miércoles, 17 de octubre de 2018

Excelencia


por Miguel Meléndez
Twitter: @journalistmike

En mi columna de la primera semana, mencionaba lo altamente fiables que son Tom Brady y Aaron Rodgers para liquidar partidos, da igual la condición en que se encuentren, si Brady ya está sobre los 40 años o si Rodgers está lesionado de una rodilla. Cuando llega el clutch, ambos son capaces de ser los líderes que necesitan sus respectivas escuadras, para sacar adelante los partidos. Lo que vimos en la reciente sexta semana de la NFL fue increíble, considerando el contexto. Por una parte, los New England Patriots supieron ganar un partido en donde los Kansas City Chiefs los superaban a base de velocidad y por otra, los Green Bay Packers lograron superar a los San Francisco 49ers, en un juego donde Rodgers lucía fastidiado en varios tramos y donde los Niners parecían tener control de la situación.

Comencemos con el partido jugado en Foxboro. Los Chiefs habían reaccionado a una pobre primera mitad, lograron ponerse arriba con 8:38 por jugar en el cuarto período. Era momento de reaccionar para los Patriots. Brady completó 3 pases de 4, dos de esos intentos fueron con Chris Hogan donde lograron avanzar 61 yardas y eventualmente, se ubicaron en la yarda 4 donde enfrentaron un 3° down. Jugada de pase, todos los receptores marcados, los Chiefs presionaban solo con tres, el pocket colapsaba, Brady parecía estar atrapado, pero Tom logró evadir la presión y se atrevió a correr esas 4 yardas y ¡de cabeza! se lanzó hasta el endzone para lograr el touchdown. Repito: Brady, un sujeto de 41 años, se lanzó de cabeza a las diagonales para conseguir una anotación. No es un deportista común, claramente. Se destaca mucho el nivel competitivo de Brady, basta con observar esa jugada para entenderlo.

Luego, los Chiefs nivelaron el marcador 40-40 con una escapada de Tyreek Hill, tras atrapar un pase de Patrick Mahomes, en una jugada de 75 yardas. Secuencia matadora en muchos casos, pero no en este. Todavía quedaban 3:03, tiempo suficiente para Brady y los suyos. Se lo tomaron con mucha calma, tanta que corrieron tres veces seguidas antes que Tom volviera a pasar. Y cuando el # 12 de los Pats volvió a lanzar, fue certero. Primero, encontró al siempre útil James White para avanzar 16 yardas y después, cuando quedaba menos de un minuto, tiró un pase bombeado a Rob Gronkowski quien completó una jugada de 39 yardas. Ya estaban en zona roja y con menos de medio minuto, el trabajo estaba casi listo. Esa conexión de Tom & Gronk había sido la clave para el gol de campo decisivo, el cual acertó Stephen Gostkowski, para asegurar el triunfo para New England y con ello, otra marcha gloriosa de Brady en un cuarto período.

Son tantos años y tantas experiencias, que Brady sabe qué hacer y cómo desplazarse en la cancha cuando hay que definir un partido. Lo ha hecho en playoffs y Super Bowl's. A esta altura, los 4th quarter drills son parte de su repertorio. Por eso, es discutiblemente el mejor quarterback de la historia en la NFL. Siempre ejecuta de forma brillante y hasta sabe cuando exponer su físico, como fue en esa jugada en la que se tiró de cabeza. Es cosa de recordar también cuantos QB Sneaks ha hecho en la yarda 1 o en situaciones de corto trayecto.

El domingo ocurrió ese final emocionante en Foxboro y en la noche siguiente, las emociones fueron iguales o quizás aún más intensas en Lambeau Field. Con 3:00 por jugar en el último cuarto, los 49ers aventajaban por siete puntos a los Packers, en un partido en que la ofensiva de Green Bay tenía muchos problemas para mover el balón y como suele ocurrir, la línea no podía proteger adecuadamente a su mariscal Aaron Rodgers, quien mostraba claros signos de fastidio y hasta algo de temor, quizás por aquella lesión en la rodilla que sufrió en la primera jornada. Pero al parecer, todo eso se esfumó en el tramo final, donde Rodgers entró en modo clutch y en esa condición, es casi imparable.

Les tomó poco más de un minuto llegar al empate. Una conexión de 38 yardas entre Rodgers y Davante Adams en la primera jugada de la serie impulsó a todo el equipo de cara al empate. Tres jugadas después, volvería a repetirse la combinación entre el # 12 y el # 17, esta vez para convertir el touchdown y con poco menos de dos minutos, el partido quedaba 30 iguales. Posible prórroga en la catedral de Green Bay. Los Niners tuvieron una última chance, pero C.J. Beathard falló en su intento de pase largo y el balón fue interceptado por Kevin King, dando una oportunidad para ganar a los Packers antes del final del cuarto período.

Con 1:07, a 90 yardas del endzone y sin timeouts disponibles. Imposible para muchos, no para Aaron. Una infracción de Richard Sherman en 3° down les dio aire a los Packers para seguir marchando. Acto seguido, Rodgers corrió 21 yardas por el centro arriesgando su rodilla lastimada y después, completó tres pases consecutivos. El primero con Adams, el segundo con Equanimous St. Brown y el tercero, otra vez con Adams, llegando hasta la yarda 9. Una secuencia que tomó apenas 13 segundos... si, ¡36 yardas recorridas en 13 segundos!. ¿Habrá estado poseído Rodgers en esa secuencia? no habría que descartarlo, viendo la rapidez y precisión en esos pases. Aaron dejó los últimos 0:03 para el gol de campo decisivo, que Mason Crosby convirtió para asegurar el triunfo de los Packers. A propósito, Crosby se redimió de sus cinco fallos en la semana pasada. Acá, convirtió sus cuatro intentos, entre ellos el que marcó la diferencia.

Así como Brady sabe de sobra como manejarse bajo presión, Rodgers también lo ha hecho. En otro momento, liquidó partidos con pases tipo Hail Mary o supo resolver partidos de playoffs a domicilio con su puntería y amplia visión de cancha. Impresiona ver este tipo de exhibiciones. Dicen que los grandes jugadores se ven en los momentos cruciales. Claramente, Tom Brady y Aaron Rodgers son quarterbacks excepcionales que no solo juegan bien y con consistencia, sino que suelen aparecer cuando sus equipos están en problemas. Ellos saben qué hacer y cómo conducir a sus conjuntos, ya sea lanzando o arriesgando una corrida. No por nada, Brady es catalogado por muchos como el mejor de la historia y Rodgers debe ser el mariscal con más aptitudes en la actualidad. Actuaciones de esta especie lo confirman, excelencia en estado puro.

Miguel Meléndez es el creador y responsable de Gringo Sports. Desde 2011 escribe artículos sobre los principales deportes norteamericanos. Además, es conductor y comentarista en el podcast de NFL Chile.

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