domingo, 11 de junio de 2017

Warriors, a un paso

por Miguel Meléndez
Twitter: @journalistmike

Transcurridos cuatro partidos en las Finales 2017 de la NBA, tenemos a los Golden State Warriors aventajando en la serie frente a los Cleveland Cavaliers por tres victorias a uno, con la oportunidad de asegurar el título este lunes en su casa. La diferencia ha estado en los resultados y también en el desarrollo de los partidos, especialmente en los dos primeros donde los Warriors lograron dominar esos partidos jugando a su ritmo, encestando disparos a una altísima efectividad y teniendo una impecable producción de casi toda la escuadra, tanto en sus titulares como en sus reservas.

La velocidad que imprimen los jugadores de Golden State Warriors en sus desplazamientos impresionan de forma casi hipnótica. En jugadas de media cancha, nunca paran de moverse, poner cortinas y crear situaciones favorables para lanzar al aro, a la vez en que casi siempre están pasándose mucho el balón, salvo en algunas situaciones en que Kevin Durant, Stephen Curry o incluso Draymond Green deciden resolver de forma individual. En los dos primeros encuentros, los Dubs lograron en promedio una diferencia de 20 puntos sobre los Cavs y lo hicieron jugando un baloncesto demoledor en los terceros cuartos, generando el margen suficiente para liquidar esos duelos (juego 1: parcial de 33-20, juego 2: parcial de 35-24). Cabe destacar que desde el primer partido, Durant ha sido el líder anotador del equipo auriazul, promediando 34.3 puntos en esta serie, mientras que Curry sigue anotando de gran forma, aunque también se ha dedicado más a repartir el balón, como bien lo hizo en los dos primeros juegos, dando 10 y 11 asistencias, respectivamente.

Luego, con la serie instalada en Cleveland, los Cavaliers mejoraron su efectividad llegando a imponer su forma de juego en el 3° y 4° partido. En el tercero, estuvieron al frente en el marcador por gran parte de la segunda mitad pero en el final, una racha de 11-0  de los Warriors (triple matador de Durant mediante) además de una serie de malas decisiones ofensivas de los Cavs dejaron la serie 3-0 y con los Cavs al borde de ser barridos en su estadio. Para bien de ellos, pudieron evitar la barrida. La clave en el cuarto partido estuvo en una apoteósica primera mitad, en la que convirtieron 86 puntos (récord de puntos en una mitad en la historia de las Finales), con una tremenda efectividad de LeBron James y Kyrie Irving, quienes se apoderan de la mitad de los tiros del equipo y con algo de aporte de los reservas, quienes casi no habían aportado en los tres partidos anteriores.

Para situarnos en contexto y entender el nivel de esfuerzo que se requiere para vencer a Golden State: en la noche del viernes, el equipo de Cleveland encestó casi el 53% de sus intentos totales al aro, además de una marca histórica en Finales con 24 triples convertidos sobre 45 lanzados. Irving marcó 40 puntos y LeBron se apuntó con su novena triple decena en finales de liga (en este caso: 31 puntos, 10 rebotes y 11 asistencias). Aún con esto, no fue hasta dentro de los últimos cinco minutos cuando finalmente los Cavs pudieron liquidar el partido. En un par de ocasiones durante la segunda mitad, los Warriors llegaron a ponerse a casi 10 puntos de distancia, en ambos casos Tyronn Lue pidió timeout el cual sirvió para enfriar la racha adversidad y para re-enfocar a los suyos. Y para peor, un tercer cuarto extenso con faltas fuertes y situaciones controversiales, como la doble falta técnica a Green que al final quedó solo en una y una acalorada discusión entre James y Durant, después de una infracción, ensuciaron un juego que Cleveland dominaba claramente.

Todo ese esfuerzo y todas esas dificultades tuvieron que pasar los Cavaliers para nada más que sacar una victoria frente a los Warriors. Es evidente que la tropa de Steve Kerr impuso desde el comienzo su ritmo en esta serie y han tenido que ser los Cavs los que han hecho cambios en su estrategia. De hecho, en el último juego hubo algo más de rotación de balón en comparación a los dos primeros partidos, donde James e Irving habían lanzado varias veces sin un pase previo. Los Dubs pasaron por varias complejidades en los últimos dos partidos. En el tercero, lograron remontar en el final gracias a una precisa selección de tiros además de tener a los jugadores adecuados en ese tramo (Andre Iguodala sigue aportando en distintas facetas saliendo de la banca), pero en el cuarto nunca pudieron levantar la enorme diferencia que sacó Cleveland al comienzo. Peor aún, nunca pudieron mejorar su efectividad. Un ejemplo: Curry convirtió 14 puntos el viernes, su peor marca en esta postemporada.

Es difícil que Curry vuelva a tener un partido así, como también resulta difícil creer que los Cavs vuelvan a tener tres partidos más con el nivel de eficiencia exhibida en el juego más reciente. Es verdad que hace un año lograron remontar un 1-3, pero como sabiamente dijo Kerr: "en esta ocasión, Green no está suspendido para el siguiente juego". Los Warriors no pudieron tener una postemporada invicta, pero tienen la posibilidad de coronar una impecable campaña en su estadio, en la noche de este lunes. Durant llegó a este equipo con el objetivo de ser campeón y en esta serie ha jugado como si lo fuera, Curry es el segundo anotador pero sigue siendo igual de determinante y el equipo de Golden State fluye como lo ha hecho prácticamente todo el año. LeBron tiene otra misión casi imposible, y no es seguir jugando al máximo casi sin descanso, sino que ahora debe levantar con su conjunto un 0-3 en contra, algo que nadie ha hecho en la historia de la liga.

¿Segundo título en tres años para la bahía californiana o una epopeya de tres episodios más?
Muy pronto lo sabremos.

Miguel Meléndez es el creador y responsable de Gringo Sports. Desde 2011 escribe artículos sobre los principales deportes norteamericanos. Además, es comentarista en el podcast de NFL Chile.

No hay comentarios:

Publicar un comentario