ.

Cleveland vuelve a figurar en el mapa competitivo de la NBA con el regreso de James. Podría tomarles tiempo para cuajar como equipo, pero les favorece el panorama relativamente pobre de la Conferencia Este, donde no son más de cinco los conjuntos realmente fuertes. El Heat, por su parte, ya renovó a Bosh y aún asegurando a Wade, han quedado en muy mala posición para enfrentar la próxima temporada, ya que deberán comenzar -de manera forzada- una reconstrucción. Y todo, por otra jugarreta de Lebron.

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