lunes, 10 de noviembre de 2014

Fuerzas igualadas

Según la Real Academia de la Lengua Española, paridad significa "comparación de algo con otra o símil" e "igualdad de las cosas entre sí". Esta última definición es perfectamente aplicable a la competencia que ofrece la NFL, donde más de la mitad de los equipos tiene chances relativamente legítimas de pelear por los puestos de clasificación a los playoffs y más específico aún, donde en un buen día, cualquiera le puede ganar a cualquiera -el triunfo de los Jets sobre Pittsburgh sirve como ejemplo-.

La décima semana del presente curso cerrará con 19 equipos con rendimientos superiores al 50%. Es decir, más de la mitad de la liga tiene récord ganador. Un síntoma positivo, que a simple lectura, indicaría que estamos en presencia de una temporada especialmente competitiva, donde en primer lugar tenemos a equipos que están dominando (New England, Denver, Arizona) y en un segundo grupo, a un puñado de conjuntos con potencial, capaces de ganar partidos pero con cierto margen de error que les lleva a perder juegos que bien pudieran ganar (Philadelphia, Dallas, Green Bay, Seattle, Cleveland, Pittsburgh, entre otros).

Ese buen síntoma se refleja en la situación de cuatro divisiones que tienen a tres o hasta cuatro equipos con marca ganadora. El caso más destacable es el de la AFC Norte: Browns (6-3), Bengals (6-3-1), Steelers (6-4) y Ravens (6-4) están separados por menos de medio juego de diferencia. Los cuatro son buenos equipos, aunque cada uno con características especiales: los Browns no lucen pero están saliendo adelante, dejando muy atrás el circo que se había montado en pretemporada con Johnny Manziel. Los Bengals iniciaron muy bien el año, pero sus tres caídas han sido calamitosas, tal como fue el 2.0 de rating que tuvo Andy Dalton el jueves pasado. Steelers y Ravens han ganado partidos de forma contundente, pero han perdido otros de manera absurda. Arrasar con Carolina y caer en casa con Tampa Bay. Arrollar a Baltimore y luego caer ante los Jets. Esa irregular línea es la que marca a Pittsburgh y que podría costarle caro más adelante.

Las otras tres divisiones (Este y Oeste AFC, Oeste NFC) tienen en la cima a equipos que han ganado casi todos sus partidos y detrás de ellos, equipos que pretenden establecerse como contendientes. Los 49ers resistieron la remontada de los Saints en la segunda mitad, una enorme combinación entre Colin Kaepernick y Michael Crabtree en 4° down mantuvo al equipo con vida y otra enorme jugada, pero de Ahmad Brooks abrió la puerta para un valioso triunfo a domicilio. Ganar de visita siempre es difícil y una victoria así puede ser la diferencia en una posible clasificación en un puesto de wild card. Y por contra partida, una derrota en casa puede pesar a final de campaña, tal como pasó ayer con los Buffalo Bills, quienes estuvieron arriba durante tres cuartos, pero en el último, recibieron 14 puntos de parte de los Kansas City Chiefs, un rival directo en los puestos de comodín que acabó arrebatándole una victoria.

Así como hay divisiones con dos, tres y hasta cuatro equipos con buenas marcas, siempre hay un grupo que está nivelado pero hacia abajo. Desde que la realineación divisional de la liga en 2002, se han dado 10 campeones divisionales con registros de 9-7 o peor, teniendo como caso más recordado el 7-9 con el que Seattle ganó su grupo en 2010. La posibilidad de tener un 'menos malo' este año se encuentra en la NFC Sur, donde los Saints son líderes con récord 4-5, seguidos por los Panthers con 3-6-1, los Falcons con 3-6 y los Buccaneers con 1-8. Por increíble que parezca, estos últimos dos equipos, de los peores de la presente liga, tienen posibilidades matemáticas de ir a la postemporada. Es el riesgo y el resultado que genera tener una competición pareja. Puede tener partidos más disputados, pero también puede dejar un campeón divisional con pocos méritos y con chances de llegar a lo profundo de la postemporada.

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