lunes, 22 de diciembre de 2014

Enrachados

Cada año, la recta final de la NFL tiene a equipos que están dominando en sus divisiones producto de una consistente campaña, siendo legítimos candidatos a llegar muy lejos en la postemporada. Por otra parte, hay un particular puñado de equipos que estando sin margen de error, comienzan a subir su nivel y a ganar partidos de forma consecutiva, convirtiéndose en rivales muy peligrosos para cualquiera, incluso para conjuntos con mejor clasificación. A una fecha del cierre de la temporada regular, hay siete equipos que llegan con rachas de tres o más victorias en línea y aquí, presentamos a tres de ellos.

Los Pittsburgh Steelers han sufrido tres derrotas contra rivales de marca perdedora (dos de ellas en casa) lo que hace dudar de su real calidad, pero han hilvanado tres triunfos seguidos y en cada uno de ellos, han estado dominando a sus rivales, como ocurrió hace un par de semanas en su visita a los Cincinnatti Bengals y como fue ayer ante los Kansas City Chiefs. Ben Roethlisberger ha sido una de las principales claves en los 10 triunfos de los Steelers y lo ha hecho aprovechando las facultades atléticas de sus receptores como Antonio Brown, el novato Martavis Bryant y el experimentado ala cerrada, Heath Miller. Es más, Big Ben figura dentro de los tres mejores de la liga en pases completos (67.4%) y yardas producidas (4.635), siendo esta una nueva marca personal. Y por si fuera poco, es uno de cuatro quartberbacks con rating superior a 100 (103.8). Su defensiva no es tan sólida como en otros años, pero es lo suficientemente capaz como para presionar a los mariscales contrarios, gracias a jugadores como Lawrence Timmons y James Harrison, este último salido del retiro. Ayer presionaron continuamente a Alex Smith, derribándolo en seis ocasiones. Si bien permitieron más de 300 yardas a los Chiefs, no aceptaron touchdowns y bastaron los 20 puntos de su ofensiva para ganar el juego y quedar con la chance de adjudicarse su división. De hacerlo, jugarían la primera ronda de playoffs en su estadio.

Luego de ser arrastrados por los Eagles en el día de acción de gracias, los Dallas Cowboys resurgieron y lograron ganar tres partidos consecutivos, dos de ellos como visitantes y antes de la última fecha, ya tienen asegurado su lugar en los playoffs como ganadores de su división, dejando a Philadelphia fuera de la pelea. A diferencia de otras temporadas, los Vaqueros han mantenido sus bases que se encuentran en su fuerte línea ofensiva, con la que han podido balancear sus jugadas.En este punto de la campaña, Dallas ha corrido en poco más del 50% de sus jugadas, teniendo a Demarco Murray como líder corredor de toda la competición (1.745 yardas, 12 touchdowns) y a un Tony Romo mucho más eficiente y que no ha tenido que forzar muchas jugadas durante el año. Estadísticamente, es su mejor año en pases completos (70.3%), balance de touchdowns/intercepciones (32/8) y rating (114.4). Su defensiva no tiene grandes jugadores, pero es capaz de mantener cualquier ventaja en el marcador y teniendo la capacidad de hacer jugadas importantes. Esta unidad es la quinta mejor de la liga en robos de balón, con 27. Después de tres años literalmente mediocres, llegó la consistencia a los dirigidos de Jason Garrett y dependiendo de los resultados de la última jornada, podrían incluso tener ventaja de localía por todo enero.

Promediando el mes de octubre, los Seattle Seahawks lucían acomplejados, con aparentes problemas internos e incapacidad de resolver partidos, siendo sorprendidos por equipos inferiores como los St. Louis Rams. Pero desde entonces, los vigentes campeones han ganado ocho de nueve partidos y los últimos cinco de forma consecutiva. En cada uno de esos triunfos, los Seahawks han ejecutado mucho mejor en ofensiva, con una sólida producción de Russell Wilson quien sigue evolucionando como pocket passer, faceta por la que podría ser un mariscal muy durable en la liga. Además, Marshawn Lynch ha vuelto a ser factor como en la temporada pasada, generando cuatro centenas terrestres en los últimos ocho partidos, completando así cuatro años seguidos superando las mil yardas corridas. ¿Qué tal esa escapada de 79 yardas anoche frente a los Cardinals? Eso es Beast Mode y ese es Lynch en su mejor estado. Y así como la ofensiva ha levantado, su defensiva ha vuelto a ser una fuerza imponente. Han permitido 14 o menos puntos en cada uno de sus últimos cinco desafíos, consolidandose como la unidad que menos yardas (268.6) y puntos (16.5) está permitiendo en todo el torneo. Ha vuelto su intensidad, aunque cuidado que eso podría generar castigos innecesarios, como algunos que cometieron anoche en Arizona. Luego de haber estado con registro 3-3, Seattle llega a la última fecha 11-4, con la posibilidad de asegurar su división y de tener los playoffs en su casa, como en el curso pasado. Y si consiguen esa ventaja, serán muy difíciles de vulnerar.

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