Con ocho triunfos en doce encuentros, los Colts apuntan a reaparecer en postemporada y si se le pudiera atribuir la causa a un jugador, ese sería su mariscal de campo novato, Andrew Luck.Surgido en la Universidad de Stanford, y tras haber sido seleccionado en el primer lugar global del pasado draft, Luck se ha asentado de buena forma en el puesto y ya se ha adaptado al nivel profesional, al mismo tiempo en que asume protagonismo en una renovada ofensiva de los Colts, la cual aparentaba orientarse a las corridas en un principio, pero que ya se ha tornado más aérea.
Durante el año pasado, los hinchas de Indianapolis, aparte de sufrir con cada derrota de su equipo, ya vestían camisetas de Luck, exigiendo a la directiva que lo eligieran en el draft. Así sucedió y el joven Quarterback no los ha hecho quedar mal. Como "pocket passer" que es, muestra un manejo en la bolsa de protección digno de un jugador de más edad y el toque que pone en sus pases ilusiona a sus seguidores con mantener una línea que establecieron por más de una década con Manning en los controles.
Quizás sus estadísticas no sean muy llamativas (55% de pases completos, 3.596 yardas, 17 touchdowns y 16 intercepciones), pero hay algo que resalta notoriamente: de las ocho victorias que llevan los "Potros", cinco de ellas surgieron por marchas encabezadas por Luck en cuartos períodos, incluyendo la de ayer, cuando conectó un envío con Donnie Avery, sin tiempo en el reloj, para asegurar un agónico triunfo como visitantes, frente a los Detroit Lions. Actuaciones de ese calibre hacen de Luck un candidato más que legítimo para ganar el premio de novato ofensivo del año.
Es posible que no lleguen muy lejos esta temporada, en caso de clasificar a los playoffs, pero los Indianapolis Colts ya encontraron a su nuevo jugador franquicia, por lo que deben sentirse agradecidos o más bien, afortunados, tal como dice el apellido de Andrew.
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