viernes, 5 de septiembre de 2014

Resumen: Packers 16, Seahawks 36

El equipo de Seattle demostró porqué es el campeón defensor de la NFL. No solo ganó el partido inaugural de la temporada, sino que lo hizo imponiendo sus condiciones en ofensiva y defensiva. Su ofensiva funciona y por lo visto anoche, continuará evolucionando este año. Russell Wilson (19/28, 191 yardas, 2 touchdowns) combina sus conocidas cualidades como scrambler con sus mejoradas habilidades en el pocket, ampliando así el repertorio de jugadas. Su lectura en el primer touchdown de los 'Hawks fue sensacional: vendió la finta de acarreo con Marshawn Lynch, quien atrajo a tres defensivos de los Packers, se quedó con el balón y completó el envío con Ricardo Lockette, quien solo tenía al novato HaHa Clinton Dix como obstáculo, superándolo fácilmente para llegar a la zona final.


El crecimiento de Wilson como pasador es llamativo y algo igual o más llamativo es el impacto que causa Percy Harvin. Cada balón que toca lo convierte en ganancia de yardas, sacando total provecho de su atleticismo, velocidad y talento con el balón en las manos. En sus 14 intervenciones de anoche (4 acarreos, 7 recepciones y 3 devoluciones de patadas) totalizó 160 yardas. Su aporte es superlativo ya sea en posición para atrapar pases, para correr reversibles, para jugar en el backfield y cuando es alineado para retornar patadas. No hay que olvidar que los Seahawks fueron campeones con Harvin disponible en apenas tres partidos (uno de ellos, el Super Bowl XLVIII). Si el otrora Gator de Florida se mantiene saludable por toda la temporada, esta ofensiva podría alcanzar un nivel muy alto de excelencia.

La defensiva de Seattle estuvo en el nivel que viene exhibiendo en los últimos dos años. El cuarteto que conforma The Legion of Boom (Sherman-Chancellor-Thomas-Maxwell) tacklea con fuerza e igualmente, juega con mucha disciplina en coberturas de pase, facilitando el trabajo de presión al mariscal contrario. Anoche, Richard Sherman estuvo cubriendo en casi todo el juego a Jarrett Boykin (el tercer receptor de Green Bay). Pero solo por ser Sherman, Aaron Rodgers nunca volteó para lanzar por su costado, a menos que fuera última opción. Ese nivel de respeto (¿o miedo?) está inspirando uno de los mejores jugadores de la liga.

Respecto a los Packers: Rodgers no tuvo un mal partido (23/33, 189 yardas, 1 touchdown, 1 intercepción), pero estuvo siempre bajo la presión de los linieros de Seattle, quienes colapsaban el pocket en menos de dos segundos, especialmente por los costados, donde los tackles ofensivos no brindaron protección al quarterback de Green Bay. Ahí se entiende porque Rodgers no buscó muchos pases largos y estuvo encontrando muchas rutas cortas-medias. Es buena la intención de equilibrar los pases con las carreras, teniendo a Eddie Lacy (quien se pierde el próximo partido por una conmoción cerebral) y James Starks, pero ellos deben ser factor. Ah, y que Lacy corra de norte a sur y no de forma lateral, como en varias jugadas que le mandaban anoche. El ex Alabama no es precisamente muy ligero como para ejecutar esas corridas.


La defensiva sigue siendo un punto débil de los Packers, a pesar de tener a buenos jugadores como Clay Matthews, A.J. Hawk, Trammon Williams y el recién llegado Julius Peppers. Los malos ángulos que toman algunos de sus jugadores para tacklear llegan a ser preocupantes y regalan yardas adicionales a los rivales, que bien pudieran evitarse. Así ocurrió anoche con Lynch, quien esquivó defensivos de forma constante. Los 'Empacadores' acabaron recibiendo 398 yardas y como bien se sabe en la NFL, sin defensa no hay campeonatos.

Ambos equipos no volverán a jugar hasta el próximo 14 de septiembre. Seattle (1-0) visitará a los San Diego Chargers, mientras que Green Bay (0-1) jugará su primer partido como local, recibiendo a los New York Jets.

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